Disclaimer: Los personajes de Candy Candy no me pertenecen, pertenecen a la novelista Kyoko Mizuki y/o Toe Animación...Esta historia y sus personajes son diferentes de la versión original del anime o la versión de la manga. Algunas de sus personalidades y características fueron tomadas pero con la variación de mi imaginación...
Señorita Tentación
by: Keila Nott
Capítulo 1
Caminaba por los jardines de la Mansión pensando en todo lo que tenía que hacer, habían muchas decisiones que tomar, responsabilidades que asumir, sabía que necesitaba ayuda y pronto, no podía retrasarlo por más tiempo. Mis sobrinos necesitaban no solo supervisión pero también educación y lamentablemente para mi aun no estaban en la edad de ir al Colegio san Pablo en Londres.
Hoy George me traería nuevamente otra larga lista de candidatas que tendría que entrevistar.
No había tenido mucha suerte ya que Stear y Archie eran demasiados traviesos, al menos me tranquilizaba saber que Anthony era el más dulce y razonable del grupo, tenía la personalidad de mí querida hermana Rosemary quien había muerto muy joven...recordarla solo me causaba mucho dolor, pero al menos tenia al pequeño Anthony que era la imagen viva de ella, tan pequeño y ya adoraba las rosas tanto como su madre, ellos realmente habían sido bendecidos con ese don...Cada flor que sembraban germinaba en todo su esplendor..
Y pensar que la tía Elroy me dejo a cargo de todos los chicos, simplemente porque ella no soportaba tenerlos a su lado, espero este disfrutando su tiempo en Escocia.
- ¡William!, escucho como lo llamaban...
- Aquí George...
- Tengo todos los Informes listos y también los currículos de las Institutrices... — dijo George acercándose a donde Albert se encontraba.
- Muy bien vamos a mi estudio... — contesto Albert mientras entraban nuevamente en la mansión...
Al entrar en el estudio y después de tomar asiento Albert comenzó a revisar uno por uno el perfil de las aplicantes, leyó el primero...no le gusto demasiado mayor, no quería que esta vez fuera muy mayor porque no tendría suficiente energía para lidiar con los chicos.
Leyó el segundo, tampoco le gusto tenía demasiada experiencia...No quería que tuviera una larga lista de referencias porque eso solo indicaba que no tenia paciencia.
Continuo leyendo...Nada, todas eran más de lo mismo...su paciencia se estaba agotando...carpeta a carpeta fue poniéndolos a un lado...
-George!, no me has traído nada nuevo, si escojo algunas de estas señoritas tendré el mismo problema que he tenido con todas hasta los momentos, estoy seguro que son muy competentes y capaces de proveer una muy buena educación a los chicos pero a todas les falta lo esencial...Energía y Paciencia sin ellas volveremos a lo mismo... — dijo Albert en un tono de exasperación...
-William, hay una mas pero no estaba seguro de enseñártela porque no tiene experiencia además de ser muy joven, al parecer se ha graduado hace poco y vive en un orfanatorio no muy lejos de Lakewood.
-A ver enséñame ese currículum George, quizás porque ha vivido con niños abandonados sea la perfecta candidata... — pidió Albert mientras George le daba la ultima carpeta que tenía en sus manos...
Albert empezó a leerlo, vio su nombre primero Candice White, especializada en lenguajes, matemáticas, historia, pintura, jardinería y de paso certificada en primeros auxilios... los ojos de Albert se abrieron de par en par, porque George no pensaba que estaba calificada...se pregunto.
- George, ella es perfecta para los chicos, ¿por qué piensas que no está calificada?...
-Nunca ha trabajado con ninguna familia de tu estatus, no tiene referencias, además que debo advertirte que antes de traerte todas las aplicaciones investigue a cada una de ellas y por lo que me dijeron la señorita White tiene un método de educación un poco fuera de lo convencional... — contesto George con tono de preocupación ante la elección de Albert.
-Mucho mejor George, métodos regulares no han funcionado con mis sobrinos, quizás algo fuera de lo convencional los ponga en línea y en el proceso aprendan algo...Por favor has todos los preparativos necesarios para que comience de inmediato...
-Como desees William viajaré esta misma tarde para saber si la señorita puede comenzar lo antes posible... — contesto George recogiendo el resto de las carpetas que Albert había revisado...
-Gracias George, estoy seguro que los chicos les gustara saber que pronto tendrán una nueva compañera...
George solo salió del despacho rogando que esta no saliera corriendo como el resto, normalmente duraban un día, excepto por supuesto la señorita Helsinki quien solo duro una hora, ella realmente rompió el record de las institutrices...
George Lamentaba mucho que William tuviera toda esa carga y sin ningún tipo de ayuda, el estar comprometido con La Baronesa no le iba a ser de mucha ayuda, esa mujer era simple superficialidad y vanidad...
Rogaba que el rompiera ese compromiso forzado que el consejo le impuso, pero William era un caballero y para él los deberes eran primordiales, solo esperaba que abriera sus ojos antes de que fuera demasiado tarde y pasara su vida caminando en la oscuridad de la amargura.
Albert seguía en su estudio revisando todos los documentos que George le había traído, cuando tocaron a la puerta...
Dio la orden de entrar, era la ama de llaves quien le venía a comunicar que pronto seria la hora de almorzar y que todo estaba preparado...Antes que ella se retirara el la detuvo.
-Dorothy, por favor arregla una habitación para la nueva institutriz, y asegúrate que la habitación sea cerca de la mía.
Dorothy no entendía porque cerca de la suya, y no de la de los chicos como siempre había sido...
-Señor William, siempre le asignamos la habitación cerca de los señoritos...
-Ya se Dorothy, pero quizás ese sea el problema, ellos tienen acceso a la habitación y siempre terminan por hacer que salgan corriendo en medio de la noche, quizás una cerca de la mía los intimide un poco más a dejar sus travesuras a un lado.. — contesto Albert, no le gustaba justificar sus ordenes y solo porque Dorothy tenía años con ellos y era de confianza se lo decía.
- Muy bien señor discúlpeme, con su permiso... — ella hizo una reverencia y salió del estudio.
Albert nuevamente se perdió en sus pensamientos, recordando la ultima que estuvo en escocía, el consejo le había impuesto casarse con la baronesa Limmroth, la verdad era que ni siquiera le agradaba la idea de tomarla como esposa pero su tía le había dicho que ese era un compromiso que sus padres ya habían sellado antes que el naciera, y un Andrew siempre cumplía su palabra.
él ya había retrasado ese compromiso por más de cinco años alegando la pérdida de su hermana y el hecho de que era responsable por los chicos quien necesitaban más que nunca de él especialmente en esos momentos cuando el pequeño Anthony aun no se adaptaba a la pérdida de su madre...Pero quizás ya era tiempo, ellos necesitaban una figura femenina quien los guiara y bueno él, el necesitaba también una compañera a su lado aunque la idea de tener a la baronesa como su esposa no le agradaba para nada...Pero como deshacer tal compromiso.
Lo había pensado una y otra vez...Ni siquiera ofreciéndoles su fortuna ellos aceptarían, porque solo estaban interesados en su apellido y nada mas...respiro profundo antes de levantarse y dirigirse a el comedor donde seguramente sus sobrinos lo estaban esperando...
Entro en el comedor y tal como lo había pensado, ahí estaban ellos...Había pensado la mejor manera de darles la noticia, también pensó en reunirse primero con la nueva institutriz y presentarla al siguiente día, así no saldría corriendo tan pronto llegara. Al sentarse en la mesa se dirigió a ellos.
-Anthony, Archie, Stear a partir de mañana tendrán una nueva Institutriz, por su bienestar espero la traten mejor de lo que han hecho últimamente con todas... — dijo Albert a sus sobrinos en un tono entre amenazador y juguetón porque simplemente no podía reprenderlos, no importaba cuan tremendos eran ellos...
-Tío prometemos portarnos bien... — contesto Stear quien era el mayor del grupo.
-Por supuesto que nos portaremos bien... — replico Archie quien era el elegante de ellos...
Anthony solo se reía de sus primos sabía que ellos no cumplirían su palabra...
Albert solo los observo, sabiendo que era inútil cualquier amenaza, solo esperaba que su decisión tomada fuera la correcta, y que la joven que había escogido tuviera no solo paciencia, pero suficiente energía para estar con sus sobrinos...
=o=o=o=
-Señorita Pony, Hermana María por favor, entiendan, los chicos nunca harán nada al menos que se les dé un incentivo a hacerlo... — dijo Candy esperando que las hermanas vieran su punto de vista.
-Ya lo sabemos Candy pero dejarlos traer a todos esos animales no ayudaría en nada, quién los va alimentar, como los vamos a alimentar si apenas tenemos para nosotros mismo... — contesto la señorita Pony tratando de hacerla entender...
-Al menos nos podemos quedar con Clin y Miena?...¿Sí?... — suplico ella observando a los pequeños niños acariciar el mapache y la perrita...
-¿Clin y Miena?... — Pregunto la hermana María...
- Si... — contesto ella señalando a los animalitos que rodeaban a los chicos...
-Ya les pusieron nombres...Por dios santos Candy!, que vamos a hacer contigo... — dijo la señorita Pony poniéndose las manos en la cabeza.
Entraron en el hogar después de acordar con cuales de los animalitos los niños se podían quedar...
-Candy no puedes continuar haciéndonos esto, por más que queramos hacer a los niños felices no los podemos satisfacer en todo... — reprimió la hermana María...
-Ya lo sé, pero no lo pude evitar hermana... — justifico Candy poniendo un puchero.
-Dime Candy que has sabido de tus aplicaciones, te han contestado de alguna de ellas... — Pregunto esta vez la señorita Pony.
-No aun no... — Fue su sola respuesta...
La hermana María y la señorita Pony estaban preocupadas por ella, a su edad ya debería de estar casada pero con ese espíritu de libertad solo alejaba a cualquiera que se le acercaba, Candy opinaba más de lo debido y eso no era bueno en esa época...Una señorita siempre debía saber cuándo callarse pero no Candy...
En ese momento un auto muy elegante con las Insignia Andrew entraba por el camino que daba directo al orfanatorio...
George se bajo del auto y camino hasta la entrada tocando muy despacio...La hermana María abrió...
-La señorita White por favor... — Pregunto él
-Pase por favor le indico la Hermana María llamando a Candy...
Candy vio el visitante, un hombre alto y con bigote que a ella le pareció muy divertido.
-Dígame Señor?... en que le puedo ayudar...
-Señorita Candice?...
-Si...
-George Johnson, un placer conocerla, estoy aquí a petición del señor Andrew, quien ha aceptado su solicitud para ser la Institutriz de sus sobrinos, y él quería que usted comenzara de inmediato... — dijo él tomando de su mano.
Candy se sorprendió, la verdad nunca espero que esa familia aceptara su solicitud pero de todas maneras la envió, no perdía nada con aplicar se dijo ella. Tan pronto salió de su trance se dirigió a George.
-¿De Inmediato?... ¿Qué tan Inmediato?... — tanteo ella
-El señor Andrew me pidió traerla conmigo hoy mismo si es posible... — dijo George en un tono de disculpa porque sabía que no era algo que normalmente se hacía, por lo general ellos enviaban una notificación con algunos días de aviso.
-Ya veo... — dijo ella pensando que hacer. En eso se dirigió a la señorita Pony y a la hermana María.
-Les Importaría si me fuera tan rápido hermanas?...
-No Candy, tú has estado esperando por esta oportunidad por largo tiempo, será mejor que no dejes al señor Andrew esperando... — respondió la hermana María, mientras que la señorita Pony asentaba con su cabeza en acuerdo con ella.
-Muy bien señor Johnson voy a necesitar al menos una hora para estar lista... — contesto ella dirigiéndose a George.
-Por supuesto Señorita, le estaré esperando en el auto... — dijo él mientras caminaba hacia afuera...
Candy se dirigió a su habitación a empacar, había esperado por tanto tiempo una oportunidad como esta, por fin trabajaría con una familia de prestigio, el cual le daría la experiencia que tanto le pedían cada vez que aplicaba.
Sabía que algún día usaría aquellos vestidos que le costó mucho comprarse. El día había llegado y ella estaba a la altura, se sentía muy orgullosa de sí misma, su certificado en primeros auxilios le había ayudado a trabajar en el hospital y hacer algo de dinero con lo que poco a poco completo su guardarropa, porque quedarse trabajando en el hospital no era su mayor deseo.
Ella deseaba poder servir una familia de prestigio para así ganar lo suficiente y de alguna forma devolverle todo lo que las hermanas habían hecho por ella...Había sido abandonada cuando apenas era una niña y ellas desde ese entonces fueron sus madres. Ellas las protegieron y la ayudaron en cada paso que dio así que quería de alguna forma devolverle todo su apoyo y de paso ayudar en el orfanatorio para que otros chicos abandonados tuvieran la oportunidad que ella tuvo...
Se cambio poniéndose un vestido que categorizaba perfecto para su primer encuentro con el señor y los chicos y cuando estuvo lista salió, despidiéndose de las hermanas y de los niños del orfanatorio, prometiéndoles que tan pronto pudiera los visitaría.
George la ayudo a poner todo en el auto, estaba sorprendido al ver el cambio en ella, ya que cuando había llegado sus vestimentas lucían bastante humildes y su cabello en una coleta, ahora lucia como toda una señorita de sociedad...Impresionado se podía decir que estaba...
-Señor Johnson, me puede por favor hablar acerca de los señoritos que voy a estar a cargo... — Pregunto Candy
-Me puede llamar George señorita White... — dijo George en tono amigable
-Muy bien George, entonces me puedes llamar Candy, así me llaman todos... — respondió ella con una sonrisa...
-El señor Andrew está a cargo de sus sobrinos, dos de ellos son hermanos Stear y Archie Cornwell y el otro es hijo de su fallecida hermana quien se llama Anthony Brown, el señor los quiere mucho, como si fueran suyos y como no están en la edad de asistir al colegio a donde todos los Andrew se han educado es por eso de la necesidad de sus servicios. El señor Andrew le hablara un poco mas de los señoritos tan pronto lleguemos... — Candy solo asentó mientras formulaba otra pregunta...
-Y dígame George esta el señor Andrew casado? o el vive solo con los señoritos... — Pregunto Candy, quería saber todo referente a la familia donde pasaría su estadía, no quería ningún tipo de sorpresas.
-No el señor no está casado y si vive solo con los señoritos...
-Gracias George... — solo respondió ella.
Durante el camino no cruzaron palabras, Candy disfrutaba del paisaje hasta que al fin habían llegado a la mansión atravesando un Portal de Rosas que a Candy le parecía majestuoso...Ya estaba enamorada del lugar. Era Maravilloso pensaba...
Tan Pronto se detuvieron en la entrada de la mansión, George ayudo a Candy a bajarse del auto, apenas entraron George la presento con la ama de llaves.
-Candy ella es Dorothy la ama de llaves, cualquier cosa que necesites ella te podrá asistir...
-Dorothy mucho gusto, me puedes llamar Candy.
-Mucho gusto señorita Candy... — contesto Dorothy amablemente sonriéndole.
-Dorothy por favor asegúrate que las pertenencias de la señorita sean subidas a su nueva habitación. Pidió George indicándole a Candy que lo siguiera.
-Sí, con permiso señorita, dijo Dorothy haciendo una reverencia.
Candy siguió a George por un largo pasillo admirando todo a su alrededor, cada cosa para ella era exquisita y de muy buen gusto.
Llegaron a las puerta de un estudio las cuales George abrió de par en par, Candy continuaba observando cada detalle de aquella mansión, para ella las puertas eran extremadamente grandes y por el olor que invadió sus fosas nasales sentía habían sido hechas de madera fresca.
-Sir William, la señorita Candice White... — dijo George a un Albert que estaba concentrado en una pilas de documentos.
-Muy bien George déjame con ella... — contesto Albert sin quitar sus ojos de los documentos que estaba revisando...
George salió cerrando las puertas en su camino dejando a Candy esperando que Albert se dirigiera a ella...
Candy lo miraba concentrado en lo que fuera que él estuviera concentrado. Empezó a ver curiosamente al hombre que estaba sentado detrás del escritorio, se veía que era un hombre de contextura delgada pero fuerte, de rubios cabellos pero de un tono diferente a los de ella, su perfume la invadió de inmediato, parecía que él también olía a madera fresca, aquel hombre se vía tan masculino, dejo de analizarlo al escuchar cuando se dirigió a ella sin levantar su mirada.
-Y dígame señorita Candice porque cree usted estar calificada en el cuidado de mis sobrinos?... — Pregunto él aun concentrado en los documentos que tenía en sus manos...
Candy dio un leve respiro antes de responder...
- Primero me encantan los niños, he vivido casi toda mi vida rodeada de ellos, y puede decirse que los entiendo mejor que ningún adulto, para mi ellos merecen ser escuchados y entendidos, y eso solo se consigue con mucho amor y paciencia...
Esa simple respuesta hizo que Albert dejara de ver los documentos que había estado leyendo y dirigió su atención a la dueña de esa voz que era muy dulce...
Al levantar su rostro, sus ojos se encontraron y quedaron prendados en los de ella...Un par de esmeraldas que tenían un cierto brillo en ellos lo miraban con curiosidad, ella parecía un ángel, sus cabellos eran rizados y dorados, su piel blanca como la nieve, sus labios color carmín que invitaban a ser besados, sin poder evitarlo sus ojos comenzaron a explorar las líneas de su cuello, hasta llegar a su pequeña cintura donde se detuvo...Le tomo unos minutos antes de salir de su estupor. Nunca se hubiera imaginado que la nueva institutriz era increíblemente bella, trago seco al realizarlo...
Ella también había quedado prendada en sus ojos, ojos que eran azules como el cielo, el hombre tenía una mirada cálida y transparente aparte de ser extremadamente guapo...sintió sus piernas temblar ante su intensa mirada, en todos sus años nunca había visto un hombre cuyas facciones eran perfectas y deleitaban sus ojos... ¿cómo iba a sobrevivir trabajando en el mismo techo con un hombre así por tanto tiempo?...
Continuara...
Gracias Por Leer...
