- Aome vas a llegar tarde.. Despierta princesa- Susurraba la madre de la joven que estaba pacíficamente acostada en su cama, mientras acariciaba su mejilla con tranquilidad –Aome vamos te voy a preparar el desayuno- finalizó mientras salía de la habitación.

La joven comenzó abrir perezosamente sus ojos color café, y empezó a estirarse despacio hasta que vio su reloj. Por la sorpresa de lo tarde que era cayó de su cama generando un poco de dolor en sus rodillas. Quiso quejarse del dolor y de cómo se podía quedar dormida, pero era demasiado tarde para eso. Comenzó a vestirse mientras se miraba al espejo viendo qué hacer con su cabello, el cual era un desastre, entro al baño y termino de preparase en solo 5 minutos.

Prov Aome

Me presento, mi nombre es Aome Higurashi, tengo 17 años y estoy en el último año de secundaria, bueno en realidad hoy es mi primer día en una nueva escuela, nueva ciudad, nuevo país, la verdad no conozco a nadie más que a mi familia y a mi novio por supuesto, ya les contaré de él cuando lo vean. En mi casa vivimos mi madre que ya la conocieron, mi hermana Rin, y mi hermano Sota, ha también mi abuelo y mi abuela, pero ellos viajan mucho, así que se los presentaré después.

Me siento muy nerviosa, nunca antes me había cambiado de escuela pero voy a estar con el amor de mi vida así que no importa, hace mucho tiempo que no lo veo. Él se mudó un año antes que yo, ya que él pudo rendir un examen de ingreso y entro con honores, yo lo intenté justo al terminar el año pasado y también ingresé con buenas calificaciones. Estoy segura de que será un hermoso año para los dos. Por otro lado tendré que empezar de nuevo, nuevo régimen de estudio y nuevos amigos. Amo mi uniforme, es delicado y suave, mucho mejor que el que tenía. Uso unos zapatos finos de color negro, media blanca corta, una falda color rojo con pequeñas tablas, la cual me llega a medio muslo, y mi camisa en blanca con detalles rojos con pequeñas mangas en forma pompón con un lazo rojo en el cuello de la camisa. Mi pelo es negro azabache muy lacio y me llega hasta la cintura. Cuido mucho mi aspecto físico, me gusta hacer ejercicio y también me gusta mucho cantar, aunque solo lo hago cuando estoy sola.

-Bueno ahora un poco de maquillaje…. Se que a él le gustará mucho- susurré para mí misma mientras me lo aplicaba frente a mi espejo de cuerpo entero.

-AOME vamos a desayunar!- gritó alegremente Rin al entrar a mi cuarto la cual ya tenía su uniforme de primaria.

-Bueno vamos pequeña- le dije tomándola de la mano dirigiéndonos a la cocina bajando la escalera.

Bueno como les dije tengo dos hermanos, Rin de 8 años, una pequeña traviesa es un ángel y muy bondadosa, físicamente es muy parecida a mí, su cabello igual al mío pero siempre le gusta llevar una pequeña colita en la parte superior en su cabeza, tanto Sota como ella tienen el mismo uniforme. Y Sota, él ya tiene 12 años, es todo un hombrecito, enamoradizo si eso sí, muy dulce y atento. Nadie me creería que mi familia vive en paz. Ahora todos estamos aquí, aun no terminamos de desempacar ya que hace dos días llegamos, cuando lleguen mis abuelos les contaré de ellos.

Una vez que desayunamos busqué mis libros, mi credencial y los horarios, los últimos papeles que debía entregar en la secundaria, me perfumé, revise mi cabello, mis dientes y mi uniforme, creo que estaba lista. Estaba por tomar mi abrigo pero….

Toki toki toki…. (sonó mi celular)

-¿Quien será? – Mencioné en voz alta sin darme cuenta abriendo un texto recibido.

"Hermosa no podré recogerte hoy, lo siento mucho, tenía muchas ganas de verte Higurashi, nos vemos allá, te llevaré un obsequio, te amo."

Luego de leer el mensaje tomé mi bolso con todo lo que necesitaba y me despedí, si el no me buscaría … quería decir que llegaría tarde sino me apresuraba. Estaba lista para mi primer día… mi último primer día de secundaria. Pero claro no todo podía ser perfecto, a la mitad del camino comenzó a correr un brisa fría, muy fría para mi gusto y no tenía ningún tipo de abrigo.

Al salir de casa al poco andar me di cuenta que el clima no era nada parecido al de mi antigua ciudad, prácticamente me estaba congelando, y si… me olvidé mi abrigo, pero ya era tarde, no quería llegar tarde el primer día. Luego de 25 minutos llegué a mi destino, mi nuevo colegio, estaba dispuesta a hacer mi mejor trabajo, aunque mi mayor objetivo era acompañar a mi novio después de un año completo de una relación a distancia, ya que solo nos veíamos cuando me visitaba una vez al mes, y claro video llamadas y mensajes. Tenía ganas de verle, de estar a su lado, pues claro llevamos 3 años de relación y este último año nos dio a entender que si queríamos seguir juntos.

Al pisar el primer escalón pude divisar a muchos alumnos y de inmediato pregunté a los encargados del colegio anunciando mi llegada y mi traslado al colegio. Me dirigieron a mi nuevo salón, el cual quedaba en el edificio de enfrente de la entrada y debía atravesar el espacio de recreo para llegar a él. Había muchísima gente, algunos muy tranquilos otros muy exaltados por volverse a encontrar con sus respectivos amigos, yo aún trataba de llegar al otro edificio, con mucho mucho frío aun y unos pasos antes no pude evitar estornudar lo cual hizo que algunos me miraran y contestaron con un "salud".

Prov Inuyasha.

Era el primer día de clases, otra vez…. Cuando terminará esto? Siempre me preguntaba lo mismo, por fin era el último año, nunca me costó tener buenas calificaciones pero mi vida se había vuelto muy monótona, siempre la misma historia, siempre la misma rutina. Pero tenía la sensación de que hoy sería diferente. Llevaba mi uniforme escolar, zapatos negros, un pantalón de vestir negro un poco grande, camisa blanca con adornos rojos y corbata roja, y mi toque infaltable, chaqueta de cuero negra. Arreglé mi cabello plateado y corto, batiéndolo un poco, estaba listo. Estoy acostumbrado a recibir saludos y miradas de las chicas más lindas del colegio, gracias a mi look. Me gusta pensar que soy un galán.

Estaba a punto de ingresar al edificio donde estaba mi salón pero sentí que había alguien nuevo que todos los chicos miraban, así decidí darme la vuelta y apoyarme con mi espalda y un pie en la pared de afuera del salón buscando al nuevo. Pronto se acercó un amigo para colocarse a mi lado imitando mi posición.

-Inuyasha- saludó- ¿viste a la preciosura nueva?- dijo Miroku en tono tranquilo guiándome con la mirada.

Mis ojos se encontraron con una chica hermosa, cabello negro, un poco más baja que yo, con una mirada decidida y tranquila, parece que buscaba algún lugar, me imagino que su nuevo salón, estaba decidido a ser yo quien la ayudara, no porque fuera un pervertido, no claro que no, pero tampoco podía perder la oportunidad, ósea, hasta parecía una diosa en su uniforme, debía conocerla y pronto. Al parecer tenía frío ya que temblaba, era la única chica sin abrigo en todo el colegio, y hacía frío, todo el año a esta hora hacía frío lo que me dio a pensar que tampoco era de aquí. Rápidamente me saqué mi abrigo de cuero, no me importaba pasar frío si podía conocerla pronto. Me dirigí hacia ella despacio, ella estornudó, todos le desearon salud educadamente, no me importó las miradas de los demás, estaba tan cerca de ella…