Atención: Antes de empezar a leer el fanfic, queremos avisar que este fue originalmente publicado en la cuenta de wattpad de una de las creadoras cuyo nombre es LaJirafaVerde con el mismo título. Hemos pensado en publicarlo también en fanfiction para que llegue a más público y porque la que maneja la cuenta también usa bastante esta página. Nos gustaría ir publicando un capítulo por día con algunas modificaciones como arreglando faltas de ortografía o las notas de las autoras, actualmente teniendo 40 capítulos en wattpad, así que si queréis continuar el fanfic podréis verlo en la mencionada cuenta. Avisaremos de que estamos publicándolo también por aquí en el capítulo 41. Y sin más que añadir, disfrutad de la historia.

Los Pokédex Holders son personas increíbles que han logrado un millón de logros: completar la Pokédex, derrotar a malvados villanos, salir airosos de situaciones que les hayan podido matar... Sin embargo, ahora se encuentran en el desafío más difícil de todos: la paternidad.

Hace no mucho tiempo en Pueblo Paleta, una chica con el cabello rubio algo oscuro se encontraba tumbada en su cama, simplemente charlando con su pequeño Pichu.

-¡Buenos días, Pipi!-le dijo a su mencionado Pokémon.

Se levantó y se vistió con su habitual atuendo: una chaqueta roja con detalles blancos y de manga corta, una camiseta negra por debajo y unos tejanos de toda la vida, finalmente cubriéndose su larga coleta en una gorra del mismo color que su chaqueta, y su Pichu colocándose en su hombro. La joven bajó por las escaleras, encontrándose con sus progenitores.

-¡Hola Faito! ¿Quieres entrenar?-saludó su padre.

-Cállate, viejo.

-Venga, no empecéis a pelear nada más despertaros, Red y Faito.-intentó tranquilizar la situación su madre.

-Es que no hay forma que entrene Yellow, solo quiero que sea la campeona como yo.

-¡Te he dicho un millón de veces que no! No me gusta pelear, y a mis Pokémon tampoco.

-Ay, menudas tonterías dices siempre, ¡a los Pokémon les gusta pelear! Pelean por naturaleza, por comer, por...

De la nada el compañero de Faito se abalanzó hacia Red, donde le lanzó una descarga eléctrica, cosa que no le afectó lo más mínimo al llevar puesto sus guantes aislantes.

-Muy mal Pipi, tendrías que haberle mordido el cuello. Así le habría afectado.

-Si entrenárais me habría afectado.

-¡AAAAAAAAAARG! ¡ERES INSOPORTABLE! NO SÉ CÓMO MAMÁ TE AGUANTA.

Nada más decir eso, Faito salió de la casa dando un portazo mientras su amigo le seguía. Nada más salir, se estampó de frente con un chico más alto que ella, de ojos turquesas, cabello castaño, camiseta negra y guantes blancos.

-Madre mía Faito, siempre te estás lanzando sobre mí...-dijo pícaro el chico.

-Cállate, no estoy de humor para aguantarte Turquesa. ¡Eres un payaso!-contestó malhumorada dirigiéndose hacia la ruta 1.

-No sé por qué te pones así si debes estar acostumbrada de que te trate de esta forma.-le habló mientras le seguía.

-¿Qué parte no entiendes de que no quiero aguantarte? Además, ¿por qué me sigues? Eres un acosador.

-Ay, estás intratable hoy. Solo quería ir a por ti para ir al laboratorio del Profesor Oak.

-¿Y eso?-le dirigió la palabra de forma más calmada, girándose para hablarle cara a cara.

-¡Es una sorpresa~!-le agarró de los hombros, guiándole al lugar.

-¿Ya estamos otra vez con tus sorpresas? La anterior vez casi me cuesta un ojo.

-¡Pero fue porque calculé mal con el matasuegras! Ahora solo te estoy llevando a un laboratorio.

-¿Ya te vas a llevar a la novia a casa?-interrumpió una mujer de ojos azules y pelo castaño.

-Ah, hola mamá. Más o menos.

-¿Cómo que novia, Blue...? Antes preferiría tener una batalla.

-¿QUÉ HAS DICHO DE UNA BATALLA?-gritó su padre eufórico desde la ventana del segundo piso.

-JODER PAPÁ, NO TE METAS EN MIS COSAS.

-Aaaaaaaaaanda. Te va a tocar aceptar ser mi novia o pelear~.

-¡Ay, qué orgullosa estoy de mi hijo!-dijo Blue dándole un golpe en la espalda.

-¡OYE HERMANO RUIDOSO! ¿VIENES YA Y DEJAS DE HACER MANITAS CON LA NOVIA?-chilló desde la puerta del laboratorio una chica de pelo castaño al igual que Turquesa y su madre, pero esta vez ojiverde.

-¿TÚ TAMBIÉN, LEAF? UFF, YA VOY.-le respondió furiosa dejando atrás a su amigo.

-¡Algún día lo aceptarás como papá a mamá!

-Muy bien hijo, sabes ser perseverante como yo.

Una vez ya dentro del laboratorio, se encontraron con un Profesor Oak más viejo, incluso con un bastón.

-¡Venga bisa, enséñale la sorpresa a mi querida Faito!

-Aléjate de mí, baboso.-dio un paso separándose de él.

-Cuando dejéis de armar tanto escándalo os daré las Pokédex y el inicial.

-¿¡UNA POKÉDEX!?-se sorprendió la rubia.-¡Y YO PARA QUÉ QUIERO ESA COSA!

-¿Qué parte no habéis entendido de que no arméis jaleo...?-le riñó con mucha amargura la otra joven.

-Cómo se nota que eres hija de Red...-suspiró el profesor.

-¡OJALÁ NO HABERLO SIDO!

-Va, no te pongas así, ¿qué tiene de malo? Si no, nunca nos habríamos conocido.

-No me des más razones para odiarlo. Además, si te hubieran puesto un nombre de mierda como el mío solo porque le gustaban las peleas y llegó antes al registro civil que mi madre te sentirías igual que yo.

-Perdona, pero a mí me llamaron Turquesa porque pensaron que era una chica...

-¡SILENCIO!-se hartó Oak.-¡TOMAD YA VUESTRAS POKÉDEX Y VUESTROS INICIALES Y LARGAOS YA!-dijo el abuelo levantando el bastón que llevaba.

-Bien, pues yo escojo a Bulbasaur.-se adelantó Leaf.

-¡Hermanita no es justo! Yo lo quería... Bueno, al menos me quedaré con Charm...

-Yo quiero a Charmander, ¡bienvenido al equipo, Charmer!-se alegró tomando la Pokeball Faito.

-¡Aaaah! ¡Sois unas tramposas!

-Deja de lloriquear y coge ya a tu estúpido Squirtle.-respondió la menor con una cara de pocos amigos.

-Yo me voy ya.

-¡Pues vale, travesti!-gritó indignado el chaval, pero Faito no le escuchó porque ya se había marchado.

-¡Ay que feliz estoy!-dijo el padre ya estando en su hogar.-Por fin mi hija ya podrá batallar en condiciones con una Pokédex y un nuevo Pokémon... No tienes excusa.

-¡Me tienes frita viejo! Primero, ¿cuántas veces debo decirte que no quiero pelear? Y segundo, ¡PIPI ES LO SUFICIENTEMENTE FUERTE COMO PARA PELEAR SOLO!-después de esas palabras, el Pichu asintió algo cabreado.

-Pero venga, ¿por qué no aprovechas y vas a conseguir las medallas?

-¡PREFIERO ESTAR MUERTA!-tomó la última palabra, dirigiéndose a su cuarto.

-No sé por qué se ha enfadado, Yellow.-su mujer simplemente le dirigió una mirada discriminatoria.

En casa de Turquesa y Leaf...

-¡Ay hermanita, mira qué mono es mi Squirty!

-Hermano ruidoso, ¿y no querías en un principio a Bulbasaur y Charmander?

-Eso qué importa ahora, ¡lo importante es que tengo a Squirty!-le abrazó tanto que parecía estar ahogándose.

-¡Qué bien aprende de mí mi hijo favorito, que incluso ha escogido a Squirtle!

-Mujer ruidosa... De hecho ni si quiera lo escogiste, lo robaste.

-Da gusto tener una madre así...-habló con mucho asco la castaña hacia su madre.

-¿Te estás poniendo celosa de tu hermano? Normal, es taaaaan genial~. Y tiene una novia ya, ¿por qué no te buscas tú una pareja? Me gustaría tener nietecitos.

-Mira mamá, yo me voy ya.-abrió la puerta marchándose.

-¿Pero a dónde vas a estas horas? Ya está todo cerrado.

-¡A comenzar mi viaje!

-Oh no, no puedo dejar que te me adelantes, hermana.-saltó por la ventana.

-¿Para esto tenemos puertas...?-comentó el padre desesperado.

Mientras los chicos estaban saliendo hacia la ruta 1, vieron en la casa de los vecinos una cuerda donde estaba bajando una joven irreconocible, sin embargo mientras descendía se cayó de culo.

-¡AAAAAARG! ESTÚPIDA CUERDA, ¿QUÉ ESTÁS HACIENDO, PIPI?-al decir eso, se vio a un Pokémon desde la ventana donde se le había resbalado la cuerda.

-¿Cómo se te ocurre que Pichu sujete una cuerda si ni siquiera tiene dedos?-suspiró riéndose Turquesa extendiéndole la mano a la chica que se hallaba tumbada en el suelo.

-¡Tú cállate! No quiero saber nada de ti. ¡Y tú Pipi, baja ya!-rechazó la ayuda levantándose por sí misma esperando a que su amigo bajase, pero este fue más listo y supo bajar bien.

-Oye, ¿dónde está mi hermana?-giró la cabeza buscándola y vio que ya estaba adentrada en la primera ruta.

-¿A mí qué me importa dónde esté tu hermana? ¡Déjame en paz!-huyó Faito.

-¡Ay ostras, me he dejado las cosas en mi casa! Voy a recogerlas que no quiero salir sin dinero como esas dos.-habló para sí volviendo a su casa saltando la ventana otra vez.

-¿En qué momento crié a un salvaje en vez de una persona...?-murmuró Green bastante harto.

-Ay papá, no te pongas así. ¡Alégrate un poco!-dijo antes de subir a su habitación para coger todas sus cosas.

Mientras el chico recogía sus pertenencias, el padre se dirigió a cerrar la ventana para que no saliese por ella otra vez, provocando que el chaval se estampe pensando que seguía abierta. Cuando eso sucedió, a su madre se le escapó una risa.

-No os pienso dar la razón.-intentó abrir la ventana otra vez, pero pusieron el seguro provocando que finalmente a su progenitora se empezase a partir de risa.-Bueno, por esta vez os haré caso.-y salió por fin por la puerta.

Y así es como los tres nuevos Holders pusieron rumbo a Ciudad Verde, pero cada uno yendo por separado.

Protagonistas del fanfic.

Faito: Hija de Red y Yellow. Le gusta travestirse como su madre, pero no por una misión o algo parecido, si no porque quiere, provocando que se le confunda con un chico. Posee el pelo largo amarrado en una coleta como ella pero el pelo rubio algo más oscuro y ojos rojizos como su progenitor, además de contar con la ropa de él. Es de personalidad fuerte pero odia luchar por los mismos motivos de su madre, pero su padre Red le insiste con entrenarla y que se fortalezca para llegar a ser una campeona como él pero siempre se niega, lo que provoca que huya en su viaje.