Separate Paths.
"Últimas noticias: Rumores informan que, después del ataque terrorista de la semana pasada en la ciudad de Arendelle, el siguiente ataque será este sábado situado en la ciudad de Berk. El nuevo alcalde de Berk, Drago Manodura, ha dicho que la veracidad de los rumores es desconocida, sin embargo, para mantener la seguridad en la ciudad, ordenó a la policía desalojar áreas probables a futuros ataques y patrullar toda la ciudad de Berk las 24 horas del día. Cualquier movimiento sospechoso que usted vea favor de llamar al..."
Tome el control que estaba sobre la mesa y apague el televisor. Di otro sorbo a mi taza de café y me levanté para poder dejarla a fregadero. Solté un suspiro y al voltear me topo con una mirada esmeralda.
-Buenos días-sonreí- ¿cómo amaneciste?
-Bien, gracias- respondió con parsimonia y sin darme un beso de buenos días se siguió a la cocina y abrió el refrigerador.
-¿Quieres que te cocine algo antes de que me vaya a trabajar?- pregunté mientras daba unos dos pasos hacia enfrente. Desde hace unas semanas me había dicho que no le haga nada de desayunar debido a que yo me iba a trabajar y él no, pero yo de desobediente como siempre no le hice caso y siempre le hago algo de comer, ya si se me hace un poco tarde le pregunto si quiere que le cocine algo.
-No, gracias. Yo me hago de desayunar- replicó y siguió buscando en el refrigerador.
-Bueno...voy a trabajar...nos vemos en la tarde- musité. Me acerqué a él por detrás y besé su mejilla (a pesar de que su mirada seguía dentro del refrigerador. y abracé su tieso cuerpo. Tomé mi bolsa que reposaba sobre la mesa y mi botella de agua que estaba junto a ella. Volteé la mirada y él seguía ocupado en el refrigerador. Ni siquiera se inmutó en verme o en decir algo. Nada. Solo siguió buscando comida ¿Acaso todo será así desde ahora? ¿Volverá el chico que conozco desde hace años ? Sé que ahora es una situación muy difícil pero... ¿volverá?
-Adiós Hipo.
Silencio.
Cerré la puerta del departamento y me fui.
Bajé al lobby por las escaleras del edificio, el elevador estaba fuera de servicio. El portero que estaba haciendo ese turno se encontraba parado en la entrada, un hombre joven (aproximadamente de mi edad) de estatura alta y delgado, cabello rubio y ojos azules como los míos se encontraba de pie en la entrada con una bufanda tejida a mano de color rojo rodeaba su cuello con su uniforme puesto (un pantalón de vestir y un saco de color azul marino). Me saludó con la mano y yo educadamente devolví el saludo. Abrí la puerta de cristal y salí.
El ambiente de afuera estaba muy tenso. Policías alrededor de cada esquina y afuera de cada edificio vigilando las entradas y checando a cada persona que entra o sale. Caminé otras 4 cuadras (en total camino todos días 6 cuadras de casa a mi trabajo) y llegué a mi edificio en el que afuera había tres policías. Pasé mi bolso por el detector de metales y luego yo pasé por él y seguí mi camino hacia el elevador que gracias a Thor sí funciona. Detrás de mí subió un chico alto vestido de traje, con cabello alborotado color negro y tez blanca. Jamás en mi vida lo había visto. Oprimí el número de piso al que quiero ir y él no oprimió alguno. ¿Acaso irá al mismo piso que yo? Mantuve la mirada hacia las puertas del elevador y luego la dirigí hacia los cristales que son las paredes de este. Junto a los botones hay un pequeño espejo y pude ver mi reflejo por unos minutos, una lágrima de dolor recorrió mi mejilla pero rápidamente la quite para que nadie (ni siquiera ese hombre misterioso) me viera llorar. Pensé en Hipo. Dejar a Hipo en casa solo, con este vacío en su interior me mata. Hace días que él no sale de casa, hace días que no hablamos como antes. Ahora el ambiente en el departamento es triste, vacío y depresivo. ya no hay felicidad dentro de él y ahora cada quien tiene su habitación porque él necesita "su espacio". Yo lo necesitaba, pero ahora... ya no lo necesito. Lo necesito a él. Quiero estar con él. He intentado de todo para que estemos juntos. He intentado llevarlo a cenar, ir al cine, ir a la galería de arte en la que está su exposición favorita de los dragones, ir a comprar pinturas para llegar luego a casa y pintar cuadros, he intentado llevarlo con Chimuelo (su perro) al parque, llevarlo a casa de los gemelos (Brutacio y Brutilda) para jugar videojuegos. Ya me estoy dando por vencida. Necesito hablarle, abrazarlo, besarlo porque cuando estoy con él... me siento segura y siento que solo somos nosotros dos en el mundo sin la necesidad de otros porque solo entre nosotros eramos felices y lo único que necesitábamos era estar juntos. Yo lo necesito pero...¿acaso él me necesita?
El elevador se detuvo y salí primero sin observar a mi acompañante. Me dirigí a mi escritorio, papeles revueltos sobre él, un sobre manila, una grabadora, mi computadora de escritorio y unos lápices y lapiceros parados dentro de un vaso azul turquesa. Soy periodista. Estudié la carrera de comunicación en la Universidad de Berk junto a mi amigo Patapez. Hipo estudió derecho en la misma universidad que nosotros, y nuestros otros amigos... pues...Heather estudió contaduría y trabaja en una pequeña empresa, Patán estudió arquitectura y los gemelos... pues... fueron un caso difícil, les costó trabajo encontrar algo pero gracias al cielo lo hicieron, estudiaron animación digital.
Sobre el escritorio había un sobre manila color amarillo. extrañada tomé el sobre y lo observé detalladamente. Tenía escrito en el frente mi nombre
-Señorita Hofferson- interrumpió una voz mis pensamientos.
-Dígame, señor.
-¿Recibió el sobre manila?
-Sí, estaba a punto de abrirlo, señor.
-Bien, dentro de él está las notas de un suceso que pasó hace ayer. Esas notas las sacó Liv y tú harás el reportaje basándote en esas notas. Quiero el reportaje a final del día terminado.
-Pero normalmente yo hago los reportajes desde cero. Me parece que sería más recomendable que ella lo haga debido a que ella sabe todo del suceso. No creo que con las notas sea suficiente.
-No me importa, Hofferson. Tú harás el reportaje y punto, ¿entendido?
-Sí, señor Grimborn
Lo odio. Ese tipo es un idiota pero a la vez es muy frío, nadie puede resistir estar demasiado tiempo cerca de él. Su presencia tensa cada parte del cuerpo de una persona que a veces uno puede actuar como torpe y si cometes alguna tontería él fija su tenebrosa y siniestra mirada hacia ti, tratando de matarte con ella lentamente.
Pasaron las horas, el cielo se oscureció y poco a poco los escritorios alrededor mío se vaciaron. Solo pocos quedamos trabajando. Miré y solo estaban 2 personas aparte de mí: Patapez y... el chico del elevador. Quedé mirándolo fijamente hasta que levantó la vista y me vio. Rápido agache mi mirada y la dirigí hacia mi trabajo, seguí tecleando mientras apretaba con fuerza mis labios para evitar que alguna palabra mía salga de mi boca.
-¿Astrid?- levanté la mirada y pude observar a mi amigo: Patapez- ¿por qué sigues aca? Deberías irte a casa a descansar. Ya son las 7:00 pm y has estado aquí desde las 9:00 am.
-Lo sé- dije- pero... No importa. Tal vez estaré otros cinco minutos y ya. Ya casi termino, es que...el trabajo que me mandaron me lo dieron revuelto y tuve que leerlo, acomodarlo y redactarlo. Por eso la tardanza.
-Mejor vete ya. Hipo debe estar preocupado.
Hipo. Trabajar me había hecho olvidarme por completo de él.
-No creo que lo esté. Sigue... Deprimido y cada día está distante. Ya no sé qué hacer, Patapez. Además Viggo quiere este reportaje a final del día.
Patapez me observó y se sentó en la silla de enfrente mientras ponía su café en la mesa. Yo continué tecleando mi trabajo. Terminé el último párrafo y lo publiqué en el periódico "El cazador de dragones".
-Habla con él- habló Patapez después de unos minutos- Hazlo, será lo mejor.
-¿Hablar con él? ¡¿Hablar con él?! ¡Ya lo he intentado! Es inútil, no quiere oírme. Ya llevamos más de 3 semanas asi y... No quiero... ya no quiero seguir así. Ya no puedo, he intentado solucionar las cosas pero él jamás se deja ¿Y si toda nuestra vida será así? Ya sé que todo lo que la ha pasado ha sido terrible pero... siento que está siendo egoísta. Solo piensa en su sufrimiento pero no piensa en el que le ocasiona a los demás.
Patapez bajó la cabeza, me observó tristemente y suspiró. Se acercó a mí y me abrazó.
-¿Quieres que hable con él?-preguntó susurrando en mi oído- Puedo convencerlo de... ¡Olvídalo!- cerró la boca rápidamente.
-No, espera... ¿Convencerlo de que?- me aparté del abrazo- ¿Qué está pasando, Patapez?
-Nada Astrid. Tranquila.
-Está bien- respondí con desconfianza- Hablaré con él ya que eso es algo que debo resolver yo. Gracias.
-De acuerdo. Hasta mañana, Astrid.
Tome mis cosas y me dirigí al elevador. El chico que me había encontrado hace rato estaba dentro de él ¡JA! ¿Coincidencia? ¡No lo creo!
Oprimí el botón que le ordenaba al elevador cerrar sus puertas. Nos quedamos un momento callados sin mover algún músculo hasta que el chico decidió romper el hielo.
-¡Qué frío! ¿No crees?
-Bastante...- contesté nerviosa sin moverme de mi lugar.
-Me llamo Einar Gormmson. Es mi primer día trabajando aquí. Mucho gusto- sentí su mirada hacia mí y su mano extendida.
-Yo soy Astrid... -volteé hacia él y estreché su mano-...Astrid Hofferson. Yo... llevo meses trabajando aquí. Gusto en conocerlo.
-Gracias- sonrió y pude notar cierto rubor en sus mejillas debido a su tez blanca. Pude ver por primera vez sus ojos color miel. Tenía una mirada muy... tierna.
El elevador se detuvo y rápidamente separé mi mano de la suya.
-Gusto en conocerte. Buenas noches- y salí lentamente del elevador. Estaba a dos pasos de la salida del edificio hasta que su voz detuvo mi siguiente movimiento.
-¿Te vas a ir sola o vienen por ti?- mi alarma de peligro se prendió y elegí cuidadosamente mis siguientes palabras.
-Mi novio me está esperando en la esquina- dije mientras me volteaba para volver a quedar frente a frente.
-Oh...qué bueno...-respondió nervioso- está muy peligroso allá afuera y le iba a preguntar si necesitaba que la acompañe a su casa.
-Estoy bien. Buenas noches, señor Gormmson- me di la media vuelta y me fui a paso veloz.
El rojo y azul parpadeaban en la noche, el número de patrullas se duplicó al igual que el de policías, los locales alrededor de mi edificio estaban cerrados y pocas personas pasaban caminando. Todos los civiles pasaban rápido sin dirigir mirada alguna a los policías que se encontraban, tal vez por incomodidad o por miedo, no lo sé. Yo normalmente evito mirar a algún policía por incomodidad, sin embargo, ahora evitaré verlos no por incomodidad sino por miedo.
Al llegar a mi edificio, el portero abrió la puerta de este y me metí rápido. Me dirigí a las escaleras (genial, me están matando estos malditos zapatos y tengo que subir 5 pisos) y veo que el portero se dirige a mí.
-Disculpe, Señorita Hofferson, ¿puedo hablar con usted?
-Mañana. Perdón estoy muerta. Descansa.
-Pero es urgente.
-Lo siento.
Después de subir las largas escaleras porque el estúpido elevador no sirve, llegue ¡Al fin! ¡Dulce Hogar! Me eché en el sofá y aventé los zapatos. Permanecí 5 minutos así, toda desparramada en el sofá. Después de esos relajantes 5 minutos me levanté, recogí mis zapatos y me dirigí al baño para cambiarme la ropa por mi pijama, desmaquillarme y deshacerme la trenza para poder dormir en mi amada cama. Supuse que Hipo estaba dormido y pasé sigilosamente.
Abrí "sigilosamente" la puerta porque ésta rechina. Las cortinas estaban abiertas dejando que la luz de la luna entrara y pudiera iluminar la cama que... vacía estaba.
-¡¿HIPO?!- pregunté asustada.
¡¿Dónde está Hipo?!
Prendí la luz y busque la cama de Chimuelo. Está vacía.
¡¿Dónde está Chimuelo?!
Busqué por todos lados, en el baño (por si acaso), salí al balcón, fui a la cocina, al sofá. Busqué en todos lados.
Nada. No hay nadie. Solo estoy yo...sola en el departamento.
Tal vez salió pensé mientras tomaba una sudadera roja que estaba encima del sofá.
La poca energía que tenía hace rato la recuperé y baje rapidamente las escaleras sin importarme cuántas son o lo cansada que estaba o lo tarde que es. Me senté en un sofá del lobby y esperé un rato. Nada. Observé varias veces mi celular.
9:00.
Le llamaré para saber dónde está.
"El número que usted marcó se encuentra apagado o fuera de servicio."
¡Maldita sea! ¡Apagó su celular!
Le marqué a nuestros amigos, a Bocón, un amigo de su papá, y a su mamá. Nadie sabe de él y eso me preocupa.
10:30.
Nada. La puerta de cristal se abre y se cierra por otro portero ya que el turno del anterior terminó hace horas. Llegan otros vecinos,algunos me saludan, algunos solo me barren y se van, y otros ni se dignan a dirigirme la mirada. Todos llegan. Todos excepto Hipo.
Mi celular vibró dentro de mi sudadera y rápidamente lo saqué de ella. Heather está llamando.
-¿Hola? ¿Heather?- pregunté casi gritando. Sentí que mi corazón latía a mil por hora y una sonrisa formó en mi rostro.
-Astrid, amiga, ¿ya apareció Hipo?
-No- mi sonrisa se desvaneció- creí que me ibas a decir que estaba con ustedes o que sabían dónde estaba.
-No, espera...-escuché a través del celular como una puerta se cerraba- listo. Me metí al baño para que Patapez no me escuche. Mira Astrid...creo que Patapez sabe dónde está Hipo.
-¿QUÉ? ¿Por qué crees eso?
-Desde que llamaste hace rato y yo te contesté se puso nervioso y al colgarte me preguntó qué querías y le conté lo de Hipo. Comenzó a tartamudear y se frotó las manos nerviosamente negando que sabía algo. Astrid, lo conozco muy bien. Me está ocultando algo.
-Te creo. Cuando estábamos en la oficina el dia de hoy me dijo que debería hablar con Hipo para convencerlo de...no sé de qué pero me dio a entender que tenía que convencerlo de algo. Heather, ¿Patapez sabrá algo?
-No lo sé pero lo voy a averiguar. Te mando mensaje para que no me oiga.
-Está bien. Gracias- colgué el teléfono y permanecí inmovil.
11:00.
Ya nadie llega. La mayoría ha llegado a casa sano y salvo. Todos con una sonrisa en su boca al saber que hay alguien esperando su llegada, al saber que no están solos en esta situación tan difícil, al saber que se tienen los unos a los otros. Todos excepto yo. ¿Dónde estás, Hipo? ¿A dónde fuiste?
11:30.
Ya me desesperé. Estoy harta de esperar, maldito hijo de troll ¡¿DÓNDE DEMONIOS ESTÁS?! Si Patapez sabe algo ambos serán hombres muertos.
Volví a marcar a su celular con la esperanza de que ahora respondas pero la maldita contestadora me respondió. Volví a llamarle a tu madre pero aún no tenía noticias sobre ti. La angustia y dolor en su voz me dolió. La tranquilice y me despedí de ella prometiéndole que seguiré buscando a Hipo.
Después de un largo rato esperando en el lobby "por si acaso" llegó el anterior portero abriendo la puerta principal. Me limpie las lágrimas del rostro y me acerqué a él preguntándole por Hipo.
-Por eso quise hablar con usted- suspiró- el señor Haddock bajo de su departamento con unas maletas y con su perro y me pidió que le diera esta carta y me dijo que se la diera urgentemente a su mano pero usted se subió y no me hizo caso.
Apenada por aquello tomé un sobre blanco de papel escrito en la parte frontal la palabra "Astrid."
-Gracias.
Abrí la carta y contenía lo siguiente:
Querida Astrid:
Hola, Milady. Hola amor de mi vida. Seguramente cuando estés leyendo esto yo ya no he de estar ni a un kilómetro cerca de ti. Perdóname de verdad, Astrid, pero me fui lejos. Lejos para curar mi dolor. Yo ya no quiero seguir viviendo aquí. Todo, absolutamente todo me recuerda a mi papá porque pues era el presidente de este país. Lo extraño demasiado, Astrid. Honestamente pensé que podía seguir adelante aquí en Berk a su lado, sin embargo, me siento incapaz de continuar adelante por eso he decidido que lo mejor será irme de aquí. Quiero alejarme de todo que me recuerde a mi padre: de nuestros amigos, de mi mamá e incluso de ti. Sé muy bien que irás a buscarme o que al menos lo intentaras porque sé que tu amor por mí es muy fuerte y grande y por eso no te diré a dónde voy para que no vayas por mí.
Tal vez ahora mismo estés enojada conmigo y no te culpo. Astrid, no lo hago. Créelo o no pero me siento terrible por el dolor que te estoy causando ahora mismo. Espero que seas feliz y te deseo lo mejor de verdad. Te amo pero siento que conmigo no serás feliz. Será mejor que cada quien tome caminos separados y se vaya por su cuenta. Adiós, Milady.
P.D: El departamento es todo tuyo.
H.H.
Adiós, mi chico dragón...
Como había dicho... volví a publicar Separate Paths. Espero que les guste porque esta es la versión original del fanfic.
