Sonrisa
Resumen: Algunos recuerdo siguen ahí y siempre la vida deja una marca, cuando Tara se fue no solo dejo una heredera para ser reina. Ronin x Tara, Drable.
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-¡Tara! Una señorita no debería correr por ahí así- gritó un niño corriendo tras una niña morena que reía divertida -¡Tara!
-O vamos, solo estamos jugando- dijo la niña mientras dejaba verse atrás de un arbusto, el niño resoplo rodando los ojos.
-Tara, la reina hoy va a elegir descendiente... debemos ir allá- explico el niño que ya estaba siendo entrenado para ser un guerrero. Tara suspiro y se acercó a su mejor amigo.
-Ronin, solo un momento mas- pidió mirándolo con ojos de cachorro, pero el niño miró hacia otro lado y se cruzó de brazos.
-No, hay que ir... Anastasia ya elegirá al capullo y luego a su heredera ¡Es nuestro deber estar ahí!
-Tampoco es que si yo fuera la futura reina- dijo dulcemente mientras suspiraba ya rendida, el niño también le sonrió -¡Yo te gano!- grito la niña antes de que con una carcajada ambos empezaran a correr.
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El joven se acerco y beso con dulzura la mano de la reina, ella también le sonrió y lo abrazo.
-Esto esta mal Tara... yo soy un general y tu eres la reina- dijo apenado acariciando con dulzura su rostro, ella cerro los ojos y se acercó besándolo dulcemente.
-Lo se... lo se...- murmuro ella sonriendo, él tenía sus brazos rodeando su cintura -Pero siempre se puede intentar- dijo dulcemente tomando en su mano uno de los mechones del chico.
-No, no se puede... debemos hacer lo correcto- dijo Ronin alejándose de ella de pronto recordando de vuelta porque había querido mantenerse distanciado de la reina. Ella seguía con su sonrisa pero en sus ojos había una sombra de tristeza, con dulzura tomo la mano del soldado.
-Esta bien...- murmuro mirándolo directamente.
Él sabe que lo han hablado muchas veces, ella sabe que esta mal, pero ninguno puede detener lo que realmente sienten y con eso, solo queda ocultarlo.
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Ronin suspiro una vez más, había pasado un mes desde que Tara no estaba, algunos creían que se había ido y que lo único que dejó había sido el capullo el cual, por cierto, lo cuidaba él. Entró a su pequeña casa y sonrió abriendo la puerta de su cuarto, despacio como con miedo de despertar a alguien se deslizo hacia una pequeña cama y corriendo las cortinas tomo algo de ahí.
-Hola princesa- murmuro despertando a la bebe de no más de cinco meses, la niña abrió sus ojos que eran iguales a los del guerrero, su piel era morena clara y sus cabello eran negro. Ella sonrió y palmeo el rostro de su padre en un balbuceo -Yo también te quiero mi niña- murmuro.
Ella era su secreto, su pequeña princesa y una de las cosas que tenía de Tara. Mientras la tenía en contra de su pecho se decía a si mismo que le iba a dar la mejor vida que pudiera conseguirle.
Sonrió al escuchar la risa de la niña que alzaba sus manos.
-Pa- balbuceo feliz, el guerrero no pudo evitar apoyar su frente en la de su pequeña que también cerro los ojos divertida.
-Nadie te quitara de mi lado ¿Esta bien? Tu crecerás en un mundo donde no deberás temer- murmuro, ella lo miro sin entender pero sonrió de todas formas.
Ella era la única después de Tara que podía sacarle una sonrisa así de fácil.
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Bueno... me gusta esta pareja, creo que es una de las pocas parejas Chico x chica que me gustan ja ja XD También fue por un reto de mis hermanas así que...
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