Buenas a todos. Este es mi primer fanfic sobre ellos así que si hay algunas personalidades no concuerdan perdón. Lo hice porque mayoritariamente tenia muchas ganas de escribir sobre los pingüinos y ademas porque se lo debía a una amiga que esta tan hundida ene este fandom como yo. Este capitulo solo viene a explicar a grandes rasgos que ocurrió. EN los futuros capitulos (que seran aproximadamente 3) se contaran más detalles.

Con eso dicho espero que lo disfruten 3

PD: Soy un asco escribiendo partes de acción


La sordera a causa de los balazos aún estaba presente en los oídos del capitán del equipo, al igual que las manchas de sangre en su camisa, tanto enemiga como suya, Skipper diría que mayoritariamente era de los imbéciles que creyeron que podían con él, aunque eso no quitaba el hecho de que su ropa estaba rasgada en varios lados exponiendo su carne herida y la sangre ya seca que brotaba de ellas "Los otros salieron peor" pensó para sí mismo.

Levanto la mirada para ver a su equipo. Kowalski iba cojeando de una pierna delante de él afirmándose de Rico quien parecía haber sido el menos herido del equipo, aunque las apariencias fácilmente engañan y bien lo sabía Skipper ¿Cuántas veces él mismo había aparentado estar bien para no preocupar a los demás? Más de las que pudiese contar, sumando esta ocasión a la lista. Camina erguido sin signos de debilidad a pesar de la pérdida de sangre, la sordera temporal y los cortes y magulladuras ganadas durante el combate.

Cómo fue que las cosas acabaron tan mal se preguntaran algunos. La respuesta es simple de decir, hasta un poco insultante para los pingüinos, pero una "emboscada" no siempre es algo tan mundano como suena. Se habían enfrentado miles de veces a estas o ellos mismos habían planeado estas, pero todo está en cómo se ejecute y los cuatro salieron tan lesionados es porque esta fue una emboscada bien planeada.

Como parte del servicio secreto, el escuadrón estaba acostumbrado a desbaratar bandas de tráfico internacional, eran un simple juego de niños para ellos, tal vez fue ese su error, subestimar a su contrincante.

Se infiltraron como siempre en el edificio donde las operaciones principales de la organización se ejecutaban. Todo iba bien, demasiado bien, eso debió haber hecho levantar las sospechas de Skipper en una primera instancia, pero estaba tan acostumbrado a que estos lugares tuvieran tan bajo sistema de seguridad que solo lo tomo como una despreocupación ajena. Su primer error.

Llegaron a la habitación principal donde se supone que debía encontrarse la información vital, el centro de comando de las operaciones y obviamente el jefe. Pero al entrar en el cuarto se percataron que estaba extrañamente vacío. No había guardias, no había cámaras, no estaba el líder. Y ahí Skipper logro darse cuenta de lo que sucedía. Los estaban esperando. Antes de que pudiera suceder algo ordenó a los demás que sacaran sus armas.

Fue un movimiento preciso, casi demasiado justo para el gusto del mayor, pero si no hubiese sido por eso tal vez ahora las heridas deberían tratarlos no en su hogar, sino que un hospital.

Lo que vino a continuación solo puede resumirse en caos. Balazos por todos lados, gente armada llegando a la habitación y en pocos minutos se vieron rodeados y superados en número. Nada fuera de lo normal hasta ahí. El problema real fue cuando empezaron a separarlos. Siempre trabajaron mejor como una unidad, por separados eran rivales formidables, pero sin quien te proteja la espalda las cosas son complicadas.

Skipper tenía plena confianza en sus hombres, sabía que podrían con esta gente, pero eso no evito que tratara de volver a reagruparse en más de una ocasión fallando miserablemente.

Todo se empezó a ir al carajo cuando después de haber fallado nuevamente en su intento de juntarse una explosión sucedió, de inmediato giro su vista para ver a Rico, pero logro notar que este estaba tan sorprendido como él.

"No podemos seguir así. Evacuen de inmediato" ordeno el jefe de los mafiosos "Haremos que estos imbéciles se hundan con el edificio. A ver si salen vivos de esto."

"No lograras salirte con la tuya" Dijo Skipper confiado "Rico destruye las salidas. Nadie se ira de aquí a menos que sea en una tumba"

Ni Skipper ni el Mafioso pensaron que esa simple orden los llevaría a todos a su propia tumba de concreto. Tanto la explosión del edificio como de las entradas sucedieron simultáneamente dejando a la gran mayoría de los hombres atrapados en el cuarto mientras poco a poco los pisos de abajo empezaban a colapsar. No tenían tiempo, ninguno de los bandos.

Fue ahí cuando las cosas se salieron de control.

Peleando prácticamente mano a mano, los hombres lucharon ya que cualquier uso de armas podría hacer que todo se les viniera encima. En esa pelea por escapar uno de los mafiosos agarro un tubo y lo impacto contra la pierna de Kowalski haciendo que el hombre alto callera al piso sacando rápidamente su pistola para disparar a su atacante. EL tiro fue certero, pero solo fue el puntapié inicial para que los demás sacaran la artillería pesada.

Skipper recuerda que los disparos de la escopeta que llevaba el jefe dispararon dos veces cerca de su cabeza antes que lograra llegar con cabo y tirarlo contra un montón de escombros para protegerlo. El niño desenfundo una pistola de su cinturón y con suma precisión disparo al jefe en el pecho haciendo que este callera hacia atrás muerto. Bueno por lo menos uno de sus objetivos se había cumplido.

Giro la cabeza para ver cómo estaban el resto de sus soldados. Rico había logrado cubrir a Kowalski antes de que lograran herir a ambos. Soltó un suspiro aliviado.

El resto de los atacantes no fue mucho problema. Antes que se dieran cuenta ya estaban afuera del edificio destruido. No habían conseguido la información necesaria, pero por lo menos habían logrado destruir la organización y matar al jefe. Skipper tendrá que excusar a todo su equipo y discutir con la comisión después por no haber conseguido los datos. No le importaba hacerlo si lograron realizar el operativo casi en su cien por ciento y por sobre todas las cosas, no le importaba tener que aguantar una latosa conferencia para explicar sus fallas si eso significaba que había logrado sacar con vida a su equipo, su familia.

Ya de vuelta en la guarida no intercambiaron muchas palabras. Todos estaban heridos y cansados así que nadie tenía ánimos de platicar. Dejaron el equipo tirado en el comedor antes de que cada uno se fuera a su habitación a reponerse o eso es lo que creían.

Esta noche aun no acaba y será más larga de lo que ellos piensan.