A/N: Ganadora Challenger 11: Oneshot Final de Temporada de The Mentalist: Foro en Español.

Tenía mis serias dudas con este one-shot, al final, hice unos ajustes antes de publicarlo aquí. ;)

Gracias a las personas que votaron.

Espero que lo disfruten.

Disclaimer: ¡Es mio! ¡Si! ¡Patrick Jane es mio! ¿Algún problema?


Diminuta y Femenina

Sentir la increíble fuerza tras esos deditos diminutos es una maravilla. Observa como su pequeña hija aprieta con intensidad su dedo índice y no puede evitar que las lágrimas escapen. La emoción es inexplicable.

Sentía que la alegría no cabía en su pecho.

Levantó la vista para ver a su mujer frente a él en la cama del hospital. El parto había sido largo y él no pudo estar presente por cuestiones de trabajo.

"Es hermosa." Dijo Jane con la voz quebrada.

"Es igual a ti." Dijo su mujer con sonrisa cansada.

El hombre negó con la cabeza mientras miraba embobado a su pequeña. Aún no podía creer que ese pedacito de carne era de Angela y suyo.

Se acercó a la cama con su recién nacida en brazos y se sentó justo al lado de su mujer.

"Cómo la llamaremos?" Preguntó el hombre sin salir del trance.

Por increíble que pareciera, no habían escogido nombre para su hija. Ni sabían que sería niña. Quisieron que fuera una sorpresa.

"Charlotte." Contestó Angela con decisión.

Jane miró a su esposa sorprendido.

"¿Cómo mi madre? ¿En serio?" Preguntó mirándo a su mujer a los ojos.

"Si. Igual que ella; Diminuta y femenina." Dijo intentando acomodarse en la cama.

"Gracias." Dijo volviendo a mirar a su hija.

"¿Por el nombre? No tienes que…"

"No." La interrumpió Jane. "Por hacerme el hombre más feliz de esta tierra. Ustedes… son mi cielo." Añadió para luego besar con suavidad la frente de Charlotte y luego los labios de Angela.

xXx

"¡Patrick!" Exclamó Angela desde el patio de la casa.

Jane estaba adentro tomando sus cosas para irse a trabajar. Al escuchar el llamado sobresaltado de su esposa, salió de inmediato para ver lo que sucedia.

"¿Qué? ¿Todo está bien?" Preguntó con preocupación.

"¡Mira!" Gritó su esposa con una sonrisa reluciente.

Charlotte daba sus primeros pasos sobre la grama y Jane no pudo evitar abrir la boca de sorpresa.

Entró a la casa de inmediato y corrió hasta la mesa del comedor a buscar la cámara fotográfica. Salió a pasos rápidos de la casa y volvió a ver a su hija. Se puso de cuclillas en el suelo y apretó el botón, pero era demasiado tarde. Charlotte ya había caído sentada en la grama y ahora jugaba con esta.

"¡Ahhh!" Exclamó Jane con algo de molestia. "No pude tomarla."

"¿Viste eso?" Preguntó su mujer con felicidad acercandose a él.

Dirigieron ambas miradas a su pequeña por segunda vez y quedaron estupefactos al ver como la chiquilla de tan solo nueve meses se ponía de pie nuevamente y caminaba sin cesar hacia ellos.

"Ven, cariño." La llamó su madre.

"¡Si! Ven con papá!" Jane estiró los brazos hacia su pequeña y esta buscó refugio en él de inmediato.

xXx

Luego de un largo día, Jane estaba a punto de quedarse dormido frente a su hija, pero debía terminar de darle su comida y luego acostarla a dormir. Angela estaba enferma, así que él tenía que hacerse cargo de la pequeña en lo que se recuperaba.

"Un penúltimo bocado, Charlotte." Dijo Patrick llevando la pequeña cuchara a la boca de su hija.

Charlotte apretó los labios para no permitir la entrada del alimento.

"Vamos, linda. Solo uno más." Le rogó Jane. "Este es el último. Lo prometo." Dijo mirándo a Charlotte a los ojos.

Charlotte abrió la boca un poco, pero para sorpresa de Patrick….

"Pá!"

El sueño que lo invadía se espantó como arte de magia. Jane se quedó boquiabierto por unos momentos.

"¿Qué dijiste?" Preguntó con el corazón en la garganta.

"Pá!" Dijo la niña para luego reir a carcajadas.

"¿Cómo?"

"Mamá!"

"¡No! ¡No! Lo que dijiste antes." Trató de hacerla repetir. "¿Cómo dijiste? ¿Papá?"

"Mamá!"

Charlotte volvió a reir.

xXx

"¡Papá! ¡Papá!"

La niña de rizos rubios corría bajando las escaleras de su casa. Su traje blanco se movía gracias al movimiento y a la brisa que la golpeaba con suavidad.

Se enredaba en los fuertes brazos de su padre quien se había colocado de cuclillas para recibirla. Se podía escuchar su inocente sonrisa como un eco casi silencioso.

"Hola, linda." Saludó su padre al recibirla en sus brazos.

La abrazó con fuerza y luego la alejó de su pecho para besar con delicadeza su frente.

"¿Cómo ha estado tu día, Charlotte?" Preguntó pegando su frente a la de ella a la vez que se ponía de pie con ella en su pecho.

"Muy bonito. Fuimos al parque por la mañana porque decidimos celebrarle el cumpleaños a Stephanie allá." Comenzó a contar mientras jugaba con la corbata de su padre. "¡Hubo payasos y regalos!" Añadió emocionada.

El solo asentía y escuchaba con atención lo que decía su niña. Ella era la luz de sus ojos.

Tras ella apareció su mujer, Angela, con su sonrisa resplandeciente y su mirada juguetona.

"¿Qué tal, mi amor? ¿Cómo pasaste el día tú?" Preguntó acercándose a él para besarlo en los labios.

"Ah… no te imaginas. Estoy cansado. Solo quería llegar para estar con ustedes. ¿Me excusaste con Marilyn? " Preguntó Jane con preocupación.

"Si. Tranquilo. Le expliqué porqué no pudiste ir al cumpleaños. Lo entendió." Dijo acariciando la cabellera de Patrick.

"Bien."

Ambos se perdieron en la mirada y se quedaron en silencio por unos momentos. Su niña que los miraba con atención aún en los brazos de su padre, no pudo evitar echar una risita juguetona y taparse la boca para ocultarla.

Los dos se percataron y sonrieron con suavidad.

"Eres una niña traviesa." Dijo Jane mirando a su retoño.

Los dos besaron a su hija a la vez; Patrick en la mejilla izquierda, y Angela; en la derecha.

"Ven. Vamos adentro. Te preparé algo delicioso de comer." Dijo Angela tomando la mano de Jane y halándolo hacia la casa.

"Perfecto. Muero de hambre." Contestó mientras la seguía.

Su pequeña simplemente se aferró más a su cuello y descansó la cabeza en su hombro mientras la puerta se cerraba tras ellos.

xXx

"¡Papi!" Gritó Charlotte angustiada entrando a la habitación de sus padres.

Jane se sobresaltó y cayó sentado en la cama.

"Qué sucede, querida?" Preguntó preocupado al ver a su pequeña con su rostro lleno de lágrimas.

"Qué pasó, corazón?" Preguntó Angela con la misma preocupación.

"Tuve un sueño horrible. ¿Puedo dormir con ustedes?" Preguntó la pequeña.

Jane y Angela se miraron por unos momentos. Ellos no permitían que Charlotte durmiera con ellos para que no fuera costumbre luego, pero hoy harían la excepción, por primera vez.

"Si, linda. Ven." Dijo Jane con suavidad haciéndole un gesto para que se acostara junto a ellos.

Ambos abrieron espacio entre medio de los dos para que Charlotte se acomodara. La arroparon ambos con la sábana y se acomodaron junto a ella. Ella volteó la cabeza hacia su padre y ambos miradas quedaron a centímetros de distancia.

"No te acostumbres." Dijo con suavidad Jane señalándola con dedo acusador. "Sabes que las niñas grandes deben dormir en su cuarto." Le recordó Jane.

"Solo por hoy. Lo prometo." Dijo Charlotte secando sus lágrimas.

"Mmmm..." Susurró Jane mirándola con intensidad. "No llores más. Ven aquí." Dijo atrayéndola hacia su pecho. "Estás conmigo. Estás bien. Siempre lo estarás. Papi no dejará que nada malo pase. Nunca."

"¿Lo prometes, papá?"

"Lo prometo."

Ella lo apretó con fuerza y se quedó con los ojos abiertos mirando la oscuridad.

"Te quiero mucho, papá."

"Yo también te quiero."

"¿Más que a mamá?"

Jane no pudo evitar sonreír ante la pregunta.

"A las dos por igual."

"Papá, cuando yo crezca, ¿te casarás conmigo?"

Jane miró el techo y abrió los ojos como platos. Luego frunció el ceño. Las ocurrencias de los niños.

xXx

"Papi, mira. ¡Estoy tocando piano!" Dijo Charlotte con emoción estando sentada al lado de su madre en frente del piano que se encontraba en el gran salón de la residencia.

Jane acababa de llegar a trabajar y observaba a su hija tocar varias notas musicales con sus pequeños dedos.

El hombre colocó su hombro en el cuadro de la puerta y cruzó los brazos sonriendo. Observaba con ternura a las dos mujeres de su vida; las que llenaban sus días de alegría y vida.

Se deleitó un rato con la música suave que acariciaba sus oídos.

xXx

"¿Qué sentiste al matar a ese hombre, Patrick? ¿Qué sientes ahora? Sabias bien... que matar a Red John no te devolvería a tu familia."

Ahora las palabras de Teresa Lisbon invadían su mente una y otra vez.

El sabía que había hecho lo correcto y no se arrepentía.

Sabía que su familia nunca volvería.

También sabía que los recuerdos nunca se irían.

Con el rostro por momentos desencajado y sentado en la cama estrecha de su celda, no podia dejar de pensar y de recordar; pensar y recordar el pasado. Solo eso podia hacer por ahora.

FIN


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