Los personajes de Once Upon A Time no me pertenecen... y recuerden, este fic participa en el reto "Juegos de azar y hombrezuelos" del foro "Bienvenidos a Storybrooke".
Me tocó Cora... así que, aquí vamos.
Ambos se miraron con cierta complicidad y suspiraron pesadamente.
-Es hora - dijo él, acariciando la mejilla de la pequeña bebe, que se encontraba en los brazos de ella.
-Aja... - dijo ella.
Era la presentación de la princesa Regina, la recién nacida hija del principe Henry y la princesa Cora, ambos herederos al trono del rey Xavier. La verdad era que Cora no quería nada con Henry y el sentimiento era mutuo. Se trataban mas bien como confidentes, que como amantes y, el nacimiento de la pequeña Regina, había sido una razón más, para que aquella farsa siguiera intacta.
-Encuentro esto una ridiculez - dijo la bella mujer.
-No puedo hacer nada - dijo él, poniendo una mano sobre el hombro de ella y empezando a caminar hacia la tarima, donde se haría la presentación, haciendo que ella se moviera con él y empezara el espectaculo.
La presentación se hizo con éxito y ahora, Cora se encontraba meciendo a la bebé en una mecedora, mientras miraba por la ventana. Haría lo que fuera por su pequeña, incluso si tenía que perder su final feliz y su verdadero amor.
Había perdido a su primogénita por culpa de su egoísmo y ahora estaba terriblemente arrepentida. Y no solo eso... se había enamorado de la persona incorrecta, de la persona que no debía enamorarse, de la persona que se supone debía ser su enemiga.
Miro a la pequeña criatura que se encontraba y sonrió con ternura, mientras su corazón, colocado nuevamente en su lugar original, se derretía.
Sus pensamientos fueron interrumpidos, por unas risas provenientes de afuera, el jardín, específicamente. Se asomó un poco más, para ver como Henry abrazaba a un joven Leopold y le susurraba cosas en el oído haciendo que este riera libremente. El heredero al trono y el ya proclamado rey se miraban con intesidad y tenían grandes sonrisas. Ella sonrió sin dejar de mecer a Regina, que ya empezaba a ceder al sueño.
-Hacen una linda pareja - dijo una voz femenina detrás de ella.
Asintió y siguió mirando por la ventana a los amantes que ahora estaban sentados en el cesped, a pesar de la costosa vestimenta de ambos.
-Merecen tenerse el uno al otro - dijo Cora, sin voltearse.
La mujer detrás de ella se abrazó a la espalda de la princesa y puso su barbilla en su hombro, acercando una mano a los negros cabellos de la bebé.
-Hermosa como su madre - dijo suspirando y besando la mejilla de Cora, provocando que ésta se volteara.
Cora miró los ojos de su verdadero amor y sonrió con leve nostalgia.
-No llegaste, digo, llegaron a tiempo a la presentación de Regina - dijo corrigiendose, al acordarse de Leopold.
Eva asintió y se encogió de hombros.
-Pero... si ya la conozco... - dijo mirando con dulzura a la pequeña criatura, que ahora dormía profundamente en los brazos de su madre.
Cora rodó los ojos.
-Eva...
Pero fue interrumpida al sentir como la reina la besaba con intensidad.
-Escapémonos - dijo Eva, mirandola-. Regina, tú y yo... escapémonos.
Cora solo negó con la cabeza depositando a la recién nacida en la cuna y mirando a uno de los factores de su final feliz.
-Tal vez debamos consultarlo con los caballeros arco iris - dijo señalando la ventana-. Y planificarlo bien.
Eva la miro con los ojos como platos y carraspeó.
-¿Lo... lo estás considerando, princesa?
Cora se encogió de hombros con una coqueta sonrisa y salió de la habitación de su hija, dejando boquiabierta a la reina.
Tal vez era hora de que si buscara su final feliz. Su verdadero final feliz.
Y esto es todo... ¿Que opinan? Perdonen las faltas ortográficas...
