Holaaa, esta historia va hacer de 6 capítulos. Espero que les guste :*

Título: Tomando lo que es mio.

Título original: Taking what's mine.

Autora: Alexa Riley.

Personajes: Yui y Laito.

Los personajes no me pertenecen, ni mucho menos el que les guste :)

Sipnosis

Sola en la noche, en el medio de la nada. El sheriff del pueblo me hace estacionar a un costado de la carretera. Debería estar a salvo.

No lo estoy.

Nada podría haberme preparado para lo que él planeó. Y mis más oscuros deseos deberían haber permanecido en secreto. Pero parece que él lo sabe todo sobre mí.

Ahora soy suya, y única.

Capítulo I

Laito

Mi verga empuja contra la parte frontal del pantalón de mi uniforme, al saber lo que se acerca. Y no me refiero a mi pene. Hoy tomaré una probada de mi dulce pequeña Yui. He estado planeándolo por semanas. Me rio ante el pensamiento de la palabra "planeándolo". Planear es quedarse corto. Es más como obsesionando e invadiendo cada uno de mis pensamientos. Ser el sheriff de Kirksville, Nebraska, solo hace que sea mucho más sencillo de hacer.

No me importa cuánto Yui luche contra esto; sé que lo quiere. Espero que luche;eso solo hace que mi verga se endurezca y su sumisión sea mucho más dulce. Para el final de esta semana, ella sabrá a quien le pertenece. Su vida comenzará y terminará conmigo, y no tomaré menos que eso.

Levantando la vista, miro las fotos que le tomé desnuda. Es sencillo deslizar la pequeña cámara en su baño y habitación sin que lo sepa. Por supuesto, siempre tengo mis ojos en ella; es mía después de todo. Ha sido mía desde el primer día en que la vi. Un rostro fresco, maestra de segundo grado de la escuela primaria. Tan inocente y pura. Me necesita tanto como yo a ella. Puedo protegerla, porque si cualquier persona siente una décima parte de lo que yo siento por ella… Aprieto las imágenes en mi mano de sólo pensar en cualquier otra persona deseándola. Rechino los dientes de rabia. Nadie más puede tenerla.

Las fotos oscilan desde ella en la ducha, algunas cambiándose la ropa y una masturbándose. En esa foto me está tentando con su coño, haciéndome desearlo. Mi sangre hierve al pensar que no fui yo quien la hizo correrse, incluso si ese alguien fue ella misma. Es una locura estar celoso de ella, pero no importa llegado a este punto, porque estoy más allá de la locura cuando se trata de ella. No hay vuelta atrás. Al menos sé en qué estaba pensando cuando se tocaba a sí misma. La pura e inocente pequeña Yui tiene fantasías sucias. Las he leído todas en su diario que cree que ha escondido muy bien. Le daré lo que quiere, incluso si me ruega para que me detenga, y créeme, habrá un montón de ruegos. Ya puedo oír sus suplicas en mi mente, haciéndome derramar un poco de líquido pre seminal de mi verga.

Besando una de las fotos, las coloco todas juntas y las pongo en mi guantera con su diario. Desciendo de mi camioneta cerrando la puerta detrás de mío, con una sonrisa en el rostro. Ella caminó directamente hacia mi trampa.

Cada día cuando deja la escuela, toma el mismo camino hacia su casa. En la región muchas casas se encuentran distanciadas y una de ellas es la suya. Toma un atajo, pero el camino que utiliza es rural y no posee pavimento.

Solo suena la grava suelta debajo de mis botas mientras achico la distancia hacia ella.

El verano recién comienza y hoy fue su último día de clases hasta que comience el nuevo año escolar. Supe que estaría trabajando hasta tarde y usé eso como ventaja. He esperado el tiempo suficiente para este día, y ella lo completará para mí con su coño, su boca, su culo y su completa sumisión. He estado en la cuerda floja con ella y ya la siento cortarse. Necesito tocarla, enterrarme en ella y enfriar algunos de los intensos deseos que me provoca.

Ella me hizo esto. Nunca en mi vida sentí esta necesidad por nadie. Despertó esta bestia dentro de mí y se encargará de ella. Solo ella. Desde el primer día en que la vi, la idea de cualquier otra mujer me molestó. Forjó su camino dentro de mi sistema y ahora está a punto de quedarse allí y darme lo que necesito. Lo que ambos necesitamos. Pronto envolverá su dulce boca a mí alrededor y chupará toda esta lujuria de mi cuerpo. Llenaré cada uno de sus agujeros hasta que gotee con mi semen, y entonces tal vez me calme.

Cuando llego a la puerta de su choche, le doy dos fuertes golpes a su ventana, forzándola a bajar el vidrio. Sus ojos rosados tan grandes como una rosa me observan, su labio inferior hace pucheros y eso me vuelve loco. Toda su apariencia dice 'inocencia' y no puedo esperar para convertirla en mi pequeña puta. Las cosas que me hará, para mí – y nadie más lo sabrá— será una parte de ella que solo yo poseeré.

—¿Señor? – La sola palabra parece golpear mi cuerpo por entero.

—Señora, necesito que salga del auto. – Sin esperar por su respuesta, estiro la mano por dentro de la ventana abierta para abrir desde adentro, haciendo saltar el seguro y abriendo la puerta. Desabrocha tentativamente su cinturón de seguridad y sale del vehículo. Duda, pero obedece. Su dulce aroma a vainilla llena mis pulmones mientras sale y eso es todo lo que puedo hacer para no inclinarme. No le doy mucho espacio para que así tenga que pasar cerca mío junto al auto así puedo errar la puerta.

El azul y rojo de las luces de mi auto iluminan la cálida y oscura noche de verano, dándome una buena vista de ella. Está usando un vestido veraniego rosado que hace lucir su piel lechosa como seda. Me pregunto si mi semen se vería en su piel o si armonizaría como si perteneciera allí. Ella es toda una mujer, suave y curvilínea con un busto generoso que quiero saborear, y caderas redondeadas por las que estoy muriendo por sentir contra mi cuerpo. Su cabello rubio cae en grandes ondas que me hacen querer envolverlo en mi puño.

Quiero usarlo para empujarla hacia mí y reclamar su boca.

Amo y odio el maldito vestido en ella. Amo que puedo deslizar mi mano entre sus piernas y su coño estará allí para mí, pero odio que alguien más pueda tener el mismo pensamiento. No me gusta la forma en que es tan sencillo llegar a su coño. Solo un rasgón a su ropa interior y podrías estar profundamente dentro de su cálida concha, y nadie más que yo lo hará.

—Señor – comienza de nuevo—. No estoy segura de que cosa hice para que me haga salir del auto, pero cualquiera sea el motivo, me disculpo. ¿Qué es exactamente lo que hice?

—Nada – digo, viendo la confusión en su rostro—. Date la vuelta, las manos en el vehículo – digo, indicándole que la voy a cachear.

—Pero…

—Mejor sigue las ordenes, mi Yui, eso hará las cosas más sencillas para ti.— Sus ojos vuelan ante el uso de 'miYui', pero poco a poco se da la vuelta, haciendo lo que le ordeno.

Arrodillándome, comienzo con sus tobillos, moviendo lentamente mis manos hacia arriba mientras avanzo. Cuando llego a sus muslos, la escucho respirar entrecortadamente y saliendo en pequeños suspiros. Ese pánico es la cosa más sexy que es escuchado en mi vida.

Cuando llego a medio muslo, siento su cuerpo volverse completamente quieto.

—Por favor, no – dice son un susurro tembloroso. Puede que no sepa lo que se acerca, pero sabe que algo se aleja.

Inclinándome, apoyo mi boca en su exuberante culo, dándole una suave mordida a través del material de su vestido, y escucho como deja salir un chillido. Intenta alejarse de mí, pero mis manos se traban alrededor de la parte interior de sus muslos, manteniéndola en el lugar para mí.

—No te muevas de nuevo. Solo te lastimarás a ti misma y no quiero que eso suceda. No puedes luchar contra mí, así que no lo intentes. Ahora, se una niña buena y quédate quieta hasta que termine.

Levantándome, empujo su cuerpo con el mío contra el auto. Froto mi erección contra su culo intentando enfriar mi lujuria, pero mis bolas se sienten más pesadas, muriendo por liberarse dentro de ella. Alcanzo su parte delantera y alzo su vestido. Bajo la mano y ahueco su coño, sintiendo cuan cálida es.

Es pequeña comparada conmigo, al menos un metro menos que mi metro noventa. Inclinándome, entierro mi rostro en su cabello, esperando que entre sostener su vagina y sentir su aroma, pueda calmarme. Pero cuando siento una ligera mancha de humedad en su ropa interior, pierdo todo el control.