I

A veces la vida nos pone obstáculos para demostrarnos su grandeza. Somos simples peones jugando un ajedrez.

A veces la vida no golpea duro para demostrarnos a nosotros mismos los verdaderos sentimientos que guardamos y de lo que somos capaces de hacer.

A veces hay encuentros fortuitos que pueden cambiar nuestras vidas.

Y conocemos la luz, luz que devuelve la vida.

[*]


¿Mamá?

¿Papá?

¿Dónde estoy?...

¿Dónde estás Lucy?-

Cariño ¿dónde te encuentras?, es hora de cenar…

Layla déjala, de seguro revolotea por ahí cerca del acuario…-

Mis manos.

El sonido terso de la voz de mamá. Sostenía mi cabeza con mis muslos en el suelo, y todo a mí alrededor era blanco, blanco y nada más.

A lo lejos escuchaba a papá. Y por supuesto la cálida llamada de mamá.

¿Dónde estoy?...

Blanco, todo es blanco aquí.

¿Lucy hija?...

Volví a escuchar a los lejos, estoy soñando, de seguro esto es un sueño.

Mamá, estoy aquí.

Mamá…

Pronuncié, ahora estaba de pie. Todo brillaba.

¿Lucy que pasó? ¿Por qué dejaste de luchar? –

¿Mamá eres tú?-

Si cariño, soy mamá…–

¡Donde estas! ¡No puedo verte, ¿por qué me preguntas eso?!

La batalla Lucy, por qué dejaste tu lucha hasta ahí–

No mamá, no he perdido, no he bajado los brazos, nunca lo hare. – grité.

¿Y Natsu? ¿Te salvo esta vez?

¿Todo era un sueño? No entendía nada en lo absoluto. Aunque las preguntas eran extrañas, disfrutaba de la voz de mamá en ese momento, ahora flotaba, el aura y el ambiente cálido me recorrían completamente en pleno cuestionario. Mamá me hablaba, y también sentía de alguna forma a papá.

¿Natsu? El está ahí, lo siento cerca cómo siempre mamá…– me envolví los brazos, cerré los ojos y me acurrucaba en el sueño. – Nunca me dejaría sola – sonreí, recordando su cabello incomparable.

Lucy, hija mía, mi alma te ayudará

q-que sucede, no entiendo, a que te refieres

Natsu– murmuró la voz – tu lucha,

el no podrá salvarte la vida para siempre– esta vez era la voz de papá.

Papá…

Lucy, mirad–

Tu lucha terminó. –

¡¿Q-que?! – abrí los ojos de lleno, seguía flotando, mi traje celeste favorito y mis manos estaban completamente heridas. Miré mi pecho, mis piernas, mis pies. Todo era una constante rasmillada de alguna lucha. Y entonces recordé, frente a mi apareció la imagen de la última pelea que presencié junto a mi gremio, los veía todo desde arriba, la escena en una especie de flash back, hasta que observé mi hombro izquierdo sangrar.

Una herida profunda, recta, de algún disparo, brillaba.

¿Estoy muerta?

Hija, atenta.

Miré la escena, no recordaba bien, Tenia la misma sensación ahora de pesadez cómo cuando vencimos a Tártaros. Ahí con todos los chicos, luchando, también estoy ahí, Levy, Gajeel, Mira, el maestro, Lamia Scale, blue pegasus, Sabertooth.

Y el dolor volvió a mí en ese instante. Dejé de flotar mirando la escena.

Auch, esto duele–

Happy caía desde el cielo, Natsu bajaba la guardia alcanzándolo antes de que toque el piso rocoso, un disparo de luz podría haber dado con el gato. Pero no, me dio a mí. Sentí el inútil grito de Natsu, a erza mirarme desde lejos con temor y un cuerpo que se abalanzaba sobre mí mientras me derrumbaba ensangrentada para salvarme, inútil también. No funcionó.

Comencé a perder la memoria en ese instante, justo ahí. Y la imagen que se proyectaba frente mis ojos se desvanecía apenas me dio el tiro. No recuerdo bien, todo es borroso. Repaso más mi nombre ser gritado. Recuerdo unas manos que me golpeaban la cara para que reaccionara, revisarme el cabello, mirarme con desesperación. Y al tratar de abrir los ojos me topaba con la cara de un chico con una cicatriz en la ceja.

¡D-despierta rubia! – me gritaba.

Y todo volvió a blanco otra vez.

Blanco.

Luz.

Lucy Heartfilia, tu lucha debe volver a ser la de antes.

¿Mamá, papá, porqué? – comencé a llorar.

Todo lo que viste, cariño, es una lucha que no ganaste

¿Entonces si morí? – estaba muerta, ahora entendía todo. Mi cuerpo bailaba en el limbo cálido de la agonía. Mi alma aún no se liberaba del todo. No pude dejar de llorar. Natsu…

Lucy, nosotros no permitiremos que mueras.

Tus espíritus te acompañaran–

¡Mamá! ¡Papá! No quiero morir, ¡no quiero! ¡Quiero estar en Fairy tail otra vez! abrazar a todos, luchar junto a Natsu

Quiero abrazarlo, mamá, papá, – volví a llorar más fuerte – ayúdenme…. – miré mi mano y la insignia aún seguía ahí. Me alivié.

Volverás cariño, pero al despertar, sólo confiarás en nosotros– lo blanco del lugar comenzaba a desvanecerse, ahora no quedaba nada. – Seguiré escuchando tus cartas hija–

Y yo seguiré guiándote desde las estrellas Lucy– me murmuraba papá.

Pero, pero…

!No se vallan!

Lucy, al despertar, no recordaras nada, ni a nadie. – dijeron ambas voces a coro.

Nada.

Ni nadie.

Natsu. – pensé

Yo no quiero olvidar a Natsu.

Quiero amarlo.

Quiero vivir mi vida, pero con él.

Lo siento querida

¡Mamaaa! – Comencé a gritar nuevamente, y mi alma se enfurecía– ¡NO, No lo merezco, quiero irme con ustedes, no quiero olvidar a Natsu, no quiero perderlos a todos!

¡No quierooooo! – y la luz blanca que acurrucaba mi alucinación dejó de brillar, caí, no paraba de caer en un hueco negro, un millón de imágenes se cruzaban entre mi cuerpo y la nada, mientras descendía.

Gray, Erza, Wendy, mi pequeña Levy-chan,

Iba olvidándolo todo…

Mira, Gajeel, Maestro.

Blue pegasus

Sabertooth

Juegos mágicos

Isla Galuna

Salamander

Fairy tail.

Natsu…

La imagen se quedo ahí, mientras ya todo se veía difuso. Lloraba, no quería olvidar, no quería vivir, si no era por todos. Mi lucha era así, simple, porqué siempre era mejor cuando estábamos juntos. Su sonrisa, el juego de pieles que contrastaban su color y su cabello, Dragneel, hijo de un dragón.

Un chico de pelo rosa.

Ahora todo era negro y silencioso.

Él.

Alguien a quien un día amé.

Alguien, y nada más.

[***]

Desperté

[***]


Gran parte de los gremios se resguardaban ahí, en lo que parecía el fin de la guerra contra Fiore. El reinado del sur había atacado todo desde la frontera hasta la ciudad, en siete largos meses.

Lograron la victoria sólo en destrucciones. Porque la bandera de Fiore fue la triunfante. La capital Crocus amanecía con un sol que devolvía la esperanza, mientras todas las tropas enemigas se marchaba y los gremios celebraban su victoria poco a poco, aun con enemigos cerca, sin poder bajar del todo la guardia.

Varios fueron los heridos, y de distinta gravedad. En las salas de enfermos del castillo la gente se aglomeraba. Todos querían ver si sus compañeros habían resistido la lucha.

En una de esas camillas estaba Lucy Heartfilia, resguardada por un Dragón de hierro y una pequeña de cabello azul. Esperando que la chica de alguna forma despertara del sueño profundo, después de ese enfrentamiento y del dolor por la herida del hombro; que ahora estaba vendada y curada. Pero su respiración cada vez era más agitada y la chica parecía sentir dolor.

No pasó más de medio día y Lucy despertó débilmente pestañando dudosa.

Ambos magos ahí guardaron silencio, mientras Lucy miraba lentamente a su alrededor. Contemplaba todo, Levy sabía que algo andaba mal. El slayer la miró.

Lucy no decía nada. Sólo pestañaba.

Se miró la mano,

¿Mamá?-

La chica reaccionó.

Pestañeo rápido, tenía la imagen de sus padres en la memoria, solo eso y nada más.

¿Y eso? – se miraba la insignia y miraba la del hombro de Gajeel. Idénticas.

¿Lucy? – Levy le preguntó. Pero ella no parecía prestar mucha atención. En efecto, algo andaba mal para el instinto de Mcgarden.

¿Uh? – tomó asiento, se masajeo un poco el hombro sin que los dos magos ahí le quitaran los ojos de encima. Y se observó entera.

Iré por salamander– mencionó Gajeel mirando a la pequeña, ella entendió el mensaje. El chico salió de prisa, también sentía algo extraño.

¿Sala…mander? –

Lucy, ¿estás bien? ¿Mejoró tu herida?–

En el instante en que Lucy se incorporaba bien sentada, con su ropaje todo vendado, miró de frente a Levy, sin pestañear. Sus ojos eran opacos y lentos, sus manos parecían más frágiles que siempre, y su sonrisa no estaba ahí.

Mcgarden dudó.

¿Q-quien eres? – Lucy murmuró. Pero ella aún no olvidaba sus valores y le entregó una leve sonrisa. Levy le miró extrañada, le dio una sonrisa también, no sabía bien si estaban jugando con ella o debía de preocuparse.

Lucy, soy Levy-chan, ¿no me reconoces?

Levy…– su mente comenzó a divagar– Levy…

Anda Lu-chan, para de bromear, me estas asustando.

Pero no, a lo que Levy terminó esa frase, la maga de espíritus se paró de frente a la ventana. Miró todo alrededor, el sol, las destrucciones, la tarde fresca, la gente.

No te conozco, – dijo Heartfilia– ¿donde está mamá?

Levy de la sorpresa, se tapó la boca con ambas manos para evitar llorar. En efecto, sus presentimientos eran ciertos, a su mejor amiga le había choqueado la amnesia. No podía ser verdad.

– murmuró.

¡Levy! – entró Gajeel junto a Natsu.

Lucie– fue lo primero que gritó Natsu al entrar, la vio, después del susto la volvió a ver. Ella le miraba sujetándose del visillo del ventanal. – ¡lucie! –

Se iba a abalanzar para darle un abrazo fuerte pero Levy le detuvo, le miró, él no entendía bien. La peliazul cabizbaja trataba de hablar. Gajeel la miraba fijo. Al acto entró Gray junto a Juvia, Erza acompañada de Jellal.

¿q-que pasa?

Debemos dejar a Lucy tranquila un momento–

¡Pero, ¿por qué? que pasa!

La escena se presentaba algo triste. Lucy en el marco de la ventana vestida y vendada. Prácticamente todo el gremio había entrado, Gajeel le tomaba la mano a la niña de cabello azul apartando a Natsu de ella, y él, salamander se quedó en frente de la rubia con una risa forzosa. Pronunciando su nombre varias veces sin entender nada.

Natsu, Lucy ha perdido la memoria producto de alguna magia. – murmuró Mcgarden. – o peor, por el golpe.

Fairy tail quedó congelado. Natsu se sentía un inservible. No pudo salvarla esa vez.

¡Y eso que, lucie!– trataba de acercarse más a la mujer estirando su brazo– soy yo…

lucie– dijo Happy con un tono triste. Y todos entendieron que todo era más grave de lo que parecía.

Yo, Natsu–

Natsu…


[*]

Y si perdí la memoria cómo dice la pequeña, ese nombre me carcomía, y a la vez, me dolía. Pero un dolor extraño. sentía una pesadez sobre mi corazón, un calor terso, un hundimiento en mis manos.

Natsu– le pronuncie mirándolo a los ojos, una sonrisa me salió del alma– hola, – parecía indefenso. – Mi nombre es Lucy, ¿has visto a mi madre?

[*]


El mago de fuego cayó sentado sobre la cama, sin despegarle la vista. No quería alarmase, no quería pensar que eso era verdad. Todo el silencio le acompañaba. ¿La había perdido? No, eso jamás. Lucharía para traerla de vuelta. Sentía pena, dolor, inútil que no pudo defender a su compañera.

A su amada.

Tenía que hacer algo.

Tu mamá murió–

¡¿Eres tonto?! – gritaron todos al escuchar la frase de Dragneel. – !Qué piensas imbécil, sé más cauto!! – Pero él tenía la esperanza de despertar algunos recuerdos con hechos verdaderos.

Heartfilia Lucy solamente miraba. Escuchaba todo atentamente, sus pensamientos no la dejarían llorar. "Tu mamá murió"

Layla…– dijo la rubia. Y el plan de Natsu parecía funcionar. Al cabo de esa frase, el gremio completo se alivio unos segundos en post esperanza.

Después de todo al volver a magnolia ella recordaría más cosas.

Y Polyushka estaría ahí.

Así qué todos se relajaron, fueron uno a uno a presentarse frente a su nueva Lucy. Sus caras debían ser las más alentadoras, ya que la rubia había sido la más afectada por el enfrentamiento.

Las risas volvieron en la sala de curaciones del castillo designada para FT. Todo para hacer sentir a Lucy parte de la familia otra vez.

Mientras todos charlaban, Levy no lograba sacarse de la cabeza la escena en donde su amiga caía gravemente herida en la batalla final. Observaba.

Recordaba cada detalle.

La luz, y los raros y poco recuerdos que tenia de esa ocasión. ¿Por qué? Algo andaba mal.

Enana…– Dijo Gajeel entre la gente dirigiéndose a su pequeña.

Gajeel, tú, – dio una pausa aún pensando. – ¿recuerdas bien lo que sucedió verdad?

Claro, no estaba más cerca, pero vi todo – se sentó a su lado – Al bastardo de Natsu no hacer nada y sólo gritar.

¿Y qué más?

El disparo del enemigo, – bufó, era cómo obvio – la bala con magia, y al otro bastardo de Sting recoger a la coneja–

¿Ah?

Cuando miré la tenia sujetada, es lo último que recuerdo – el chico comenzó a mirar la cara atónita de Levy.

El cerebro de Levy comenzó a trabajar a toda máquina. Su vista se enfocó en su amiga, su dulce Lucy no estaba bien, mientras todos le hablaban y ella asentía como si les conociera, sabía que algo dentro de ella había sido borrado.

¿Por qué ella no recordaba tampoco la escena completamente?

Lucy le dirigió la mirada, Levy le demostró una sonrisa. Debía ayudarla, y para eso, La rubia debía volver a ser su amiga otra vez.

Empezar de cero;

Y destrabar todos los misterios de la magia que la perturbaba.

Continuará

[*]


Muajajja. ¿Qué tiene que ver Sting en todo esto? Porque me obsesione con el stinglu tan rápido? Porque hago sufrir al pabre de Natsu? Porque no hago nada más productivo y actualizo mis otros fic?

¿Por qué no me dejan un review? :c

Dedicado a mi compañera Aiko que entiende la obsesión,

nos vemos en el prox cap :D

Aclaración a mis queridos amados lectores de vida virtual: Esperará, pretendo que ese fic dure varios capítulos, lo tengo bastante avanzado. Pero esperará, quiero ver cómo le va a este :3. Cómo me obsesioné un poco con el stinglu, no lo qiero mezclar mucho con el vida virtual porque mi cabeza solo tiene un objetivo en este instante xd.

cariños a todos los que leen.

Asique os espero seguido, los quiero :D gracias por sus lecturas.