Cuando vio el cuerpo de su primo derrumbarse, su rostro antes imperturbable se llenó de un nuevo y nunca antes explorado sentimiento. Miedo.

Soy un monstruo.

No

La sensación de algo oprimiendo su estómago se disipó lentamente, un calor ligero, sutil, comenzó a apoderarse de sus sentidos. Dirigió su mirada a la figura inerte frente a él.

Hilos de colores, danzando en el aire, parecían desprenderse del cuerpo de Shisui. Todos brillantes, alegres, se acercaron al primogénito de Fugaku enrollándose en sus brazos y piernas, rodeando su torso y alrededor de su cuello. Vida.

Soy un asesino

En el momento en que se fundieron hasta convertirse en uno solo, por fin logró comprenderlo. Jamás volvería a ser solo un Uchiha.

Cuidaré de ti, Shisui

Uchiha Itachi sonrió de lado antes de marcharse de la escena del crimen, sus ojos rojos brillando con su recién adquirida habilidad. La sensación cálida ya completamente apoderada de su ser.

¿Sientes el poder?