Tabla: Ropa
Pareja: Kirihara-Sakuno
Advertencias: Ooc grave en Kirihara.
Pantalones:
Cuando vio a su novio entrar casi sintió como su cuerpo temblaba de arriba abajo. Venía totalmente empapado. La lluvia llevaba tres días atormentando la ciudad y no dejaba que el sol apareciera. Él le había prometido ir a verla cuando en un intento de valentía terminó sacándole la verdad: Le echaba de menos.
Conocía a Kirihara desde hacía unos cuantos años y hacia uno que salían. Conocía su faceta demoniaca y también, su lado dulce, especialmente, con ella. Unas navidades hasta se lo encontró sentado en las escaleras de su casa esperando a papa Noel. Definitivamente, era uno de esos chicos que no quedaba.
-¡Voy a por una toalla!- Exclamó recobrando el sentido.
Y es que verlo siempre la aturdía, hasta el punto de echarlo de menos a los cinco minutos de estar separados. En son de broma, la primera vez que hicieron el amor y él se levantó para ir al servicio media hora después, bromeó sobre eso. Le echaba de menos. Entonces, él, riendo, prometió ir hasta ella siempre que dijera eso. Hoy lo había cumplido.
Regresó con una toalla cuando él se comenzaba a quitar la camiseta, quedando únicamente en pantalones cortos. No podía negar que su novio no era de un cuerpo de modelo. Cosa que usualmente creaba las depresiones en ella al auto despreciarse. Claro que tampoco era muy usual ver a su novio desnudo. No eran una pareja que estuvieran todo el tiempo en la cama. Eran tan despistados que seguramente ninguno de los dos se daría cuenta de los deseos del otro, aunque ella sospechaba que las pocas veces habían sido porque se había quedado boquiabierta y sonrojada- como estaba sucediendo en ese mismo momento- mientras su pecho se movía precipitadamente.
-Ten- alargó la toalla hacia él, sonriéndole ligeramente.
Kirihara la aceptó, comenzando a secarse. La observó de reojo hasta que terminó inclinándose para besarla. Sakuno instintivamente se puso de puntillas, facilitándole el trabajo. Un beso casto, como siempre. No podía evitar encontrar algo sensual en la forma de besar del chico en medio de su toque de inocencia.
-¿Tienes algún pantalón?- Preguntó de forma indiferente a su situación- están empapados.
Evitó mirar. Sabía que estaban ceñidos a la piel masculina. Sabía que las formas de su cuerpo sería claramente visibles. Sabía que parte de la anatomía masculina sería muy visible. Tragó y respiró antes de responder.
-Lo que tengo… son pantalones de chándal de mi abuela…
Kirihara arrugó la nariz, teniendo en cuenta que la mujer solo llevaba pantalones rosas. Rio al recordarlo, estirando de él para que entrara.
-Ah… mojaré…
-No importa, tranquilo- tranquilizó, guiándolo hasta el baño- dúchate. Pondré la ropa en la secadora mientras.
Kirihara accedió, bajándose los pantalones sin más nada más llegar al cuarto de baño para entregárselos. Ella desvió instantáneamente la mirada y los aceptó a tientas. Akaya dejó escapar una risita.
-Sakuno- llamó, sujetándola de la muñeca.
-Di… dime.
Una sonrisa maléfica se dibujó en el rostro del chico. Parpadeó. Sus cabellos no estaban blanco ceniza y tampoco su piel el color de ojos había cambiado. Seguía siendo él. ¿entonces?
-Solo son unos pantalones- le recordó- no los violes.
Sakuno apretó entre sus manos los dichosos pantalones, sintiendo ganas de tirárselos a la cara en medio de su vergüenza. Kirihara sonrió, besándola y aplacó por completo su enfado. Los pantalones cayeron al suelo, empapando las losas color café. A estos, su ropa no tardó en seguirle y finalmente, comprendió lo que era hacer el amor bajo un grifo de ducha.
N/a
A la. Listo. El primer one-shot de esta tabla. Siento el Ooc en Kirihara. Es la primera vez que lo uso a solas. La verdad, este One-shot iba a ser "cama" de la tabla de objetos, pero bueno. Cambie las tornas. Ya nos veremos con otras parejas :3.
