Los personajes de Inuyasha no son míos sino de Rumiko Takagashi.

Ella es una Inuyoukay de prestigio, reconocida ante todos youkais, hanyous y humanos. Tiene a su mando el reino de los cielos del Oeste, también los de su "macho" las tierras del Oeste.

No lo amaba, no le tenía ni cariño, no sabia que era ese sentimiento ¿amor? Nunca lo sintió, su corazón no había sucumbido a ese sentimiento humano.

Desde que ella era la Señora del Gran Inutaisho, nunca tuvo un momento de felicidad, antes cuando estaba sola disfrutaba y gozaba estar en batallas ver la sangre de sus enemigos en sus garras o espada, escuchar las suplicas, el llanto, verlos humillados era una satisfacción tan grande, pero todo termino en el momento que ese maldito casamiento fue arreglado para cumplir con el deber.

Todo el día estaba sola, Inutaisho le recriminaba por no cumplir el papel de la Señora por ignorar todo lo referente a el.

Pero ese hielo en su corazón, desapareció de repente, dejando solo calidez, ternura y amor, aunque no lo demostraba, era completamente feliz, solo el es el responsable de eso. El es el único ser que es digno de tener todo el corazón y amor de ella.

El único que merecía sus desvelos por las noches, sus cuidados y atenciones, al que le soporta sus berrinches y enojo, solo el.

El ser mas magnifico y egoístamente de ella y de nadie mas, su amado Sesshomaru su hijo, el ser que se creo en su vientre y le enseño amar y proteger a la persona mas importante para ella.

Por eso se encontraba ahora con su cachorro en brazos viéndolo dormir placidamente acurrucándose a ella buscando su calor. Lo ama, por el vive y vivirá, por su pequeño Sesshomaru.