Hola! Es mi primera historia de Yamato Nadeshiko Shichi Henge, y sé que probablemente tiene mucho que mejorar, pero espero que aún así puedan disfrutarla.
Los derecho de los personajes y la historia pertenecen a Tomoko Hayakawa.
Takano le había dicho que era una tonta por acudir a esas horas a la invitación de su compañero de clases, pero aparentemente Sunako no había escuchado o simplemente no le había importado, por lo que, envuelta en una manta oscura para "pasar desapercibida", iba camino a la escuela para reunirse con este chico. A pesar de las calles oscuras, los faroles iluminaban su silueta de manera lúgubre, haciendo que mucha gente saliera corriendo y gritando. Por su parte, Sunako solo pensaba en lo feliz que sería cuando el chico nuevo de su clase le mostrara el cuerpo que le había prometido llevar a la escuela; nunca se cuestionó el porqué debía acudir durante la noche ni que apenas le conocía, pues desde que mencionó la palabra "cuerpo", fue lo único en lo que pudo pensar.
Con la emoción al máximo, Sunako llegó al recinto flotando de felicidad, buscando en la oscuridad la figura de su compañero. Cuando lo divisó, corrió hacia él (en realidad, hacia el cuerpo que le habían prometido ver).
- Nakahara-san, qué bueno que hayas venido.
- ¿Dónde está el cuerpo? - Preguntó ella, con su corazón latiendo rápidamente.
- Eh… Está adentro, tenemos que entrar a la escuela.
- ¿En la escuela?
- Sí… Pero no te preocupes, ya tengo todo arreglado
Sunako no quiso esperar a más explicaciones y simplemente comenzó a caminar hacia la entrada del edificio. Entonces, sintió un suave agarre en la muñeca que la detiene. Volteándose, observó con mayor detención el rostro de la persona que la citó a aquel lugar; sus ojos grandes la miraban fijamente, sus mejillas parecían tener un leve rubor, y, a pesar de que su agarre era firma, Sunako pudo detectar un leve temblor en su mano. ¿Qué significaba eso...? Sunako pensó que había visto esta escena antes, este tipo de expresión…
- Na-Nakahara san, te… te ves muy hermosa.
El chico habló con voz temblorosa y, sin poder evitarlo, bajó la mirada al suelo mientras hablaba. Sunako no supo qué decir; su aumento de interacciones sociales en el último tiempo le habían ayudado a darse cuenta que esta era una situación probablemente muy importante para este chico, pero en la mente de Sunako había una fuerte voz interior que gritaba "¡CUERPOOO!". A pesar de haber convivido con gente mucho más que en esos dos años aislada del mundo, aún no había aprendido del todo cómo comportarse en situaciones incómodas.
- Esto… ¿y si vamos a ver el cuerpo? - Vio cómo el chico se sorprendió a la respuesta, y Sunako pensó que se sentiría triste por no corresponderle. Sin embargo, a diferencia de lo que creía, una sonrisa se dibujó en su rostro.
- Claro… Vamos, Sunako-san - El temblor en la mano del chico había desaparecido, y tomado de su mano la llevó con prisa hacia el edificio de la escuela.
- ¡Rayos, Sunako! ¿Cómo haces para siempre espantar a las personas? - Se quejó Takano mientras seguía la lúgubre sombra de Sunako caminando hacia la escuela.
¿Por qué la estaba siguiendo? Pues, solo porque no quería que se metiera en problemas. Si algo le pasaba a Sunako, su tía los mataría. No, los torturaría por semanas primero y después los mataría. Después de todo, la señora casera y su sobrina no eran tan diferentes. Ambas eran aterradoras a veces.
Aunque Sunako era aterradora siempre; no entendía por qué no podía ser una chica normal, pero a esas alturas ya no se lo preguntaba. Con Oda, Morii y Yuki habían intentado de todo para convertirla en una señorita decente, pero nada funcionaba. Y bueno, Tanako disfrutaba más de las locuras de la aterradora Sunako que de verla sirviendo el té como una dama. Estaba seguro que los demás opinaban lo mismo; después de todo, podría decirse que ahora eran todos amigos.
Cuando llegó a esa mansión a vivir con otros chicos de su edad, jamás pensó que llegarían a ser tan amigos. Y menos aún cuando llegó Sunako; si las chicas normales no llamaban su atención, menos lo haría una chica aterradora. Pero con el tiempo, la chica se ganó su respeto; verla pelear contra diferentes personas y defender lo que apreciaba era algo digno de admirar, a sus ojos. Sabía que Sunako era perfectamente capaz de defenderse… entonces, ¿por qué la estaba siguiendo ahora, como si fuera una chica indefensa?
Estos pensamientos inundaban su mente, cuando, sin darse cuenta, habían llegado ya a la escuela y Sunako corrió rápidamente hacia el lugar donde el chico la esperaba. ¿Por qué corría hacia a él? No es que le molestara, pero Sunako jamás había sentido interés por ningún chico. Entonces, ¿qué lo hacía especial a él? Si los demás hubiesen estado en casa, habrían tenido curiosidad de saber quién era la cita de Sunako y habrían venido con él, pero justo coincidió en que ninguno de ellos estaba en casa. Sin embargo, él no estaba ahí para observar al pretendiente; solo se estaba asegurando su propia vida (y la de los demás) viendo que Sunako no se metiera en problemas.
Pero, ¿por qué podría meterse en problemas al asistir a una cita? ¿Es que acaso él creía en realidad que nadie podría interesarse en ella? No, eso no es cierto. Claramente Sunako es una chica interesante, con sus aficiones, sus habilidades de pelea, y más importante aún, sus habilidades de cocina. Entonces, ¿qué era este sentimiento de que algo estaba mal en esta cita?
De pronto vio cómo, mientras Sunako había comenzado a caminar hacia la escuela, el chico la jaló de la mano y quedaron frente a frente, observándose por un momento. ¡Ah, así que él no era un chico brillante! ¿Dónde quedaron los sangrados de nariz y los desmayos? Vio cómo intercambiaban palabras… ¿Qué se habrían dicho? No podría ser… Sunako jamás haría algo como… En una situación normal, con una chica normal, esos diálogos habrían sido algo romántico, como:
- Sunako, ¿sabes? Eres una persona muy interesante.
- Tanako… Tú también me pareces… interesante…
¿Qué? ¿Qué estaba pensando? Sacudió su cabeza para alejar sus tontos pensamientos y se encaminó hacia la escuela, detrás de la pareja que ya se adentraba, tomados de la mano.
Bueno, si les gustó o quieren comentar algo por mejorar, espero sus reviews. Tengo toda la historia pensada, así que no demoraré mucho en actualizarla. Saludos!
