El final es en donde partí
Capítulo 1
Era un día soleado en la Sociedad de Almas, solo alguna que otra nube blanca cortaba la inmensidad del cielo celeste. Rukia caminaba apurada por las calles del Seireitei, se la notaba nerviosa. Escuchó los pasos de alguien que está a punto de alcanzarla, pero no se detiene.
-¡Hey! Espera -la llama su amigo pelirrojo caminando a su lado- ¿Qué sucede que estas tan apurada? -pregunto mirándola a la cara notando su nerviosismo.
-No lo sé, me llamaron de la cuarta división -hizo una pausa- tiene el reiatsu desnivelado y ha entrado a una especie de estado de coma.
-Tranquila -dijo poniendo su mano en el hombro de ella para darle animo- ya sabes cómo es él, en dos días lo tendrás de vuelta, además debes tranquilizarte que le haces mal a esa otra personita.
-Sí lo sé, pero aun así no puedo dejar de estar nerviosa. -continuo caminando sin hablar con su amigo que la seguía.
La guerra había terminado hacia unos diez meses, la reconstrucción de todo el Seireitei y del Rukongai ya estaba casi terminado, solo faltaban algunas partes. A pesar de haber salido victoriosos gracias a Ichigo, las bajas fueron significativas, algunos shinigamis desaparecieron, sus cuerpos no estaban, si no murieron, seguramente estaban perdidos por alguna parte.
Rukia y Renji llegaron a la cuarta división, entraron bastante nerviosos los dos, no sabían lo que la capitana les diría.
-Teniente Kuchiki, Teniente Abarai -los saludo Isane, la nueva capitana desde que Unohana había muerto- llegaron bastante rápido, síganme -caminaron por un pasillo hasta llegar a una sala.- Lo trajeron hace unas dos horas, lo encontró el teniente Hisagi cerca de la novena división, estaba inconsciente tirado en la calle. Seguramente se sentía mal.
La pelinegra camino hacia la camilla para encontrarse con Ichigo completamente dormido, lo tomo de la mano.- ¡Ichigo despierta!
-¿Qué es lo que tiene capitana?- pregunto el pelirrojo preocupado.
-No lo sé, por momentos su reiatsu se dispara y por otros es como si no tuviera, ahora esta normal. Pero me tiene intranquila -miro a la chica que ahora acariciaba el cabello naranja- Kuchiki-san -la llamo- ¿Has notado algo raro en Kurosaki últimamente?
-Algo raro -dijo pensando- últimamente estaba cansado y dormía mucho y a mucho me refiero a que a veces no podía despertarlo. Nii-sama me dijo que lo traiga, que no era normal que el este así, pero este cabeza dura se negó.
-Yo lo note algo triste -agrego el pelirrojo- pensando en que no podía ir a ver a su familia, ya sabes va hacer un año que está aquí y no han venido a verlo, como que se siente abandonado por sus seres queridos.
-Quizás sea por eso que termino así, puede que solo necesite descansar -respondió Isane- aunque yo lo note contento después de la noticia de… -Rukia la miro y reacciono en ese momento.
-¡Ya se! -dijo corriendo las sabanas a un costado para comenzar a quitarle la parte superior del shihakusho- hace un mes aproximadamente fue a la doceava división a ponerse un supresor de reiatsu, como el que tiene el capitán Zaraki en su ojo. Desde ese día comenzó con los cambios.
Termino de quitarle la ropa para mostrarle a la capitana y a Renji, una banda de color negro en cada brazo.
-El supresor está quitándole más reiatsu de lo normal y eso lo debilita. -pensó por un momento- ¿Por qué se hizo poner esto? -le quito una de las bandas para observarla con calma.
-Porque yo estaba algo débil hace dos meses y había días en los que ni siquiera podía levantarme hasta que nos dimos cuenta que su presión espiritual era la causante de ello -hizo una pausa- no quería hacernos daño a ninguno de los dos, se mantenía lejos de mi e incluso por las noches dormía en el quinto escuadrón -rio divertida- Nii-sama creyó que nos habíamos peleado y que por eso él nunca estaba en la mansión, hasta que le conté lo que pasaba y él le recomendó ir a ver al capitán Kurotsuchi.
-¿Y ahora cómo te sientes? -la interrogo la capitana.
-Estoy bien, incluso ya puedo volver a usar el shunpo. Mi reiatsu está estabilizado. -respondió contenta- En dos días tengo el control contigo.
-Es verdad -dijo pensando- entonces si te sientes bien y estas segura de esto -miro a la pelinegra y luego a Renji- puedo quitarle las dos bandas para que vuelva a despertar en un par de días.
-Hasta entonces ¿debe quedarse aquí? -pregunto el pelirrojo.
-Depende de Kuchiki-san, si ella quiere que este aquí bajo nuestro cuidado, está bien, sino pueden llevarlo a la mansión e iré a ver como se encuentra.
-Rukia ¿Qué tal si dejamos que descanse aquí hasta que se recupere? -algo dentro de Renji no quería que su amiga se quede sola con el pelinaranja.
-Quiero llevarlo a casa, se sentirá más tranquilo si se despierta en un lugar conocido. -Hablo mientras volvía a vestirlo.
El pelirrojo agradeció haberse cruzado con su amiga porque si no ella tendría que cargar a Ichigo hasta la mansión y de seguro no podría. Salieron de la división, caminaron en silencio. Rukia estaba intranquila, algo le decía que su novio ya no sería el mismo, hacia nueve meses en que habían comenzado la relación, Ichigo al no tener en donde vivir –por las reconstrucciones– se quedó en la mansión. Byakuya al principio no quería que ese crio este con su hermana, pero a quien negarle que con el protegiéndola nadie le haría daño, era dueño de una fuerza monstruosa, motivo por el cual no podía volver al mundo humano. Ichigo Kurosaki era conocido en todo el Seireitei y eso también lo traía algo mal, la fama no era algo que el anhelara.
Luego de llegar a la mansión, Renji se despidió de la Kuchiki sin antes recordarle que volvería a verlos y que tenga cuidado con Ichigo.
…..
Tres días habían transcurridos y el pelinaranja aún seguía sin despertar, una vez más la noche había llegado, solo el cantar de un grillo cortaba el silencio que reinaba en la mansión Kuchiki. Rukia descansaba en la habitación contigua en la que estaba Ichigo. Tanto Byakuya como Renji le ordenaron a la morena que duerma en otro cuarto, y ya que fue una orden, esta obedeció aunque no sabía porque tenía que hacerlo si Ichigo no era peligroso. El ruido de una queja, dolor, lamento o gemido la despertó, se sentó sobre el futon de golpe sintiendo un leve mareo. Otra vez el mismo ruido, provenía de la habitación de al lado, salió de su cuarto y entro en donde el descansaba, estaba dormido. Se sentó a su lado, una fina capa de sudor bañaba su rostro, lo toco para tranquilizarlo, pero en ese momento todo cambio.
Mundo interno de Ichigo
Ichigo abrió lentamente los ojos, se sentía más cansado de la cuenta, quería volver a dormir. Cerro los ojos y volvió a abrirlos con brusquedad, ese lugar era su mundo interno ¿Cómo llego ahí? Miro hacia los lados y todo seguía igual, el cielo estaba nublado amenazando con llover, los edificios se mantenían de igual forma, excepto por el que estaba frente a él, era más ancho que los otros como si simulara ser una pantalla de cine.
-Demonios ¿qué está pasando? -pregunto para sí mismo, al levantarse se encontró con una cadena agarrada a su pierna y el otro extremo al suelo, miro sus manos y estas estaban sujetas de la misma forma en sus muñecas. Tiro para intentar romperlas.
-No importa cuánto intentes -dijo una voz a su espalda- no vas a lograrlo Rey.
-¡Da la cara maldito! -grito enojado.
-Tranquilo, aquí estoy -contesto aquel ser blanco conocido tanto tiempo como su hollow, camino y se paró frente a él.
-Suéltame Zangetsu -ordeno, rodeando con sus manos el cuello de este, ejerciendo presión para dejarlo sin aire.
-¡Alto! -contesto con su sonrisa malvada aunque estaba quedándose sin aire-. No querrás que ella salga dañada ¿no? -chasqueo sus dedos.
Frente a ellos, aquel edificio que llamo la atención de Ichigo, emitió una imagen. No, en realidad era como un video. Soltó de golpe a Zangetsu. Veía la escena en primera persona, lo que la misma mostraba era a Rukia tendida en el suelo, los ojos violetas abiertos de par en par y de los mismas caían lágrimas, sus pequeñas manos arañaban algo con desesperación. La escena que veía en esa pantalla bajó mostrando dos manos enormes apretando su cuello, no podía respirar.
-¿Qué…? -fue lo único que el pelinaranja pudo gesticular.
-Eso es lo que está pasando en este momento -rio divertido- estamos matando a esa shinigami que tanto te quiere.
-Suéltala -respondió Ichigo desesperado- vas a matarla, déjala, debe respirar. -intento soltarse, pero su único pie libre fue encadenado al suelo.
-¿Qué es lo que harías por ella? -pregunto mientras la gran pantalla mostraba como sus manos dejaban de ejercer presión sin soltarla.
-Cualquier cosa, hare lo que me pidas, pero suéltala -pidió rendido.
-Entonces te tengo un trato.
El cielo se ilumino y a lo lejos cayó un rayo, las gotas de lluvia comenzaron a caer con fuerza sobre todo el lugar.
Habitaciones de la sexta división
Renji despertó asustado, acababa de tener una pesadilla en la que Ichigo intentaba asesinar a Rukia. El pensar tanto en esa situación ya lo estaba llevando al borde de la locura, se rasco la cabeza y bostezo. De golpe sintió como el reiatsu de su amiga comenzó a disminuir ¿su sueño se estaba haciendo realidad? Se levantó y salió a la velocidad del shunpo hacia la mansión, una presión espiritual se sintió con mayor intensidad mientras se acercaba y otra disminuía.
-Ya casi llego, maldición -hablaba para sí mismo intentado apurarse- le dije que no se acercara a él.
Mansión Kuchiki
Renji entro a la casa por el techo, no estaba seguro si los guardias lo dejarían pasar. Los reiatsus se estabilizaron nuevamente. Se paró en la puerta en donde más antes sintió a Rukia. La misma estaba abierta, Byakuya levantaba del suelo a su hermana, Ichigo estaba recostado en la cama como si nada, aun dormía.
-¿Qué sucedió Rukia? -pregunto parándose a su lado.
-Paso lo que temíamos -hablo su capitán- Kurosaki la ataco, casi la mata.
-No era Ichigo el que me ataco -dijo la pelinegra algo afónica- fue su hollow, no pudo controlarlo -comenzó a toser.
-Renji llévala a la cuarta división y que le hagan un control -se acercó al cuerpo de Ichigo- yo me hare cargo del problema.
-Nii-sama no le hagas daño -dijo asustada Rukia- no era él, él nunca me dañaría -las lágrimas amenazaron con caer.
-Tranquila, no dejare a un hijo sin padre.
El pelirrojo sujeto a su amiga del brazo para sacarla de la habitación, ella se resistía.
-Ya vámonos de una maldita vez -dijo enojado- deben revisarte y verificar que él bebe este bien.
Rukia se tranquilizó, dejándose guiar hacia la puerta principal de la mansión. Se negaba a que le hagan daño a Ichigo, si su vida estaba en peligro, ella lucharía para protegerlo, moriría por él.
Sala de reuniones de la primera división
-¿Por qué nos convocaron a una reunión de emergencia a las tres de la madrugada? -pregunto el capitán Hirako.
-No lo sé, yo solo quería seguir durmiendo -contesto la capitana Sui Feng.
Los murmullos continuaron por toda la sala, se notaban los espacios vacíos, no porque aún no llegaban a la reunión de emergencia –a excepción de Isane y Urahara– sino porque esos puestos aún estaban libres. Las puertas se abrieron y todos los presentes guardaron silencio. El comandante general Syunsui Kyoraku entro bostezando y detrás de él, el capitán de la sexta división.
-Buenas noches -saludo a los presentes- ¿o debería decir buenos días? -hablo en voz baja- por la hora seria buenas madrugadas.
-Ya habla de una maldita vez- contesto Ikkaku, capitán provisorio de la onceaba división hasta que Zaraki decidiera volver de hueco mundo- disculpe comandante general, no quería tratarlo de esa manera, yo solo…
-Ya déjalo Madarame, no importa -respondió Syunsui riendo.
-¿Entonces por qué nos convocaron a una reunión de emergencia? -pregunto un chico de cabello blanco.
-Capitanes y capitanas, aunque ahora solo haya una porque la otra está ocupada -todos lo miraron- fueron convocados para debatir que haremos con Kurosaki Ichigo.
-¿Cómo que, qué haremos? -pregunto Hirako.
-Sí, que haremos con él -hizo una pausa- capitán Kuchiki tiene la palabra.
El aludido dio un paso al frente.
-Kurosaki ataco hace un rato a Rukia, según ella fue atacada por su lado hollow.
-Si ataco a la teniente Kuchiki, que sabemos que nunca le haría daño, entonces estamos en problemas -dijo la capitana de la segunda división-. No podemos tener a alguien peligroso que no podamos controlar, hay que matarlo -concluyo seriamente.
Un murmullo otra vez recorrió la sala, algunos asentían con sus cabezas.
-Silencio capitanes -levanto la voz Kyoraku- esa es una de las opciones, por mi parte me negare a decir eso hasta que ya no pueda ser controlado. Él salvo a todos, no sería manera de pagarle todo lo que le debemos. -hizo una pausa- está en ustedes decidir en dejarlo con vida o no. ¡Voten!
Nuevamente el murmullo se apodero de la sala, muchos "no" podían oírse. La mayoría se negaba a matarlo, todos conocían a Ichigo y sabían que a pesar de no seguir las reglas siempre daba hasta su vida por sus amigos.
-¿Qué decidieron? -pregunto el comandante.
-Creo que hablare por casi todos -comenzó Hirako- nos negamos a matarlo, como dijo usted, el salvo a todos y esas no son formas de agradecérselo. Tan solo está pasando por un mal momento, un poco de entrenamiento y estará como nuevo.
-Tienes razón Shinji -miro a todos los presentes- ¿Entonces qué haremos con él ahora?
Byakuya dio un paso al frente.
-Capitán Kuchiki, tiene la palabra nuevamente.
-Propongo que al menos hasta que despierte sea llevado al nido de gusano.
-¿Qué? Eso sería matarlo en vida -respondió Kensei.
-El sabrá entenderlo -dijo tranquilo el Kuchiki- si se entera que le hizo daño a Rukia y nosotros no hicimos nada para detenerlo, no se lo perdonara nunca.
-¿Alguien se opone? -pregunto Syunsui. Nadie respondió-. Entonces será llevado al nido de gusano hasta que despierte, luego veremos sus condiciones y volveremos a reunirnos. -Guardo silencio unos segundos- Se da por finalizada la reunión, pueden volver a dormir.
Todos salieron hacia sus respectivos hogares, el capitán de la décima alcanzo a Byakuya para conversar con él, camino a su lado.
-¿Está seguro de lo que hará con Kurosaki?
-Claro -dijo cortante- ya lo deje en su celda antes de venir a la reunión.
-Y Rukia ¿Cómo está? -continuo caminando- Más tarde iré a verla.
-Está bien, pero fue llevada a la cuarta división por Renji para un chequeo. Se lo diré, necesitara despejarse luego de que se entere en donde esta Kurosaki.
Pasaron uno, dos, tres, cuatro días e Ichigo seguía sin despertar. La pelinegra estaba bastante nerviosa, le negaron el paso y la visita a su pareja desde el primer día, recibía informes de su estado, pero no era lo mismo que poder verlo. Por otro lado no le quedaba otra que estar tranquila por él bebe, o eso era lo que todos sus amigos que iban a visitarla decían pero, ¿Qué había de Ichigo? ¿Nadie fue a visitarlo? ¿Por qué no le hablaban de él?
Un nuevo día comenzaba en el Seireitei, siete para ser exactos desde que Ichigo fue llevado al nido de gusanos. La mañana era tranquila, los pájaros cantaban alegremente en los arboles de la mansión Kuchiki, los hermanos desayunaban en silencio. Un mensajero apareció en la puerta de la habitación.
-¿Qué sucede? -pregunto Byakuya.
-Kurosaki Ichigo ha despertado -comenzó a hablar- se solicita la presencia de Kuchiki Rukia y Kuchiki Byakuya en la cuarta división.
-¿Por qué en la cuarta? -pregunto Rukia.
-Deben ir y le darán la noticia.
El mensajero desapareció. Ambos terminaron su desayuno y se dirigieron a ver a Ichigo.
…..
Nota de autora: Holaaa gente! ¿Qué tal todo? A pedido de mis amadas lectoras (Ane y Than) les traigo este fic que empecé a escribir hace un par de meses, creo que unos tres, todo antes de que Tite la joda con ese final de cuarta que le dio al manga :'(. Este será mi propio final con Ichiruki y un poco de dolor y sangre xD
Si desde el principio no se entiende muy bien, es solo porque todo se va desarrollando en los siguientes capítulos. Solo espero que les agrade y que me den tiempo porque con la universidad y los parciales a la vuelta de la esquina se complica todo un poco.
Sin más me retiro, y bueno que ¡Que viva el Ichiruki! Como siempre debió ser, al menos tenemos fundamentos xD
Los saluda Lisa Yadomaru.
PD: el título del fic lo puse por una canción…
