Creo que me enamoré de la novia de mi hermano gemelo.

¡Bueno, chicos! Aquí estoy nuevamente, y les traigo mi…. DÉCIMA HISTORIA!

Aplausos, por favor! (CLAP, CLAP, CLAP)¡!

Les agradezco muchísimo a los lectores que me acompañan en mis historias, lo aprecio mucho! Sé que muchas cosas que escribo son muy sencillas, y que aún así están leyendo esto ahora. (GRACIAS)

Espero que disfruten mucho esta nueva historia, pues ya tengo el camino pensado, y a mi parecer, será divertido.

¡Comenten si les gustó!

Besos y… Empezamos! :3

Capítulo uno.

Alumnos nuevos.

-Quinto año de la preparatoria-

Se levantó de la cama, bostezó, se vistió y se lavó la cara con extrema pereza.

-¡Yoh, baja ya! ¡Llegarán tarde a la escuela!

El joven suspiró, viendo con nostalgia a la cama calientita que tenía que dejar durante el día, y con pesadez salió del cuarto y bajó las escaleras. Su uniforme estaba arrugado, la camisa desfajada y abierta de los botones de arriba, la corbata hecha nudo de cualquier manera.

-Ay, Yoh, corazón… Déjame al menos arreglarte esa corbata…- Keiko se acercó con cariño a su despeinado hijo y le hizo un bonito (y flojo, para no ahorcar) nudo de corbata.- No olvides tomar el refrigerio que te preparé, y no te confundas con el de tu hermano, el tuyo es el de la bolsa naranja.

-Sí mamá. Gracias…

-¡Vamos, tonto, llegaremos tarde!

Yoh tomó la bolsa y su hermano gemelo lo empujó hacia la puerta.

Hao, en cambio, se había levantado a tiempo, arreglado con mucho esmero, y desayunado con su madre mientras observaban el noticiero matutino.

Caminaron en silencio a la parada de autobús, pagaron la cuota y se sentaron hasta atrás, donde Yoh se acomodó de lado derecho, junto a la ventana, para poder dormir mejor.

Eran siete paradas hasta la escuela, y el muchacho fue cabeceando con los audífonos puestos mientras que su hermano leía el libro de la semana.

El menor comenzaba a dormir más cómodo y más profundo cuando el autobús frenó bruscamente, haciendo que resbalara de su asiento y se golpeara la nariz con el lugar de en frente.

-Ohh… Mierda…- Hao bufó divertido al ver a su hermano sangrar de la nariz.

-¡JA! Deberías tener más cuidado, tonto.

Presionando para que dejara de sangrar, levantó el rostro, y pudo ver la aparición más hermosa que había visto jamás.

Rubia, pelo largo, lacio. Un vestido corto y negro (súúúper sexy) y unos ojos negros tan preciosos que sintió que dejaba de respirar.

Abrió la boca impresionado, bajó las manos, observó como lentamente se acercaba hasta la parte de atrás del camión, para quedar justo en frente de él.

-Estás en mi lugar.- Dijo la rubia con firmeza.

-¿E-ehh?

Yoh sólo podía ver a la aparición hermosa moviendo sus hermosos labios.

-Dije: Estás-en-mi-lugar. ¿Ya te quitas?

-Perdón preciosa, mi hermano es un poco tonto.- Hao lo jaló y lo sentó a su izquierda, dejando el sitio de la ventana vacío.- Yo soy Hao. ¿Tú eres…?

La joven lo miró con indiferencia unos minutos antes de contestar.- Soy Anna.- Y sin más, se sentó.

-¿En qué año vas, Anna? Nosotros entramos a quinto. Ya sabes, mudanza, transferencia.

-Sí, igual.

El muchacho le sonrió y Anna le devolvió una mueca que aspiraba algún día ser sonrisa.

Yoh se limpiaba la sangre del rostro, aunque para su camisa ya era demasiado tarde.

Lo había visto todo. Su hermano, como siempre, entablando conversaciones lógicas con las chicas más hermosas. Usualmente le daba igual porque esas chicas no llamaban su atención, pero ella… Vaya. Ella realmente le había gustado.

Por fin llegaron a la esperada parada. Hao había vuelto a su libro, pero en cuanto vio que habían llegado, se puso a hablarle nuevamente. Ella se paró primero, escuchando al apuesto y culto joven, e Yoh los seguía de cerca, escuchando la melodiosa voz que no iba dirigida a él.

-¿Golpeaste a alguien antes de venir?

Una vocecita lo trajo de vuelta al mundo cuando llegaron al salón que supuestamente sería suyo ahora.

-Je je je… ¡No! ¿Tú quién eres, duendecito? ¿Vienes del bosque?

Manta lo miró extrañado. ¿Qué se había fumado ese tipo?

-Ehhmm… No. Soy Manta Oyamada, ¿y tú?

-Yoh Asakura. ¡Ya sé! ¡Eres un elfo! Nonono… Estoy seguro de que eres duende.- Yoh apoyó una rodilla en el suelo para quedar frente a frente y tomándolo de los hombros exclamó.- ¡Llévame a tu bosque, duendecito bebé!

-¡JAJAJÁ! Vamos Yoh, deja al chico en paz, siéntate y no avergüences a tu hermano mayor.- Dijo Hao mientras lo jalaba a un lugar vacío.- Me impresiona que tú seas mi gemelo.

-Vaya, este será un laaaaargo año…- murmuró Manta mientras subía con trabajo a su silla.

La presentación fue sencilla y rápida. Los gemelos se pararon al frente, dijeron su nombre y algo que les gustara mucho (las chicas uno, la música otro). Luego las clases comenzaron.

Para sorpresa y alegría de ambos, la rubia también era de sus compañeras, y ella estaba ahora platicando con una joven de cabello azul y la otra de cabello rosa; una sumamente ruidosa y la otra en extremo tímida.

Hao las miró a las tres y afirmó en su cabeza que Anna era la más hermosa. Cabe decir que Yoh ni siquiera notó a las otras dos.

-¡Anna!- Le susurró al oído la peliazul.- ¿Ya viste a los gemelos? ¡Están GUAPÍSIMOS!

-P-pillika, baja la voz, podrían es-escucharte.

-¡Por favor Tamao! Como si ellos mismos no supieran que están buenísimos. ¿A ti no te gustan, Anna?

La rubia ni siquiera la volteó a ver, seguía escribiendo quiénsabequé en la libreta.

-Da igual, Pillika.

En un cambio de clases, el pequeño Manta se encontró con la señorita Elisa, directora del plantel y madre de Anna.

-Joven Oyamada, ¿Tiene unos minutos?

-Por supuesto, señorita Elisa…- Manta puso su mejor cara aunque tuviera muchas ganas de ir a orinar.- ¿Qué necesita?

-Pues como lo notaste ya, hay dos nuevos alumnos en tu clase…

-Sí, así es…- ¿Cuál es el punto? ¡Me hago pipí!

-¿No quieres que lo hablemos mejor en mi oficina? ¿Qué clase te toca a la siguiente?

-Eh…- Mierdamierdamierda.- ¿Es tan necesario, señorita? No me gusta perder clases…

-Está bien, seré breve. Chequé sus historiales académicos. Hao es listo. Buenas notas, buenos ensayos. Yoh Asakura. Un problema. Promedios muy bajos a lo largo de año, pero con números entre ocho y diez a final del ciclo. Materias y trayectoria salvadas por extraordinarios. No creo que sea tonto, pero es muy flojo. Todos los exámenes extraordinarios, según lo que dicen los reportes de maestros y de su antigua escuela, fueron pasados en la primera vuelta, con un buen promedio, como ya dije.

-Vaya… Sí, es distraído… Suele dormir en clases…

-Pues bien, esa es tu misión Manta.- El pequeño abrió mucho los ojos asustado.- Como el mejor promedio de la generación, sé que eres perfectamente capaz de transformarlo.

La directora palmeó con cariño su cabeza y se fue sin dejar espacio a réplicas.

-Eh, amigo.- Le despertó Manta al volver del baño.- Tal vez en la siguiente clase quieras poner atención, es matemáticas…

-¿Duende?- Yoh bostezó tranquilo.- ¿Ya vas a llevarme a tu barril de monedas de oro?

Manta lo miró por unos minutos.

-Sí, te llevaré.- Yoh abrió los ojos, emocionado.- Si a cambio estudias en serio.

Yoh volvió a tumbarse sobre el pupitre.

-¿En serio, duende? ¿Por qué? ¿Por qué eres tan cruel conmigo? ¿Quién te dijo que hicieras esta crueldad?

-No es con mala intención, lo juro… La señorita Elisa me ha pedido que sea tu tutor… En esta escuela se preocupan mucho por los alumnos…

-Bah… Sí, lo había escuchado…

El siguiente profesor llegó y Manta volvió a su lugar. Yoh, por supuesto, volvió a dormir después de ver a la rubia unos minutos.


A la salida, Yoh volvió solo a casa. Decidió irse caminando, pues quería despejar un poco su mente.

Anna le gustaba MUCHO. Pero él podía notar a la perfección que a Hao también le interesaba.

-Quizás sólo deba esperar… A Hao le gusta cambiar de chica seguido, a fin de cuentas le gustan todas al mismo tiempo…

El castaño pateaba piedras un poquito frustrado.

-Y es que… ¿Por qué? ¿Por qué cada vez que una chica llega a gustarme Hao debe intervenir? ¿Por qué siempre lo prefieren a él? Ni que estuviera tan guapo. Yo sí soy guapo.

-Vaya que lo eres…


CONTINUARÁ...

COMENTEN POR FAVOR! :D GRACIAS A LOS QUE HAN ESTADO EN ALGUNA DE MIS DIEZ HISTORIAS! SON POQUITAS PERO SEGUIMOS AQUÍ. GRACIAS!

Perdón por tantas mayúsculas, es que estoy contenta, es como si celebrara un aniversario en fan fiction :')