Holi! "FELIZ JALOWIN"

Este reto lo escribí hace un año en un foro.

Se trató de hacer historias auto-concluyentes por 30 de días, y por cada día se utilizaba una palabra diferente de una tabla. El tema obvio era era crear historias de miedo y terror, pero a mi no me salen esas cosas XD...pero bueh, se hizo el intento.

Para estos fics utilicé personajes no tan USADOS en el fandomn. Sino dar homenaje a todos aquellos olvidados por ser de relleno o ser francamente olvidables XD.

Encontraran personajes del universo clasico, de SoG, Asgard.

Bueno ya, bienvenidos! sean, créditos correspondientes .

Día Uno

Palabra:

~~ Calabazas ~~

Corría. Corría sin parar, con un verdadero terror congelando la sangre de sus venas, pero con la suficiente adrenalina bombeando en ella para que en un impulso electrico le permitiera seguir escapando.

Aferraba con fuerza un papel entre su manos, cerrándola en puño. Con temor giraba su rostro para mirar por encima de su hombro. NO había nadie. Pero desde que había llegado en aquel infierno parecía que le pisaban los talones, que en cualquier momento, por cualquier distracción, lo apuñarían por la espalda. Por eso tenía que irse.

Todos decían que escapar del refugio era imposible, que nadie lo había logrado, que el poder de la diosa y los asesinos del sumo sacerdote evitaban que nada saliera de ahí. Que nisiquiera los satélites más modernos pudieran saber su localización.

No quiero morir como los demás, pensaba, aun con lagrimas ardientes en mi rostro y la sangre manando de una herida mortal en mi estomago. No seré el carne cañón en una guerra sin sentido.

Una luna menguante parecía sonreír arriba de mi cabeza, como aquel gato del cuento de Alicia. El gato shesire. Yo bajé la mirada para ver las luces del pueblo a los pies del santuario y aferré contra mi cuerpo aquella hoja de papel. Era mi única esperanza. Era mi único boleto de salida.

Apesar de lo tarde que era, en aquel pueblo había demasiado gente y pronto descubrí la razón: Noche de Brujas. Los niños iban disfrazados y pedían dulces. Quizá esa era la razón por la que nadie veía raro mi atuendo y mi sangre y mi manera de caminar. Seguramente pensarían que estaba disfrazado de zombie.

Cojeando un poco, me dirigí hacía la dirección escrita en el papel. Una vivienda tipica griega, con sus calabazas en la entrada y caras siniestras. No recordaba que en grecia esa noche fuese tan popular. Miré de nuevo hacía atrás, paranoico. Tragué saliva y toqué la puerta.

Esperé y esperé, ansioso, de cierta manera esperanzado e ilusionado. Por fin podría vivir una vida comun y corriente. Por fin podría...

La puerta se abrió ...

Vi dos luces frente a mi en medio de la oscuridad y eso fue todo. Eso fue, todo.

- No entiendo...¿por que no lo capturaste allá arriba?. Nos hubieras ahorrado bastante tiempo - sé quejó una voz desde la oscuridad, caminando hacía aquel pobre diablo que había pensaba escapar de ellos.

- Mira solo ese rostro. Que hermoso rostro de esperanza y anhelo - contestó el otro saliendo a la luz, mientras tocaba el rostro petreó de aquel chico quien se mantenía sonriente, pasó sus dedos entre sus facciones - justo ese rostro para mi galeria de arte.

- Algol, eres cruel y un maldito enfermo...mira que repartir falsas esperanzas entre los aprendices y llevarlos a este lugar lleno de horrendas calabazas - bufó, peinando su rubió cabello, rodeando el cuerpo petrificado del chico - estas demente.

Algol sonrió en una larga mueca hacía Misty.

- Le he dado el mejor regalo a este chico, le di eternidad...¿y me dices demente?. Para ser tan bello, no sabes nada sobre arte.

De nueva cuenta, acarició el rostro del chico sonriente, acomodandolo junto a otras esculturas frente a la fachada. En días normales, lucían como arte en aquella galería. Pero hoy día de brujas, Algol colocaba una calabaza en cada rostro de ellos, sonrientes, Como la luna menguante arriba de ellos.