Hola :) Sé que no he actualizado últimamente, pero les traigo esta nueva idea. Prometo que avanzaré mi otro fanfic de Hetalia lo más pronto que pueda ;w;.

- Disclaimer: Durarara le pertenece a Ryohgo Narita, Tokyo Ghoul le pertenece a Sui Ishida. Yo solo poseo éste capítulo. -


Prólogo: Miedo.

—Mierda...— Masculló un pelinegro, mientras corría por las desérticas calles de Ikebukuro a tempranas horas de la madrugada. —Mierda, mierda, mierda...— Realmente estaba nervioso.

La CCG llevaba horas corriendo tras él, y al parecer, no tenían signo alguno de detenerse. Ni él mismo sabía cómo es que su físico había resistido tanta carrera.

—¡Mierda!— Volvió a decir, mas no en el mismo tono bajo de voz. Había tropezado. Aterrizó jadeante.

Luego de unos breves segundos, al fin alcanzó a escuchar los rápidos pasos de sus perseguidores. Se levantó como pudo y echó a correr nuevamente hasta alcanzar Shinjuku, en donde estaba su departamento y territorio que, por cierto, era bastante extenso para tres ghouls. Reconoció en un instante las puertas de su edificio entre la variedad de viviendas altas y trató de entrar lo más tranquilo posible y sin hacer ningún tipo de ruido. Por suerte, el recepcionista estaba totalmente dormido en su silla, así que de nuevo emprendió una marcha rápida hasta el ascensor, presionando el botón del piso en donde su departamento estaba localizado.

Al casi cerrarse las puertas, vio a los hombres de la CCG irrumpiendo estruendosamente en el edificio, despertando con rapidez al empleado.

Aprovechó el tiempo que demoraba el ascensor para hacer una breve llamada de alerta a sus hermanas.

—¿Iza-nii?— Respondió una voz al otro lado del teléfono que fue identificada como Mairu.

—Mairu.— Dijo —¿Kururi está contigo?

—Está durmiendo...— Fue interrumpida por un largo bostezo. —...A mi lado. ¿Qué sucede?

—Algunos hombres de la CCG estuvieron siguiéndome.— Mintió. Claramente no tenía intenciones de decirle que había estado en una maldita persecución.

—¡¿Y tú estás bien?!— Cuestionó exaltada, notoriamente más despierta que antes. —¡¿En dónde estás?!

—Sí, sí.— Afirmó, no tan seguro de su respuesta. —Estoy en el ascensor de mi departamento.

—Ten más cuidado, Iza-nii. Si sigues así, algún día te convertirán en una de "esas" cosas.

—Ya, lo sé. Sólo llamaba para decirles que tengan cuidado, la CCG ha estado bastante activa, y creo que con lo que acaba de ocurrir estarán más en mi distrito.— Informó. —Ni se les ocurra pasarse por aquí. Estén en Ikebukuro, no quiero perderlas de vista.

—Mantente a salvo y nosotras también lo haremos.— Condicionó.

Izaya suspiró. —Tengo que colgar, Mairu.

—Adiós, Iza-nii.— Eso fe suficiente para que la llamada se cortara.

Mientras guardaba su celular y caminaba con falsa calma hasta su puerta, agradecía mentalmente que las cámaras de seguridad en su edificio se implementaran el mes próximo. No se dio cuenta de que estaba temblando hasta que trató de encajar la llave en la cerradura de su puerta.

—M-mierda...— Tartamudeó, maldiciendo por sexta vez. Escuchó pasos por las escaleras.

Estaba nervioso, tenía que admitirlo. Dioses como él no eran perfectos, aunque lo pretendiesen ser. Desesperadamente trató de abrir la puerta, oyendo las ruidosas pisadas de los investigadores.

Abrió la puerta y, una vez que todo su cuerpo había ingresado en su vivienda, cerró la puerta sin hacer demasiado escándalo. Se apoyó en la pared, deslizando su cuerpo por ella hasta llegar al suelo en una posición fetal, de modo que se permitió abrazar sus rodillas y enterrar la cara en estas.

Izaya podía claramente oler carne humana fuera del departamento, junto con el sonido de varias personas caminando cautelosamente.

Retuvo el aire y cerró los ojos, esperando lo peor, y...

...

Nada. No se oía absolutamente nada.

Se incorporó lentamente y observó por el pequeño hoyo que su puerta poseía. No había ni una sola alma en el pasillo.

Fue corriendo hasta su habitación y se dejó caer en la cama, no sin antes agradecer no haber sido capturado.

Esa noche lloró, y como siempre, nadie tenía que saberlo.


¡Gracias por leer! ¿Debería continuar?

-Akira No Mirai.