Sailor moon y sus personajes son propiedad de Naoko Takeuchi


Al diablo la tradición

Dio una vuelta más y miro ansioso hacia la entrada de la iglesia sus ojos verdes volvieron asía su hermano frente a él y volvió a repetir la pequeña rutina, cuando se llevó la mano a la boca dispuesto a dispuesto a morderse las uñas el castaño de cabello largo supo que era suficiente sujeto a su hermano menor por los hombros y le dio una ligera sacudida

—Cálmate – dijo exasperado el castaño

—¿Qué tal si se arrepintió? – pregunto él ansioso

—Yaten, ya tranquilízate estas armando todo un drama – dijo el castaño rodando los ojos

—¿Pero, porque tarda tanto? – él seguía en su mundo ignorando a Taiki

—Las novias siempre tardan, es la tradición – respondió un cansado castaño

—Que tradición más estúpida - mascullo el peliplata.

Se giró y miro el lugar, una gran catedral, los invitados a su espalda conversaban amenamente mientras él moría de nervios, —que insensibles— pensó, cerró los ojos y trato de relajarse y convencerse de que ella aparecería muy pronto

—¿Como esta? - pregunto Seiya acercándose al ver a Taiki presionando los puños, Taiki miro a su hermano que llevaba a su pequeño hijo de dos años en brazos, y sonrió, jamás imagino que Seiya sería el primero en casarse y formar una familia y ahora el enano peliplata era el segundo en dar el gran paso, empezaba a sentirse viejo.

—Está nervioso — respondió suspirando

—Pero, como que la novia se está tardando ¿no? - comento el moreno

—Si ya es un poco tarde – corroboro Taiki mirando su reloj

—¿crees que ya se arrepintió? - pregunto Seiya medio en broma medio en serio

—¡Ya vez, hasta él piensa que ella me dejo plantado! - grito el histérico peliplata tironeando su cabello y atrayendo todas las miradas sobre ellos

—¡Seiya! - reprocho Taiki cuando el novio huyo del altar. Pero el moreno ya no le prestaba atención ahora estaba ocupado intentado que su pequeño hijo no le arrancara el cabello

—¡Aidan deja mi cabello, no tires tan fuerte! me duele - protestaba el pelinegro cuando el niño de cabello rubio cenizo decidió llamar la atención de su padre y le dio un tiro al largo cabello negro de Seiya, Taiki sonrió de medio lado al escuchar a su hermano quejarse, ¡se lo tenía merecido!

—Si la novia llega ahora se encontrara muy decepcionada - comento Taiki viendo en dirección a los baños, ¿porque las cosas no podían ser normales cuando se trataba de sus hermanos? se preguntó masajeando sus ojos.


...Unos meses atrás...

En una cafetería, un grupo de mujeres conversaba animadamente, la pelinegra del grupo les mostraba su hermosa sortija muy emocionada

—Y Nicolás me pido que me casara con él – dijo

—Ho, pues ya era hora – comento la rubia sonriendo y sin soltar la mano de la morena

—Es cierto Rei por un momento llegue a pensar que Nicolás nunca se disidiría – agrego Lita

—Por cierto Mina, ¿y tú cuando vas a formalizar con Yaten?, ustedes llevan más de año y medio junto pero no parece nada formal – dijo Rei, la rubia se sonrojo, era cierto sus amigas habían tenido noviazgos más cortos y Rei estaba a poco de casarse, Serena tenía ya a su primer hijo, Lita acababa de volver de su luna de miel; ¡ella era la que se estaba quedando atrás¡ ¿cómo era posible? No, tenía que hacer algo para solucionar eso se dijo.

—¡Bien!, si Yaten no me pide que me case con él en dos días se lo pediré yo - sentenció la rubia atrayendo las miradas incrédulas de sus amigas

—Creí haberte oído decir lo mismo en la boda de Serena y Seiya – comentó Rei

—Rei no la molestes - dijo Lita aunque ella también recordaba haber escuchado a la joven modelo.


En un joyería un apuesto peliplata contemplaba al fin la joya termina, hace dos meses había estado esperando que aquel joyero pudiese terminar el trabajo, pero de la sortija lo más difícil de conseguir fue el precioso diamante rojo que coronaba el anillo

—Al fin - dijo el peliplata y sonrió complacido era tal y como lo había imaginado ahora solo tenía que encontrar el momento perfecto.

Taiki sonrió mientras también contemplaba las sortijas en el escaparate, realmente se empezaba a plantear si era tiempo de formalizar su compromiso con Amy.


Dos noches después. Serena y Seiya sonreían, el orgulloso padre alzaba a su pequeño hijo, los ojos azules del pequeño brillaban de emoción, Serena reía rodeada de sus amigas, todas las chicas estaban contentas, habían esperado casi tres meses para volver a ver a su querida amiga.

—¿Y cómo les fue? - pregunto Mina ansiosa

—¡Maravilloso¡ ¡Berlín es un lugar magnifico! – respondió Serena riendo

—Aun no entiendo como fuiste a aceptar hacer esa película, has pasado casi ocho meses viajando de un lugar a otro, no me parece justo para Aiden – le reprocho Rei

—Bueno, pues ahora que finalmente hemos terminado Sakura me contacto, ¡chicas, vamos a filmar la segunda parte de lunas gemelas! – dijo Serena emocionada

El grupo se alegró pues la filmación de aquella película supondría que Serena no se movería de Japón por un largo tiempo

—¿pero, y Seiya que opina él ? — pregunto Amy intrigada

— Está realmente feliz, aunque no se pude decir lo mismo de su productor - dijo la rubia recordando la cara de completo abatimiento que había puesto el hombre cuando Seiya le informo que a partir de ese momento solo daría conciertos y filmarían los vídeo-clips en Japón y si era posible en Tokio

—Amy – Taiki se acercó a la peliazul – ¿podemos hablar un momento fuera? - pregunto el chico

—Vuelo enseguida chicas - la peliazul se marchó con el castaño asía el balcón, Serena miro a la pareja intrigada pero volvió a la conversación y las chicas siguieron poniéndola al corriente de todo lo que se había perdido en aquellos meses.

Unos minutos después oyeron ¡un claro que sí! y Amy se lanzó a los brazos de su novio, Mina suspiro, eso fue todo, había sido paciente, había esperado como buena chica que Yaten diera el primer paso, pero sentía que de seguir esperando nunca llegaría a nada serio con el cantante de ojos verdes. ¡Al diablo la tradición, ella no esperaría más! Se puso de pie con decisión y camino directo asía el peliplata que jugaba con su sobrino.

—Yaten - lo llamo el chico giro y la vio interrogante – ¿me amas? – pregunto mirándolo con aquellos ojos azules

—Mina, sabes que si – las charlas habían cesado y todos tenían los ojos en la pareja más bizarra de la sala, entonces Mina puso una rodilla en el suelo y cogió la mano del peliplata que la veía horrorizado

– cásate conmigo - dijo la rubia, con la mirada busco algo que pudiera usar de sortija, entonces reparo en la lata de cerveza que Yue tenía en la mano, se puso de pie y dejando aun anonadado peliplata en medio del salón se acercó y le arrebató la lata al esposo de Sakura; hizo un par de giros y con algo de esfuerzo desprendió la anilla de la tapa regreso ante su amado y le coloco el improvisado anillo – ¿qué me dices? – pregunto. La voz de Mina pareció volver a la realidad al peliplata que se puso furiosamente rojo viendo como su novia se le había adelantado

—Mina - susurro el peliplata dando un paso atrás – ¿porque me haces esto? - pregunto molesto

La chica lo miro con temor y temió haberse pasado con aquello pero no se iba arrepentir. Ella tenía muy claro lo que sentía por él y quería saber si Yaten y ella tenían un futuro.

—Lo siento, pero tú no te desidias así que pensé que tal vez esperabas que yo diera el primer paso - dijo la rubia sus ojos se habían cristalizado y estaba haciendo grandes esfuerzos para no soltarse a llorar pues sentía que su amado no quería ir mas allá de su eterno novio.

Yaten suspiro al ver los ojos de la joven y la jalo asía él para después besar la rubia cabellera de la chica, si Mina no fuera así de impaciente y loca, simplemente no se habría enamorado de ella, la contemplo y se perdió en sus ojos azules, la loca chica que le robo su primer beso. Sonrió recordando ese episodio y cada vez que creía conocerla y poder seguirle el paso ella lo sorprendía con algo nuevo, vaya con Mina, su amada Mina, ella rompía todas las reglas con ella nunca se aburriría, el peliplata observo la anilla de la cerveza en su mano y sonrió que más daba si no había sido como el imagino, que importaba si su rubia loca era feliz.

—Claro que me caso contigo - dijo el chico besando a la rubia - aunque pensé que este anillo te gustaría, pero creo que la anilla de cerveza no está mal y es menos costosa – dijo. En su mano había una pequeña caja de terciopelo negro dentro de la cual reposaba un anillo de oro blanco coronado con un diamante rojo en forma de corazón, rodeado de diminutos diamantes, las chicas gritaron exaltadas al ver el anillo de compromiso de la rubia y corrieron a felicitarla, al igual que Aami .


…Varios meses después…

—Mina, si no te apresuras a Yaten le va dar algo ¿Y seguro que no quieres ser viuda antes de casarte verdad? - pregunto Rei desde el otro lado de la puerta

—Yo espere por él dos años, no creo que por esperarme un poco se vaya a morir - respondió la chica rubia y se miró una vez más en el espejo, su entallado vestido blanco el velo sobre su cabeza, era toda una diosa, sonrió y salió de la habitación, sus amigas incluyendo a Serena esperaban por ella

—Vamos - dijo la rubia echa un manojo de nervios

En la iglesia Seiya peleaba con Aiden, el pequeño rubio al parecer tenía una obsesión por el cabello negro de Seiya porque a todo momento intentaba sujetarlo Taiki con mucho esfuerzo logro sacar a Yaten del baño y ahora el peliplata jugaba con sus manos bastante nervioso; finalmente la marcha nupcial anuncio la llegada de la novia todos voltearon verla y Yaten se quedó embobado contemplando a la que sería su futura esposa y se preguntó ¿porque había esperado tanto?

Unas horas más tarde Amy y las chicas despedían a la feliz pareja en el aeropuerto, Mina agito la mano y Yaten se despidió de todos, los chicos los vieron abordar el avión, y se quedaron hasta después que este despego

—Chicas, ¿cuánto creen que tarde Mina en tener a su primer bebe? – pregunto Rei casualmente

—No lo sé, pero espero que Yaten no quiera hacer esperar a Mina, porque conociéndola no sabemos que esperar - dijo Serena y Seiya tomo nota, llamaría a Yaten mas tarde.

Fin