Estaba viendo una película llamada Jack de corazones rojos y empecé a preguntarme que, ¿qué pasaría si James nace con algún tipo de autismo (de los más leves)? Entonces, aquí está este fic que espero disfruten. Aclaro que los personajes pertenecen al maravilloso mundo de Marvel Comics, mezclados con la sinopsis de una película ajena a mi autoría. Aclaro también que es un Universo Alterno y pasaré por alto Civil War. Tampoco soy médico como para tener conocimientos profundos sobre el autismo, por favor disculpen mi ignorancia sobre el tema.
Los primeros meses habían sido cruciales tras el diagnóstico de James, a quien más afectada se veía era Natasha. James progresaba relativamente, tenían citas con buenos doctores, intentaban cada plan que hubiera funcionado con otros chicos y al parecer, todo esto estaba dando resultado, el pequeño empezó a ser más sociable con el equipo, en especial con su papá.
Caminó con prisa hasta llegar al departamento de la pelirroja, había estado llamándola mientras se encontraba en el Cuartel General y no había contestado sus llamadas, así que condujo lo más rápido posible hasta llegar a la torre; James se encontraba en su habitación jugando con unos trenes cuando el soldado entró a su habitación, alzó la mirada por un momento y luego volvió a concentrarse en su juego.
Natalia no se encontraba ni en la sala ni en la cocina, ni siquiera en la habitación de James, así que el único lugar donde faltaba buscar era en su habitación, cuando entró tropezó con varias cosas que estaban tiradas en el suelo, intentó abrir la puerta del baño —¿Nat? —llamó Steve mientras sostenía a su pequeño hijo de cinco años que se había levantado de jugar para que lo abrazara —¿Nat? ¿Estás bien? —preguntó de nuevo, esta vez preocupado, su esposa llevaba un tiempo considerable allí dentro. Empezaba a preocuparse de no escuchar una respuesta proveniente del otro lado de la puerta, decidió dejar al pequeño en su habitación para que jugara con sus juguetes. —Voy a abrir —advirtió cuando volvió a la habitación. Respetaban mucho el espacio de cada cual, motivo por el que la mayoría de ocasiones la puerta estaba sin seguro y se tocaba primero; pero no esta vez, cuando al intentar abrirla no pudo. Su corazón empezó a latir aceleradamente. Algo no andaba bien. Natalia no contestaba.
Un sentimiento de ansiedad empezaba a desintegrarlo desde adentro. Rápidamente tomó las llaves del cuarto de baño y abrió. Su corazón pareció detenerse por un momento para luego dar paso al rápido golpeteo del mismo. Estaba llorando, su corazón se partió. Un frasco de somníferos estaba tirado a un lado de la bañera y el espejo estaba roto.
—No puedo hacerlo —lloraba desconsoladamente sin dejar ver su cara, estaba sentada en posición fetal, llevando únicamente ropa interior negra, pero aun así se podían observar varios cortes frescos en su abdomen, brazos y piernas.
Steve permanecía inmóvil sin dar crédito a lo que veía, es decir; por una parte, podía imaginarse que Natasha era una mujer que podía quebrarse luego de tanto aguantar, siendo ese uno de los motivos por el que la protegía mucho; pero otro lado no podía imaginarse que ella pensara ese tipo de cosas. Se sentía enfermo, mareado y destrozado de ver aquel panorama y a la vez conmovido. Se acercó a ella y se sentó sobre sus rodillas.
—¡Eh! No llores, está bien, en serio. Ya pasó. Tranquila.
Después de un largo rato cerró los ojos por el cansancio y volvió a hablar. —Él me odia —para ella decirlo le dolió y para él escucharlo le partió el alma, quería que no fuese verdad, sabía que no lo era, pero por otro lado él había visto la actitud de su hijo con la pelirroja, cuando estaba con ella era tan distante y abstraído a diferencia de cuando estaba con él o con alguien más del equipo —es mi culpa, no he sido una buena madre —eso era mentira, había sido una excelente madre, lo que sucedía es que no era buena consigo misma, se exigía demasiado; ahora entendía muchas cosas, entendía lo duro que debió ser su infancia y entendía que Natalia aún no le había contado toda su historia.
Cuando la rusa se desmayó se dio cuenta que ella no se refería a no poder tomarse las pastillas, sino, a que no podía ser la mamá de James, entonces pudo notar que su piel estaba más pálida de lo normal y sus labios y dedos se estaban comenzando a poner azules, rápidamente la envolvió en una toalla y la cogió con ambos brazos intentado ser muy cuidadoso para llevarla a la enfermería.
Al pasar por la sala la joven bruja se llevó una mano a la boca sin poder dar crédito a la imagen que veía.
—James quedó en la habitación, ve a verlo —ordenó Steve sin esperar una respuesta, conocía a su equipo, eran también su familia.
Inmediatamente la castaña se dirigió a la habitación del pequeño junto con Visión mientras marcaba el número de Clint quien en ese momento se encontraba en SHIELD.
Se había levantado temprano. Tenía una cita con el doctor de James para hablar de su progreso. Natasha no pudo asistir, por lo que aprovechó en hablarle al doctor de la relación del pequeño con su madre. Era el doctor de la familia después de todo, además de que conocía un poco del comportamiento de la pelirroja y su personalidad.
—Steve —habló el médico —como amigo de la familia y como Médico, te recomiendo que mantengas vigilada a Natasha; es decir, hay varios factores que le pueden afectar y conociéndola creo que hasta podrían hacerla sentir culpable hazle saber que no es culpa suya, pero creo que puede estar sufriendo depresión post parto, la depresión post parto no siempre llega enseguida, en algunas ocasiones puede ocurrir después de varios años, además hay que incluir el hecho de que James no le diga mamá, ambos sabemos que aunque ella se hubiera negado muchas veces a querer un bebé, ella quería uno y ahora que lo tienen ella puede no sentirlo como tal.
Al llegar a la torre la había buscado por todo el piso sin poder dar con ella hasta que se le ocurrió subir a la terraza, lo cual empezaba a ser un hábito en ella,
—Todos los niños llaman mamá a sus madres a los cinco años, en todo caso, él habla con casi todos en la torre menos conmigo. —dijo al notar que el rubio se encontraba detrás de ella. Había caminado con paso presuroso hasta llegar a la terraza, necesitaba urgente un cigarrillo, la ansiedad, el enojo, la indiferencia de James hacia ella; estaba asustada de sí misma, su mente empezaba a funcionar a mil por hora, no podía detener la ola de pensamientos que la estaban atacando. Aquella acción la relajaba, sabía que no estaba bien, incluso desde que se enteró del embarazo de James, no lo hacía.
—Solo dale un poco de tiempo —dijo su marido con la voz un poco apagada, después de todo era cierto, James se había vuelto más sociable y abierto con las personas, excepto con ella.
—Es mi hijo, tiempo es todo lo que tiene. Es solo que duele. —al decir esto, su voz de quebró. Le dolía tanto que su propio hijo no pudiera relacionarse con ella, que no dijera mamá, que no la mirara a los ojos. Todo dolía.
Steve se colocó delante de ella y delicadamente la abrazó colocando su barbilla en su cuello luego de que ella inclinara un poco la cabeza hacia el lado izquierdo.
—Sabes que te amo, ¿verdad? —dijo Steve acariciándole las mejillas, acababa de despertar, el rubio había pasado toda la noche a su lado luego de que saliera de cirugía y lo primero que dijo fue eso. Después de haber hablado cosas triviales (las preguntas sobre lo ocurrido el día anterior estaban en el ambiente, ninguno de los dos se atrevió hablar al respecto), el rubio se disculpó porque tenía que salir para que Clint hablara con ella.
—Steve y yo estuvimos hablamos y creemos que lo mejor es que pases en la torre, que descanses, nada de misiones; por lo que entendí cuando hablábamos de tu rehabilitación, me da a entender que no le has hablado del hospital en Brasil, no es mi deber hacerlo, pero pienso que eso ayudaría en su relación —dijo Clint luego de que la saludara con un beso en la frente y se dirigiera al ventanal. Había sido necesario el traslado de la pelirroja de la unidad médica de la torre al hospital luego de que los médicos dictaminaran que tenían que hacer un lavado de estómago, limpiar las heridas, cocerlas y ubicarla en la sala de psiquiatría.
—Está bien.
—No deberías guardarte las cosas tanto, nos preocupas aún más cuando no hablas.
—Estoy bien.
—¡Dios! Nat, ¿estar bien significa tomarse un puñado de pastillas y lastimarte? —giró para mirarla y luego volvió a fijar su vista al exterior.
La pelirroja se encogió de hombros y desvió la mirada, en ese momento en lo único que pensaba era en escapar de ese lugar y si ello requería mentir, lo haría. —Solo quiero irme de este lugar, sabes que odio los hospitales —habló sin alterar un solo tono su voz.
—Todos te amamos, ¿sabes?, pero no dejaré que me manipules, sé que no eres sí, me jode realmente cuando construyes muros.
Natasha agarró la sábana con fuerza en sus puños para no mostrarse débil, quería hablar y cada vez que lo intentaba una voz en su cabeza le repetía que iba a verse ridícula, la gran viuda negra sintiendo dolor y llorando.
—Joder, ¿Clint? —el castaño rubio quien se encontraba de espaladas a ella mirando por el ventanal llover, se giró cuando se asustó al escuchar su voz quebrada y se acercó a la cama de su mejor amiga. Al verla llorar la abrazó instantáneamente, cuando dejó de llorar se separó un poco para darle espacio en caso de que quisiera hablar, pero sin romper el abrazo —no lo hice adrede, solo me desesperé, un segundo estaba bien y al otro sentí que todo estaba fuera de órbita.
Si alguien quiere ser mi editor, por favor comuníquese conmigo, necesito uno urgente porque a veces hay cosas que se me pasan por alto.
Jajajaj me está gustando cómo va quedando esto, sé que muchos piensan que Wanda es más susceptible a estas cosas, pero me gusta jugar con el personaje de Natasha, cuando nos guardamos mucho tiempo las cosas la inminente explosión es brutal. Sé que aquí está algo fuera del canon, por lo general la imagino como Olivia Armstrong (me enamoré de ella desde que mi hermana menor me obligara a ver Fullmetal Alquemist Brotherhood).
Pd: Yo también recomiendo ver FMAB, es muy hermoso, aunque les aconsejo que no se encariñen con Roy y Riza como yo y si ya lo hicieron, bienvenidos al club de corazones rotos por culpa de shippear compulsivamente.
En fin, esto es todo por ahora, aún no me decido si continuarlo o no, ni siquiera he actualizado los capítulos de los otros fanfictions que ya he subido. Agradezco de antemano sus comentarios. Besos.
