Título: Tu deseo más profundo
Extensión: Semi-Long Fic (¿)
Capítulos: ¿?
Categoría: Movies/Avengers
Género: Drama, Aventura, Romance, Dolor/Consuelo, Familia, Amigos, Comedia (o un intento de ella).
Rating: B, T.
Disclaimer: Avengers y todos sus personajes pertenecen a Marvel, Stan Lee, Jack Kirby, etc etc. Nada de esto me pertenece, más que la trama, y no gano dinero escribiendo esto.
Advertencias: AU, Crossover entre Universos, Stony, OOC, WI. Está ubicado después de Avengers Infinity War (ya sé que todavía no sale, pero la idea es general).

Tu deseo más profundo

Por: Hana Usagi

...•. ¸¸•´¯`•. ¸¸¤ Prólogo ¤¸¸. •´¯`•¸¸ .•..

Tony se acercó al pedestal en el que habían colocado el Guantelete del Infinito después de la cruenta guerra intergaláctica que se acababa de terminar.

No podía creer que esa cosa tan pequeña —bueno, a pesar de ser una cosa pequeña, sabía que ese guante le quedaría grandísimo—, pudiera desencadenar tanta destrucción como la que habían padecido durante varios días hasta que pudieron darle fin a esa batalla.

Se acercó un paso más, pero antes de dar un segundo, una voz se escuchó a sus espaldas.

—Ni se te ocurra, Tony —se tensó inmediatamente. Reconocía esa voz. Esa maldita voz. ¿Cómo no hacerlo, cuando había pasado mucho tiempo junto a su dueño?

Apretando un poco las manos hechas un puño, se giró lentamente y se encontró con un par de ojos azules que le miraban con dureza.

Su corazón saltó, pero se obligó a mantenerse tranquilo. Ya había pasado mucho tiempo desde que lo había tenido tan cerca.

Durante esta maldita Guerra del Infinito había hecho todo lo posible para mantenerse lo más lejos de él. No quería tenerlo cerca y mucho menos a solas, tal y como estaban en ese momento, pues sabía que esas extrañas reacciones —a las que no quería darles una causa o nombre, y mucho menos después de lo que pasó tras firmar los acuerdos de Sokovia— seguirían presentes a pesar de lo mucho que ese hombre lo había lastimado y traicionado.

—Capitán Rogers —lo saludó de la manera más impersonal posible para sus crecientes nervios, Steve Rogers entrecerró los ojos—, ¿le puedo ayudar en algo?

—Ya te lo dije, Stark —dijo su apellido de manera fría, tratando de igualar su tono, provocando que el pecho de Tony se estrujara—. Ni siquiera lo pienses.

—Bueno, pues tendrá que especificar Capitán —pareció ver por un momento el dolor reflejarse en esos ojos azules, que lo habían acompañado en sus sueños durante esos últimos años, pero el sentimiento en seguida se esfumó y se dijo a sí mismo que debió haber sido su imaginación—, porque no entiendo a lo que se refiere.

Steve lo observó fríamente, como si nunca en la vida hubieran sido amigos, como si no hubieran sido compañeros, como si no hubieran compartido un hogar por casi cuatro años, como si fueran simples extraños. Y eso, Tony tenía que admitirse, le dolía.

Se cruzaron de brazos casi al mismo tiempo, y Tony estuvo tentado a reír, pero esos ojos todavía mantenían esa mirada que le helaba hasta el alma, así que se mantuvo sereno y esperó a que el rubio volviera a hablar.

—Ni se te ocurra acercarte, Stark. Ya hemos visto lo que eres capaz de hacer con una de esas en tu posesión —dijo apuntando con un dedo al Guantelete, o específicamente a las gemas—. No queremos averiguar qué harías con seis.

Tony sintió como si Steve le hubiera dado un gancho justo en el estómago –con la fuerza de súper soldado incluida–, su pecho se estrujó, su garganta se cerró y —maldiciendo internamente— sintió sus ojos escocerle.

¿Cómo era posible, que el Capitán todavía le recriminara lo sucedido con Ultrón en este punto? ¿Es que no había aprendido nada con la Guerra Civil? ¿Cómo esperaba que volvieran a ser compañeros de armas, si él no dejaba de acusarlo y atormentarlo?

Tony se giró de nueva cuenta para que el hombre frente a él no se diera cuenta de lo que había provocado en su persona. Nuevamente frente al Guantelete, y tragando con fuerza el nudo en su garganta, se obligó a hablar de nuevo.

—Oh, ¿y si no quiero hacerlo? —dijo, acercándose un paso más al pedestal.

—Te lo advierto, Stark —respondió el (nuevamente) soldado, también dando un paso hacia él.

—No pasa nada —respondió de esa manera que siempre usaba, fresco, desinteresado, como si no le importara nada en lo más mínimo—. Stephen dijo que era muy seguro.

El Capitán frunció el ceño al escuchar sus palabras. Se acercó un paso más hacia él y el Guantelete, que ahora se encontraba entre los dos.

—Me importa muy poco lo que haya dicho ese hombre, te quiero lejos de esa cosa —ordenó de manera brusca.

Tony frunció el ceño ante las palabras del rubio. «¿Quién se cree este idiota para hablarme de ese modo?» se dijo a sí mismo.

—No quiero —le respondió en un tono que lo hizo ver cómo a un niño a punto de empezar una pataleta.

—No es si quieres o no, te estoy dando una orden —respondió fastidiado. Estaba claro que aún recordaba la actitud que Tony adoptaba cuando empezaba a hablar de ese modo.

—Y yo te he respondido que no quiero, Stephen me ha dado permiso de estar aquí.

El ceño de Steven se pronunció más ante sus palabras y su mirada fría se intensificó, mirándolo de manera peligrosa. Pero Tony no se dejó intimidar. Se acercó un poco más al Guantelete y con lentitud, levantó una mano.

—No —dijo en un gemido estrangulado el Capitán.

—Te mostraré que no pasará nada, Stephen me lo aseguró —acercó más su mano al guante.

—Te lo advierto Stark —Tony juraría que su tono se había suavizado y su mirada ahora reflejaba un poco de preocupación. Pero lo ignoró todo, diciéndose que era su imaginación alimentada por sus deseos.

Tony le sonrió traviesamente y con su dedo índice tocó, muy superficialmente, una de las falanges del Guantelete.

Su rostro empezó a adoptar una expresión que claramente decía «Te lo dije», cuando un resplandor lo envolvió y lo cegó.

—Puedes acercarte, pero no tocarlo, ¿entendiste, Tony? —escuchó la voz de Stephen en su mente. Había estado tan abrumado con la presencia de Steve, enfadado y dolorido, que lo había olvidado por completo.

Tony se maldijo en su mente, al tiempo que una extraña oscuridad se cernía sobre él y escuchaba de manera distante la voz de Steve llamarlo por su nombre.

...•. ¸¸•´¯`•. ¸¸¤ Continuará... ¤¸¸. •´¯`•¸¸.•..

¡Hola, hola! Lo sé, me estoy liando con mis fics. Me estoy poniendo la soga al cuello yo solita. Pero desde hace mucho que tenía esta idea en la cabeza y no me dejaba en paz. Por fortuna, esta historia no es nada compleja, y no creo que dure más de diez capítulos, aunque creo que esos serían muchos para lo que tengo en mente, pero veamos qué tal sale.

Ahora, sinceramente, no estoy segura que el Guantelete del Infinito pueda hacer lo que sucede aquí (en el próximo capítulo lo especificaré más, para no arruinarles la sorpresa), pero vamos, es Fanfiction, se puede hacer de todo.

En todo caso, si a alguien le molesta o no le gusta, pues simplemente puede dejar de leer. Si, por el contrario, te agrada, por favor déjame un review con tu opinión y/o críticas constructivas. Todo es bienvenido (si se dice de manera correcta y educada).

Dado que tengo otros dos fics activos (uno por terminarse y otro iniciando), no prometeré actualizaciones constantes, ya que también tengo trabajo y un hermoso hijo (mi perro) del cual hacerme cargo.

Si después de haber leído todo esto me quieres seguir acompañando en este nuevo proyecto, no olvides agregarlo a tus listas de Favoritos y Follows.

Sin más que decir. ¡Hasta la próxima!

::: (_( :* .¸¸.•Hana
*: (=' :') :* .¸¸.• Usagi
.. (,(")(")¤°.¸¸.•´¯`» 20/12/2016