Advertencia: Los personajes de GTO le pertenecen a Tohru Fujisawa


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Pensamientos

Tenía el coeficiente intelectual por encima del promedio. Estaba catalogada como una "niña prodigio" para apenas sus siete años de edad. No tenía amigos, y su madre sólo pasaba metida en el trabajo, ignorándola por completo. La única persona que estaba a su lado, era su profesora de inglés. Ella la esperaba con su tarta favorita, y le tenía libros más avanzados para su edad. Sin embargo, sin presentir que algo iba a estallar en cualquier momento, aquel día, la profesora no pudo más ante una pregunta mucho más avanzada que tenía Urumi, y todo lo que acumulo aquella mujer, todas esas emociones, salieron al aire tras una explosión. ¿Resultado? Hirió a la pequeña.

La profesora sólo se había licenciado para dar clases a los de nivel primario, y parte del secundario, pero por Kanzaki, ella también iba aprendiendo más cosas hasta que no soportó la carga emocional y la extrema responsabilidad. Urumi cerró su corazón para siempre, y juro vengarse de los profesores. Les haría la vida a cuadros, porque se haría valer de su alto nivel IQ.

—¿Por qué estoy recordando aquella parte de mi vida? —se preguntó en voz alta, mirando el cielo estrellado.

Se encontraba en el campamento que Onizuka organizó para todos los chicos de tercer nivel. Sonrió. Él fue el único que le enseño ver el otro lado de la vida, le enseño que lo que pasó aquella vez, en realidad no había sido culpa de nadie. "Las personas son evolutivas por naturaleza. Unos avanzan más rápido que otros. Y lo que te ocurre a ti, Urumi Kanzaki, es que no te perdonas a ti misma, no perdonas a tu madre por tu creación. Eso es lo que en el fondo, provoco el estallido".

—Onizuka, te debo una. Tienes razón, tus palabras están ahí, clavadas en mi subconsciente y en mi corazón. Es hora de empezar a perdonar, primero conmigo misma, luego con los demás. A mi estimada profesora, no le perdono, al contrario, le debo una inmensa disculpa por mi rebeldía.

El viento sopló medianamente fuerte, removiendo sus cabellos rubios.

Había sido aceptada sus disculpas sinceras.

Con el tiempo, las personas se van dando cuenta quienes valen la pena y quiénes no. Urumi, se dio cuenta de ellos a tiempo. Era el momento para crecer e ir hacia otro nivel de vida espiritual.


Notas de la Autora:

Esta es otra sorpresa que me dio Musa. Me gustó mucho el escribir sobre otras series y utilizar otros personajes. Además, ¿quién sabe y siga innovando por estos mundo con otras historias?

Espero que les guste, como a mi, al escribirlo.

Me despido, disfruten de la lectura y por favor, dejen un Review, me harán una escritora feliz.

Good Bye.

Sayonara.