Esta es una nueva historia, basada en Fate Kaleid Liner Prisma Illya.
Es una ruta de Shirou, el hermano de Illya. En la historia meto a algunos personajes de distintos animes, pero como voy a cambiar sus historias para adaptarlas a lo que tengo planeado no lo hare crossover. Tomad ejemplo de Issei y Raynare aparecen en este capítulo pero el mundo sobrenatural de su anime aquí no existe.
Este sería el primer arco, que valdría por la primera y parte de la segunda temporada del anime.
No hare nada de la historia de Illya, pues eso es igual al anime, solo que más adelante convergerán en una misma historia. No habrá cambios en la historia de Illya, mas haya de aumentarles la edad. Eso sobre todo para cuando Kuro aparezca, que como cualquier persona que haya visto el anime sabrá que tiene una forma poco "común" de recuperar energía.
La primera saga es: Nightmares.
-Hasta luego
-¡Onii-chan!- Emiya Shirou giro su cabeza curioso, pero ya tenía una idea de lo que ocurría.
Su sonrisa creció sin darse cuenta al ver a la joven que le llamaba. Una hermosa jovencita de trece años llamada Illyasviel, su hermana pequeña.
-Oh, ¿te diriges a casa también, Illya?- Shirou le pregunto a su sonriente hermana.
-¡Sí!, volvamos juntos ¡Onii-chan!- Illya le sonrió con sus grandes ojos rojos brillando.
-Seguro- ambos jóvenes emprendieron el largo camino a casa caminando juntos -¿Qué sucede?, ¿Te paso algo bueno en la escuela hoy?-
-¡No te diré!- Shirou no necesito que se lo dijera, verla era suficiente para saber la respuesta -Ya se, ¡Onii-chan! ¡Tengamos una carrera, para ver quien llega primero a casa!-
-No me importaría pero, tengo una bicicleta-
-¡No hay problema! ¡Soy buena corriendo!- su rostro se torció en una sonrisa viendo a su pequeña hermana corriendo, siempre estaba tan animada... desde que podía recordar siempre fue capaz de sacarle una sonrisa sin dificultad alguna.
-¡Espera Illya!-
Shirou solo negó con la cabeza divertido, al final el también acabo participando en la carrera de su hermana pequeña.
-¡Estoy en casa!-
Después de entrar en casa, Sella salió a saludarlos.
-Bienvenida a Casa, Illya-san. ¿Tú también estas aquí, Shirou?- Shirou termino de cerrar la puerta y se giró para hablar con Sella.
-Sí, me encontré con ella en la puerta de la escuela-
-Por cierto, Illya-san. Algo llegó para ti esta tarde- Illya se emocionó nada mas oír esas palabras -Creo que contenía... ¿DVDs?-
La pequeña de trece años salió corriendo, para consternación de ambos, que se miraron sin saber muy bien que hacer. Hasta que oyeron un grito de la sala, y lo que parecía ser el inicio de una discusión de Illya y Leysritt, la hermana de Sella.
-Liz-Oneechan, ¡cómo te atreves a empezar a verla sin mí!-
-Oh, bienvenida, Illya-
-¡No necesito tu "bienvenida"!-
-Pague por ello, después de todo-
-Eso es cierto, pero...-
-De todas las cosas, esos son...- Sella reconoció los dvds que iniciaron la pelea entre ambas chicas.
-...DVDs de anime...- Shirou sudaba nervioso, si conocía bien a Sella, y vaya que si la conocía, sabía lo que vendría ahora.
-Oh, Illya-san se ha convertido en parte de la chusma... ¿Cómo puedo enfrentar a mi señora y a los demás ahora? ¡Se me encargo cuidar las cosas durante su ausencia!-
-No es un gran problema- Shirou sudaba, ya había comenzado.
-¡Qué cosa tan irresponsable dices! ¡Esto sucedió porque no has establecido un buen ejemplo como su hermano mayor!- Shirou la miro confuso.
-¿Es mi culpa?- Shirou no veía como el que a Illya le gustase el anime iba a ser su culpa.
-¡Y no me hagas empezar de cómo has estado haciendo las tareas del hogar por aquí! ¿No puedes ver que es un problema? ¡No me queda nada más por hacer!- Sella continuo regañándolo, para su gran confusión la mitad de las cosas que decía sonaban más como quejas infantiles que otra cosa.
Aun durante la cena Sella continuaba enfadada con él, por lo que prefirió hacer una retirada táctica y huir a su cuarto, sabia por pasadas experiencias que después de que lo regañara debía dejarla sola por un rato.
Perdiéndose escaleras arriba llego a su cuarto, una simple estancia de cuatro paredes sin nada especial, nunca había querido comprar muchas cosas, por lo general intentaba tener solo lo básico.
Dejo la chaqueta de su uniforme en la silla y se sentó un rato para hacer las tareas del día. Durante un par de horas estuvo aislado de todos en la casa, completamente centrado en sus tareas, escuchando algunas veces gritos de Illya y Leysritt, probablemente viendo ambas el DVD de anime.
-Mhhhhh- su espalda dio un crujido de queja al estirarse, después de mucho tiempo encorvado sobre su escritorio.
-Debería darme un baño- principalmente para relajarse y dejar ir todo el estrés del día –Me pregunto si Illya habrá salido ya-
La luz del baño estaba apagada, por lo que Illya estaría durmiendo ya, con un gran suspiro entro y comenzó a desvestirse, depositando la ropa en una canasta y tapándose con una toalla. Abrió la puerta y encendió las luces. Fue en ese momento cuando se percató de que se había equivocado, Illya seguía en el baño.
Shirou abrió sus ojos ámbar de horror, viendo la figura de su hermana pequeña en la bañera, con el agua mojando su piel.
-Bueno, las luces no estaban encendidas... Pensé que habías terminado... ¡Espera, entiendo! ¡Por favor, perdóname!- Shirou agito sus manos en el aire inútilmente, intentando evitar la explosión de pánico de su hermana pequeña.
-¡No!- Shirou escucho un extraño silbido, y lo último que vio antes de desmayarse fue un extraño bastón ir directo contra su cabeza -¿Eh?-
Después todo fue oscuridad.
-¿Alguien vio el tren que me atropello?- Shirou se rasco la cabeza varias horas después al despertar. Recordaba que algo lo había golpeado, pero no sabía que, por no hablar de que Illya estaba en el baño y ahora no había ni rastro de ella.
Era posible que ella le hubiese tirado algo y por el enfado lo haya dejado ahí.
-No es como si no lo mereciera…- Debería haberse asegurado primero, pero ¿cómo iba el a saber que Illya seguiría en el baño con las luces apagadas?
Con un sentimiento de abatismo se enjabono todo el cuerpo y salió del baño.
Todas las luces de la casa estaban ya apagadas, pero se imaginó que sería ya tarde, por lo que simplemente se fue a la cama echándole un vistazo de pasada al reloj de su mesilla, las 2.14. Definitivamente demasiado tarde ya, más aun si mañana debía madrugar.
Y peor si se había quedado dormido.
-Mierda- después de casi caerse por las escaleras Shirou recogió una tostada del desayuno preparado por Sella y se dirigió afuera.
-No seas grosero- lo regaño Sella, sonaba muy divertida.
-Lo siento- Shirou hizo una rápida reverencia en disculpa, antes de salir corriendo de la casa, casi atropellando a Leysritt, que parecía más muerta que viva.
-Llego tarde, llego tarde- casi era ya un mantra, desato la cadena de la bici lo más rápido que pudo y salir corriendo hacia la escuela.
Las ruedas de la bici giraban a gran velocidad, mientras el pelirrojo recorría las calles a toda velocidad. La academia quedaba bastante lejos y ya iba con retraso. Por eso solo se concentró en el camino frente a él, ignorando las calles que le rodeaban, no viendo la moto roja que se acercaba a él en rumbo de colisión.
El choque fue duro, la moto lo arrollo varios metros y Shirou salió volando del impacto, quedando inconsciente al chocar con el suelo.
El conductor de la moto se levantó asustado al ver lo que había causado.
Era un chico joven, de unos quince o dieciséis años, con cabello castaño alborotado y ojos marrones.
-¡Mierda! ¡Me cago en todo!- el joven maldijo sonoramente al ver al chico tendido en el suelo.
Aún era temprano, por lo que no había demasiada gente en las calles, pero un accidente como este llamaría la atención, y eso era lo último que el necesitaba. No en estos momentos.
-No estés muerto, no estés muerto- tardo un poco en encontrarle el pulso, pero después de sentir sus latidos sus ojos se relajaron inmensamente, al menos no estaba muerto.
-Tengo que sacarlo de aquí- Con un poco de esfuerzo se lo hecho al hombro y arranco de nuevo la moto. La bici la escondió detrás de unos cubos de basura y dejo la zona a toda velocidad. De vez en cuando hecha la vista atrás, como si quisiese verificar algo.
Condujo a toda velocidad por la ciudad, alejándose de la zona residencial y conduciendo hacia el parque Riverside, al lado del puente.
En cuanto llego paro la moto y bajo, dejando a Shirou apoyado en un banco. Esto no era algo que hubiese esperado, y ahora sabía que iban a regañarlo.
-No sé si quiero que conteste o que no conteste- medito oyendo la estática al otro lado del teléfono.
-Mala suerte Issei, he contestado- genial ¡había contestado! Que alegría sentía por ello –Por qué me llamas, ¿ya lo has encontrado?-
-No exactamente- el castaño se revolvió el pelo nervioso.
-Entonces porque contactas-
-Digamos que… por algún casual… ¿he atropellado a alguien? Pero no te preocupes, está perfectamente, si acaso tendrá una pequeña conmoción cerebral, nada importante-
-¿Te importaría repetir eso?- la voz al otro lado del teléfono se oía neutra, como sin vida.
-¿Está perfectamente?-
-Esa parte no-
-¿He atropellado a alguien?-
-ESA PARTEEEEE- el grito fue tan grande que tuvo que alejarse el teléfono de la oreja para no quedar sordo –COMO SE TE OCURRE MALDITO PIRADO DE MIERDA, ¿ERES IDIOTA O ES QUE TU CEREBRO NO FUNCIONA BIEN?-
-¡Oye, de quien fue la idea de usar la moto Raynare! ¡Te recuerdo que yo di otras ideas! Pero no, tu querías... está despertando, te llamo luego-
-¡No se te ocurra colgarme Issei Hyoudou!- pero fue tarde, Issei hizo exactamente eso.
Shirou miro a su alrededor desorientado, lo último que recordaba era ver algo rojo aparecer en su campo de visión, todo lo demás estaba en blanco. Parecía que estaba en el parque, acostado sobre un banco.
-¿Has despertado?- Shirou miro al chico que le hablaba, le reconoció fácil, era un alumno de su clase, Issei si recordaba bien.
-¿Qué paso?-
-Ehmmmmm- por alguna razón parecía incomodo –Digamos que yo más o menos, por accidente claro, te he…. Bueno, te he atropellado-
-¿Qué?- Shirou le miro incrédulo.
-Fue un accidente, iba con prisa y tú apareciste de la nada-
-No ibas en dirección de la escuela- recordó.
-Aaaaaa, esooooo- Issei boqueo como pez fuera del agua –Bueno, tenia….. Algo que hacer. De todos modos, ¿estás bien no?-
-Sí, me duele un poco la cabeza pero por lo demás si- Issei respiro aliviado.
-Bien, es bueno saberlo. Veras me quedaría más tiempo para asegurarme y todo pero tengo que ir a un lugar rápido así que…
-¡Espera! ¿Y mi bicicleta?- Issei trato de hacer memoria, sabía que había habido una bicicleta, pero con todo lo que paso ni recordaba que fue de ella.
-Te pagare una nueva, lo prometo. Pero enserio tengo que irme-
-Al menos dime qué hora es- Shirou se levantó rápidamente, preocupado por la escuela.
-Las diez y media- Issei miro su muñeca, ni pedo se arriesgaba a coger el móvil.
-¿Dónde está todo el mundo entonces? Siendo la hora que es debería haber gente- Shirou miraba a su alrededor confuso, sí que parecían ser mas de las nueve, pero el parque estaba inusualmente vacío.
Eso llamo poderosamente la atención del castaño, ahora que lo comentaba no recordaba encontrarse con nadie en el parque, ni un alma. Pero eso significaría…
-Joder- Issei sudaba mares, se suponía que esa cosa solo lo perseguiría si estaba solo, ¿porque también estaba aquí?
-¿Qué pasa?- Shirou lo miro confuso.
-Eso ahora no importa, hay que salir de aquí ya- Issei corrió hacia la moto y la arranco en un momento, después miro al chico que continuaba sentado en el banco -¡Vámonos!-
Shirou le miro antes de acercarse a la moto.
-¿Por qué tanta prisa de golpe? ¿Tienes carnet siquiera?
-Vamos tarde a clase, nos pondrán faltas y todo eso- Issei hablo como si fuera obvio, que lo era, pero no en estas circunstancias. Pero era tarde, e Issei lo supo cuando sintió un cambio en el ambiente, como si algo los vigilara.
Shirou también pareció notar algo, pues miro a su alrededor confuso.
-¿HOLA?- el pelirrojo grito mirando a su alrededor, pero nadie contesto.
Ni falta que hizo. De los arbustos de un árbol salió un pequeño perrito negro.
Dicho perrito le gruño con seis hileras de dientes y una boca tan profunda como un abismo.
-¡Joder!- Issei maldijo al verlo y se abalanzo sobre Shirou, subiéndolo en la moto por la fuerza y acelerando a fondo.
La moto con ambos chicos salió disparada a toda velocidad, pero el pequeño perro los seguía sin ningún problema.
-¿Qué es eso?- Shirou le grito a Issei, el parecía saberlo.
-Una pesadilla-
-¿Pesadilla?- Shirou repitió incrédulo –Yo la veo muy real-
-Es por qué esta suelta- respondió Issei -debería estar en un libro, pero se escapó junto con las demás y ahora anda suelta causando el caos en la ciudad-
-¿De que estas hablando? No entiendo nada-
-Espera a que lo despistemos y te explicare mas- Issei sabía que en condiciones normales no era buena idea, pero llegados a este punto, y sabiendo que también había perseguido al pelirrojo no veía otra opción que contárselo todo.
El perro, que ahora era tan grande como un camión, era muy insistente y estuvo todo el tiempo pisándolos los talones, pero Issei se dirigió al distrito comercial y fue capaz de perderlo callejeando.
-Aquí estamos seguros, por ahora- Issei apago el motor y escondió la moto en un callejón, Shirou se bajó y se dejó caer contra un muro.
-¿Qué está pasando aquí?-
-Bueno, por dónde empezar- Issei se rasco la cabeza, había mucho que contar -Esa cosa que viste en el parque es una pesadilla, un recuerdo de terror encerrado en un libro por cientos de años-
-Espera, espera ¿un recuerdo de terror?-
Issei suspiro intentando encontrar una buena forma de explicarlo.
-Alguna vez te ha pasado que has regresado a tu casa por la noche, y te has encontrado con algo que te diera miedo, y luego has soñado con ello. En tus sueños esos seres son mucho más aterradores que en el mundo real, me sigues-
Shirou le miro, entendía más o menos.
-Algo que en el mundo real te asusta y que en los sueños se convierte en una pesadilla, ¿verdad?-
-Exacto. Pues bien, en la antigüedad se creía que escribiendo todo de esas pesadillas, dándoles una identidad en libros y sellándolos estas desaparecerían. El problema es que esos libros están sueltos y alguien los está abriendo. Las pesadillas ahora tienen consciencia y están en el mundo real, descubriendo su lugar en este mundo. Y no es bueno que lo descubran-
-¿Pero cómo es posible eso?- Shirou lo miro incrédulo.
-Piénsalo, cuando los sellaban vertían en esos libros sus sentimientos, sus emociones, su miedo. Eso con el tiempo les dio poder. Impregnaban esos libros con parte de su alma-
-Pero como podían hacerlo, es decir, por mucho que escribas no creas vida-
-Magia. Simple y llanamente magia- Issei respondió encogiéndose de hombros.
-¿Magia?-
-Si- Issei saco el móvil, viendo más de diez llamadas perdidas y quince mensajes –Y ahora tu estas involucrado. Las pesadillas se alimentan de las emociones de aquellos que son capaces de resistirlas, por eso la gente normal ni nota su presencia, los rehúyen como si tuvieran la peste, si les tienes miedo no sirves de alimento-
-¿Alimento?- Shirou pregunto, con un mal presentimiento.
-Se alimentan de los buenos sueños, de los recuerdos, al final te dejan como un cascaron, muerto en vida- Issei no intento disimular el desagrado que sentía por esos seres.
-¿Y cuantas pesadillas hay?- inquirió Shirou.
-¿Cuántos niños con pesadillas hay?- le devolvió Issei la pregunta –Ya recuperamos unos trece, pero aún hay muchos que siguen desaparecidos-
Shirou le miro incrédulo.
Sentía un gran dolor de cabeza, todo lo de las pesadillas era demasiado para digerirlo en un momento.
-No es agradable, y habría preferido no involucrarte, pero ya estas metido estarás en peligro hasta que la última pesadilla haya desaparecido-
-Si los dejamos sueltos, atacaran a las personas normales, ¿verdad?- Issei asintió sin dudarlo. Shirou sonrió recordando un viejo sueño que tenia de niño, el sueño de convertirse en un héroe de la justicia.
-¿Te apuntas?- Issei le tendió la mano sonriente.
-Dalo por hecho- Shirou estrecho su mano.
Todo lo que ahora tenia se lo debía a otros, su familia, su vida, todo se lo debía a sus padres, Kiritsugu e Irisviel. A Sella y Leysritt. A su hermana pequeña, Illya. La existencia conocida como Emiya Shirou solo existía gracias a ellos. Pero no podía quedarse al margen si alguien necesitaba ayuda. Simplemente no podía, jamás.
-¿Y qué hacemos ahora?-
-Lidiamos con esta, el Grimm. Lo estaba conduciendo a una trampa, pero luego te atropelle y eche la trampa a perder-
Shirou bajo la cabeza al oírlo con gesto de dolor.
-Habrá que pensar en otra cosa, otra forma de atraerlo-
-Si va tras nosotros, ¿no debería seguirnos? ¿Incluso ahora?-
-Lo despistamos, igual que cuando te encontré- respondió Issei.
-Pero no lo despistaste, nos encontró, ¿recuerdas?- Issei lo miro inclinando la cabeza.
-Haaa…..- Issei abrió la boca y el cerro, dándose cuenta de que tenía razón.
-¿Y cómo lo enfrentamos?-
Ahora Issei sonrió orgulloso y pulso un botón de la moto, esta se abrió revelando espadas de madera ordinarias, unas simples bokken.
-No creo que esas sean efectivas- dijo con sudor escurriendo por su nuca.
- au contraire mon ami, al igual que los pechos de una mujer joven, estas espadas son más de lo que aparentan a simple vista-
-¿Qué acabas de decir?- Shirou se rasco un oído creyendo haber oído mal.
-Los pechos de una mujer joven están llenos del potencial de la juventud, infinitas posibilidades, podrían llegar a ser tan pequeñas como praderas o tan grandes como enormes montañas. Estas espadas son igual- Issei dio un apasionado discurso, y después dijo algo de las bokken.
Shirou solo pudo pensar una cosa –Donde me he metido -
Issei, feliz ignorante de lo que pensaba Shirou, siguió hablando de los bokken, y de pechos.
-Deja de hablar de pechos y céntrate, como lo derrotamos con esas bokken- Shirou al final le corto, sino algo le decía que aprendería más sobre sexo escuchándolo que en todo lo que llevaba de vida.
-Llevan talladas runas con un encantamiento reforzador, este extrae su poder de unas gemas, hasta que el prana no se agote de estas el conjuro no desaparecerá- Issei revelo abriendo el mago de una bokken girándolo, en su interior brillaba una gema transparente.
-Ya veo- Shirou cogió la otra bokken, sintiendo el peso y equilibrio, no habían cambiado nada con el encantamiento.
-Bien pues, si tu teoría es cierta y esa cosa sigue por aquí, deberíamos poder liquidarlo y llevar el libro de vuelta-
-Si no hay mucha gente, debería estar cerca- Shirou hablo recordando lo que el castaño dijo minutos atrás.
-Pues solo debemos atraerlo a un área donde nos sea fácil pelear, ¡vamos!- Shirou siguió al castaño, preguntándose qué dirían sus padres de verlo, siempre habían intentado que se mantuviera seguro, y ahora hacia esto -Estamos en Mount Miyama, creo que había una plaza con una fuente por aquí cerca-
-Sí, debería estar tras esa esquina-
Al cruzar la esquina tuvieron acceso a la plaza, viendo a la mole negra de diez metros que estaba sentada en el centro, sobre la fuente.
-Vaya- Shirou amplio sus ojos al verlo.
-Ha crecido, debe haber comido- Issei maldijo, sabía muy bien que las pesadillas se alimentaban con sueños, cualquier tipo, dejando solo los malos, eso generaba más miedo, y nuevas pesadillas, hasta que finalmente llegaba la muerte en vida. Por suerte una de esas tardaba siglos, sino milenios en formarse.
Este por el contrario estaba muy formado, muy alimentado y muy resentido, una mezcla explosiva.
-Coge la bokken con fuerza Shirou, esta cosa va a atacar con rabia- Issei se adelantó, comenzando el asalto por lo frontal.
Comenzó con un corte lateral, seguido de una estocada y un ataque en salto, todo ello en cuestión de segundos. Pero al Grimm no pareció afectarle en lo más mínimo, solo ataco con las garras y los dientes, como una bestia salvaje y rabiosa.
Shirou al verlo decidió moverse, por algo había decidido luchar.
Cargo hacia la pesadilla sin molestarse en nada mas, solo lanzando un golpe con toda su fuerza. A ese le siguió otro, y a ese otro más.
Issei sonrió al ver que Shirou ya había comenzado a pelear en serio, y lo hacía mucho mejor de lo que imaginaba. Ahora lo recordaba bien, ese chico estaba en el club de kendo.
Pero el Grimm no se quedó quieto recibiendo ataques de ambos chicos, con un rápido movimiento giro sobre sí mismo atacando con uñas y dientes a ambos.
Issei lo esquivo rápidamente, pero Shirou no tuvo tanta suerte, la garra del Grimm se clavó en su carne, abriendo una herida de tamaño razonable.
-Auch- Shirou se sobo la herida, sintiendo la sangre escurrir entre sus dedos, no era muy fea y no parecía sangrar demasiado, pero la herida seguía abierta en su tórax, y el uniforme estaba destrozado.
-No te preocupes mucho por la herida, el doctor la curara, por ahora céntrate en el Grimm-
Shirou quería preguntar a qué doctor se refería pero lo dejo pasar, simplemente volvió al ataque.
Los ataques siguieron, con Issei y Shirou atacando por todas direcciones al Grimm y este gruñéndolos enfadado.
-Así no vamos a ninguna parte- Shirou le grito a Issei –No tienes armas de verdad-
-Si te parece me detiene la poli no- Issei hablo como si fuera algo obvio, para él lo era pero para Shirou…
-¿Te preocupa la poli más que esa cosa?- le grito incrédulo.
-Ravel siempre dice que algún día tendré cargos por acoso, mejor tener el historial limpio- Shirou lo miro, por alguna razón si podía creer eso.
-¿Y cómo lo hacemos?-
-Sígueme- Issei salió corriendo hacia el Grimm, rezando por que tuviera un plan Shirou le siguió de cerca. Entonces Issei hizo lo más estúpido y valiente que había visto en mucho tiempo. Salto a la espalda del perro y le azoto para que corriera.
-¡Pero no hacia mí!- Shirou salió corriendo, mientras era perseguido por el gran Grimm.
-Aguanta un poco, yo te animo- Issei ignoro la réplica del pelirrojo y se dedicó a clavar la bokken en el cuerpo del Grimm tantas veces como pudo.
-¡Que me animes no me sirve!- Shirou le grito por sobre el estruendo que hacia el Grimm al perseguirlo.
Ambos, el chico y el Grimm, continuaron corriendo en una carrera alrededor del distrito comercial y después pasando el puente continuo más allá.
Shirou ya no sería capaz de correr mucho, pero por suerte parecía que el Grimm ya había alcanzado su límite. Cayendo tan grande como era en el suelo causo un inmenso estruendo.
-¿Ha muerto?- le pregunto Shirou doblado sobre sí mismo, respirando con dificultad.
-No, solo se ha debilitado. Ahora hay que recoger el libro, pero eso es ya trabajo de Raynare-
-¿Raynare?- el nombre no le sonaba de nada.
-Sep, la que localizo al grandullón, el plan original era una emboscada dirigida por ella, pero para estar los dos solos no nos ha ido nada mal-
-¿Y dónde está?-
-Por ahora, yo que tú me sentaría- le recomendó Issei.
-¿Sen…
Shirou se desplomo en el acto.
-Le dije que se sentara-
-Un poco tarde tarado - el castaño se giró, reconociendo la voz.
Esta le pertenecía a una joven con largo cabello negro y ojos violetas, con un busto generoso y un cuerpo voluptuoso oculto por ropa de invierno.
-¿Es al que atropellaste?- pregunto la chica.
-Seee- afirmo Issei –Y déjame que te diga, sabe luchar. Si estás de acuerdo sería una buena adicción al equipo, dios sabe que lo necesitamos-
-¿Tan bueno es?- pregunto la chica sorprendida, era raro que el castaño alabara a alguien.
-De momento no lo dejemos ahí, llevémoslo con el doctor-
Issei levanto el cuerpo inconsciente de Shirou, tratando de llevar el máximo cuidado con la herida.
El camino fue silencioso, y para cuando se dieron cuenta ya habían llegado. El destino al que se dirigían era una propiedad privada, una casa en las afueras de la ciudad, una simple casa con tejas de color rojo.
Raynare llamó al timbre varias veces, esperando una respuesta del interior. La puerta se abrió al cuarto telefonazo, de su interior salió un hombre de cabello negro y complexión fuerte. Su vestimenta era un simple pantalón largo y una camiseta negra.
-Ya erahora, Kirei_baka- Raynare no dudo ni un segundo en insultar al hombre que había salido en su encuentro.
Kotomine Kirei miro a los tres muchachos delante de él, uno de ellos con una gran herida.
-¿Qué queréis?-
-A ti que te parece retrasado- Raynare seguía hablándole sin ningún respeto, pero por la reacción de los otros dos esto ya era común.
-Entrad- Kirei se hizo a un lado y les dejo pasar, cosa que hicieron sin dudar ni un momento –Iré por las medicinas, dejadlo en el sofá-
Issei lo deposito con cuidado, viendo ahora que la herida se había vuelto más seria de lo que en un principio debería haber sido, consecuencia probable de la batalla con el Grimm.
Kirei regreso al poco tiempo y vendo las heridas de Shirou, sin hacer ninguna pregunta.
-Que descanse un poco y cuando despierte os marcháis-
-Entendido- Issei sonrió de medio lado, incluso después de años aun no cambiaba ¿hu?
-Pero que…- Issei cortó a Raynare, suficiente que había curado a Shirou sin pedir nada como para quejarse.
Kotomine subió las escaleras al piso superior, y no volvió a bajar en todo el rato hasta que se marcharon.
-El no suele actuar así, y menos sin cobrarnos una cantidad exagerada, ¿exactamente qué ha ocurrido aquí?- aun a pesar de que le exigió silencio a Raynare, Issei sabía que esto no era común, conocía a ese hombre desde hace seis años, y esto era nuevo.
-Cuando despierte iremos a otro lugar para hablar más tranquilamente, de todos modos la escuela ya va a terminar- eran las doce y media, para cuando despertara pasaría la una, ya no había razones para ir.
-Este será un día muy largo-
