Los personajes de saint Seiya son propiedad de Masami Kurumada.

"los sueños son simples ilusiones, cosas que anhela el alma, cosas que la mente desconoce, cosas que solo con esfuerzo logran realizarse,"

. – eso no es así, profesor. – murmuró el joven de verdes cabellos, al final del salón.

. – no te atrevas a dudar de mi padre, patético huérfano abandonado. – dijo la joven de cabello azul claro.

. - ¡Natzuki!, no seas irrespetuosa. – gritó el profesor, llamando la atención de su hija y alumna.

. – no se preocupe profesor, ella solo intenta defenderle. – dijo el chico de ojos verde esmeralda. –

. – por fin dices algo con sentido. – dijo Natzuki jugando con su cabello.

. – pero.. ¿defenderme?. –

. – él muy tonto difiere de tú opinión sobre los sueños. – dijo la chica.

. - ¡esa no es razón para llamarlo así!. – quería continuar, pero su hija le interrumpió.

. – así… eso quería escuchar, el decirle huérfano, ¿es acaso una ofensa?. – dijo Natzuki mirando con desprecio al peli verde.

. – por favor… no peleen, no me molesta en lo absoluto. – dijo el chico con una sonrisa forzada.

. – Shun… - dijo el profesor, mientras se dirigía a seguir con su clase. – muy bien, quiero que copien la historia de la página 24 de su libro. –

Shun llegaba a la gran mansión. Ese lugar, el mismo día hace exactamente dos años, la misma hora, inclusive, la misma lluvia insufrible que le atormentaba desde ese día.

/dos años antes./

Shun llegaba a la mansión, acababa de dejar su solicitud para entrar a una escuela de la zona, después de tomarse unos cuantos meses para reforzar los estudios que no había dejado completamente de lado.

Estaba ansioso de decirles que lo había hecho, de la nada comenzó a llover, Shun corrió hasta llegar a la mansión. Saori se había marchado unos cuantos días después de que se encontraban como familia legalmente, pero solía llamar casi todos los días, los demás se habían quedado juntos, menos, Ikki, quien había desaparecido como siempre.

. – chicos, vengan, quiero decirles algo. – gritó entusiasmado el peli verde. Al no encontrarlos se dirigió a la sala, casualmente todos estaban ahí sentados.

. – ¿por qué las caras de velorio?. – preguntó el joven de ojos verdes.

. – ven… siéntate. – dijo Shiryu, el tono de este preocupo a Shun, quien obedeció casi inmediatamente.

. – ¿qué sucede?. – preguntó de nuevo el joven Andrómeda.

. – Shun… este… lo siento mucho. – tartamudeaba Shiryu muy triste.

. – Shun… lo que queremos decirte es que… nos vamos. – dijo Hyioga con rudeza.

. – no comprendo… - decía Shun, quien empezaba a asomar lágrimas en sus ojos.

. – Shun, te queremos mucho y siempre lo haremos, simplemente es este lugar que nos lastima tanto, entiéndenos, por favor. – habló por fin Seiya, quien tomaba de los hombros a Shun, viendo que empezaba a llorar.

/en el presente/

Tatsumi, había tomado cariño por el chico que ahora veía como una especie de hijo después de verle ser tan optimista respecto al tema de sus hermanos, por esto mismo se sentía preocupado de que no llegara a casa.

. – Alice, voy a buscar a Shun, me tiene preocupado, en su condición no debería estar afuera con este diluvio. – informó el mayordomo a la amiga de la familia Kido que estaba de visita.

. – entiendo, estoy de acuerdo contigo. – dijo sonriendo la srita. Alice.

Mientras, Shun estaba parado frente a puerta de la mansión, temiendo abrir la puerta y encontrarse con su pasado.

Tatsumi abrió la puerta bruscamente y vio a Shun sumido en sus pensamientos, tanto, que no se percató de la presencia del mayordomo; este miró a Shun impresionado, luego, lo tomó del brazo y lo llevó dentro de la casa.

. – ah- Tatsumi, no me di cuenta de que entre a la casa. – dijo Shun con una sonrisa forzada, una vez en la casa.

. – ¡¿Cómo te vas a dar cuenta si yo te traje a jalones?!. – respondió Tatsumi molesto. No obtuvo respuesta alguna, el silencio se apoderó de la sala, en ese momento entró Alice.

. – que gusto verte Shun. ¿Cómo has seguido?. – al igual que el mayordomo, no obtuvo respuesta del chico.

. – ellos… volverán, yo lo sé. – dijo el peli verde viendo una fotografía de todos juntos.

. – sí, ellos volverán. – dijo Tatsumi abrazándolo.

Habiendo pasado ya el drama, Alice junto con Tatsumi habían pedido una pizza, y rentado una película, bueno, Shun había traído la película. Decididos a verla se sentaban en el gran sofá junto con la pequeña hija de Alice: Rima; mientras entraba a la cocina por agua para tomar sus medicamentos, Shun sintió su celular vibrar, lo miró y contestó la llamada.

. – ¡Shun!, ¡ya viste que cambie mi número!, ¿Cómo has estado?. – la voz era de Hyioga, este se la pasaba llamando cada tres horas.

. – sí, ya vi, y bien, he estado bien. – contesto Shun.

. – dime una cosa. ¿has logrado hablar con Shiryu últimamente?. – preguntó el cisne.

. – no, pero a él se le hace más difícil que a ti y a Seiya. –

. – tienes razón… ¿y Seiya, ha hablado contigo?. –

. – sí, ayer hablé con él por la noche. –

. – qué bueno. Me voy. Te habló mañana para ver cómo sigues. –

. – ya te dije que estoy bien. –

. – y yo no te creo nada. Adiós. – se despidió Hyioga colgando el teléfono y haciendo reír a Shun.

. – ellos no se fueron, solo se apartaron un poco. – se dijo a si mismo el muchacho de ojos verdes.

Se sentó en el sofá, cargando a Rima en sus piernas. La película comenzó, y, da la nada Alice y Tatsumi pegaron el grito en el cielo.

. – ¿Qué pasa?. – preguntaron los dos menores al unísono.

. – ¡esa película… que rayos es… es… los mensajeros! – dijo la mujer.

. – ¿y?. – dijeron ambos indiferentes. – ya la hemos visto antes. – seguían diciendo ambos al mismo tiempo.

Dejaron de lado la discusión sobre la extraña inmunidad de Shun y Rima al miedo, y vieron la película los cuatro. Al finalizar de ver la aterradora historia, Tatsumi y Shun despidieron a las dos damas, y se dirigían a dormir.

. – ¿tomaste tus medicamentos?. – preguntó Tatsumi.

. – sí… – contestó Shun.

. – ¿te cepillaste los dientes?. –

Shun escupió la pasta y le dirigió una mirada molesta a su interrogante.

. – ¿te pusiste la pijama?. – Shun solo cerró la puerta de su habitación y gritó desde dentro.

. – BUENAS NOCHES. –

. – IGUALMENTE. – dijo Tatsumi.

Shun era un joven sin amigos, solo tenía a Tatsumi, Alice y Rima. En la escuela era muy reprimido, sin participación alguna en las clases, solo murmullos y pensamientos que rondaban su mente.

Eso era lo que él pensaba, estaba en lo cierto, pero, eso no lo lastimaba, pero si le dolía que ofendieran sus recuerdos que tanto quería junto con sus amigos.

Se recostaba en su cama y cerraba los ojos, se quedó dormido al poco tiempo, y otro rato más tarde, el sueño se presentó.

/sueño de Shun/

Se encontraba en un lugar extraño, brillante, lujoso, pero frío. Una voz comenzó a hablarle.

. – tú, hijo, de los humanos. –

. – q- ¿Quién es?. – dijo colocándose en posición de batallas.

. – escúchame bien, no me importa tu vida, pero si la vida de Zeus, por eso necesito u ayuda. –

. – ¿yo en qué puedo ayudar?. – preguntó Shun desconcertado.

. – no tengo tiempo, solo puedo decirte que la vida de todos los dioses, incluida tu queridísima Athena están en peligro. –

. – ¿Qué dices?. – preguntó sobresaltado.

. – es causa tuya, porque tu eres… el error de los dioses. –

Continuara…

Nota: quería hacer este fic, porque, en realidad la idea la tenía muy en mente desde hace tiempo y quise compartirla con ustedes.

Díganme que puedo mejorar y si les gusta la historia!

Si bien mi apodo aquí es sakura Gaby, prefiero me llamen Yue o Yume o Hoshi o Imi. Cualquiera me gusta.