¡Hola! Uff tiempo que no escribía xD, pero vine con esta nueva idea, si si si ya sé, Jewell continua con tus otras malditas historias jod*r!(? perooo sinceramente… nose como continuarlas(? x'D o al menos algunas de ellas, pero ni bien me venga el ataque imaginativo lo tratare de continuar(? Dejando eso de lado.

Leyendo fics cross de Inuyasha y naruto me di cuenta de algo, hey, no hay casi ninguna historia que este ambientado antes de la fundación de la hoja, ¿Por qué no escribir alguna si casi no hay? Y después de una noche sin dormir se me ocurrió esta idea xD, de ante mano perdón por las faltas de ortografía u.u ojala lo disfruten!


Resumen:

Kagome definitivamente no se esperaba terminar siendo arrojada a un lugar desconocido con ninjas locos que se mataban unos a otros por un pedazo de tierra.

Y menos quedar atrapada en ese fuego cruzado como amiga de un potencial mini-psicópata y una exuberante bola de energía, llamados Madara y Hashirama.


-¨por favor… por favor¨- rogo una voz ahogada por las lágrimas, mientras veía impotente como la vida de la última persona que le quedaba se iba como el agua que se escurría entre sus dedos.

-¨recuerdo que…cuando éramos niños… nos gustaba echarnos en el pasto y ver las nubes pasar¨- susurro una voz entrecortada alzando la mano hacia el cielo gris de donde fuertes gotas de lluvia caían-¨soñábamos… con un lugar… donde las personas ya no sufrieran¨- una tos con sangre lleno la boca de la azabache.

Una sonrisa apareció en el rostro frágil de la mujer -¨me alegro...¨- susurro viendo como sus dos amigos la veían con rostros bañados en lágrimas.

-¨me alegro…¨- ojos azules tormentosos amenazaban con cerrarse pero aun así brillaban con la última chispa de vida que su cuerpo podía dar-¨de haberlos conocido….¨

Ojos atónitos miraban con creciente horror como la delgada mano frágil se dejaba caer sobre el agua formada por la lluvia.

Sollozos desgarradores salieron de las gargantas de ambos hombres viendo al cuerpo inmóvil frente a ellos.

Irónico, pensó uno de ellos mientras abrazaba el cuerpo sin vida de la mujer.

-¨fuiste quien nos dio luz…y nosotros fuimos quien te la arrebatamos¨- susurro acariciando el largo cabello cuervo que enmarcaba la pálida piel.

´aún bajo la luna sigues pareciendo una frágil mariposa y no un pájaro enjaulado…´


- Story-

-capitulo 1-

- La vida es impredecible -


Todo había resultado una mierda y Kagome no tenía ninguna intención de contradecir ese hecho, en primer lugar la época de exámenes en la escuela estaba cerca y ella había perdido todos sus libros después de que su grupo había sido atacados por un demonio de menor categoría, en segundo lugar, una de las marionetas de Naraku había logrado obtener el fragmento de la perla antes de que ellos pudieran quitársela al cuerpo sin vida de un ogro y en tercer lugar y la más importante de todas… ¡no tenía ni maldita idea de donde estaba! No… esa no era la peor parte, la peor y la gota que derramaba el vaso era que estaba en el cuerpo de una niña no mayor de 7 años.

'¡¿Por qué yo?!'-Gimió mentalmente con la cabeza entre las manos la pequeña Kagome- '¡vamos Kagome, recuerda! ¡¿Cómo llegaste a esta situación?!'

¨¡oh!¨ -Alzo la cabeza de repente- ¨¡el espejo!¨

Buscando entre sus ropas saco un pequeño espejo de mano- ´ ¿ahora… que?´- se preguntó a si misma aguantándose las ganas de romper en llanto, agarrando la espada de cierto perro demonio se acurruco contra el frondoso árbol. No sabía dónde estaba y menos como volver, estaba perdida, sin sus amigos y un refugio.

Mirando al sol pasando entre las hojas las memorias surgieron de repente, habían estado viajando hacia una aldea donde se rumoreaba que había una hechicera con el poder suficiente para competir contra Naraku, al principio lo había tomado solo como un rumor, pero a medida que pasaba el tiempo había escuchados más y más sobre esta ¨hechicera¨, cuando la fueron a conocer se sorprendieron al ver que era una mujer de sonrisa amable, pero que no estaba dispuesta a luchar a su lado, aquella mujer de cabello castaño quería quedarse y proteger a su pequeño pueblo de los demonios que los veían como blanco fácil, sin embargo les entrego para sorpresa de ellos, 6 fragmentos de la perla y un artilugio o más bien un pequeño espejo de mano, ´protección´ había dicho brevemente.

Una semana después, viajando cerca del pueblo de Kaede se habían encontrado con Sesshomaru luchando contra las extensiones y una marioneta de Naraku y a partir de ese momento, todo se vino cuesta abajo.

Kagura había logrado capturar a Rin mientras Jaken intentaba bloquear uno de los tentáculos de la marioneta, Kagome en un intento por salvarla había disparado una flecha contra la bruja de los vientos pero antes de que siquiera se diera cuenta, Kana había saltado al rescate de su hermana y había devuelto la flecha hacia Sesshomaru, a pesar de que el señor demonio la había logrado esquivar, esto había provocado una distracción en ambos hermanos otorgándole a la marioneta el tiempo suficiente para expulsar miasma, alejando automáticamente a ambos hermanos.

Sango había estado cerca de Miroku lo cual le permitió arrastrarlo sobre Kirara junto a Shippo, Jaken había salido disparado hacia las alturas junto al dragón de dos cabezas y una Rin inconsciente, Inuyasha había saltado automáticamente lo más lejos posible de la niebla purpura, pero Kagome había sido una historia completamente diferente, ella se encontraba cerca de la marioneta al igual que Sesshomaru, la azabache viendo que no podría huir ni que ninguno de sus amigos podría llegar a tiempo hacia ella, vio en el momento de desesperación su única salvación, Sesshomaru que se encontraba a unos metro y estaba a punto de despegar, ella no sabía lo que la había impulsado en ese momento pero de una cosa estaba segura y eso era que no quería morir.

Casi lo había logrado pero ella había tropezado, llegando a tocar apenas su espada. Ella no quería morir, se negaba, quería vivir y tener una familia, quería envejecer, ver a sus hijos y sus nietos crecer, no quería que su aventura terminara de esta manera. Luego de eso, todo había sido un borrón, una sensación extraña la había invadido desde la punta de sus pies hasta la última hebra de su cabello y lo siguiente que recordaba es haber despertado sentada contra el árbol donde actualmente se encontraba.

Bajando la vista, vio sus pequeñas piernas debajo del kimono, cuando se despertó le había tomado al menos una media hora volver a todos sus sentidos y cuando lo había hecho se dio cuenta de que su ropa prácticamente se la comía, después de un ataque de pánico y unas cuantos pellizcos, se había logrado calmar lo suficiente como para darse cuenta que su mochila que había estado llevando en su espalda a la hora del ataque ahora se encontraba a unos pasos de ella, rebuscando entre sus cosas encontró uno de los kimono de Sango, con un suspiro agarro unas tijeras y hilo para adaptarlo a su medida, solo esperaba que no se enojara con ella, ya que el kimono había sido de una tela tan bonita y cara que hasta pena le había dado.

Soltando un profundo suspiro, miro expectante la espada entre sus manos, Tenseiga, Sesshomaru la mataría, de eso no había duda.

'¿debería estar agradecida por que el espejo me salvo o enojada porque fui arrojada a un lugar que no conozco?'-se preguntó.

¨No te preocupes Kagome-san, ese espejo actuara cuando el lo sienta¨

'bueno, nada va a cambiar si me quedo en este lugar´ -Pensó una frustrada Kagome.

Levantándose con una mochila sobre su espalda del tamaño de su propio cuerpo, comenzó a caminar.


'¡hijo de-!'-Grito mentalmente Kagome mientras corría lo más lejos posible del escenario frente a ella.

Kagome hace mucho se había dado cuenta que el lugar donde se encontraba era uno muy diferente al presente o incluso al antiguo Japón feudal, ella no recordaba que alguno de sus libros de historia dijera que las personas de la antigüedad podían tirar fuego por la boca, manipular agua a su antojo o incluso caminar sobre los árboles y el agua mandando al demonio todas las leyes del universo, aunque sus cuchillos le recordaban a los ninjas que una vez leyó en un libro de historia.

Ella había estado buscando alguna cueva o un árbol hueco donde poder refugiarse cuando caiga la noche, pero en vez de eso, se encontró con un claro lleno de cuerpos desparramados y gente loca matándose unos a otro, había visto mucha muerte y guerras a lo largo de su viaje, pero con estas personas eran completamente diferente, había visto como un niño, si, ¡un niño!, hizo unas señas con la mano tan rápidas que le fue difícil siquiera seguirlas y luego, ¡plaf! Un dragón de agua apareció de la nada y mato a su oponente frente a él, pero después de ver como un azabache se paró frente a otro del ejército contrario y de repente sus ojos color carbon habían cambiado a un rojo con tomoes, Kagome no había aguantado ver más y había salido despavorida del lugar, ahora, ¿el cómo sabe que pueden caminar sobre el agua?, pues fácil, había visto a un par de ellos luchando sobre el agua como si fuera un trozo de tierra más.

Ella había visto cosas fantásticas a lo largo de su corta vida, pero esto repasaba lo absurdo.


Kagome ahora sabía que definitivamente no estaba en ningún lugar remotamente cerca de su hogar, había pasado una semana y había visto muchas cosas, al principio pensó que se encontraba en algún territorio donde las guerras abundaban y donde los demonios eran los principales guerreros y no los samuráis, pero esto había sido descartado después de revisar el aura de uno, su aura era casi por completo humana y esa pequeña parte que no lo era ella no podía decir que era demoniaca, era algo más, algo que nunca antes había sentido.

Kagome dejó escapar un largo suspiro mientras bajaba del gran árbol hueco donde había logrado construir un refugio, mirando al cielo soltó otro gran suspiro, su dieta a lo largo de la semana se había basado principalmente en frutas y pescado, eso no la incomodaba en lo más mínimo, a lo largo de su viaje en la época feudal había días en los que incluso pasaban días sin comer por culpa de los demonios.

-¨Anda al pasado Kagome, será divertido Kagome, tienes que reunir los fragmentos Kagome…¨-murmuraba la azabache tratando de alcanzar una manzana de una rama cercana-¨divertido mi culo, ahora estoy atrapada en un lugar que ni siquiera conozco…¨

Alzando el rostro dejo a la luz de la mañana bañar su rostro atreves de las hojas del árbol que había escalado.

Quería saber cómo se encontraban sus amigas, su familia, ¿estarían preocupados por su repentina desaparición? ¿Habrán pensado que Naraku había logrado capturarla y ahora estarían en su búsqueda? ¿O le habrán pedido a Ki-

-¨¡¿PERO Q¨- alcanzo a decir antes de que un fuerte estruendo resonó en todo el claro, haciéndola caer del árbol-¨ay…ay..ay…¨-gimió la azabache lastimeramente sobándose su retaguardia.

-¨¡MUERE MALDITO SENJU!¨-resonó el grito provocándole un pequeño salto a Kagome.

-´oh dios… otra pelea…´- maldito en voz baja, comenzando a arrastrarse en dirección contraria de donde provenían los gritos y choque de metales- ¨¿eh?¨-paro de golpe viendo a la incesante bola de luz flotando frente a ella-¨¿un alma?...¨-murmuro, juntando ambas palmas a la vez que esta volaba hacia ella- ¨¿eres el alma del hombre que acaba de morir no es así?¨

Kagome vio con asombro como el alma se movió de abajo hacia arriba como si diera un asentimiento, para luego volar hacia su rostro y comenzar a saltar hacia la dirección por donde había aparecido -¨espera q- ¡¿quieres que valla al lugar donde aún se encuentran luchando?!¨- otro salto por parte del alma fue su respuesta.

-¨lo lamento pero-¨-otro salto más eufórico cerca de su rostro la interrumpió-¨unh….¨-dudo, viendo como el alma seguía saltando cada vez más insistente-¨e-esta bien, ca-calmate¨.

Parándose comenzó a correr detrás del alma que volaba a unos pasos en frente de ella, los sonidos de choques y el olor a sangre era casi palpable al momento que Kagome llego al lugar, escondiéndose tras un arbusto, vio como tres hombres con la imagen de un abanico bordado en su espalda iban contra uno de cabello marrón, el cual trataba de protegerse de los múltiples ataques que llegaban sin parar uno tras otro. Dejando vagar la mirada por el campo, sus ojos se abrieron casi por completo al ver un hombre tirado sobre el pasto, o al menos podía suponer que era el cuerpo de hombre, ya que ahora solo podía ver un bulto de carne desfigurado, la cual se estaba volviendo de color morado a un ritmo alarmante-´veneno…´-afirmo en su mente.

Un grito la saco de su estado de concentración, rompiendo la mirada del cadáver, vio como el hombre de cabello marrón caía al pasto agarrándose su abdomen con una mueca de dolor puro.

-¨mhp, Senjus bastardos¨- rio uno de los azabaches antes de salir del claro junto a sus compañeros sin dar una mirada atrás.

Kagome no dudo en salir de su escondite para comenzar a correr hacia el joven tirado en el pasto que ahora respiraba con dificultad-¨oy, oy, ¡no te duermas!¨- susurro con dureza, dando ligeros golpes en su mejilla. Viendo como los ojos del castaño se ponían en blanco Kagome maldijo.

Quitando la mano que aun sostenía el abdomen del joven, la azabache murmuro otra maldición viendo la herida sangrante-¨cómo sospechaba…veneno¨- arrancando el pedazo de tela y la armadura rota se permitió un vistazo más completo del corte, al igual que el cuerpo desfigurado, el abdomen ya estaba mostrando pequeñas tenues de color morado.

No podía arriesgarse de tocar la herida sin guantes, ese veneno al parecer estaba hecho para carcomer la carne, pero si lo arrastraba hacia su refugio era probable que el veneno ya hubiera alcanzado su corazón o algún órgano vital para entonces.

Bajando la mirada vacilante hacia el hombre herido, frunció el ceño para sí misma- ´¡al diablo si alguien me detecta!´- se gritó mentalmente, convocando energía a sus manos.

Solo necesitaba purificar el veneno para poder tratar la herida, luego podría vendarla y eso le daría tiempo suficiente como para arrastrarlo a su refugio.

Con las palmas brillando de un rosa suave, llevo una mano a la herida y otra al corazón del hombre, Kagome comenzó a bombear lentamente su energía atreves de su sistema, con una mueca Kagome casi salto cuando sintió como el cuerpo del joven comenzaba a absorber de a poco la energía sagrada.

Quitando las manos de la herida, la azabache dio un suspiro de alivio mientras se arrodillaba al lado del cuerpo aun inconsciente, la herida ya no era tan profunda como antes y los matices morados habían desaparecido, arrancando la basta su kimono Kagome se puso a vendar la herida aún abierta.

-¨creo que eso será suficiente por ahora…¨- se dijo a sí misma, mientras alzaba la vista hacia el campo que la rodeaba, todo estaba destrozado y el olor hierro aun flotaba en el aire. Una luz salto frente a su cara-¨oh, eres tu¨

El alma siguió flotando de arriba abajo antes de dirigirse al montículo de carne desfigurado, con pasos ligeros Kagome se acercó al cuerpo viendo como el alma flotaba sobre él.

-¨Descansa tranquilo… cuidare de tu amigo¨- dijo la azabache, antes de hacer brillar su mano y tocar ligeramente el cuerpo.

Pequeños fragmentos de luz sobre el cuerpo comenzaron a aparecer, con una ligera sonrisa vio como la figura de un hombre joven comenzaba a formarse.

-¨Gracias¨- fue el susurro al viento que dio el alma antes de desaparecer.

-¨¡bien! Ahora… ¿podre siquiera arrastrarlo?¨- con un gemido de exasperación Kagome paso el brazo del hombre inconsciente sobre su hombro-¨ufg, me dará hernia¨- gimió lastimeramente mientras comenzaba a arrastrar el cuerpo.


Ya habían pasado 2 días y el hombre seguía inconsciente, Kagome se encontraba ligeramente preocupada, sabía que había limpiado todo el veneno en su organismo y también curado las heridas que este le habían provocado, pero eso no quitaba el hecho de que tal vez había algo que hubiera pasado por alto y esa era la razón por la que no despertaba, haciendo brillar sus palmas dio otra revisión a los principales órganos del joven, con los ojos completamente abiertos casi se da un golpe a sí misma en la frente, esta energía rara, que corría por el cuerpo de la gente de este lugar, era muy baja, nada peligroso pero aun así era baja.

Casi tropezando hacia sus repisas improvisadas con hiervas, la azabache se puso a mezclarlas, ella no sabía exactamente lo que era esta energía en el cuerpo de estas personas pero al parecer eso era como un combustible, aplastando unas hiervas más, las convino con el agua tibia en una taza de madera, con un gesto triunfal se paró de su lugar caminando hacia el joven, la fiebre ya había cesado pero Kagome podría decir que si se despertaba él estaría mareado por los menos unos 3 días más.

Con un ligero gruñido de esfuerzo la azabache logro ponerlo semi sentado con unas telas como respaldo para su espalda, con cuidado y un tazón en el regazo del hombre comenzó a verter el agua en la boca del castaño, sus preocupaciones de que él se pudiera ahogar por el agua fueron disparados por la ventana cuando vio con una ligera sonrisa como comenzaba a beber el agua con hiervas, luego de uno minutos de lucha más para poder ponerlo de nuevo a su posición original la azabache se sentó en su cama improvisada a unos pasos del joven.

-´ojala la mezcla haiga funcionado´- fue el último pensamiento de la niña antes de caer en a inconsciencia de un sueño largo.


El sol brillaba en lo alto del cielo y los pájaros cantaban sobre los árboles, era una mañana tranquila, no se escuchaban los sonidos de alguna batalla o el olor a sangre, todo declaraba que sería un día tranquilo como raramente había en esas épocas.

Tranquilo, pero no para Kagome, que ahora se encontraba con las manos en alto frente a un joven castaño que le apuntaba con un cuchillo de mantequilla.

Por más irónico que sonara, la azabache estaba asustada ya que había visto como uno de esos inofensivos cuchillos de mantequilla habían salido disparados y había terminado incrustado casi hasta la mitad en la madera del árbol hueco.

-"¿quién eres?"- gruño el joven apuntando hacia la niña con el cuchillo.

-"E-eh ninja-san y-yo solo te estaba curando"- respondió nerviosa, alzando las vendas y el ungüento en sus pequeñas manos -"¿ves? So-solo te iba a limpiar la herida y cambiar los vendajes"-

Esto es malo, esto es malo, esto es malo, se repetía sin cesar la azabache en su cabeza, ¿quién la mandaba a entrar a un campo de guerra y rescatar a alguien? Oh, cierto, el alma y el hecho de que no tenía corazón para dejarlo desangrarse hay o morir carcomido por el veneno, lo que sucediera primero, aunque eso no cambiaba el hecho de que ahora tenía un ninja loco que prácticamente le triplicaba los años a su cuerpo actual y que estaba apuntando a ella con un cuchillo.

Oh vida, ¿qué pecados estoy pagando?

El ninja por su parte, miraba desconfiado, ¿una niña lo había salvado? Eso era prácticamente absurdo, el recordaba claramente haber sido herido en el abdomen con una katana envenenada, él había perdido la conciencia minutos después de aquel golpe. Un destello pasó por su mente.

-"¿dónde está mi compañero?" -pregunto un poco más suave pero aun con el cuchillo en alto.

-"Lo lamento ninja-san, cuando llegue el cuerpo de su compañero ya había sucumbido"- no era una total mentira, ni una total verdad, kagome sabía que el compañero del joven había muerto ya que prácticamente su alma había ido a buscarla, pero quería omitir el hecho de que el veneno parecía haber carcomido el cuerpo del otro chico, no se lo pensaba decir, perder a un compañero ya era lo suficiente doloroso como para echarle sal a la herirá diciéndole que era posible que no podría recuperar el cuerpo para darle entierro.

Kagome vio claramente como los ojos del joven frente a ella brillaban con tristeza aunque el resto de rostro permanecía indiferente-¨¿Quién me salvo?¨- pregunto el castaño bajando por completo el cuchillo aunque aún lo mantenía cerca.

-¨yo¨- declaro la azabache brevemente mientras se arrodillaba a su costado y comenzaba a mojar unos paños en un agua de color ligeramente verde-¨estaba recogiendo frutas cuando te encontré tirado en un claro¨

El joven la miro por unos segundos que le parecieron horas a la azabache, ¿que esperaba que le dijera?, ¡oh! ¡ey! Yo estaba recogiendo frutas cuando de repente el alma de tu amigo comenzó a saltar en frente de mi rostro pidiéndome que valla en tu ayuda, con bufido mental descarto la idea, eran muy pocas las personas que lograban ver almas y viendo como el chico frente a ella parecía que quería arrancarle la cabeza de un mordisco si a su parecer se atrevía decir algo que se pareciera remotamente a una mentira, simplemente no quería arriesgarse.

-¨tu… ¿sabes cómo contrarrestar venenos?¨-pregunto el castaño mirado cada uno de los movimientos de la niña.

-¨algo así…¨- murmuro exprimiendo la tela empapada- ¨el veneno con el que te atacaron era uno come carne, logre sacarlo de tu sistema antes de que dañara algo de forma permanente pero eso no quiere decir que podrás hacer movimientos bruscos, ahora si me permites…¨-dijo la azabache alzando el paño aun húmedo y señalando con los ojos hacia las vendas que rodeaban el abdomen del hombre.

Con una mirada dudosa, el joven se recostó sobre el pilar mullido de telas a su espalda dándole absceso al corte, con movimientos fluido la azabache comenzó a quitar las vendas revelando a los ojos del ninja no una herida abierta como él hubiera pensado, sino una línea sobre su piel de color rosada casi roja-¨ha curado bien…¨-murmuro Kagome, mientras comenzaba a limpiar y cambiaba las gasas.

-¨¿Cuánto tiempo estuve inconsciente?¨-pregunto bruscamente el ninja.

Con una mirada dudosa, la azabache volvió a arrodillarse mientras mojaba otra gasa-¨no más de 3 días¨

Una ligera muestra de shock paso por la cara del hombre, él recordaba claramente como la katana se había prácticamente enterrado a lo largo de su abdomen y ahora mirando la herida él podría decir que solo dejaría una pequeña marca como si hubiera sido nada más que el roce de un kunai y no una herida que casi se había llevado su vida.

-¨lo más probable es que necesite unos 3 días más para poder estar en plena forma y volver con su familia ninja-san¨- sonrió la azabache recogiendo las vendas sucias y metiéndolas a un balde de madera.

El castaño siguió con la vista sus movimientos, estaba intrigado, era absurdo que una niña lo hubiera salvado, no, más absurdo era que una herida mortal de la cual había sido víctima estaba casi completamente curada en cuestión de días.

Una manzana pelada apareció frente a su rostro sacándolo de sus pensamientos, alzando la vista vio a la niña sonriéndole mientras sostenía una taza humeante en la otra.

Tal vez… solo tal vez, podría confiar un poco en la niña sonriente frente a él.


-"¿porque estás sola?"-pregunto el joven curioso mordiendo la manzana mientras estudiaba a la niña, piel blanca, cabello azabache y rasgos finos, si sus ojos no fueran azules, la hubiera confundido con una Uchiha-´no´- estrecho sus ojos en el pensamiento, la niña frente a él sin dudo no era un Uchiha, una niña como ella que prácticamente irradiaba pureza no podía ser parte de ese clan maldito.

-"pues..."- dudo Kagome-"me perdí"- un gran suspiro escapó de los labios de la niña como el ninja se le quedo mirando con cara de incredulidad.

Una risa casi escapo de los labios del castaño viendo la cara avergonzada de la azabache que comenzaba a jugar con sus dedos- ´sin duda no es una Uchiha…´- confirmo su mente.

-"¿y... Tu clan? ¿Cuál es su nombre? Por tus ropas podría decir que eres miembro de la rama principal o secundaria"- ojos del ninja se estrecharon repasando de nuevo a la niña, no podía sentir su chakra, claro, él no era un sensor o algo parecido, pero entonces solo había dos opciones o la niña era un ninja altamente capacitado o un civil con reservas mínimas de chakra.

Aunque dudaba de la primea teoría ya que ella no se movía como un ninja he incluso podría decir que sus movimientos eran algo torpes de vez en cuando.

-"¿clan?"- Ladeó la cabeza la niña-"¿te refieres a mi apellido?"- con un asentimiento de cabeza el joven frente a ella la empujo a continuar.

-"ummmm... Higurashi, Kagome Higurashi"- declaro la azabache sonriendo al ninja pensativo frente a ella.

-"nunca escuche sobre ese clan..."-susurro el joven-" dime Kagome-san, ¿a qué se dedicaban los de tu clan, es de ninjas, comerciantes, civiles o eres hija de algún terrateniente?"

'oh querido...'-gimió mentalmente kagome con una gran gota detrás de su cabeza-' este chico no me dejara tranquila...'- con un suspiro, dejo la pomada y se sentó junto a la cama.

-"no provengo de ningún ´clan ninja´, mi familia maneja un santuario¨- respondió atenta a las expresiones del joven frente a ella-¨un santuario...¨- murmuro el ninja, ganando un asentimiento por parte de la azabache.

-¨me encontraba viajando con mis amigos cuando me perdí¨- el castaño vio casi con humor como la niña mostraba una sonrisa avergonzada mientras se frotaba la parte posterior de la cabeza torpemente.

-¨idiota¨- gruño el ninja riendo internamente al escuchar el balbuceo incoherente de la azabache, tomaba su té tranquilamente dejo a su cuerpo relajarse.

Tal vez descansar esos 3 días no le caería mal después de todo.


2 días después, el castaño ya estaba completamente curado y con la energía suficiente como para luchar si era necesario, Kagome se encontraba moliendo hierbas y metiéndolas en una pequeña bolsa de tela.

-¨¡listo!¨- exclamo satisfecha la azabache cerrando la pequeña bolsa en su palma-¨tome esto combinado con té una vez al día durante esta semana y eso será suficiente para borrar definitivamente cualquier molestar que le hubiera podido dejar el veneno¨-Con un asentimiento el castaño continúo amarrando sus sandalias.

Kagome se limitó a mirarlo mientras el joven comenzó a recoger sus armas recién afiladas, en el tiempo que había pasado cuidándolo, la azabache podía decir fácilmente que el castaño frente a ella era una persona terca y algo desconfiada, aunque eso no la sorprendía ya que sabía que la tierra donde se encontraban estaba plagada de guerras, otra cosa que había aprendido era que su nombre es Akiho Senju, aunque el hombre había sido reacio a darle su apellido al principio, lo había soltado después de 4 horas de insistencia por parte de la niña.

-¨aquí¨- dijo Kagome entregándole cantimplora con té y medicamento-¨bébalo mientras viaja si se llega a sentir cansado¨

Una pequeña sonrisa se deslizo por los labios del castaño, mientras guardaba la medicina dentro de su ropa y tomaba la cantimplora en una mano.

-¨adiós niña y… gracias¨- dijo saltando fuera del árbol hueco antes de tomar un poco de té de la cantimplora.

-"Es un placer Akiho-san y... Soy varón"- declaro kagome dándole la espalda mientras escuchaba casi con deleite como el joven se atragantaba con su té- 'una mentirita piadosa no mata a nadie'- tarareo mentalmente divertida.

-" infierno, eres-"- trato de hablar el castaño golpeando levemente su pecho-"¿un chico?"

Volteando con una sonrisa, Kagome movió la cabeza en un gesto de afirmación, no estaba a punto de decirle que en realidad era una chica, lo había estado pensando desde hace unos días, ser conocida como una mujer después de haber salvado a un hombre de una herida mortal sería más que malo para su situación actual, estar más de 3 años en la época feudal la habían hecho comprender algo, en una época de guerra ser mujer no ayudaba, muchas mujeres ya sean adultas o niñas eran robadas y vendidas como sirvientas o incluso a un prostíbulo, ahora, ser un huérfano en época de guerra era aún peor, no solo por el hecho de que no había ningún adulto que la protegiera, sino también el hecho de que muchas personas veían en ellos como una posibilidad de hacer dinero o incluso lavar su cerebro haciéndolos fieles a ellos, Kagome por su lado no estaba permitiendo que le hicieran eso, ser huérfano o al menos ser pasado como uno por la falta de presencia de su familia, podía llegar a ser soportable, si y solo si, era un niño, lo más lejos que podrían llegar a hacerle era obligarla a curar a los hombres heridos en guerra, a lo cual ella podría ceder.

Si, hacerse pasar por un niño era mejor, concluyo.

-¨¡suerte en su camino Akiho-san!¨- animo con una ultima onda la azabache viendo como el castaño devolvía la onda antes de salir con un gran salto hacia los árboles, con una leve sonrisa la azabache volvió dentro de la seguridad de su refugio.

-´estoy cansada´- gimió internamente la azabache tirándose sobre los edredones que formaban su cama-´utilice mucha ki en esas medicinas´- se dijo a si misma alzando una mano frente a su rostro.

-¨pero… es bueno que se haiga logrado recuperar¨- tarareo antes de caer en la feliz inconsciencia.


Había pasado dos semanas desde que el ninja se había ido del refugio de Kagome y ahora ella se encontraba francamente… aburrida, no tenía con quien hablar y no podía salir a pasear libremente por miedo a volverse a chocar con uno de esos ninjas locos que la podrían matar con un movimiento de la muñeca, antes, cuando se había chocado por pura coincidencia con ellos, ella había logrado escapar gracias a sus poderes y las almas que estuvieron dispuestas a ayudarla creando una distracción de luces flotantes.

Con un ceño fruncido, la azabache se paró de repente, dirigiéndose hacia la gran mochila amarilla puesta a un rincón del gran árbol hueco rebusco entre los bolsillos, sus ojos se iluminaron inmediatamente al encontrarse con una cuerda.

Una sonrisa se deslizo a lo largo de su rostro mientras salía del árbol con la soga en mano y una cesta en la otra, el sol ya se estaba ocultando y las posibilidades de encontrarse con algún ninja eran mínimas, tal vez ella podría crear alguna trampa para conejos con la cuerda y tener carne para la cena.

Con la nueva motivación en mente, la azabache comenzó a caminar por el frondoso bosque recogiendo frutas que estaban a su alcance.


-¡te digo Madara! ¡Vámonos!¨-lloriqueo asustado un castaño con corte de tazón- ¨ ¡¿has escuchado lo que dicen las personas?!¨- siguió lloriqueando agarrándose a la espalda del kimono de su amigo.

-¨si…si… que los fantasmas de los ninjas caídos vagan por esta parte del bosque¨- bufo el azabache empujando otra rama lejos de su rostro-¨ ¡e-entonces! ¡Vámonos! ¡Ya es oscuro y las personas dicen que los fantasmas aparecen a partir de estas horas!¨-repitió el castaño.

-¨no¨- declaro cortante, dándose la vuelta-¨ ¿le tienes miedo a los fantasmas Hashirama?¨- enarco una ceja temblante el Uchiha frente a la imagen de su amigo acurrucado en posición fetal haciendo círculos en el suelo.

-¨yo-¨-un crujido hizo a los dos saltar en posición de defensa.

-¨ ¡Madara mira!¨-grito atónito Hashirama viendo como una pequeña esfera de luz se aparecía frente a ellos-¨ ¡¿Qué demonios?!¨-fue lo único que salió de la boca del azabache antes de que los dos se tiraran al suelo como la luz voló en línea recta hacia ellos.

Un tintineo suave como el viento sonó en el claro-¨¿se está… burlando?¨- pregunto un confundido Hashirama al ver como la luz saltaba felizmente a unos pasos de ellos como si se estuviera riendo del susto que les provoco.

Y de la nada, el tintineo ceso y la luz salió volando hacia las ramas frente a ellos- ¨¡e-ey! ¡Espera!¨-grito Hashirama comenzando a correr detrás de la luz junto a Madara.

La pequeña bola de luz siguió volando frente a ellos, a pesar de que ambos niños se estaban dejando llevar por su curiosidad infantil no significaba que no estaba buscando a lo largo del claro alguna firma de chakra que dijera que era una trampa.

Con los brazos protegiendo sus rostros, ambos niños salieron de los arbustos dándose cuenta que habían llegado frente al rio donde normalmente se reunían, viendo como la luz seguía avanzando hacia unos árboles cercanos, notaron con una mezcla de fascinación y horror como otras luces comenzaban a aparecer de la nada.

-¨¡Hashirama!¨- siseo en un susurro fuerte el azabache agarrando la parte posterior del kimono del Senju y arrastrándolo detrás de un árbol cercano.

-¨¡Madara espe-¨-

-¨¡GAAAAAA!¨

Resonó el grito de ambos niños cuando de repente se encontraron colgando de cabeza sobre el árbol.

-¨¡¿Qué demonios?!- grito un mareado Madara-¨¡Se acercan!¨- chillo un horrorizado Hashirama-¡los fantasmas nos van a llevar!¨- Lloro asustado al ver las luces acercándose.

Las mentes de ambos niños quedaron el blanco, cerrando los ojos con fuerza esperaron a su terrible final, pero, ese final nunca llego y un jadeo saco a ambos de su estado de pavor.

-¨ ¡oh dios mío!¨- chillo una voz-¨¡¿Se encuentran bien?!¨

Abriendo los ojos se encontraron mirando directamente al rostro en forma de corazón de una niña frente a ellos sus ojos azules miraban con verdadera preocupación a ambos, el Uchiha podía sentir como un ligero rubor se comenzaba a formar en su rostro.

-¨qué bonita fantasma¨- declaro el castaño. Una expresión de desconcierto cubrió el rostro de Kagome.

Y luego un golpee sordo y el grito del Uchiha resonó en el claro.

-¨ ¡idiota!¨-

-¨¡ay! ¡ay! ¡ay! ¡Pero no me golpees Madara!¨-

Las almas volaban alrededor del claro bañándose en la luz de la luna, al igual que el aire soplaba amigablemente.

Quien diría que este pequeño incidente, cambiaría el futuro que le aguardaba a ambos amigos, para bien o para mal, una pequeña luz había sido entregado a ellos.


Ufff xD este ha sido el capítulo más largo que escrito hasta hora en cualquiera de mis fics xD

Ojala les guste uvu el cap 2 ya está listo ovo si este cap llega a 5 comentarios (jewell extorsionadora(?) lo publicare el martes, ahora byebye x3 y gracias por leer!