Destino o Casualidad
By Mizuho
Capítulo 1
Cariño Mal Dicho
Para Rin no había sido fácil recuperarse de la época de su divorcio. El que su esposo ya viviera con otra mujer mientras el divorcio aún no se completaba, la había destrozado. Ahora ella era un ejército de uno. Madre, padre y todo lo que su hijo necesitara. Tampoco había descuidado su trabajo, el que fuese una madre divorciada no debía interferir con sus casos.
El que su ex esposo fuera el juez en muchos de los casos que ella debía defender era de por más incómodo. Mientras estuvieron casados, era divertido, cada uno se encerraba en su oficina y no hablaban por días, pero al terminar el caso, se iban de vacaciones, cada vez era como una luna de miel. Las cosas fueron así hasta que Rin quedó embarazada. Los problemas comenzaron.
Su esposo no quería hijos, ella tampoco, por el momento, estaba centrada en su carrera, era una estrella en ascenso. El que ella ganara sus mejores casos durante su embarazo, la lanzó a la vista pública, una súper mamá.
La negativa de su esposo por tener hijos los fue distanciando poco a poco, todo empeoró cuando el pequeño nació con un defecto cardíaco, Rin dejó de trabajar para dedicarse a su hijo, pero el pequeño no sobrevivió la cirugía que se suponía que le salvaría la vida.
A los 2 años de edad, Daisuke Takeda falleció. Rin estaba destrozada e intentaba sobrevivir el día a día. Su esposo la culpaba de haberse provocado el embarazo y que por eso el niño había nacido enfermo.
Cuando Rin quedó embarazada por segunda vez, él continuó acusándola de hacerlo a propósito y ella decidió que criaría a su hijo sola, pidiéndole el divorcio.
…………………………………
Rin llegó a su casa y luego de darse un baño para refrescarse, se dispuso a preparar la cena para ella y su hijo que pronto llegaría. Tocaron a la puerta, ella fue a abrir y un pequeño de pelo negro y enormes ojos verdes levantó los brazos para que lo cargara.
-MAMA! MAMA!
-Hola, mi amor!
Rin lo cargó y lo llenó de besos.
-Hola, Sasuke…
Rin entró con su pequeño en brazos y lo dejó parado en la puerta. Sasuke prácticamente podía ver la muralla de hielo que Rin había construido entre ellos. Entró el maletín con la ropa del niño y lo dejó en la sala. Rin estaba en la cocina, mostrándole lo que había de cena.
-Pero mama, tengo sueño…
-La cena estará lista pronto.
Rin lo dejó en el piso, el pequeño subió las escaleras hacia su habitación. Sasuke se acercó a Rin.
-Mañana le toca ir al médico.
-Lo sé, Sasuke, a las 3:30 PM.
-Sólo te lo decía por si no lo recordabas.
-Se me pueden olvidar muchas cosas, pero nada que tenga que ver con mi hijo, mucho menos con su salud.
Rin salió de la cocina y se recogió el pelo en una cola de caballo. Sasuke pudo ver un morete en su cuello.
-Tuviste un encuentro cercano con Drácula?
Rin se rió burlonamente y le hizo una mueca.
-Me arrancaron el collar ésta mañana saliendo de la corte.
-Eras tú? Estás bien?
-Sí estoy bien. Pero ese era el collar de perlas de mi madre…
Sasuke pudo ver la tristeza en los ojos de Rin.
-Pero escuché que lo atraparon.
-Sí, pero el collar se rompió. Recuperé creo que todas las perlas, pero no sé de un joyero que lo pueda arreglar.
-Rin… sabes que si necesitas algo…
-Sí, gracias…
El celular de Sasuke comenzó a timbrar.
-Ya voy…
Cerró la llamada. Rin comenzó a servir los platos con la cena.
-Por cierto, tengo que comprarle ropa, zapatos y hay que pagar la mensualidad del colegio.
-Pero si hace poco le compraste casi una tienda completa, tiene ropa que ni siquiera se ha puesto por primera vez.
-No le sirve, qué hago? Ah, ya sé. Le pondré un bloque de cemento en la cabeza para que no crezca. Así no tengo que comprarle ropa.
-No es lo…
-Está bien, no des ni un centavo, yo me encargo. Después de todo, tú no querías hijos…
-NO!
Sasuke tomó a Rin por los brazos.
-Deja de decir estupideces, sabes bien que quiero a mi hijo!
-No es lo que demuestras! Muchas veces hablas de él como si fuera una carga. Suéltame.
-No es una carga, pero yo no quería tener hijos.
-Sí, Sasuke, eso me quedó bien claro. En especial cuando quedé embarazada de Daisuke…
-Eres una…
-Mama!
Sasuke la soltó, el pequeño llegó hasta ellos con un paquete en las manos.
-Mama, qué es esto?
-Es un regalo, mi amor…
-Pero no es mi cumpleaños…
-Lo sé, cariño, te lo regalo porque quiero…
El pequeño se dispuso a destrozar el papel con diseños de aviones. Al ver su regalo, brincó de la alegría y abrazó a su mamá.
-Gracias, mami!
-De nada, mi amor…
El pequeño le sonrió ampliamente y comenzó a correr por todos lados imitando el sonido de las turbinas de un avión. Rin vio a Sasuke.
-Tu mujer no te estaba llamando?
-Keitaro, me voy…
-Adiós, papá…
Sasuke se marchó, Rin abrazó a su pequeño piloto y lo llenó de besos, el niño reía a carcajadas.
-Mama! Ya!
Rin rió y lo dejó.
-Vamos a cenar, mi amor…
Keitaro se sentó a la mesa con su madre y comenzó a comer. Se terminó todo su plato.
-Puedo comer más, mami?
-Sí, mi amor…
Rin le sirvió más, el pequeño se lo devoró todo en pocos bocados.
-Keitaro, no has comido hoy?
-La esposa de papi cocina muy malo.
Rin rió a carcajadas.
-Además, me gusta mucho tú comida, mami…
-Gracias, mi amor…
Después de la cena, Rin veía una película mientras Keitaro jugaba, a mitad de la película, Rin vio su reloj.
-Es hora de dormir…
-Un chin más!
-No, ya.
-Mami! Papi siempre me deja acostarme cuando yo quiero.
-Pero no estás en la casa de tu papi, estás en la mía.
Keitaro no dijo nada más y dejó de jugar, Rin lo llevó a su cama y lo acomodó, tomó su avión nuevo y lo puso sobre su mesita de noche.
-Te amo, mi amor…
El pequeño tomó su rostro entre sus manitas y le dio un gran beso en los labios a su madre.
-Te amo, mami…
Rin sonrió y acariciando su cabeza le dio las buenas noches. Salió de la habitación una vez que el pequeño estuvo dormido. En su habitación, sacó unos papeles y comenzó a trabajar en su próximo caso. El cansancio la venció y se quedó dormida con la computadora portátil sobre su regazo.
-Mami…
El pequeño Keitaro vio a su madre y se subió a la cama, tomó su computadora y presionó los botones para salvar su trabajo. Luego de dio a apagar y la puso a un lado, se acomodó junto a ella y se durmió.
Cuando Rin despertó, tenía a Keitaro abrazado a su pecho.
-Kami, qué me pasó?
Vio la computadora apagada.
-Kami, no! Kei…
El pequeño despertó.
-Mami…
-Kei, tú apagaste mi computadora?
-Sí…
-Kami, Kei, estaba haciendo un trabajo muy importante!
-Pero estabas dormida…
-Aún así, no debes ponerle la mano.
-Gomen…
El pequeño se bajó de la cama y se fue a su habitación. Rin encendió la computadora y buscó tratando de recuperar su trabajo, para su sorpresa, estaba hasta la última palabra que recordó haber escrito. Frunció el ceño.
-Lo que no recuerdo es haberlo guardado… Kei!
Rin se levantó, al entrar en la habitación de su hijo, lo encontró en un rincón, abrazado a sus rodillas, llorando.
-Kei, cariño…
-Perdón, mami… yo quería ayudarte, no dañarte tu trabajo…
-Kei…
-Perdón…
Rin se sentó a su lado y lo besó en la cabeza.
-Mi amor…
-Te prometo que nunca más toco tus cosas…
-Keitaro… sabes guardar cosas en la computadora?
-Sí… pongo la flecha arriba del dibujo del disco y le doy a botón del ratón.
Rin sonrió y abrazó a su pequeño.
-Gracias, mi amor…
-Ma-ma…
Rin acarició su rostro y eliminó sus lágrimas.
-Gracias, cariño… me ayudaste mucho…
-De verdad!
-Sí, mi amor.
El pequeño la abrazó con fuerza, reía y prácticamente temblaba.
-Mi amor…
El pequeño la vio sonriendo.
-Me gusta ayudarte, mami… así puedes jugar conmigo…
Rin lo besó en la mejilla.
-Pero, son las dos de la mañana, así que… qué tal si nos vamos a dormir?
-Mami…
-Dime, mi amor…
-Puedo dormir contigo?
-Te gusta dormir conmigo?
-Sí… porque me abrazas mucho y me das besitos y me dices que me quieres…
Rin sonrió y acarició su rostro.
-Te amo, Kei…
-Mami!
Rin sonrió y lo cargó.
-Vamos a dormir, mi amor…
Ya acostados, Keitaro acarició el rostro de su madre.
-Kei…
-Mami… cuando yo sea grande, te voy a cuidar. Y no vas a tener que trabajar tanto…
-Y cuándo va a ser eso?
-Cuando yo tenga… 5!
Rin rió y lo abrazó.
-Qué tal si no te preocupas por eso? A mí me gusta mi trabajo, me gusta mucho.
-Mami…
-Pero no me gusta más que mi bebé!
Rin le hizo cosquillas y el pequeño reía a carcajadas. Poco después, terminaron por quedarse dormidos.
…………………………………
Dos aeronaves surcaban los cielos teñidos de oscuridad.
-Líder azul a líder rojo, tarea completada…
-Copiado, líder azul, vuelva a la base.
-Copiado. Fuerza dos, volvamos.
-Cambio y fuera, capitán…
Cuando bajaron a cierta altitud, el experimentado piloto, líder azul, se removió la mascarilla de oxígeno.
-Luna azul…
-Es hora de volver a casa…
-Apenas puedo esperar a ver a mis hijas, capitán…
El capitán hizo una señal con su mano y giró hacia la derecha. De pronto, una alarma comenzó a sonar, en la pantalla central había una alerta de rango de misiles.
-Código Rojo! Repito, código rojo! Estamos siendo perseguidos por MI5's!
-Evadir y atacar, capitán!
-Entendido!
-Sesshoumaru! Los tengo encima!
-Ya los vi, Jaken…
Sesshoumaru voló hacia Jaken y emboscó al avión que lo perseguía, le disparó en los alerones.
-Vete a casa, no quiero matarte…
Otro caza los perseguía, pronto fueron 4, 6, 8… Estaban rodeados por todas partes. Maniobraban como podían, Sesshoumaru voló hacia arriba, para luego dejarse caer en picada y arremetió disparos contra 3, uno de ellos perdió el control y chocó contra un cuarto. Mientras, intentaban llegar a espacio aéreo internacional. Lograron cruzar la línea y los aviones que los perseguían se retiraron.
-WOOHOO! Bien hecho, capitán!
Sin embargo la alarma volvió a sonar. Uno de los pilotos había disparado un misil.
-Jaken! Aléjate!
Jaken vio el misil en su radar, vio a Sesshoumaru rezagarse.
-No! Capitán!
La alarma iba en aumento, se vio un segundo misil en el radar y Jaken sintió las vibraciones de la explosión.
-CAPITÁN!
Jaken sobrevoló el área sin lograr ver nada más que la llama que se extinguía en el aire. El jet de Sesshoumaru no aparecía en el radar.
-Capi…
-Vamos a casa, niño llorón…
-Malnacido!
Sesshoumaru rió a carcajadas.
-Tuve que desaparecer, no eran termales, eran radiodirigidos.
Al llegar a la base, Jaken brincó sobre sus hombros.
-Pedazo de porquería! No sé cómo te hicieron capitán y a mí me dejaron bajo tus órdenes!
Sesshoumaru rió a carcajadas.
-Soy más apuesto… Superior en cubierta!
Sesshoumaru y Jaken asumieron posiciones de atención. El comandante, les respondió el saludo y les pidió que descansaran. Sesshoumaru le entregó el disco con el reporte.
-Puede retirarse, capitán.
-Sí, señor!
-Y pase por la barbería…
-Permiso para hablar libremente, señor!
-Concedido.
-Ni en un millón de años, señor!
-Ya lárgate!
-Señor, sí señor!
Ya en el camarote, Sesshoumaru tiraba una pelota al aire y la atrapaba. Jaken veía una fotografía de su esposa y sus dos hijas.
-No puedo creer que pronto las veré…
Sesshoumaru sonrió.
-Jaken, de verdad quieres ser capitán?
-Sí…
-No prefieres volver a casa y ver a tus hijas crecer?
-Es añoranza lo que escucho de ti?
-No lo sé… ya me cansé de esto… no quiero seguir viéndome obligado a matar o morir…
-Sesshoumaru…
-Creo que es hora de que me asiente. Además, estoy harto de vivir en un apestoso barco por 6 meses.
Jaken rió a carcajadas.
-En eso tienes razón.
-Te voy a ofrecer dos oportunidades… capitán… o mi socio en Japón…
-Bromeas, verdad?
-Vamos, Jaken. Tienes dos hermosas niñas y creo que ya es hora de que seas padre.
-Hermano!
…………………………………
Rin se terminó de maquillar frente al espejo, el pequeño jugaba sobre su cama, Rin se dio la vuelta y vio a su hijo.
-Qué tal?
-Qué linda!
Rin sonrió y besó a su pequeño.
-Te irás a dormir cuando Maki te diga. Sí?
-Sí, mami, te lo prometo…
Rin sonrió y acarició su rostro, limpiando el rastro de labial que le había dejado. Se despidió de su pequeño y la niñera y se marchó. Tenía una cita con un ingeniero, se habían visto varias veces y finalmente Rin aceptó salir con él en una cita "oficial". Sin embargo, aún no había tenido la oportunidad de compartir el pequeño detalle de que ella tenía un hijo.
Llegó al restaurante, su cita ya estaba allí, se puso de pie y la acompañó hasta la mesa.
-Luces hermosa…
-Gracias, Kyotaro…
-Vino?
-No, se fue…
Kyotaro sonrió, mientras le servía una copa de vino tinto.
-Gracias…
-A su orden, bella dama…
Rin sonrió, tomó la copa y probó el vino.
-Excelente…
-Fascinante…
Tuvieron una cena divertida, donde reían sin parar, hasta llegar al postre. Kyotaro acarició la mano de Rin.
-Hemos hablado de muchas cosas… excepto de ti…
Rin sonrió.
-Qué deseas saber?
-Cómo es que tu ex esposo fue tan tonto como para dejarte ir?
-Resultó que éramos muy diferentes… teníamos intereses diferentes…
-Es una pena… bueno… para él, mejor para mí…
Después de haber degustado la cena, Kyotaro invitó a Rin a bailar, Rin vio su reloj disimuladamente, aún era temprano, aceptó. Después de un buen rato, Kyotaro la invitó a su apartamento, pero Rin se opuso.
-Sabes? Ya es tarde y mañana tengo que ir a la corte…
-Vamos… prometo que te dejaré dormir…
Rin rió a carcajadas mientras se acercaban a su auto.
-Será para otra ocasión…
Rin rozó sus labios con los suyos y abrió la puerta.
-Fue una noche maravillosa, gracias…
Kyotaro se quedó viéndola salir del parqueo, sonrió.
-Esa mujer es…
………………………………………
Rin salió del ascensor en su oficina.
-Buenos días, Samuru-sama…
-Buenos días.
-Cómo le fue?
-Mañana dan el fallo.
-Suerte.
-Gracias!
Rin llegó al escritorio de su secretaria.
-Buenos días, Rin-sama…
-Buenos días, Sumire… algún mensaje?
-4 llamadas del ingeniero, y la última era para confirmar si te gustaron las flores.
-Flores?
Sumire tomó a su jefa del brazo y la guió a su oficina, sobre su escritorio, un enorme arreglo floral. En la tarjeta le deseaba suerte en su caso y le pedía llamarlo para comer al medio día.
-Kami, qué hora es!
-Las… 11:30…
Rin tomó el teléfono.
-Lo llamo?
-Porqué no?
-Aún no sabe que tengo un hijo…
-Entonces díselo hoy.
-Está bien…
Rin marcó el número.
-Kukio…
-Kyotaro…
-Rin! Cómo estás, princesa?
-Bien… Kyotaro, gracias por las flores, son hermosas…
-No tanto como tú… y dime, princesa… puedes comer conmigo?
-Sí…
-Perfecto… de hecho, estoy a dos cuadras de tu oficina, así que iré por ti…
-Está bien…
Rin cerró la llamada y sonrió.
-Qué tal?
-Viene por mí…
-Y…
-No me esperes…
Sumire dio un brinquito emocionada y le deseó suerte a su jefa. Pocos minutos después, Kyotaro llegó a la oficina. Rin hablaba con un abogado en el pasillo frente a su oficina, al ver a Kyotaro, le sonrió y le hizo señas para que esperara, al terminar, lo saludó con un tierno beso en los labios. Kyotaro sonrió tomándola por la cintura y volvió a besarla.
-Estás lista?
-Sí. A dónde iremos?
-Tienes dos opciones… experimentas la fantástica experiencia de probar mi comida… o eliges un restaurante…
-Hm… Tú comida… no te rindes, verdad?
-No merezco méritos por eso?
-Está bien… vamos a tu casa.
Kyotaro la besó en la mejilla y la guió hasta su auto, una vez en el mismo, la besó en la mejilla nuevamente.
-Espero que tengas hambre…
-Ya verás…
Emprendieron camino hasta el apartamento de Kyotaro. Mientras él preparaba la comida, Rin se acercó a él con dos copas de vino y le ofreció una, él la tomó y le sonrió.
-Gracias, princesa…
-Qué haces?
Rin intentó ver sobre su hombro sin mucho éxito. Kyotaro tapó la cazuela y la sacó de la cocina abrazada.
-Es una sorpresa…
-Aw! Eres malo!
Kyotaro rió y la besó con ternura. La llevó a la sala.
-Tenemos que esperar unos minutos…
-Está bien…
Kyotaro le mostró un par de cosas de su juventud, Rin se carcajeó al ver en una fotografía el costal de huesos que era en sus años de preparatoria.
-Eras un renacuajo…
-Yo? Y qué hay de ti, cómo te veías tú en la preparatoria?
-Hm… siempre llevaba el cabello en trenzas, usaba anteojos y duré un par de años con braces…
-Eras bastante feíta…
-Oye!
Kyotaro rió y la abrazó para besarla apasionadamente.
-No importa cómo te hubieras visto… eres hermosa…
-Más te vale…
Rieron a carcajadas.
-Kyotaro…
-Hm?
-Hay algo… muy importante que debes saber…
-No quiero saberlo.
-Pero…
-No quiero.
Kyotaro la besó y fue a la cocina. Después de comer, estaba viendo televisión abrazados, Rin intentó retomar el tema.
-Kyotaro…
-Rin, no quiero saberlo…
-Pero debes saberlo.
-De qué trata?
-La razón por la que me divorcié…
-No me interesa…
Kyotaro la besó con cariño.
-Kyotaro, esto es en serio…
-Rin, no me interesa porqué te divorciaste, el resumen es que tu ex es un idiota y todavía no se da cuenta de lo que perdió.
-Kyotaro… es que no es algo que se quedó ahí…
-Rin, no me interesa.
Rin se dio por vencida, no podía lanzarle una bomba así como así. Ella le había mentido y ahora resultaba mucho más difícil decirle la verdad. Kyotaro la fue llenando de besos y caricias, al no encontrar resistencia, continuó y se atrevió a tocar su pecho. Rin se iba a detener, pero tenía ya mucho tiempo sola y realmente quería a Kyotaro. No sabía como, su cuerpo se movía con voluntad propia y antes de notarlo, lo acariciaba e intentaba quitarle la camisa. Ya medio desnudos, Kyotaro la guió a la habitación.
-Kyotaro… tú…
-Tengo lo necesario… confía en mí…
Kyotaro la besó y desvió sus besos a su cuello y pecho, Rin enredó sus dedos en la espesa cabellera azabache de su novio.
-Te quiero, Rin…
-Kyotaro…
Kyotaro la besó apasionadamente mientras la acomodaba entre él y el colchón. Terminó de desvestirla mientras la llenaba de besos. Vio una marca un poco más clara del resto de su piel, de algunos 5 centímetros, sin embargo, no le prestó atención. Se desvistió, iba a penetrarla pero ella lo detuvo.
-Kyotaro…
Él recordó el profiláctico y lo tomó de la gaveta de su mesa de noche. Rin abrió el paquete y luego de un par de caricias, se lo colocó. Kyotaro la volvió a recostar y la penetró.
-Ah! Kyotaro!
Kyotaro se sostenía con sus manos sobre ella mientras movía sus caderas buscando brindarle el máximo placer. Rin suspiraba y gemía de placer, sentía cada músculo en la espalda de su novio tensarse y relajarse con sus movimientos. Kyotaro intensificó sus movimientos. Finalmente Rin alcanzó el punto máximo, él la siguió. Se quedaron abrazados un rato. Él sabía que tenía que salir de ella, pero no quería, finalmente lo hizo y se deshizo del profiláctico. Se quedaron abrazados un largo rato, entre apasionados besos y suaves caricias.
-Rin…
-Sí?
-Tienes una marca… es de una cirugía?
-Sí… es lo que he estado tratando de decirte…
-Qué? A tu ex no le gustó esa marca y por eso te divorciaste?
-Es una marca de una cesárea…
-De una… cesárea como en parto?
Rin bajó la cabeza.
-Sí… perdóname, no quería ocultártelo, pero…
-Cuántos hijos tienes?
-Tuve dos… pero…
-Dos? Por Kami, Rin! Ese tipo de cosas no se guardan!
-No te gustan los niños, verdad?
-No es cuestión de gustos!
-Intenté decírtelo, pero tú no me querías escuchar!
-Claro, si me dices que me vas a hablar de tu matrimonio, no quiero saber nada!
-Pero es que por mis hijos fue que me divorcié!
Rin se levantó y tomó su ropa, comenzó a vestirse mientras apretaba la mandíbula aguantándose las ganas de llorar. Kyotaro la veía aún acostado, se llevó las manos a la cabeza.
-Rin…
-Olvídalo, Kyotaro…
-Rin, con quién viven tus hijos.
-Mi hijo vive conmigo, Kyotaro.
-Tienes uno o dos?
-Tuve dos, pero el mayor murió.
-Bien hecho, Kyotaro! Te enredas con una mujer con hijos!
Rin se quedó viéndolo y negó con la cabeza.
-No vales ni el viaje al zafacón para botarte. Sabes qué? Olvídalo, olvídame.
Rin se terminó de vestir y se marchó del apartamento. Tomó un taxi hasta su oficina para buscar su auto y se fue directo a la casa.
………………………………………
N/A: Hola! Aquí Mizuho ataca con otro fic nuevo! Espero que les guste, a mi me encanta, en especial como me ha quedado Keitaro. Solo sabre si les gustó por sus reviews, así que los espero con ansias.
Besitos
Mizuho
