Disclaimer: Shingeky no kyojin y todos sus personajes no me pertenecen. Son propiedad de Hajime Isayama.
Advertencias: historia de temática yaoi.
Notas al final.
Levi Ackerman, uno de los chicos más cotizados del instituto Sina; a pesar de no ser muy alto era muy atractivo, su cabello negro con corte militar un poco extraño, rapado de atrás y a los lados, en el rostro le caían unos mechones de su cabello negro como la noche que contrastaba perfectamente con su piel blanca como la luna, aún siendo un chico su rostro era demasiado lindo y suave, sus ojos azul oscuro que te robaban el alma con solo verlos. Era el chico más inteligente de la escuela, su cuerpo delgado pero atlético, sin un gramo de grasa en el, eso y más lo convertían en todo un casanova.
Su eterno rival desde el jardín de infantes era Eren Jeguer, un chico moreno, alto, cabello castaño y un poco largo, siembre cargaba su cabellera despeinada que iba perfectamente con su actitud despreocupada, ojos alegres y encantadores, su piel tostada por el sol, cuerpo atlético igual que Levi, sin embargo, no era muy inteligente, pero si era demasiado atrevido.
Ellos dos eran unos mujeriegos, no duraban mucho con las chicas, siempre que conseguían lo que deseaban las desechaban. Ambos eran completamente diferentes, uno era serio, el otro demasiado alegre; alto, bajo; inteligente, idiota; frío, caliente.
Su rivalidad comenzó en el jardín de niños donde ambos asistían. Eren estaba enamorado de la profesora Petra Ral en ese entonces. Levi siempre fue muy listo, Eren por su parte era todo un desastre. La profesora, por alguna razón que el castaño desconocía, era muy apegada al pequeño Ackerman.
Lo que Eren no sabía era que en la casa de Levi había muchos problemas, su madre era una prostituta drogadicta y su tío era un vendedor de drogas que lo golpeaba de vez en cuando. Por eso la maestra cuidaba mucho a Levi ya que era su vecina.
Cuando ingresaron a la primaria tuvieron la suerte de quedar juntos nuevamente. Levi siempre serio, pero con un aura de superioridad y misterio que atraía a los demás. Eren era vida, siempre sonriendo, corriendo de aquí para allá, disfrutando de la vida. La manzana de la discordia ahora era una chica rubia de ojos azules, su nombre Chrysta. Ella muy tierna, una pequeña princesita demasiado linda que se sentía inmensamente atraída hacía el pelinegro, y Eren se sentía atraído hacia ella, mientras que Levi sólo pensaba en la inmortalidad de los cangrejos.
Pasaron los años y la rivalidad entre ambos aumento. Cuando tenían catorce años se corrió el rumor de que Levi Ackerman estaba saliendo con una universitaria, lo cual no era mentira. Cuando Eren lo comprobó se enojó mucho y no queriendo perder ante su rival se consiguió una chica de preparatoria. Luego se entero de que Levi andaba con otra chica y él hizo lo mismo; así sucesivamente. Ahora ambos estaban por entrar a la universidad.
Levi por su parte ignoraba completamente a Eren. Eren era el único quién competía con Levi sin que el pelinegro se diera cuenta.
El chico Ackerman salía con varias chicas buscando en ellas placer, los rumores decían que siempre conservaba la ropa interior de cada una de sus conquistas. Al parecer era un fetichista obsesionado con la ropa interior femenina. Muchos chicos comprendían su fetiche e incluso lo compartían. No tenía muchos amigos, pero siempre podía contar con una chica rara de lentes y un rubio cejón.
- Eren mira quién va ahí - comento Jean uno de los mejores amigos del castaño, mientras señalaba a Levi que iba caminando con Mikasa.
- Espera ¿Qué? - dijo gritando Eren - ¿Qué demonios hace ese enano con Mikasa? - Mikasa Jeger, la hermana mayor de Eren.
No se lo podía creer, ese maldito había puesto los ojos en su linda hermana. No, eso jamás lo permitiría. Ese imbécil podía hacer lo que quisiera con cualquier chica, eso aplicaba siempre y cuando no se metiera con su linda hermana.
Sin decir nada más arrancó furioso hacía donde se encontraban ellos dos, no alcanzaba a escuchar de que hablaban, pero la chica tenía un leve sonrojo en sus mejillas. Levi decía algo, sólo alcanzaba a ver que sus labios se movían, pero no alcanzaba a distinguir que es lo que decían, pero su hermana tenía una sonrisa demasiado boba.
Siguiendo a Eren iba Jean, quien quería saber que pasaba ya que estaba enamorado de la hermana de Eren, lo cual no era un secreto y si Eren no era capaz de separar a esos dos, seguro él si podría.
- ¿Qué demonios haces con mi hermana bastardo? - gritó Eren y al mismo tiempo le lanzó un golpe a Levi, pegándole en el rostro y derribándolo - a ella no la tocarás maldito - estaba demasiado enojado. Cuando de repente sintió como le daban una cachetada y volteo a ver quién demonios se atrevía a interponerse.
- Eres un idiota Eren - su hermana, su propia hermana le había golpeado - ¿Qué demonios crees que estás haciendo tu? - ayudo a Levi a ponerse de pie - yo sé lo que hago, tú no tienes derecho a meterte en mi vida - una vez que Levi estuvo de pie lo agarró de su brazo - vámonos Levi, no tenemos nada que hacer aquí.
Levi no dijo nada y siguió a la chica, y sin que ella se diera cuenta volteó a ver a Eren, regalándole una sonrisa triunfante. Ambos pelinegros se dirigieron hacia el auto de Mikasa y se fueron de la escuela. Mikasa era unos años mayor, una chica universitaria y mayor de edad, por ello ya podía conducir libremente.
Eren se quedo de piedra al ver la acción de su hermana...
- Tenemos que hacer algo para vengarnos de ese maldito enano - dijo Jean, Eren sólo asintió aún sorprendido y enojado.
Después de que terminaron las clases Eren se fue corriendo, figuradamente hablando, a su casa. Al llegar buscó a Mikasa por toda la enorme mansión y no la encontró. Por lo que se dispuso a esperarla en el recibidor de su casa, el cual se encontraba frente a la entrada principal. Las horas pasaban y su amada hermana no llegaba a casa. Eren se encontraba desesperado, maldito Levi que le gustaban las universitarias. Ya pasadas las doce de la noche por fin llego Mikasa, sus ropas arrugadas, su cabello un poco desordenado, algo demasiado raro de ver en ella, ya que siempre había sido muy ordenada y perfeccionista. Pero ahora era un desastre ante los ojos de Eren.
- ¿Dónde estabas Mikasa? - se escuchó una voz en la oscuridad de la casa.
- ¿Eren? ¿Qué demonios estás haciendo aquí? - dijo un poco enojada, aún no podía perdonarle lo que le había hecho a su "chico".
- Te hice una pregunta - su voz sonaba demasiado seria - no me contestes con otra - se podía apreciar su fastidio en cada una de las palabras que decía.
- Eren por Dios, sabes que te quiero mucho, pero esto es demasiado - encendió las luces y pudo apreciar el rostro enojado de su hermano.
- ¿Te acostaste con ese idiota verdad? - la tomó del brazo impidiendo que siguiera avanzando.
- Eso es algo que no te concierne a ti - quiso soltarse del agarre, pero el castaño no la dejo.
- Me concierne porque él no te conviene - la estaba fulminando con su mirada.
- Eren eres un idiota, a mi no me importa la estúpida rivalidad que tienes con ese pobre chico - jaló fuertemente su brazo y pudo deshacer el agarre. Entonces Eren le jaló la blusa de forma rápida corriéndosela hacía abajo descubriendo uno de sus hombros hasta un poco más arriba de donde comenzaban sus pechos.
- Ajá, no traes ropa interior Mikasa - colocó sus manos en los pechos de ella palpándolos para comprobar la ausencia de un sostén, la chica no daba crédito a lo que estaba pasando.
- Imbécil - le dio un puñetazo en el rostro - sí, me acosté con él y lo volvería a hacer - fue todo lo que dijo para partir furiosa hacia su habitación.
- Tsk... - Eren tenía que planear muy bien su venganza, ese idiota debía tener un punto débil y él lo encontraría a como diera lugar.
Al día siguiente Levi ya se encontraba platicando con otra chica linda. Eren lo estaba siguiendo "disimuladamente". Mikasa se había aparecido en la preparatoria y le hizo una escena a Levi, la conclusión final fue que ya no se verían nunca más y fue sentenciada por el Ackerman. Mikasa se fue enojada y Eren quedó aún más enojado, ese idiota se había atrevido a jugar con su amada hermana y eso no tenía perdón.
Eren investigo todo lo que pudo, soborno algunos docentes de la escuela y entonces encontró un hueco en la perfección de ese estúpido enano, bueno, más que un hueco era una posibilidad de vengarse.
Levi era un chico pobre y becado, por eso era que se esforzaba tanto en sus estudios. Lo único que tenía que hacer era que perdiera la beca y todo su futuro se iría al caño. Ahora la pregunta era ¿Qué hacer para que eso sucediera? ¿Cómo iba a lograr que eso pasara? A pesar de que Eren no lo quisiera aceptar y le diera rabia hacerlo, Levi era un chico perfecto, atractivo por qué no, inteligente, deportista; puede que sea un mujeriego, pero eso no era pecado, tal vez si era pecado, pero no motivo para que perdiera la beca. Su única opción era vigilarlo, convertirse en su sombra, seguirlo a todas partes. Sí, eso era lo que haría.
Los días pasaban y no encontraba nada que le sirviera, ese maldito era algo aburrido de hecho. Estudiar, practicar en el club de atletismo, estudiar, ir con la loca de los lentes, estudiar, salir con alguna chica, estudiar, irse a su casa, estudiar y ¿ya había dicho estudiar?
Bien, nada útil hasta ahora. Sí se ponía a pensarlo nunca antes había ido a casa de Levi. La primera vez que llego ahí se espantó, su casa era una pocilga calleándose a pedazos. Al parecer no había nadie más ahí. Lo confirmó más tarde al entrar a husmear. Se sentía un detective privado en una misión importante. Sí en la escuela no encontraba lo que buscaba, tal vez en su casa sí lo haría.
Todas las casas ahí estaban bardeadas, era un buen vecindario por la única excepción de esa casa. Puede que no tuviera barda propia, pero las demás sí. El patio estaba lleno de hierbas y basura, pareciera que estuviera abandonada. Anduvo con cuidado examinando el lugar. Por una de las ventanas traseras se podía apreciar la luz encendida, así que fue hasta ahí.
Encontró lo que parecía ser la habitación de Levi, era el único lugar decente de toda la casa. La cortina no estaba cerrada bien, por lo que se podía ver perfectamente al interior. El lugar se encontraba completamente limpio, pero aparentemente sólo contaba con lo básico que era un colchón puesto en el suelo, una mesa con algunos libros que al parecer ocupaba para estudiar, un pequeño ropero y un espejo de cuerpo completo.
Levi se paro frente al espejo y se quitó los zapatos, luego se deshizo la corbata y desabotono las mangas de la camisa del uniforme. Coloco la corbata en la mesa junto a sus libros, procedió a quitarse los calcetines, los cuales los aventó a lo que era un pequeño cesto de ropa sucia, maldito por sus excelentes habilidades deportivas, pensó Eren quien había sacado su celular y comenzó a grabar todo. El Ackerman procedió a desabotonarse la camisa para quitársela, luego se quito el cinturón, quedando con una playera deportiva y los pantalones desabrochados. Procedió a quitarse la camisa deportiva, la tomó de la parte de abajo y lentamente comenzó a subirla, mostrando su blanca piel, se miraba tan tersa, tan suave. Subió un poco más su playera y entonces Eren lo pudo ver, Levi Ackerman estaba usando un sostén negro con encajes color rojo que contrastaba perfectamente con su pálida piel. Eren no podía dejar de ver ese espectáculo, el cual estaba grabando. Levi procedió a quitarse el pantalón y oh, Dios... traía unas bragas de encaje que hacían juego perfecto con el sostén, cuando bajó un poco más el pantalón pudo apreciar que también traía puestas unas medias de red color negro. Levi se inclinó para recoger la ropa, por lo que Eren podía apreciar perfectamente ese maravilloso trasero. Algo dentro de sus pantalones comenzó a molestarle, pero no le dio importancia, toda su atención estaba en ese hermoso culo frente suyo. Levi tomó toda su ropa y la llevó al cesto de ropa. Se colocó unas zapatillas rojo carmesí con punta de aguja y caminó sensualmente de regreso hacia el espejo admirando su propia belleza, los tacones emitían ese sonido tan distintivo de ellos sobre el piso, Levi se sentía demasiado sexy.
La lencería era la que había obtenido la ultima vez gracias a Mikasa, en su mente se reproducía la escena de cuando estaba embistiendo el cuerpo de la chica y comenzó a excitarse, no por recordarla a ella, sino por traer las mismas prendas que ella traía en esa ocasión. Su mano viajo a su pecho tocándose por encima del sostén, imaginando lo que Mikasa había sentido cuando él la había tocado en ese lugar. Una descarga recorrió todo su cuerpo cuando introdujo una de sus manos y apretó sus tetillas, un jadeo se le escapo de los labios. Su otra mano viajo a su entrepierna, la introdujo lentamente en las bragas y apretó su miembro, el cual ya se encontraba duro. En su mente se seguía reproduciendo la imagen de cómo lo disfrutaba Mikasa, parecía demasiado complacida y él se excitaba cada vez más imaginándose lo que ella había sentido.
Dejo de masturbarse y usando su mano derecha se comenzó a acariciar los glúteos, de forma lenta, sintiendo el roce de su mano, estremeciéndose al hacerlo él mismo. Su mano se deslizó por en medio de ambos hasta llegar a su entrada. Comenzó a acariciarse en ese punto, con las yemas de sus dedos recorría y hacía algo de presión en ese pequeño agujero. Gimió fuerte cuando colocó el primer dedo dentro. En este momento ya se encontraba en cuclillas acariciando su lindo pecho y penetrándose a sí mismo con sus dedos.
Para Eren esto era algo nuevo, nunca se imaginó ver de esta forma a ese chico tan serio, tan frío. Pero lo que más lo perturbaba era que lo encontraba demasiado sexy, no podía, ni quería apartar su mirada de esa escena tan lasciva. Aunque no lo quisiera aceptar, su pequeño titán estaba dispuesto a delatarlo, puesto que se encontraba más que despierto. Sin dejar de grabar ni un segundo, introdujo una de sus manos a sus pantalones y agarró su falo, se encontraba duro a más no poder, dio un respingo al hacerlo porque se encontraba demasiado excitado y eso había sido por demás placentero.
Levi por su parte seguía con lo suyo sin darse cuenta de que alguien lo estaba observando. Ya tenía dos dedos dentro y el placer se intensificaba. Se puso de rodillas sin quitar su vista del espejo, le encantaba verse en él. De su culo comenzó a salir una sustancia blanquecina, que el castaño logró identificar como semen, entonces eso quería decir que Levi había estado con otro hombre, de alguna forma eso le molestó, sin embargo eso no quitaba la escena tan caliente que estaba ocurriendo frente a él. Levi ya tenía tres dedos dentro y gemía de forma muy excitante, escucharlo gemir encendía más a Eren.
Levi dejo de acariciarse el pecho y saco su miembro de las bragas para comenzar a masturbarse, eso no le desagradó para nada al castaño, todo era nuevo y excitante, quería más. Dios, ese culo se miraba delicioso, Eren quería estar ahí dentro embistiéndolo fuertemente, marcar como suya esa blanca piel. Levi estaba sudando, y eso no le quitaba sensualidad, para nada, de hecho le agregaba. Su rostro era hermoso, sus facciones, sus gestos, todo indicaba que estaba a punto de llegar al clímax.
Eren seguía masturbándose viendo una escena que nunca antes había imaginado, también estaba a punto de llegar al clímax, cuando de la nada salió un perro enorme ladrando fuertemente, Eren se espanto y salió corriendo de ahí, el perro lo seguía de cerca, siguió corriendo y se choco con una mujer, ambos cayeron al suelo. El perro corrió hacia ellos, Eren temió por su vida, pero entonces el perro fue hacía la mujer y comenzó a lamerla, ella comenzó a jugar con perro.
- Lo siento mucho - dijo poniéndose de pie y sacudiéndose el uniforme, ayudo a la mujer a ponerse de pie.
- No, yo me disculpo, saque a pasear a Mike y al parecer te asusto - dijo con una sonrisa en forma de disculpa la mujer.
- ¿Profesora Ral? - preguntó Eren.
- ¡Ehhh!, sí, soy yo y tu eres... - quedó pensativa.
- Soy Eren, Eren Jeager - el castaño se animo al verla después de muchos años - tal vez no se acuerde de mi pero...
- No, claro que si me acuerdo de ti - sonrió nuevamente - has crecido mucho, ya eres todo un muchacho guapo, seguro has de tener muchas admiradoras - seguía sonriendo la maestra.
- Como cree maestra - se rasco la cabeza nervioso, en cierta forma ella no se equivocaba en eso.
- Pero ya no soy maestra, lo deje poco después de casarme - enseño su mano mostrando un anillo de bodas.
- Vaya - bueno, era algo obvio que alguien tan hermosa ya estaría casada - pero que sorpresa encontrarla por aquí.
- Yo diría que la sorpresa es encontrarte a ti aquí, puesto que tengo más de 20 años viviendo aquí - señaló la casa de al lado de Levi.
- ¿Enserio? Eso sí que es una sorpresa.
- ¿No me digas que aun eres amigo de Levi? - sus ojos se iluminaron, Eren lo pensó, si decía que no sería extraño que estuviera en su casa a estas horas.
- Claro, desde el jardín de niños estamos juntos - sonrió alegremente.
- Me alegro que Levi tenga alguien con quien contar - su mirada se perdió por un momento, eso no le agradó para nada a Eren - bueno Eren, tengo que ir a preparar la cena, espero volverte a ver otra vez - ambos se despidieron con una sonrisa amable.
Por un momento se había olvidado de Levi, pero en cuanto lo recordó se puso nervioso, el perro le había bajado la calentura por el susto, pero ahora que tenía la cabeza fría podía pensar como vengarse de Levi.
Notas:
Pues soy algo extremista, y me puse a pensar en fetiches, este es uno de ellos, Levi siente placer al usar lencería, porque se imagina el placer que sintieron las chicas con las que estuvo, algo así. Una vez me dijeron en un comentario que le agradaba como agarraba algo bonito y lo retorcía de forma perversa, eso para mí fue algo lindo xD, y pues de hecho sí, para esta historia tenía pensado hacer algo así, más aún no lo decido del todo, estoy en sí y no, pros y contra :v
Si alguien me lee y llegó hasta aquí debo decir "gracias", cualquier duda o comentario son bien recibidos.
Sigo sacando historias locas en vez de terminarlas u.u
Me gustó como me quedó la portada, si es que lo leen en wattpad, porque fanfiction me decepcionó totalmente, no sabía que solo 10 historias podían tener portada :v
