Disclaimer: Pues fíjense que cuando me levante, me miré al espejo, y era castaña. Y si tuviera dinero, me compraría otro teléfono, porque el mío se dañó. Así que supongo que no soy J.K., ¿no?

Nota: Pues, la idea me llegó a la cabeza hace poco. Y, aunque no quedó tan bien como quería, para mí está pasable, y me encantaría que me dijeran que les parece.

Nota2: Bueno, pues tengo la idea de escribir también como nombraron a Albus y a Lily, pero no sé. Ustedes me avisan si quieren ^^

(Nota3: ¿Quien, aparte de mi, espera impacientemente Pottermore?)

Harry y Ginny son una pareja común y corriente. Como cualquiera que ves en la calle.

Como pareja común, tienen una casa, tienen trabajos. Trabajos normales de auror y columnista de quidditch para El Profeta.

Y también, como toda pareja normal, pasan por esa incómoda situación en la que ella esta acostada en una camilla y sin ropa interior, y él está a su lado tomándola fuerte de la mano, animándola a que siga pujando con el típico "¡Solo una vez más, Gin!", con los nervios a flore de piel y una fuerte amenaza de caer al piso inconsciente.

Bendito sea Merlín, después de un fuerte grito por parte de la pelirroja, comenzaron a oír el llanto de un bebé, porque si no, Harry tendría que haber ido a hacerse revisar la mano, posiblemente fracturada.

Cuando, después de un rato en el que le limpiaban y demás cosas a las que no prestaron mucha atención, pusieron al pequeño niño de escaso cabello negro en brazos de su madre, esta sintió sus ojos humedecerse, y movió la cabeza hacia Harry, que miraba a su primogénito con alegría contenida.

"Hola bebé" dijo Harry con voz ahogada. Ginny le miro y pregunto:

"¿Quieres cargarlo?"

"¿Yo?" inquirió Harry, como si no hubiera entendido la pregunta.

Ginny simplemente lo ignoro y estiro los brazos, dándole a entender que lo cogiera.

Cuando Harry lo sostuvo, entendió que eso de llorar era algo común cuando los hijos nacen, ya que no pudo evitar que una lágrima de felicidad bajara por su mejilla al momento en que el pequeño niño estiraba su bracito izquierdo hacia la cara de su padre.

Ya se imaginaba jugando con su hijo en la escoba de juguete que había comprado el día en que se había enterado del embarazo de Ginny. Se imaginaba a sí mismo dando de comer a su hijo, e imaginaba la papilla tirada por todo el piso y paredes del comedor de su casa.

"¿Como le vamos a llamar?" pregunto Ginny, interrumpiendo el paso de su tren de pensamientos, casi colocando una pared y provocando un choque.

"¿Eh?" dijo Harry, haciendo acopio de su elocuencia, mientras quitaba los ojos de su hijo y miraba ahora a su esposa.

"Nombre, Harry. ¿O pretendes decirle 'bebe' e 'hijo' para toda la vida?"

"No me parece tan mala idea..." contesto por lo bajo.

"Ja-ja" expreso Ginny con sarcasmo. "Espero que ahora te pese el haber dejado esta decisión a último momento."

"Pues yo, simplemente pensé que tu pensarías en un nombre y ya...

Se arrepintió de haber dicho eso cuando vio la mirada que Ginny le lanzo.

"Es «nuestro» hijo, Harry Potter. De los dos. Y esto es algo que debemos decidir «entre los dos», ¿está bien?

"Esta perfecto" dijo inmediatamente, sin pensar siquiera en protestar. Había aprendido que uno no puede simplemente discutir con Ginny.

"¿Te parece Harry?" le pregunto Ginny luego de un momento de silencio.

Miro nuevamente a su hijo. Vio su cabello negro, y sus ojos azules, que, aparentemente, había sacado del lado de la familia del que los había sacado Ron. (Aunque, él aun no sabía, esos ojos azules cambiarían a marrones, como los de Ginny).

"Me parece James..." dijo en un susurro, distraídamente.

Ginny le miro con ternura en su expresión, mientras estiraba el brazo para tomar su mano con la de ella.

"Se llamara James, si quieres" le dijo con suavidad. Harry la miro y sonrió.

"James, ¿qué?" pregunto de repente.

"¿James Charles, te parece?"

La miro como lo hubiera hecho si ella hubiera comenzado a gritar como mandragora.

"¿No te gusta?" le pregunto, más divertida que ofendida por su expresión.

"No es que lo odie, pero no me encanta..."

Se quedaron en silencio unos segundos, mientras pensaban en un segundo nombre apropiado para el pequeño James.

"¿Y si...?" comenzó Harry, para callarse segundos después.

"'¿Y si...?' ¿Qué?" inquirió Ginny simplemente.

"Es que se me ocurrió algo, pero no se qué te parecerá y..."

"Pruébame" le interrumpió Ginny.

Se quedaron en un corto silencio, que Harry cortó diciendo:

"¿Que te parece Sirius?" pregunto algo inseguro.

Los ojos de la menor de los Weasley (ahora Potter, pero tenía tiempo para acostumbrarse) se ablandaron un poco más.

"Me parece una combinación perfecta. Aunque si se parece a ellos, recibiremos mas cartas de Hogwarts que mi madre por Fred y George" dijo rápidamente, un poco burlona.

Harry rió y beso a James Sirius en la frente, para luego inclinarse y besar a su esposa en los labios.