Palabras de Antemano

Antes que nada quería advertir: éste escrito a pesar de no estar largo contiene cantidades de violencia leve y lenguaje vulgar, que probablemente sea catalogado como grim-dark, de ahí la clasificación M. Debido a ser un cuento, serán cortos los capítulos, y seré lo más breve que pueda para terminarla.

Hubiera querido agradecer a un gran ilustrador; tabla que sostiene éste escrito, una motivación. No podré nombrarle debido a que no fui capaz de encontrarlo, y su ilustración no portaba firma, por lo tanto, te agradezco ilustrador anónimo, al igual que el publicador: Jade Sharp, en el lecho de una excesiva cantidad de imágenes, y si de algo a de servir, éste solo será una versión literaria de la ilustración, y si ésta historia ya había sido escrita, perdonadme, puesto que la borraré y todos contentos, si no es así, espero que mi dilatación y esfuerzo valga la pena, feliz Halloween o Día de Muertos, en mi país ya no perdura la verdad ni la misericordia, por ende, escribo el verdadero escrito.

Para Jade Sharp, un verdadero genio a la hora de recolectar arte. Que mis líneas te eleven a tu autoestima, y viceversa.


Prólogo

Hay ocasiones en las que, por mas que se intente solucionar, no da éxito, en las que, por más que pese, no se sabrá el porqué de ese mal, puesto que ese caso ya se daba desde años y siglos antaño. Hasta tal punto de ser agobiante y áspero. Puesto que hay cosas que si son verdad y otras que no lo son. Pero, ¿cómo lo sabríamos? Básicamente y retomando viejos recuerdos, el pony en su mayoría de veces es unánime a la hora de aconsejar, o bien en términos de entablar una conversación.

Se debe más a una lealtad que generosidad, y éstos no sólo son algo que eludir, en cambio, la verdad permanecerá oculta en la generosidad y viceversa. Nosotros los ponys estamos condenados, maldecidos. Soy uno de ellos, pero éstas líneas harán que me reconcilie, eso espero. Eso anhelo. Pero, haber conocido a esa yegua de crin morada, rizada y enrollada no me hacía ver un semental cualquiera, de hecho, había anhelado esos últimos acuerdos con ella. Algo parecido a eso, y cuando ella me pidió ayuda, no le respondí, en cambio, acudí a compañeros y compañeras suyas a resolver su problema, un problema bastante grave y sobrenatural, algo de lo que nunca antes había experimentado, ni que los otros habían visto.

Parecía mentira, pero la verdad suele ser peor que la mentira. Y me alegro de que no me la había dicho en su momento, me volvería a ella y le respondería: "Lo siento dama, pero no puedo ayudarle", puesto que pensaría que estaba chiflada por el mero hábito de contarme algo que nadie jamás, ni pagándome creería. Pero tremenda y rotunda sorpresa me lleve al verlo, era el Anticristo, algo parecido, pero de algo estábamos seguros, "de esa bestia de ojos encarnados no venía a hacer el bien en la tierra" me lo había dicho casi susurrando, y lo aceptaba.

Sólo ver la criatura me desconcertaba, era algo que al ser visto quisieras arrancarte los ojos para jamás volverlo a ver, algo que todo los ponys soñarían en terribles pesadillas, y lo supe al verlo, sabía que me perseguiría en mis sueños hasta que muriera, pero no podía dejarla sola, necesitaba mi ayuda, nuestra ayuda.

Ella se estaba volviendo loca, algo le traspaso a la mente de la yegua que la agobiaba, pero nadie sabía que podía ser, ni la científica Twilight lo entendía, era un enigma de otro mundo, o universo, algo que el pony no quisiera encontrar. Pero seré sincero, el pony quiere descubrir, y si aborrece a algo como ésta criatura, es que no estamos listos para investigar, mucho menos para encontrar más vida después de la nuestra.

Entonces sólo significaba una cosa, y mis antiguos compañeros lo entendían, el ser no se movía, estaba mortecino. Ahora que estoy más cuerdo en mi dulce hogar, he de comprender ésta escritura y impregnarla en la hoja, los ponys deben enterarse, deben saberlo, deben saber que hay más vida. Pero, ¿esa criatura realmente estaba viva, o sólo fue poseída por una criatura que nosotros o la yegua convocamos? Nunca lo sabremos, pero si de algo he de decir, es que nuestro entendimiento no es tan evolucionado como planificamos, tengo que escribirlo, escribir la verdad. Sé que la verdad duele, pero es mejor que vivir siendo un mentiroso.

Escribiré la primera plana y asomaré por la ventana, la máquina de escribir aguarda. Al menos deseo que el pony lo entienda, y que las gobernantes de Canterlot me perdonen, les he fallado, y para ustedes ya no soy más que un viejo harapo que sólo necesita ser tirado para estar realmente libre.

Por lo menos estoy feliz de que haya salido de esa esfera imaginaria en la que contiene a la mayoría de los ponys. La segunda aguarda, y finalmente la tercera ya está escrita. Perdóname Rarity, gracias a ti éste escrito será posible; posible como el cuarto. Que ahora mismo gobierna en la hoja manchada de tinta. Vive por siempre Ecuestria.

¡Que la cuarta me despida, que así sea!