TRESCIENTAS

Oh, pobre pícaro,

A pesar del corto camino andado,

Parece que has olvidado,

Cómo a una dama amar.

De los hurtos siempre vives,

De las dudas ajenas te sirves,

Embustero, traidor,

Aún así conquistador,

De femeninos corazones,

Que desean que no les abandones.

Oh, pobre pícaro,

A pesar del corto camino andado,

Parece que has olvidado,

Cómo a una dama amar.

Cuando por primera vez te vi,

Algo en mi interior sentí,

Conmigo fuiste educado y gentil,

Mas con los demás, desalmado y vil,

¡Oh dulce galán, mi caballero!

¡Si no puedo estar junto a ti, muero!

Oh, pobre pícaro,

A pesar del corto camino andado,

Parece que has olvidado,

Cómo a una dama amar.

Enamorarme de ti, enorme error,

Encontrarte con otra dama, ¡qué horror!,

Me prometiste la felicidad,

Mas ignoras qué es la fidelidad,

¡Criatura del infierno, diablo!

¡Contigo no hay mujer a salvo!

Oh, pobre pícaro,

A pesar del corto camino andado,

Parece que has olvidado,

Cómo a una dama amar.

Tristeza y desasosiego,

En mi corazón albergo,

Recuerdos de un amor,

Que se quedó en el albor,

Trescientas lágrimas vertí por ti,

¿Cuántas derramaste tú por mí?