Habrán algunos clichés, pero los necesito para llevar la historia hacia donde quiero que vaya.

Me aburro.


Era un día como otro cualquiera. Breves peleas entre los miembros más salvajes del gremio, el olor a alcohol inundando el lugar, botellas y barriles volando de lado a lado…Uno de esos días en los que nada alocado ocurría, pero aun así todo el mundo tenía la certeza de que mientras todo siguiera igual, Fairy Tail nunca dejaría de ser su hogar.

De una manera brusca, la puerta principal se abrió de un golpe, dejando ver al joven Dragon Slayer de Metalicana, que volvía de un encargo de una semana de duración. No era ninguna sorpresa que nadie se asustara ante la brutal manera de entrar en el gremio, ya que no había ni un solo miembro que no hubiera demostrado su masculinidad de esa forma.

Como solía hacer siempre, Gajeel exploró de manera leve sus alrededores, analizando quien y quien no estaba en estos momentos. Después de darse cuenta de que no estaba presente cierto pelirosa, las esperanzas de una pelea de esfumaron, y con cansancio decidió unirse a Makarov en la barra. Gajeel solo quería perder el tiempo un rato consumiendo lo que sea que Mirajane pudiera preparar, pero antes de aislarse en su aburrimiento, cierta conversación femenina captó su interés. 'Mejor que no hacer nada…' pensó, soltando un ligero suspiro.

''Luuuuucy, ¿cuánto te falta para terminar tu novela?'' Preguntaba la joven peliazul, con un tono de insistencia. ''Tengo ganas de leerla desde hace meses!'' Exclamaba de manera cómica.

''Dale tiempo Levy'' Dijo Erza, pausando ligeramente la conversación para probar un trozo de su tarta. ''Lucy ha estado ocupada con su novio'' Añadió soltando una ligera sonrisa burlona.

''Sinceramente…'' decía una muy poco sobria Cana, mientras se acababa uno de sus muchos barriles diarios ''…yo pensaba que acabarías saliendo con Natsu!'' exclamaba la joven borracha, mientras usaba toda su concentración para no caerse de la silla.

No sabía por qué, pero Gajeel estaba teniendo una extraña sensación sobre todo esto. 'Son solo cotilleos absurdos…' se decía a sí mismo, pero aun así había algo que no lograba identificar, algo que no lograba descifrar en toda esa historia.

''¿Natsu? No creo que el romance sea algo que le interese…'' reflexionaba en voz alta la pelirroja de la mesa. Erza era, de las chicas presentes en la conversación, la que más conocía a Natsu, y nunca había pensado en el cómo alguien que podría ser 'romantico'. Cierto era que sin darse cuenta, muchas veces decía cosas con tanta inocencia y pasión que llenaban a la joven maga con una cálida sensación de felicidad…y aunque fuera el hombre más despistado que había conocido, podía tener la seguridad de que el nunca mentía cuando expresaba el amor que sentía por sus seres queridos.

'Me recuerda a Jellal antes de que…' sorprendentemente, ese pensamiento no le generaba melancolía, como las muchas otras veces que recordabas esos eventos de su infancia.

''Yo creo que simplemente Natsu no sabe que es el amor romántico'' Al ver como todas dirigían su atención a ella, Levy decidió continuar. ''Él fue criado por un dragón, que por lo que nos ha contado, solo le enseñaba a pelear y a vivir en la naturaleza…No sé exactamente de lo que hablaban, pero dudo que Natsu haya aprendido algo sobre el romance en la sociedad por Igneel.''

Llevando más bebidas a Cana, Mirajane no pudo evitar dar su opinión ''Ara, en mi opinión Natsu es bastante lindo…solo necesita aprender un par de cosas para ser el novio perfecto!'' Exclamaba ella ligeramente en alto, haciendo que varios miembros masculinos soltaran una carcajada al imaginarse a Natsu en una relación. Imposible.

Mientras tanto, en la barra, la confusión de Gajeel no hacía más que aumentar. Desde que se había sentado, el olor de Natsu había estado presente en la zona. Ya que Natsu ha estado en el gremio durante años, Gajeel había desestimado ese dato. Pero justo cuando Mirajane había dejado la barra para unirse a la mesa, el olor había disminuido ligeramente. 'El olor es más intenso en esa mesa…' descubrió el Dragon Slayer.

Esforzándose lo máximo posible en su sentido del olfato, Gajeel analizaba el origen del aroma. 'Parece que es más acentuado donde esta Lucy...espera…' cerrando los ojos, buscaba una manera de concentrarse más aún. 'Proviene también de Erza y Mirajane…pero el que se origina en la rubia se está…desvaneciendo…' Abriendo los ojos levemente, mostrando cierto shock, Gajeel buscó a su alrededor a alguien que le pudiera ayudar a confirmar su teoría.

''Makarov…'' el viejo maestro centró su atención en el Dragon Slayer ''¿Dónde está Natsu?''

Un ligero tic en el ceño delató alguna de las sospechas de Gajeel, mientras Makarov se esforzaba en no mostrar ningún gesto facial, y fallando en el intento. ''Hace una semana se fue a investigar pistas sobre Igneel…volverá pronto'' Respondió Makarov, sin dejar de mirar su bebida.

Gajeel, viendo que todas las señales apuntaban al peor escenario posible, empezó a agobiarse. Solo conocía a Natsu desde hace algunas semanas, desde el comienzo de la batalla contra Phantom Lord, pero aunque no le gustara admitirlo (y nunca lo haría), Natsu era como un hermano dragón, su compañero Dragon Slayer. El único que entendía su situación con Metalicana. Levantándose de manera brusca, y ganando la atención de ciertos miembros, Gajeel se dirigió a la mesa donde las chicas conversaban.

''Lucy'' Dijo Gajeel en un tono molesto, ganando la atención de la mayor parte de la sala. ''¿Cuándo fue la última vez que viste a Natsu?'' preguntó, sin ninguna señal de amabilidad en su tono de voz.

Adoptando una pose pensativa, Lucy no lograba identificar el momento exacto. ''¿Natsu?'' preguntó Levy en lugar de la rubia. ''No le veo desde que Lucy le presentó a su novio la semana pasada…'' más que una respuesta, era un pensamiento en voz alta.

''¿Eeeeeeeeh?'' Exclamaba la borracha Cana, separando su cara de la mesa como si acabara de resucitar. ''¿Natsu no viene porque esta celoso?'' Preguntó de manera burlona, sonrojando levemente a Lucy ante la idea, y provocando que Erza frunciera ligeramente el ceño. ''Entonces deberíamos hacer que se peleen! Y el premio seria Lucy! Pelea de amooooor!'' Gritaba Cana, para después volver a su tarea de vaciar todos los barriles de cerveza posibles.

Queriendo ver la reacción de su amiga de la infancia, Mirajane continuó lo que Cana desató. ''Siempre me dio la sensación de que Natsu tenía un ligero enamoramiento por Lucy'' dijo con una leve risita, al ver los gestos faciales de las chicas de la mesa.

Las chicas siguieron dando su opinión sobre el tema, pero Gajeel las ignoro durante unos segundos. Todas las piezas encajaban, y lo que una vez no tuvo sentido, ahora parecía lo más lógico del mundo.

Flashback

''Metalicana!'' Exclamaba una versión infantil de Gajeel. ''¿Alguna vez has peleado con algún dragón?'' Preguntaba el curioso Dragon Slayer, queriendo saber cómo de poderoso era su padre comparado con los demás de su especie.

''He peleado con bastantes de mi especie…si'' recordaba el padre adoptivo de Gajeel con melancolía. Viendo cual sería la próxima pregunta del joven, el dragón continuó. ''He ganado un gran número de esas peleas, pero también he experimentado derrotas.''

Gajeel, aunque algo decepcionado de que su padre haya sido derrotado algunas veces, no podía evitar pensar quien podría ser tan fuerte como para poder superar al imponente dragón.

''Por suerte para mí, en ninguna de esas derrotas estuve vinculado a una hembra.''

''¿Vinculado a una hembra?''

Aunque Gajeel fuera un joven humano bastante impulsivo, su padre sabía que no era estúpido. Simplemente no le interesaban los conocimientos de su especie biológica, pero los dragones eran un asunto que despertaba la curiosidad del joven Dragon Slayer. Podría entender su explicación sin problemas. Era más dragón que humano al fin y al cabo.

''Los dragones somos seres de instinto, seguimos nuestras propias normas, todo enfocado en aumentar nuestra supervivencia.'' Apoyando su cabeza en la suave superficie verdosa, siguió con su explicación. ''Cada dragón, sobre todo los Reyes Dragón, sienten la necesidad de buscar una pareja, una hembra con la que perpetuar su magia. A su vez, toda hembra dragón busca un macho con el que poder aparearse, y que la pueda defender.''

''Cuando estos se encuentran, los dos dragones forman un vínculo entre sus almas, un enlace mágico que indica que sus vidas se han unido para siempre.'' Los dragones no tenían ningún tipo de sociedad parecida a la humana, eran seres completamente diferentes. El 'matrimonio' era una de las pocas prácticas humanas que podían asemejarse a dicho vínculo.

''¿Es como una novia dragón?'' Preguntaba algo confuso el joven.

El dragón de hierro no pudo evitar soltar una carcajada ante la comparación. El amor humano era mucho más irracional, ilógico e impulsivo que el de los dragones. Un dragón sabe cuándo siente amor, pero no suele basar solo ese sentimiento en su decisión de formar un vínculo. Los humanos sin embargo (incluso los Dragon Slayer) no saben identificar que sienten, actúan sin ni siquiera entender sus instintos, forman pactos de unión con personas sin estar seguros de por qué.

''Algo parecido.'' Decidió responder, no queriendo molestarse en la comparación sentimental de ambas especies.

''¿Y porque no querías tener novia cuando perdiste? ¿Te daba vergüenza que te viera perder?'' Seguía preguntando Gajeel con un tono de voz curioso pero con burla.

Metalicana, sin embargo, adoptó un rostro serio, indicándole a Gajeel que lo que estaba a punto de decir no era ninguna broma.

''Si un dragón con un vínculo es derrotado, no solo su hembra ve que no es apto para protegerla, el perdedor asume su incompetencia.''

Gajeel solo pudo responder con una cara de confusión, indicándole a su padre que no entendía muy bien a donde quería llegar.

''La familia es lo más importante para un dragón. Uno incapaz de protegerla es un dragón que no se merece dicha familia. En la mayoría de las veces, la hembra dragón decide abandonar al perdedor por el dragón victorioso, viéndolo como un candidato más capaz de protegerla a ella y su familia.''

''Que malas!'' Exclamaba Gajeel, sintiendo pena por los dragones que fueran abandonados.

Metalicana no culpaba a dichas hembras. Daba igual los sentimientos que una dragona sintiera por su compañero, la totalidad de su amor acabaría siendo dirigido a sus crías. Los bebes eran lo que más apreciaban dichas hembras, y aunque la mayoría de ellas fueran más fuertes que algunos machos, no permitirían que sus descendientes estuvieran en peligro.

Las hembras de cada especie eran criaturas sabias, ninguna dejaría que nada malo a sus crías, todas se esforzarían en crear el ambiente más seguro para la crianza.

''¿Y que hace el dragón que pierde? ¿Busca a otra novia?'' No sabía por qué, pero estaba bastante interesado en el tema. Metalicana suponía que era por su instinto de dragón, que era más poderoso que su naturaleza humana.

''Muere''

Los dos se miraban el uno al otro sin generar ningún sonido, Gajeel abriendo los ojos con sorpresa mientras su padre simplemente esperaba a la inminente pregunta.

''¿C-Como?''

Cerrando los ojos, el dragón de hierro sabía que este era un tema delicado, pero tenía que explicárselo a su hijo. Lo más posible que es que acabe heredando la habilidad de formar un vínculo como los demás dragones. Era mejor que lo supiera a que lo acabara formando de manera inconsciente por algún impulso humano.

''Un dragón tan débil que no puede defender a su familia es una vergüenza. Incluso el mismo dragón sabe que no merece vivir. Gran parte de ellos acaba muriendo en el combate, pero aquellos que sobreviven y ven a su hembra abandonarlos saben que han fracasado como dragón. Cualquiera con un mínimo de respeto se quitaría la vida, que son casi todos.''

''P-pero no intentar-''

''No.'' Metalicana fue seco en su respuesta. ''Todo dragón sabe cuándo ha fracasado, cuando no tiene un papel en el mundo. Incluso si no le han enseñado a reaccionar así, lo sabrá por instinto. Porque lo más importante para un dragón es tener una familia, y cuando es tan débil que no puede protegerla, sabe que no tiene razón de vivir.''

Flashback end

Todos esos recuerdos volvieron a Gajeel en meros segundos, confirmando las sospechas en su mente. Estaba bastante alterado. Natsu, prácticamente su hermano…tenía que hacer algo!

''Oh vamos, seguro que Natsu solo esta aburrido de no poder llevar a Lucy a mas misiones cuando sale con su novio'' Comentaba Levy

''¿Queréis dejar de hablar de ese idiota? Ugh fue un error salir con él.''

''Wow Lucy, ¿solo una semana?''

''Oye soy adolescente! A mi edad hay que experimentar!''

''¿!Experimentar…!?'' Una muy sonrojada Erza miraba con asombro a Lucy, que intentaba negar cualquier pensamiento que tuviera la pelirroja por su mente

''Entonces ya puedes ir a por Natsu!'' Exclamaba con alegría Mirajane

''No!'' Cana golpeaba la mesa con su barril de cerveza. ''Deberías salir con otro para darle más celos, que se pelee por ti!'' Decía emocionada, para luego llenar su boca con ese adictivo líquido que necesitaba sentir a través de su garganta (alcohol)

''¿Natsu celoso? Dudo mucho que sepa lo que es un 'novio'.''

Ante el comentario, todas las chicas presentes no pudieron evitar soltar una ligera risa, mientras algunos hombres que escuchaban la conversación a lo lejos se reían sin pudor.

''Basta ya!'' Todas las risas pararon al escuchar el grito del Dragon Slayer de hierro, acompañado por un puñetazo en la mesa de las conversadoras. Estas miraban sorprendidas a Gajeel, algo asustadas por el ataque tan repentino de ira hacia ellas. Todas menos Erza, que tensaba sus músculos esperando una pelea.

Sin prestar atención a sus reacciones, Gajeel se dirigió alterado hacia el maestro. ''Makarov!'' Gritó con seriedad. ''Tienes que ordenar una búsqueda, ha pasado una semana! Natsu está definitivamente muerto a estas alturas!''

''De que estas hablando!'' Preguntaba alterada la pelirroja, no entendiendo nada de lo que estaba pasando, y preocupada por su amigo de la infancia. Gajeel no se molestó en mirar a Erza, su atención centrada en Makarov.

''Confió en Natsu'' decía lentamente Makarov, tomando un trago de su bebida. ''Volverá.''

''Esto va más allá de tu entendimiento viejo, no es cuestión de que Natsu quiera volver, no podrá!'' Las chicas de la mesa estaban empezando a sentir como su corazón latía más rápido que antes, aun sin saber que era lo que estaba pasando, mientras los hombres miraban con confusión la escena.

Incluso Makarov lo miraba con cierta duda en su mirada, sin saber realmente a que se refería Gajeel.

''E-Estas exagerando un poco Gajeel, Natsu siempre sale solo cada vez que oye algo de su padre-''

''Tu cállate rubia!'' La mirada de Gajeel, llena de furia, hizo que Lucy se alejara lo más posible del joven alterado, mientras Erza se interponía entre la rubia y el Dragon Slayer. Antes de que Gajeel pudiera seguir gritando notó como una delicada mano se posaba en su hombro. Girándose, pudo ver como Mirajane le miraba con unos ojos que poseían calma y preocupación en grandes cantidades.

'El olor en ella y la pelirroja sigue igual, no disminuye…'

''Gajeel…por favor, explícanos que está pasando.'' El Dragon Slayer quería gritarle, pero al escuchar el tono con el que Mirajane le suplicó pudo ver que estaba realmente preocupada por el pelirrosa.

Con un suspiro, se sentó en una silla que tenía cerca, esperando a que todos los interesados se acercaran para escucharle.

''Hay muchas cosas que no sabéis sobre los dragones'' Con calma, Gajeel comenzó a explicarles todo lo aprendido por su padre dragón, desde la existencia del vínculo, hasta lo ocurrido cuando se rompía. Todos atendían silenciosamente, no queriendo dejarse ningún detalle sobre la explicación de las tradiciones dragónicas.

''¿Que tiene que ver eso con Natsu? Él es un humano, no un dragón.'' Preguntaba de manera seria Levy, intentando descifrar a donde quería llegar Gajeel.

''Da igual lo que haya sido Natsu, una vez recibes la magia Dragon Slayer, eres un Dragón en alma. Por ende, aunque no te la enseñen, la cultura de los dragones está grabada en tu mente, siguiéndola por puro instinto.'' Respondió el joven, viendo como Levy abría los ojos ante la explicación, posiblemente teniendo una idea del estado de la situación actual.

''Por lo que se de Igneel, lo más seguro es que nunca le haya enseñado a como formar un vínculo, solo a pelear y comunicarse con humanos.''

Siendo la única que preguntaba sobre el tema, ya que los demás estaban demasiado ocupados intentando entenderlo todo, Levy volvió a intervenir. ''¿No significa entonces que Natsu no puede hacer ningún vínculo?'' Dijo con algo de esperanza en su voz, aun sin decirles a los demás lo que creía que estaba pasando.

''No. Significa que no sabe nada sobre él, pero sigue teniendo la capacidad de crearlo.'' Al ver los rostros de la mayoría Gajeel apoyo fuertemente sus pies en el suelo, mirándoles con seriedad.

''El muy idiota ha creado sin quererlo vínculos con algunas del gremio, puede que por sentimientos que ni él sabe que tiene.''

La mayoría del gremio se sorprendió ante la revelación. ¿Significaba que Natsu se había empezado a enamorar (inconscientemente) de varias del gremio? Era un pensamiento algo extraño para ellos, nunca podrían imaginarse a Natsu relacionado con algún tema romántico, en su mente el joven Dragon Slayer solo se dedicaba a pelear y comer.

Pero para los más inteligentes de los oyentes la preocupación aumentaba más y más, relacionando la ausencia de Natsu con lo dicho por Gajeel no era difícil hacerse una idea de lo que podía estar pasando. Makarov, Levy, Erza y Mirajane solo permanecían inmóviles, esperando que Gajeel les dijera algo que eliminara sus preocupaciones.

''¿Y quiénes son las afortunadas?'' Preguntaba con burla Gray, sintiendo pena por las poco afortunadas que tuvieran que aguantar a su hiperactivo amigo.

Levantando el dedo, Gajeel empezó a señalar. ''Erza, Mirajane…''

Las dos aludidas se quedaron en shock ante la noticia. Para Mirajane no era difícil imaginarse al pelirrosa como novio, no tenía ningún problema con su aspecto y solo necesitaría hacerle madurar un poco. 'Pero si llegara a pasar…' una imagen de su hermana menor pasaba por su mente. '…no sé si me lo perdonaría…' pensaba con una sonrisa triste. El pelirosa le sacaba una sonrisa cada dia, y incluso en su infancia (aunque solo fuera a base de peleas) nunca habia parado de divertirse con él. Pero sabía cuáles eran los sentimientos que Lissana habia tenido por Natsu…algo le decía que si veía al Dragon Slayer como algo más que un amigo su hermana nunca se lo perdonaría.

Erza sin embargo, nunca se había imaginado a Natsu como un candidato a una relación romántica. Si lo pensaba fríamente, de todos los miembros del gremio solo él era una opción con sentido. No solo se conocían desde que era niños, pero nunca habían dejado de ser amigos. 'Aunque…' con el tiempo, Erza empezó a madurar, mientras Natsu seguía siendo el mismo hiperactivo de siempre. Queriendo que su amigo de la infancia madurara Erza comenzó a ser más dura con él, llegando al punto en el que actualmente el pelirrosa se asustaba solo con escuchar su nombre.

'Pensé que me odiaba…' se decía en su mente la pelirroja. '¿Pero en serio siente algo por mí?' No era una broma al decir que estaba en shock. Nunca se habría esperado esos sentimientos por parte del pelirrosa. Se había dado cuenta de que no había actuado como debía, tendría que haber sido más cariñosa con él, habían sido casi inseparables de pequeños y actualmente casi ni pasaban tiempo juntos, solo porque ella no paraba de intentar disciplinarle cada vez que le veía. Ella no era su profesora…era parte de su familia.

Siendo críticos, Natsu era una persona cariñosa, siempre podías confiar en él, en cada día malo que tuvieras sabrías que él te daría la más brillante de las sonrisas, el más cálido de los abrazos. Era su inmadurez no único que les hacía a ella y Mirajane nunca verle como algo más que a un hermano pequeño. Si a lo mejor madurara un poco…

Imágenes de una torre y de un joven peliazul llegaron a sus pensamientos. 'Aunque pudiera pasar…nadie con un pasado así sin resolver podría hacer feliz a alguien' eran los pensamientos depresivos que cruzaban por la cabeza de la pelirroja. Los sentimientos que tenía por Jellal eran agua pasada, no solo habían pasado años, sino que Jellal había cambiado. Igualmente, el pasado de la pelirroja era complejo e inconcluso. Escuchando la información dada por Gajeel, Erza sabría que solo le haría daño a Natsu debido a su pasado con Jellal. Puede que si lograra enfrentarse a su pasado…pero sabía que aún no era lo suficientemente fuerte como para hacerlo ahora.

''No son vínculos reales.'' Continuó explicando, sin darse cuenta del cambio de expresiones por el que habían pasado las dos jóvenes. ''Es como una unión incompleta que ni él sabe que ha hecho. Como si las hubiera empezado a marcar como sus hembras.'' Explicaba Gajeel de manera casual, sacando una sonrisa de los hombres del gremio y sonrojando a las mencionadas por la manera tan vergonzosa de explicarlo.

''El problema es el vínculo con la rubia.'' Ahora fue el turno de Lucy para sorprenderse, que no sabía que ella también había sido objeto de los sentimientos del pelirrosa. Mirando a Lucy, Gajeel continuó. ''El que tiene contigo es el más fuerte de los tres.''

Sin saber por qué, Erza y Mirajane sintieron una ligera decepción ante esa información.

''¿Eso no es algo bueno?'' Pregunto la rubia algo nerviosa.

''Lo seria, si no fuera porque se está desvaneciendo.''

Mirando de un lado a otro, una ligeramente confusa Mirajane preguntó. ''¿Significa eso que ya no le gusta Lucy?''

Una risa fue lo que salió de la boca del Dragon Slayer. ''Los dragones no son como los humanos, no se enamoran solo por una semana y luego se dan cuenta de que se equivocaron.'' Las chicas supieron que Gajeel se estaba burlando de Lucy, que solo miraba hacia el suelo con vergüenza.

''Cuando un dragón se enamora, es real. El instinto dragón de Natsu, de manera inconsciente, ha creado esos vínculos incompletos. Ha identificado los verdaderos sentimientos de Natsu, y sabe que esas tres eran las hembras que Natsu querría proteger durante toda su vida.'' Era bastante romántico ahora que lo escuchaban. Mirajane solo sonreía agradecida ante tan bellos sentimientos, mientras Erza intentaba no sonrojarse, encontrando preciosa la manera en la que el pelirrosa la miraba.

''Era'' Esta vez fue el turno de Makarov para intervenir, oliéndose lo peor.

''Solo hay una razón por la que el vínculo se desvanece, y es por lo que os explique antes.'' Era de esperar que varios miembros (mayormente masculinos) del gremio estaban confusos, habiéndose perdido entre las explicaciones del Dragon Slayer.

''Abandono.'' Susurró Levy, sus ojos abriéndose ante el descubrimiento.

''Pero Lucy nunca ha abandonado a Natsu!'' Exclamaba Cana, su borrachera desvaneciéndose ante la seriedad de la conversación.

Levantándose de la silla, Gajeel se acercó a Lucy, mirándola con intensidad. ''Hace una semana le presentaste a tu novio. Un novio que ni siquiera amabas.'' Viendo como sus amigas intentaron intervenir, Gajeel las interrumpió. ''Da igual lo que sintieras por ese idiota, o lo amistosa que fuera la reunión entre él y Natsu. Porque para Natsu no fue una presentación.'' Todos los ojos clavados en Gajeel, pidiéndole que terminara.

''Para Natsu fue un despido. El solo vio como la chica que quería prácticamente le decía 'he encontrado a otro más digno que tú. Has fracasado.' Como dijo mi padre, cualquier dragón con un mínimo de respeto se quitaría la vida en esa situación, y Natsu es más dragón de lo que yo nunca seré.'' Era raro para él, el admitir que Natsu era superior a él en algo. Pero no era tiempo de competiciones. Sería un milagro si Natsu no estaba muerto en estos momentos.

Ante lo dicho por el Dragon Slayer de hierro, la preocupación inundo el gremio. Mirajane se llevaba las manos a la boca, su corazón como si le hubieran clavado un cuchillo. El solo pensamiento de haber perdido al joven que tanta alegría le daba…el excitable pelirrosa que la hacía sonreír aunque compartiera su dolor…no pudo evitar como las lágrimas amenazaban con salir.

Lucy, al contrario, no paraba de sollozar, sintiéndose culpable por cualquier cosa que pudiera sucederle a Natsu mientras Levy intentaba calmarla. Erza miraba preocupada al maestro del gremio, esperando algún tipo de orden que la permitiera buscarle inmediatamente. Necesitaba buscarle, necesitaba abrazarle y decirle que nunca estaría solo con ella. Que sin él el gremio siempre estaría incompleto.

El sonido de las puertas se escuchó en el edificio, todos viendo como la figura de un apresurado Gray salía corriendo. Quedándose paralizados solo durante unos segundos, uno a uno todos los miembros empezaron a unirse al usuario de hielo, poco a poco el gremio quedándose vacio. Solo Mirajane, Makarov, Lucy y Levy quedaron en el edificio, todos esperando que se terminara esta pesadilla.

(Con Natsu)

Una semana había pasado.

Una semana en la que su corazón no había parado de doler. Por más que apretara, por más que gritara su corazón seguía agonizando.

La figura de un bastante herido Natsu caminaba sin rumbo fijo. No sabía por qué, pero nada podía quitarle ese inmenso dolor del pecho. Su camino siempre le llevaba hacia campamentos de bandidos y, por alguna extraña razón, no había peleado contra ellos de una manera muy eficaz. Como si esperara que los cortes de las espadas pudieran aliviar la angustia de su corazón.

Caminaba lentamente, heridas por todo su cuerpo, lleno de diferentes tipos de sangre. Su propia sangre, la de otros, sangre seca, sangre fresca que salía de heridas aún abiertas. Le daba igual. Ningún hueso roto le dolía, ningún corte le escocía.

Sus piernas no pudieron más, provocando que su cuerpo cayera duramente sobre el suelo, su rostro sin mirar a ningún lugar en concreto, simplemente aceptando que ya no podría moverse más. Dándose la vuelta, boca arriba, Natsu observaba el cielo azulado. Era una vista preciosa, pero algo dentro de él le impedía sentirse feliz ante la belleza que estaba observando.

Tosiendo un poco, más sangre comenzó a salir de su boca, algunas heridas abiertas después de la caída. Eran los efectos de una semana sin descanso, peleando de manera descuidada con todo tipo de bandidos, sin molestarse en esquivar algunos ataques.

Pero era extraño, su cuerpo estaba prácticamente destrozado, pero solo había una parte que dolía. Una zona en la que no había ninguna herida física. 'Si muero…¿se irá este dolor?'

Sus brazos a cada lado, apoyados en el suelo, Natsu notaba como sus fuerzas se iban desvaneciendo más y más. Su vista cada vez más borrosa, el dolor poco a poco haciéndose más débil. La muerte se acercaba lentamente, pero a Natsu le daba igual. Aunque sabía que echaría de menos a su gremio, no era el tipo de cariño que le haría levantarse ahora. Solo había un tipo de sentimiento que le daba la vida al pelirrosa, y había desaparecid-

Una sola imagen llegó a su mente, sus pensamientos siendo interrumpidos por ella. Ya no podía ver el cielo, ni las montañas a su alrededor. Solo podía ver dos hilos. Uno rojo y uno blanco, era una imagen que no se despegaba de su mente. Cada uno danzaba en el aire lentamente, como si estuvieran flotando en el mismo lugar, nunca cayendo al suelo. Era precioso.

Veía como cada hilo se ataba a una mano, el rojo a su derecha y el blanco a su izquierda, fuertemente anudados a pesar de su fino grosor.

No tenía ni idea de si estaba alucinando o si era algo real, pero en ese momento la muerte no era algo que Natsu quería.

No.

No podía morir ahora.

Daba igual el estado en el que se encontrara, daba igual lo perdido que se sintiera, o que no se librara del dolor en su pecho, no quería morir!

Lagrimas salían de sus ojos, sin saber el motivo, solo veía como la oscuridad se acercaba más y más. Y por más oscuro que se hiciera todo a su alrededor, los hilos de diferentes colores brillaban como si se trataran de soles.

'No….No voy a morir aquí…No me importa cómo, esto no acabara aquí!'

Y así, la oscuridad lo inundo todo.

.

.

.


Todo pasó en un pestañeo.

En un momento estaba agonizando en el suelo, todo su ser deseando no morir, solo por esos hilos. Para seguir sintiendo su presencia, ver como brillaban más que cualquier otra cosa en el mundo, sentir como el tenerlos atados a su cuerpo le llenaba de calma. Y al momento siguiente, estaba en un lugar completamente diferente.

Mirando de un lado a otro, su sorpresa era inmensa al ver que estaba rodeado de unas bestias terroríficas. Todos sus cuerpos negros con algunos pinchos sobresaliendo de estos, pies blancos como garras, y una máscara parecida a una calavera humana pero con la nariz puntiaguda. Intentó poner en posición de lucha, pero parecía que las sorpresas no acabarían de llegar para el pelirrosa.

No tenía brazos.

Mirando a sus pies pudo ver su cuerpo. No era el cuerpo que siempre había tenido, era la misma especie de túnica negra que tenían todas las bestias a su alrededor, sus pies…todo exactamente igual. A simple vista solo pudo notar una diferencia con las bestias a su alrededor.

No tenía el mismo agujero que todos los demás tenían en su cuerpo.


Esta era una idea que me estaba rondando en la cabeza por algunos años. No se si habrán (no los he leído todos), pero no he visto fics Fairy Tail/Bleach donde Natsu sea el que se convierta en Hollow. Suele ser Ichigo el protagonista. Si os gusta decidmelo, si lo odiais decidmelo tambien.

Habrá romance, pero en este capítulo solo Natsu está enamorado, los pensamientos de Erza y Mirajane los escribí simplemente para que pudieran ver el por qué ven a Natsu actualmente solo como amigo, el motivo que las impide dejar de verlo solo como amigo, y los motivos por los que si podrían verlo como mas que un amigo. No tengo nada planeado con Lucy por el momento, pero tampoco va a ser puro odio hacia ella. Lucy es la unica que más o menos actúa como una adolescente 'normal' en el gremio, por lo que ví lógico que encontrará alguna relación fugaz a esa edad (todos la hemos tenido).

Lo unico que tendría que aclarar (aunque enseñaré una escena con la situación en el próximo cap) es que Makarov no sabía realmente el motivo por el que Natsu quería irse temporalmente. Normalmente habría dicho que no, pero al ver el sufrimiento en su mirada, decidió darle tiempo para aclarse y confiar en que volvería recuperado. Da igual lo mucho que queramos a alguien, a veces necesitan tiempo a solas. No podía saber nada sobre dragones.

Dudas o sugerencias siempre son bien recibidas. Tengan un buen día.