Bueno, No sé muy bien como empezar... No sé si debo presentarme, presentar la historia que a continuación leereís, daros las gracias por estár aquí leyendo etc... Asi que bueno... Aquí os dejo el Epilogo sin más preambulo! =D
¡Espero de corazón que os guste! ~
Nya Nya ~~
Disclaimer: Todos los personajes que aparecerán a lo largo del fic no me pertencen. Pertenecen a la fabulosa mangaka Rumiko Takahashi.
Prólogo
Un halcón que jamás había visto llegó a la halconería de palacio justo antes de que el pequeño youkai se fuera a entregar las misivas a su amo. Exasperado por que ya estaba tardando más de lo que debería esperó inquieto a que el halconero sacara el mensaje que la ave transportaba entre sus patas y con una leve reverencia por parte del youkai encargado del animal la recibió impacientemente.
En cuanto tuvo la última carta entre sus patas, el youkai echó a correr desesperadamente a través los enormes jardines de su dueño para llegar en cuanto antes. Esa mañana a la hora del desayuno pesar de que su amo lo disimulara con su típica frialdad, el sirviente pudo notar enseguida que su señor estaba muy enfadado y, si ese era el caso, lo mejor era hacer las cosas bien y no molestarlo.
Mientras corría lo más rápido que sus cortas patas le permitían se fijó por casualidad en la caligrafía de la ultima carta que acaba de recibir.
Mal echo por su parte.
En cuanto el youkai distinguió aquella clara y bella caligrafía quedó tan impactado que tropezó con su traje y cayó al suelo dejando caer también las otras cartas y misivas. Al levantar la cabeza y ver lo sucedio el youkai pegó un tal grito de terror que hasta los guardías y sirvientes que estaban por los al rededores fueron enseguida hacía él para ver lo que ocurria. Este no les hizo ni el menor caso, se levantó del suelo, recogió todos los papeles escampados por el patio, incluyendo la carta que le provocó aquella estupefacción y continuó corriendo una vez más. No le hizo ninguna falta leer aquellas delicadas letras para saber de quien era.
Sin duda alguna era una carta de ella para amo.
¿Y ahora que hacía? Sabía perfectamente que su señor no quería leer sus cartas. ¿Y si se enfadaba más todavía cuando se la entregase? ¿Y si lo mandaba castigar por aquella falta? ¡O peor! ¡¿Y si lo mandaba matar? Con lo enfadado que estaba ese día no le extrañaría que le ocurriese eso.
Todo ésta situación es por culpa de aquella niña tonta y descerebrada, pensó con disgusto.
¡Por qué la muchacha no entendía de una vez por todas que su señor no quería tener nada que ver con ella!
Tendría que haberlo entendido desde hacía ya cinco malditos años. Habían dejado de visitarla sin ningún tipo de aviso y además habían dejado también de enviarle regalos o de responder sus cartas. Siempre que recibían una carta por su parte, el amo la quemaba o las rompía sin ningún miramiento, sin leerla, sin inmutarse tan siquiera. Pero la culpa tampoco era de su señor si no la chica. ¿Cómo es que a pesar de no recibir nunca una respuesta seguía enviándole cartas?. ¿Qué ganaba con ello? El pequeño youkai negó con la cabeza. Tendría que haber entendido desde hacía ya años que no iban a volver, que nunca más se volverían a ver, que ellos ya no eran ni tan siquiera conocidos.
Con la carta entre sus manos travesó todo el palacio de Sud a Norte esquivando a guardas y sirvientes hasta que finalmente, con la respiración agitada por el esfuerzo, llegó frente a las puertas que daban a las estancias de su señor.
Cogiendo una bocanada de aire para calmarse y para prepararse por lo que le esperaba picó a la puerta dos veces y, tras esperar unos eternos segundos, abrió la puerta con cuidado sin tan siquiera obtener el permiso de su amo.
El Daiyoukai del oeste, estaba sentado frente a un pequeño escritorio revisando un montón de documentos al fondo de la gigantesca alcoba. En cuanto entró el vasallo, este tan siquiera levantó la cabeza para recibirlo como era habitual en él. Siguió en su misma pose leyendo aquel pergamino fijamente con aire implacable.
El pequeño youkai ya sabía de sobras como era su amo así que sin sentirse molesto ni nada parecido se mantuvo a un lado de la puerta y esperó de forma muy quieta hasta que su amo le dirigiese la palabra.
No fue sólo al cabo de diez largo minutos que el youkai mayor levantó la cabeza y observó a su vasallo con una mirada fría y severa.
– ¿Qué quieres? - preguntó al fin.
– Mi señor, le traigo su correspondencia. - Le respondió el pequeño mientras hacía una reverencia.
– Traela aquí.
El pequeño youkai travesó la habitación con paso vacilante hasta el escritorio de su señor y una vez ahí fue presentando y dejando sobre la mesa las cartas que había recibido hasta que sólo quedó una. El sirviente calló de repente observando atentamente aquella carta. ¿Debía o no entregársela?
– ¿Y bien?
Al levantar la mirada y ver como su amo lo observaba fijamente con una mirada fría y serena un inexplicable escalofrío recorrió toda su espalda.
– Esta carta es d-de...de la mu-muchacha amo. - Tartamudeó mientras hacía otra reverencia.
Estuvo con la mirada baja durante varios largos segundos en espera de una respuesta por parte de su señor pero, al ver que este no hacía ningún ruido volvió a levantar la cabeza temeroso. Y con la vista de nuevo fijada en su amo pudo ver como él volvía a leer aquel pergamino totalmente indiferente a todo.
A pesar del miedo que lo había carcomido hacía unos instantes, en el fondo, se esperó aquella reacción; indiferencia total. Pero aún así. Aunque supiera como reaccionaría no pudo evitar sentir una enorme pena por la muchacha.
– Señor... - se aventuró a llamarlo. - ¿Qu-Qué quiere que haga? ¿Me deshago de la carta?
– Dejala junto con las demás. Me encargaré yo mismo de ella. Vete. - Respondió el amo
El youkai hizo una ultima reverencia a su amo y salió rápidamente de la recamara. Pero no salió sin antes echar un último vistazo a la carta y sentir una vez más lastima por la joven que un día fue su compañera de viaje.
Bueno, aquí se acaba este prólogo raro que en realidad no significa nada. ¿O si? e_e
En fin de todos modos espero que este mini-principio os haya gustado y que sigais leyendo el resto de la historia. Una vez más, mil y una gracias por pasaros a leer y nah! Ya nos veremos en el proximo capitulo que no sé cuando publicaré =D
EDIT: En realidad gracias a unos comentarios me acabo de dar cuenta de que la he cagado mucho! XD Burra de mi en vez de poner Prólogo voy y pongo lo contrario x_x Lo siento mucho por la confusión. Y también siento haberla borrado para volverla a publicar de nuevo xD Soy demasiodo negada con estas cosas! En fin... después de mis mil y un preripecias para cambiar 4 burradas sin mças os digo: Gracias por haberme avisado! =D
Sayonara a Todos! ~
Nya Nya, LadyArtaith ~
