Bueno aquí una pequeña historia celebrando el cumpleaños de los gemelos weasley a los que tanto queremos x3. En honor a sus bromas y los buenos momentos que nos hicieron pasar en la lectura.
Este fic participa en el Reto especial "Feliz cumpleaños Gred y Feorge" del foro "Las cuatro casas"
Declaimer: ni los personajes, ni los espacios, ni nada relacionado con Harry Potter me pertenece. Su dueña es J.K Rowling. Yo sólo los tomo prestado para la entretención y sin fines de lucro.
Retretes saltarines
El día había estado extraño para Hogwarts desde el momento en que los gemelos Weasley se despertaron temprano, tranquilos y ordenados. Se habían dirigido al gran comedor casi sin hablar con nadie pero saludando a todos. A la hora de almuerzo, incluso Peeves estaba extrañado de no haber visto nada de Sortilegios Weasley por los pasillos o jardines.
Por ello, había decidido seguirlos durante todo el día, con la intención de ver algo emocionante surgir de quienes parecían ser los únicos estudiantes con un poco de sentido del humor de todo el colegio. Así, fue el único testigo del momento en que el mejor amigo de ambos, Lee Jordan, se les acercó en la orilla del lago, interrogándolos sobre su repentina impasibilidad.
- ¿Sabías que la semana pasada nos castigaron por culpa de Filch, Lee? – inquirió Fred.
- Sí
- ¿Y sabías que hoy es el cumpleaños de Filch, Lee?
- Hemos pensado en darle un regalo, esperamos que le guste – agregó George.
Y la sonrisa de ambos no podía significar nada bueno, pero como Lee era Lee y los conocía desde el momento en que esa mente maligna había empezado a desarrollarse sólo se limitó a sonreír, del mismo modo que lo hacía Peeves detrás de uno de los árboles del lugar.
Así que todo el día se mantuvo tranquilo, más tranquilo de lo que todos esperaba por lo que, poco a poco, los profesores comenzaron a inquietarse, incluso los fantasmas y los cuadros estaban extrañados.
Todos menos Filch.
El conserje no había tenido un mejor día desde hace tiempo. Comía chocolates que le había regalado Madame Pomfrey y no había tenido que borrar vómito o sangre de ningún pasillo, como normalmente ocurría con los testeos que realizaban los gemelos Weasley.
Así que era un buen día, bonito, incluso.
Por eso no se quejó cuando McGonagall le pidió que fuera a revisar los baños, porque varios alumnos se habían quejado de que eran un desastre. Peeves no tardó demasiado en pillarlo a la mitad del pasillo y comenzar a cantarle "Feliz cumpleaños", adaptando la letra con palabras groseras y malsonantes.
Sólo se detuvo cuando vio al par de pelirrojos y a su moreno amigos apoyados casualmente en una de las paredes, fuera de la vista del conserje pero con unas sonrisas que indicaban antelación.
No pasó demasiado.
Un segundo.
Dos.
Tres.
La puerta del baño se abrió con fuerza y el conserje salió corriendo por el pasillo, seguido de cerca por unas grandes masas blancas que Peeves solo tardó unos segundos en reconocer, estallando en carcajadas casi de inmediato, al tiempo que el anciano hombre gritaba a todo pulmón en busca de algún profesor.
- ¡Retretes saltarines! ¡Retretes saltarines!
Eso es todo :D espero que les haya gustado. Espero sus reviews para poder mejorar cada día más.
