Quédate a mi lado
Capitulo 1
by yesterdayForgetful
La entrada de la preparatoria estaba desierta, sombría, como sacada de un libro de terror. El césped del largo campus estaba cubierto de blanca nieve fría y pequeños copos caían lentamente meciéndose con un viento arrullador pero congelado; cayendo en sus cabellos oscuros. Jaló su mochila para acomodarla en su hombro, carraspeó la garganta, preparándose, y dio el primer paso para entrar en su nuevo instituto. Un nuevo inicio, en una nueva ciudad, en un nuevo vecindario, todo era nuevo, empezar una vida desde cero suena muy emocionante… A menos que fueras Craig Tucker.
Esto apesta. Corría por su mente mientras caminaba por los pasillos de la preparatoria en aquella madrugada de un día de invierno. Todo fue tan rápido, detesto a mamá y su actitud improvisada… Ahora que recuerdo me dejó un papel sobre la mesa con el grupo que me toca... Detesto esto, cada año es una mudanza nueva, no he podido tener un lugar al cual llamar hogar. Todas son simples casas vacías. Dio un suspiro para calmarse a sí mismo, tratando de liberar su ceño fruncido, y detuvo su larga caminata enfrente de la puerta de un salón. Rebuscó en el bolsillo de su pantalón donde se supone estaría dicho papel sobre la mesa. ¡Creo que...! ¿Lo olvidé?
Mientras el nervioso pelinegro buscaba en su otro bolsillo, la puerta se abrió de repente y por andar distraído no pudo detener el golpe en su rostro cuando la persona salió del aula. Craig Tucker soltó un pequeño quejido, de sorpresa y de dolor, y lentamente volteó el rostro cacheteado hacia el causante de todo.
—¡A-Ahh, discúlpame! ¡No te mire ahí parado, lo siento mucho!— Suplicaba el rubio, Craig solo le miraba con odio. —¡Lo siento, de verdad, pero tengo que irme!— Se disculpaba mientras pensaba en irse, pues tenía cosas que hacer, cuando una mano lo atrapa del antebrazo deteniendo su carrera. El rubio voltea con nervios para encontrarse con los ojos de un Craig serio, muy serio… —Y-Y-o… Dije que lo sentía— El pelinegro lo acercaba hacia él sin perder el contacto visual. —¡Lo siento, no fue a propósito!— Chillaba.
—Solo quiero que me digas donde está el salón de 2-B— Lo había recordado, su salón, quizá fue el golpe que le sacudió el cerebro. Entrecerró los ojos viendo a ese chico, le parecía patético y raro. Craig ni siquiera intentaba intimidarlo o golpearlo. ¿Acaso lo hizo?
El otro abrió los ojos sorprendido, pues los tenía apretados, y algo confuso señaló hacia un pasillo que daba a la derecha casi con el labio titubeando. El pelinegro le dijo que no entendía y le pidió que le guiara; el pobre chico no lo pensó dos veces para ir enfrente y enseñarle el camino, había quedado muy intimidado por el pelinegro; pues era más alto que él y de mirada peligrosa y fría.
—¿E-Eres nuevo por aquí?— Preguntó, o más bien, los nervios y el silencio entre ambos le ganaron. No obtuvo respuesta del otro y se limitó a bajar la cabeza y frotar los nudillos, como acostumbraba cuando estaba nervioso. —No te había visto antes… Mis amigos me llaman "Butters", aunque ese no es mi nombre real.
Solo recibió una mirada cortante y fugaz para entender que era mejor estar callado. Fue casi un milagro de los dioses que Craig no le mostrara el dedo, como solía hacer cuando estaba ligeramente enojado.
—A-Aquí es— Se detuvo, Craig localizó su nueva aula y volvió la mirada a los ojos celestes del rubio pero no dijo nada. Butters notaba un poco de amabilidad y no una mirada de "te voy a matar" en los ojos del otro. Solo eso le bastó para irse; lo más rápido que podían sus piernas.
Antes de entrar miró la hora en su celular y lo volvió a guardar con tranquilidad en su suéter de color azul oscuro. Efectivamente, llegaba 30 minutos tarde a la primera clase, pero que más daba, en realidad a él todo le daba igual. Tomó la perilla y se dispuso a entrar.
