Eras una estudiante de secundaria, completamente normal, que le gustaba andar por ahí con los audífonos, con amigos y familia a quienes querías y viceversa. Sin embargo lo que más te caracterizaba era tu gusto por los juegos de consolas de Nintendo o bien de la Xbox. Aunque bien, últimamente tenías más amor por tu Nintendo 3ds por cierto juego que compraste

Era claramente pirata, es que el que te dijeran que no era la mayor mentira, porque era Pokemon Rojo en un cartucho como si fuera para 3ds. La carcasita era roja y la etiqueta muy mal pegada, pero aun sabiendo esto lo jugabas cada vez que podías

Tenía cosas distintas al original por doquier, sin embargo lo más resaltante es que Red, el protagonista del juego ya que como se había dicho antes, era Pokemon rojo, de vez en cuando se detenía y se ponía a preguntarte o recordarte cosas

"Como estuviste hoy en el colegio"

"Que tal te fue en el medico"

"Tienes que estudiar para tu próximo examen"

Y cosas de ese estilo, más que fastidio por la falla del juego pirata, te causaba algo de gracia y siempre le respondías, lo cual era aún más extraño pues salía incluso un pequeño teclado para escribir tu respuesta, cosa imposible considerando que el juego era de Game Boy, al parecer lo modificaron bastante bien, hasta parecía algo mejor que algo pirata

Hoy por ejemplo, tu día había sido una mierda completa, en primera con tus padres de viaje no pudiste hacerte algo de comer porque no había nada en la cocina, no tenías dinero para comprarte de comer, si acaso te alcanzaba para el autobús de ida y vuelta

Comenzó a caer una tormenta como si el mundo quisiera joderte aún mas, llegaste tarde y no te dejaron entrar y de ultimo como una cerecita sobre el pastel, castigada hasta las 6. Como no podía faltar llovió todo el día y ¿qué fue lo más hermoso? Ver a tu novio besándose con la zorra del colegio

Genial, más que genial, caminaste hasta tu casa decidida a comer helado hasta que te acordaste de que no había helado de seguro. Entraste y te quedaste un rato parada en la entrada sobre la alfombra para no mojar mucho la casa

Te quedaste un rato metida en la ducha viendo la pared sin hacer nada, hasta que saliste y te tiraste en la cama sin importarte un rábano si se mojaba la almohada

—Maldita sea…—dijiste con voz quebrada, apretando la sabana en tus manos. Después de soltar muchas lágrimas tomaste el 3ds de tu mesa de noche, ¿qué mejor que quedarse toda la noche jugando para olvidar el día de mierda? Quizás hasta lograrías obtener la 4 medalla, y es que eras bastante lenta—Volveré a mi Pikashu un Raichu de tanto que jugare—dices entre hipidos encendiendo la consola

El juego parecía cargar hasta más rápido de lo normal, apenas lo encendiste apareciste en donde te había quedado, en Ciudad Azulona, apenas y diste un paso y Red se puso de frente, saliendo la nube de texto

Red: ¿Estas bien (T/N)? ¿Lloras por ese idiota? No llores, no se lo merece

—Que rayos…—murmuraste mirándolo un tanto extrañado, estaba bien que te hiciera preguntas en general pero esa era un tanto extraña, ¿porque sabía tu situación sentimental? ¿Acaso funcionaba por la cámara o algo?

(T/N): No importa, sobreviviré sin él, si le gusta esa tipa, es mejor estar lejos del idiota

Respondiste un tanto desanimada, después de todo llevabas un año de relación con el

Red: ¿Pero no te duele?

(T/N): Ya lo superare, no es algo que me haga suicidarme o algo así, no soy tan dramática

Soltaste una pequeña risa, te gustaba tanto como Red parecía una persona real, preocupándose por ti más que tus propios amigos y familia por muy extraño que suene

Red: ¿Te puedo hacer una pregunta muy importante?

(T/N): Claro… ¿Por qué no?

El teclado desapareció, no parecía raro pues se tardó un poco en hacer la importantísima pregunta. Quisiste caminar pero no se movía, quizás ahora el juego si tenía fallas

—Umm…Se habrá dañado—murmuraste dando toquecitos a la pantalla—ya había salido demasiado bueno—te estabas concentrando en el juego, así que tus pensamientos se alejaron de tu relación arruinada y rompimiento (del cual tu novio de seguro no estaba enterado) y la mierda de día

Un sonidito se escuchó, miraste de nuevo la pantalla en donde salía de nuevo la nube de texto

Red: ¿Te gustaría estar en mi mundo? En este mundo

Leíste la pregunta con una ceja alzada, esa era la gran pregunta. Esa pregunta hasta la hacían en Facebook, no te parecía la gran cosota, le diste a la B y salían dos opciones en vez del dichoso teclado, aunque te parecía extraño que solo salía

Si
Si

No es como que tuvieras opción así que le diste al primer "Si". La pantalla se apagó y soltaste el 3Ds del susto. Luego lo tomaste he intentaste prenderlo

—Genial… Ahora se me daño el Ds—lloriqueaste—Perfecto (T/N) todo se va a la mierda hoy, lunes tenía que…

Te sentiste mareada de repente, te agarraste la cabeza con una mano, parpadease varias veces a ver si se te pasaba además de quedarte quieta. El mareo y las ganas de dormirte se hicieron más fuerte

—Venga… Déjame llevarte (T/N)… —No sabias si eso fue obra de tu estúpida y a veces infantil imaginación o de verdad alguien te hablo en el oído—…Y nunca devolverte

Finalmente te dormiste, de forma especialmente profunda y cayendo cual peso muerto sobre tu almohada y cualquier que te viera creería que dormías

.

.

.

Sentiste toquecitos en el rostro, especialmente en la mejilla, era como un niño pequeño te tocara con un solo dedo, lo pensaste así por el insistente toque que empezó a molestarte y espabilar a medias. En eso caíste e cuenta de otra cosa… Tú estabas sola en tu casa

Saliste cual resorte de la cama, cayendo de culo en el piso, examinaste en panorama, definitivamente no era tu habitación, era sencilla pero bonita, además de eso la cama era sumamente cómoda ahora que lo pensabas.

—¿Estas bien? —pregunto alguien frente tuyo, de seguro el que te estuvo fastidiando el sueño, viste una mano extenderse frente a ti, ibas alzando poco a poco la vista— Te lastimaste

—No real…men…—te quedaste con la boca abierta, no de forma exagerada pero si estaba abierta, aunque no sabías por que la sorpresa, si por la persona al frente o si por que había un hombre y estabas en una habitación desconocida – lo que se podía interpretar como secuestro- en eso sentiste tu cerebro humear

—¿Um? ¿Pasa algo (T/N)?

—Tu…tu… ¿RED? — balbuceaste cual estúpida tomando su mano, el té levanto y sonrió, tenía su gorra puesta aun dentro de la casa, aunque ahora que lo pensabas él siempre la usaba… El punto de esto era que tenía una sombra sobre la mayor parte de su rostro

—El mismo—dijo dándote un beso en la mano—Un placer conocerte frente a frente

—Frente a…Gorra—dijiste parpadeando un par de veces pues no podías verle toda la cara. El soltó una risita y se la quitó— La época no le hacía justicia…—pensaste al verlo, rostro inmaculado y esos potentes ojos rojos con cabello color ébano, simplemente perfecto…

— ¿Tengo algo en la cara? —pregunto entre burlón y seductor, aunque lo segundo no lo notaste por ponerte colorada de quedártele viendo

— ¡Na-nada! —chillaste muerta de vergüenza, era un poco más alto que tú, así que alzabas levemente la cabeza para mirarle, en eso caíste en cuenta de algo, –eres en verdad lenta para asimilar cosas- al terminar de analizar a Red…— Si tu estas al frente mío…

—Aja—parecía estar esperando lo que dirías, pues se veía ansioso

—Estoy tan afectada por el día de miércoles que tuve que de seguro estoy soñando—dijiste alejándote un poco de el—Perfecto, cada vez estoy peor, debo ir a psiquiatra, soñar con uno de mis personajes favoritos…más que perfecto

—…—Red se había quedado viéndote con una ceja alzada, no era la conclusión que esperaba pero igual le servía, te tomo de nuevo de la mano— Bueno, esta frase ya la abras leído pero… Bienvenida al mundo Pokemon—dijo con una sonrisa seductora que te hice enrojecer un poco

Se había inclinado un poco, para el alzar la mirada para verte. Aunque no lo notaste tenía un brillo malicioso en sus ojos carmín, pues se sentía victorioso… Por qué estabas frente a él y no te le ibas a escapar

No importara cuanto lo vayas a intentar… —pensó viéndote enrojecer aún más por el beso que te dio en la mano