CAPITULO 1
KARI
Este era uno de esos días en los ninguna persona se vería en la necesidad de despertarse temprano, por ser obviamente el inicio de un prometedor fin de semana comenzando un viernes de suspensión de labores es decir un día libre de la rutina.
Exactamente ese día, se había suspendido las clases debido a una fuerte nevada, lo cual alegraría a cualquiera en especial una adolescente de nombre Hikari Yagami o simplemente kari.
Para bien o para mal, este día se habían suspendido las clases y demás actividades propias de la escuela o cualquier club, este día tenía todos los requisitos para ser perfecto, no por nada era su cumpleaños.
Aun cuando no lo aceptaba sabía que este día es muy esperado por ella, claro, cualquier adolescente se siente especial en su cumpleaños ¿no? , kari se sentía llena de ansiedad al pensar siquiera en esta fecha, el saber que está a punto de llegar la emociona como una pequeña niña, claro que esto no es completamente culpa suya, sus padres la habían tratado con pétalos de rosa durante toda su vida y ni hablar de sus cumpleaños pues la hacían sentir como toda una reina. Muy en el fondo se reprendía a si misma por sus tan complicados cumpleaños pues la verdad era que la hacían parecer una niña pequeña e inmadura, de eso estaba consiente. Más aun, lo que la agobiaba era el hecho de que todos creían que no había madurado en todos estos años en los que había estado envuelta en un sinfín de aventuras en ese maravilloso mundo digital. Todos pensaban que seguía siendo la niña a la cual todos tienen que proteger a cada momento. — Tal vez no sea tan malo… tal vez sea lo único que ha mantenido nuestra amistad, el tener que estar a mi lado para protegerme—.dijo kari para sí misma únicamente teniendo a su mejor amigo en la cabeza.
Se deshizo inmediatamente de las ideas, no era normal que pensase así aun siendo últimamente este tema bastante recordado en su cabeza pero no por ello dejaba de ser extraño, le agobiaba pensar constantemente en su amistad con tk e imaginando que algún día acabaría, convirtiéndose en un miedo muy profundo para ella.
Tk
Eran las más de las 7:30 de la mañana, el molesto pitido agudo y rítmico de su reloj le había estado molestando desde hace un buen rato, pero la verdadera molestia de ese joven no se debía a que su sueño se viese interrumpido a causa dela alarma siendo este un día de descanso pues el mismo sabía que había sido culpa suya el no desactivar ese viejo aparato, la causa de su molestia radicaba en el hecho que desde hace algún tiempo estaba muy despistado aun cuando se tratase de la simple tarea de desactivar la alarma de su reloj, no era muy normal que el joven lo olvidara. Esto preocupaba contantemente a tk ,por alguna razón desde hace unos meses había estado comportándose de manera extraña , podía estar de buen humor al despertar y para la tarde podía tener un humor de los mil demonios , y todo por pequeñas cosas que pasaban en la escuela o en cada reunión con sus amigos , la molestia común que le atormentaba era algo cotidiano como no pasar el tiempo suficiente con kari , su amiga , en la escuela , cosas como ver que comparte sonrisas y encantadoras miradas con alguien que no es el podían afectarle con gran severidad …sinceramente no sabía lo que le estaba pasando.
Olvidándose de sus problemas un momento, recordó la razón por la que se acostó tan tarde era por ser un día muy especial para su amiga y nadie lo sabía mejor que él , su mejor amigo , tenía todo preparado para darle una gran sorpresa en compañía de sus demás amigos, siendo esta una gran hazaña por parte del chico rubio pues para conseguir que todos estén disponibles para salir juntos era una terea muy difícil y casi imposible debido a la vida ocupada que cargaban cada uno de ellos , en especial de aquellos que eran mayores y tenían menos tiempo disponible debido a sus deberes escolares , pero todo había salido bien , tk se había pasado las últimas semanas ayudando a cada uno con sus tareas y deberes para que al fin pudieran liberar un día de sus agendas, ahora ningún examen en la universidad o concierto de música se interpondrían en los planes Takeru. Estas habían sido unas semanas muy duras pero todo valía la pena… kari lo valía. —Al menos tendré más tiempo para preparar todo—tras decir esto para sí mismo recupero su buen ánimo pues valía la pena haberse despertado temprano después de todo.
KARI
Había comenzado a levantarse con algo de pereza, poco habitual en ella, al ser una persona muy alegre y llena de vida no era muy común verla así y menos este día.
Todavía decaída comenzó a arreglar su cuarto se arrepintió de no seguir durmiendo pero algo no la dejaba descansar así que su única opción era levantarse y distraerse haciendo cualquier cosa. Luego de notar un ligero olor a humedad que finalmente dejo sin darle importancia, empezó por tender su cama. Tres frazadas hicieron falta para calentar las frías noches que pasaban los habitantes de odaiba justo al terminar de acomodar su almohada con estampados propias de una niña pequeña su mirada cruzo con una foto que permanecía estática en su pequeña cómoda café al lado de su cama, rápidamente una tierna sonrisa apareció en los labios de la chica al recordar la aventura que vivió en su infancia y continuo viviendo hace algún tiempo. Pero algo extraño comenzó a pasar.
¿Conoces esa sensación agobiante al tener un nudo en la garganta? Como cuando tragas saliva o una pastilla enorme en seco, Pues esa sensación inundo el cuello de kari y sin dar previo aviso una lagrima traicionera se impactó en el cristal que cubría a la imagen cumpliendo su función de proteger la fotografía, en ese momento se dio cuenta como sus brazos perdían fuerza y sus piernas comenzaban a ceder ante su propio peso obligándola a caer, esta era una sensación conocida por ella , se había desmayado con frecuencia en el pasado y conocía las reacciones que atravesaban su cuerpo en esas veces sabía de antemano que si sus manos comenzaban a temblar y su vista decaía era seguro que se desmayaría …odiaba esa sensación, pero algo estaba mal, esto era diferente a las tantas otras veces que le había pasado.
Entonces llego lo que temía un frio característico recorrió su espalda y la parte baja de sus antebrazos comenzaba a temblar ligeramente junto con sus muñecas aumentando gradualmente con forme pasaban los segundos , ella trato de calmarse respirando continuamente sin perder aquel ritmo sereno hasta que finalmente dejaron de temblarle las manos solo para dar paso a un entumecimiento que empezaba desde sus hombros y terminaba hasta la punta de sus dedos, comenzaba a perder la calma cuando noto un fuerte sabor a cobre inundar su boca, entonces se dio cuenta…sabía quién era el culpable.
Las paredes de su alrededor parecían girar con más fuerza cada vez que miraba y su equilibrio se fue debilitando haciéndola caer y en un desesperado intento por mantenerse de pie, dio medio paso hacia atrás y logro sentarse en su cama aun así no pudo evitar que este movimiento fuera brusco, y terminara con un mareo y dolor de cabeza insoportable tras el duro golpe, pero a fin de cuentas estaba bien, no había caído, no aun.
Tras unos momentos de estar sentada su cabello se revolvió lo suficiente para que este le tapara un poco la vista, también logro sentir algo parecido a cuando una sábana pasa suavemente por su piel, aun cuando fue muy ligero asusto a kari y decidió acostarse completamente. Estando recostada en la cama poco a poco fue perdiendo uno a uno sus sentidos iniciando por la vista la cual ya estaba bastante débil, poco después el horrendo sabor a cobre desapareció pero en su lugar no había dejado nada, también comenzó a perder claridad en el oído dando paso a una paz profunda donde los normales y constantes ruidos de la ciudad no llegaban a perturbarla, curiosamente el olor que había notado al despertar se hacía más fuerte llegando al punto de sofocarla con un solo respiro y eso fue lo que hizo.
Después de tan agobiantes minutos al fin había caído desmayada.
Luego de un par de horas pasando ligeramente las 11 de la mañana kari había despertado de lo más normal, todo aquello se había esfumado incluso el molesto aroma a humedad, además se sentía físicamente bien no sentía ningún malestar fuera del dolor de cabeza que comúnmente tarda más en desaparecer, así que decidió tomar aquello que la había sucedido esa mañana y catalogarlo como un sueño de esta forma dejaría descansar a su mente.
Desafortunadamente la fotografía no corrió con tanta suerte. Kari continuaba con unos segundos de desasosiego pues la cabeza le continuaba dando vueltas, fue tal su malestar que ni siquiera notó el ruido que se produjo al romperse el vidrio cuando se estrelló contra el suelo de madera. Unos instantes después se recuperó lentamente, cuando su mirada estuvo lo suficientemente clara notó que la fotografía estaba casi intacta, solo tenía una cuarteadura pues el mismo marco había protegido en vidrio y a su vez evitaba que esta se saliera de su lugar, unos instantes después pudo agacharse a recoger la foto para darle un vistazo de cerca, recogió cuidadosamente la foto tomándola suavemente del marco para así evitar que se estropeara más.
Cuando tuvo una vista clara y cercana de la imagen en su pupila nuevamente perdió la calma. Nunca se consideró a sí misma una persona muy crédula pero tampoco una persona escéptica, nunca había creído en presagios o en malos augurios pero lo que veía en la foto no la dejaba del todo tranquila.
volví a subir y a editar esta historia que había dejado abandonada por falta de tiempo :T esta vez prometo terminarla ojala le den otra oportunidad.
