Bien, esta historia sucede poco más de dos años después de 02 y no tiene absolutamente nada que ver con los acontecimientos de Digimon Adventure Tri.

Obviamente los niños ahora van creciendo y comienzan a lidiar no sólo con los problemas del digimundo sino también con los problemas propios de la edad, la escuela, los amigos, el crecimiento, conflictos existenciales, etcétera, pero eso no quiere decir que van a dejar de lado sus responsabilidades como los niños elegidos ni la amistad que los une.

En cuanto a la trama sé que a veces algunas partes parecerán algo confusas pero por favor den tiempo de que la historia misma se vaya explicando. Escribo con cariño y aunque ni el mundo de digimon ni sus maravillosos personajes me pertenecen haré todo lo posible por respetar la esencia y complejidad de cada uno de ellos con el fin hacer un tributo a este anime que de niña fue mi favorito y que aún hoy día me hace reflexionar sobre muchas cosas.

Una última nota: Personalmente me gustan más los nombres en japonés pero conocí Digimon a través del doblaje latino y no puedo imaginarme escribir esto con una forma de expresión diferente, así que espero que lo entiendan y lo disfruten.

Resumen: Una vieja leyenda habla sobre un digimon cruel y poderoso que un día casi colapsó todo a su alrededor y fue detenido por poderosos guerreros que dieron su vida por el digimundo. Lo que la leyenda no cuenta es, que algunos de los niños elegidos son la reencarnación de esos guerreros.

Hubo una vez que surgió un mundo digital en el que los digimons podían vivir felices y libres, jugando unos con otros y construyendo poco a poco desde pequeñas aldeas hasta grandes reinos.

En ese digimundo había digimons de todo tipo: voladores, metálicos, acuáticos, de fuego, tipo planta, etcétera, y todos cumplían con una función específica: algunos eras información útil, otros virus traviesos y otros vacunas realmente efectivas, sin embargo, todos cumplían con su función específica y gracias a ello el digimundo estaba en equilibrio y armonía. Sin embargo, como es natural, donde hay luz tiene que haber obscuridad y en este caso la obscuridad comenzó a manifestarse en la forma de un poderoso digimon llamado Yashimon.

Reuniendo un poderoso ejército de seguidores y engañando a aquellos que se dejaban consumir por la ambición Yashimon comenzó a aumentar poco a poco su dominio y evolucionando a Zankukomon se hizo tan poderoso que casi la totalidad del digimundo cayó bajo su poder.

Aún así, hubo quienes no se resignaron a postrarse a sus pies.

Un grupo de valientes digimons de todos los tipos y niveles se opuso al ejército de Zankukomon en una pelea definitiva y aunque las fuerzas de la obscuridad fueron derrotadas, la mayoría de los rebeldes pagaron con graves heridas (o más que eso) por esa oportunidad.

Varias horas más tarde sólo ocho digimons en pie de lucha: uno de ellos era Zankukomon y los otros siete eran los siete líderes del ejército rebelde… siete líderes que lucharon con valor y devoción pese a que sus poderes estaban evidentemente muy por debajo de los de su enemigo.

Cuando la lucha parecía perdida dos de estos digimons tomaron una decisión definitiva y con sus últimas fuerzas lograron restaurar las energías perdidas del resto de los digimons, elevar los niveles de sus cinco compañeros a un punto hasta entonces desconocido y disminuir el poder de las tinieblas que Zankukomon utilizaba como arma para el combate. Gracias a esto los cuatro líderes restantes lograron cortar a su oponente en doce partes y sellar cada una de estas por separado conteniendo así al malvado digimon. Pese a la victoria, los digimons sobrevivientes tuvieron que observar con lágrimas en los ojos como dos de sus líderes se despedían de ellos con sonrisas en sus rostros al tiempo que sus cuerpos se desvanecían como si nunca hubiesen existido.

Sin embargo, por doloroso que sea decirlo, la vida continúa y los cuatro líderes sobrevivientes tuvieron que enfrentar la realidad de un digimundo roto y devastado que necesitaba trabajo y restauración.

Así, Xuanwumon se ofreció como el guardián del norte llevándose para ocultar tres de los fragmentos de Zankukomon, Zhuqiaomon tomó el liderazgo del sur decidiendo guardar dos de las peligrosas partes de su enemigo, Qinglogmon se convirtió en el guardián del oriente llevando tres peligrosos fragmentos, Baihumon decidió para velar el occidente junto con dos fragmentos de Zankukomon y finalmente los fragmentos restantes quedaron bajo el cuidado Huanglongmon en la zona centro.

En las leyendas que se contaron a partir de ese día sólo se dijo que los dos valientes líderes, tras sacrificar su vida por el bien del digimundo, desaparecieron sin dejar tras de sí ni un mínimo rastro que pudiese indicar que alguna vez regresarían. Así, poco a poco la leyenda se convirtió en mito, el mito en rumor y el rumor se perdió en las mareas irregulares del tiempo.

Hoy día en el digimundo, nadie fuera de las bestias sagradas puede recordar la historia de esa vieja lucha pero no se puede culpar a los digimons por eso. Del mismo modo no se puede culpar a aquellos que ahora se conocen como las "bestias sagradas" por no buscar a sus compañeros caídos; después de todo, ellos vieron con lágrimas en sus ojos como los cuerpos de esos valientes líderes desaparecían. Es decir: sería incorrecto culparlos por no saber que en aquel día olvidado, las almas de esos valientes digimons cruzaron la barrera del digimundo y llegaron al mundo humano, donde reencarnaron en la forma de dos niños que, cuando el digimundo los necesitó, volvieron a él como dos de los niños elegidos.