Escribí esto hace años, marzo del 2014, para ser más exactos. Le hice unas pocas modificaciones, pero en esencia es lo mismo. Normalmente no escribo esta clase de cosas, pero era necesario escribir esto, no sé, me atrae mucho la idea de una Crona totalmente corrompida por la locura, aunque normalmente imagino que alguien logra salvarla.


Una historia que se repite

.

No soy más humana, quizás lo fui, pero ahora no importa. Me he convertido en un demonio. Pese a tu lucha tan fuerte.

Me he desecho de todo, o eso quiero creer, los recuerdos, las risas, abrazos y pequeños detalles que hicieron nuestra amistad terriblemente fuerte… tanto que pensé que quizá podrías salvarme, pero no ha sido así.

Aún me queda algo de lo cual debo deshacerme.

Jamás he creído en nada, la vida tiene un curso natural, y ese curso es matar o morir, solo los fuertes sobreviven, y yo soy tan débil que debo de acabar con todos los que sean más fuertes que yo. Hasta que te encontré.

Tus ojos mostraron una determinación increíble. Quería matarte, lo deseaba tanto, no podía tolerarte. Y ambas estábamos decididas a acabar la una con la otra, pero tu bondad, tu maldita bondad te hizo entenderme, y te hiciste mi primera amiga con un simple y sencillo abrazo.

Hoy todo es tan diferente, estas en el suelo, derrotada, te cuesta tanto respirar…

— ¿P-Por qué?

No contesto, simplemente miro como mueres. Como tu piel está siendo corrompida por sangre.

—No es sencillo, esta es una simple historia que tarde o temprano se repetiría— sonrió, tan sinceramente como lo he hecho para ti, pero esta sonrisa es distinta, es la pura manifestación de la locura.

Me acerco. Lentamente. Saboreando tu agonía.

Sabes que es el final, y me ves con los mismos ojos llenos de determinación que ese día en que nos volvimos amigas y me sonríes tan tiernamente que empiezo a llorar frente a ti. Te estás desangrando. Todo es mi culpa.

¡Yo no merezco esto! ¡No merezco tu sonrisa! ¡No sé cómo tratar con esto!

—Te quiero… Crona.

Y yo te detesto por hacerme quererte.

De una sola apuñalada en tu pecho termino lo poco que te queda de vida. No soportaba verte así.

Algo sale de ti, es pequeña y blanca, tan pura: tu alma. Le tomo entre mis brazos para darle un fuerte abrazo, tiene alas, como si fuera un ángel, eso eras Maka ¿No es así? Eras el ángel que trataría de salvar mi sucia alma, que aunque sabía que fallaría no se rendía. Aun con mi rostro lleno de lágrimas lo llevó a mi boca, le doy un pequeño beso, apenas rozándola con mis labios, y sin ninguna vergüenza, la devoró.

Si…Esto solamente es una historia que se repite una y otra vez…

Es una historia de matar.


¿Reviews?