He aquí un nuevo proyecto que será un Two—shot al cual aún no le he dado un final, espero que les guste, me inspire en una época de guerra, aunque no explicó en cual.

La verdad cuando escribí esto andaba deprimida y me dije: si estoy deprimida yo, deprimiré al mundo!, ok no, no dije eso, pero lo pensé, no, en realidad no, esta historia salió de mi momento depresivo.

Desclaimer: Hetalia y sus personajes no me pertenecen si no a Himaruya que si pusiera romance en su serie yo no estaría escribiendo esto.

Aclaración:Este Fic está basado en un Universo Alterno, donde todos son humanos, También se encuentran en una época de guerra la cual aún no aclaro.

Advertencias: Parejas Hombre x Hombre o mención de ellas.

Dedicatoria:A mi querida –Inserte un corazoncito aquí- A-chan, mil gracias por corregir mis atrocidades, a mi dulce Hero que lloró cuando se lo mostre, mi dulce Akemi te amo hero~.


Como cada mañana se levantó a regar las plantas de la entrada.

Esperando en secreto la venida del cartero, mirando como sus demás vecinos hacían lo mismo, con miedo y con esperanza…

Y ahí va él, como verdugo o como ángel, depende de a que haya venido.

Todos inmediatamente dejan de hacer lo que sea que estaban haciendo, mirando fijamente a ese hombre sobre su bicicleta, Rezando porque solo pase y deje las cartas, si es que ahí una; y por todos los cielos y dioses que pueden haber que no estacione su bici en la entrada, porque eso solo significaría una sola cosa…

Todas las miradas emiten la misma emoción, leve e inconscientemente todos miran la casa de color café con verde, recordando la última vez que el cartero detuvo su bicicleta enfrente de una casa.

Aún puede recordar la amarga escena los gritos y lamentos de Feliciano, la mirada triste que por primera vez mostró Lovino, el aire fue tan tenso ese día, el cielo se nubló y por todo el lugar solo se oían los lamentos y sollozos del castaño menor proveniente de Italia.

Y es que la guerra, la maldita guerra estaba apagando el sol en esa gran ciudad.

Regresó su vista una vez más al cartero, pasó por la casa donde vivían los hermanos Vargas, miró con lamento el hogar que carecía de la hermosa melodía que el menor siempre cantaba.

El hombre, el verdugo, el pobre civil con un trabajo que en estos momentos odiaba, dejó una carta donde claramente se podía ver el nombre de quien la escribió "Antonio Fernández Carriedo"

Muchos soltaron un suspiro de alivio, ya sería mucha desgracia para ambos gemelos si el cartero nuevamente hubiera estacionado su bicicleta ahí.

Pero no, la bicicleta siguió en marcha, hasta la casa de un chino, que junto con su hermano esperaban tomados de la mano.

Pero aliviando a ambos asiáticos la bicicleta siguió girando, dos paquetes fueron dejados en su buzón siendo tomados inmediatamente por los de pelo negro con una gran sonrisa.

Y el hombre con cartas siguió su camino, con pesar pero con alegría a la vez.

Pero yo rezaba por no ser el último al que visitara, eso era un mal presagio.

Siguió su camino hasta la casa de unos primos, Tino miraba a su primo que tomaba fuertemente la mano de su hermano, Lukas tenia su siempre rostro serio.

El cartero los miró, y lo que todos temían pasó, detuvo la bicicleta.

El pequeño Emil tomó la mano tanto de Tino como la de su hermano, el cartero antes de entrar a la residencia dejó una carta en el buzón, el Finlandés soltó un suspiro angustiado, se moría por ir y rezar por que el nombre de su amado estuviera escrito ahí.

Lukas miraba serio y apacible al cartero que lentamente y con la angustia en su mirada tomaba una carta de entre su chaqueta.

"La carta amarilla"

El último suspiro de esperanza murió en cuanto el color de la carta apareció, los ojos de Tino casi estaban cristalinos, ¿Berwald o Mathias? Si pudiera preferiría que no fuera ninguno de los dos.

El más pequeño, aún con su corta edad lo comprendió, uno de sus primos no volvería…

Todos los demás vecinos miraban con pena a la pequeña familia nórdica, esperando saber quien de esa familia ya no volvería.

—Lo siento— fue lo único que dijo el hombre antes de tomar lentamente la mano de Lukas.

Y lo increíble pasó, el hombre de mirada seria e impasible cayó al suelo, con la carta entre sus manos leyéndola lentamente intentando buscar un error, error que no había…

"Lamentamos informarle que el señor Mathias Densen Del escuadrón APH a muerto en combate, lamentablemente no hemos podido rescatar su cuerpo"

Arrugó la carta y la boto con fuerza mientras cerraba los puños que al final terminaron estrellados en el suelo junto con los gritos que vanamente intento ahogar en su garganta, pero no podía.

¿Cómo iba a vivir ahora? ¿Qué iba a ser de él sin el idiota de Mathias? Y sobre todo ¿Por qué dolía tanto?

Cerró los ojos con fuerza mientras las lágrimas corrían por sus ojos mientras sus puños golpeaban una y otra vez el frio suelo.

El cartero con la pena en sus ojos e igual de choqueado que los demás espectadores siguió con su camino, dejando al Noruego con la amargura y el dolor que esa simple carta le causó.

Tino abrazaba al pequeño niño, sabiendo que en este mundo ya no había alguien que pudiera consolarlo.

Feliciano junto con Lovino, que salió a tomar la carta que le dejaron, miraron la escena con pena, una nueva lágrima recorrió la mejilla del castaño menor mientras tocaba el dije en forma de cruz que colgaba de su cuello.

Y la bicicleta comenzó a andar nuevamente.

Dos mujeres de pelo casi plateado salieron de su casa, una tenia el pelo mas largo y un poco mas rubio y la otra lo tenia corto, detrás de ellas un extravagante joven de pelo rubio las acompañaba deteniéndose frente al buzón viendo al cartero con unos ojos suplicantes, el hombre le respondió con una sonrisa y un pequeño paquete.

El rubio corrió junto a las dos mujeres que iban en camino a la casa de los hermanos asiáticos, el chino salió a recibirlos con el mismo paquete que minutos antes había tomado.

Las dos mujeres sonrieron al instante emocionadas, el peligro, por ese día, había pasado.

Y la rueda siguió girando hasta pasar por la casa de una mujer de pelo castaño, que miraba implorante al señor con cartas, el cual sacó dos paquetes y se los entregó agrandando la felicidad de la solitaria mujer, una niña de pelo rubio corto salió rápidamente, el hombre de traje azul soltó una sonrisa regalándole el mayor regalo que podía darle…

"Carta Blanca"

Todos los ojos la miraron, mientras la pequeña soltaba lágrimas de la emoción, la castaña la abrazó, pero muy en el fondo la envidiaba.

Todos los presentes podían sentir felicidad por ella, pero a la vez todos desearían tener una carta así en sus manos.

"Tenemos el honor de anunciarle que el señor Vash Zwingli Del escuadrón APH a cumplido con su servicio al país y se encuentra de regresó a su hogar"

Las cartas siguieron llegando sin ninguna novedad, solo faltaba su casa y el martirio terminaría.

—Arthur entra a la casa— un acento francés le llamó.

Pero no quitó la vista de la bolsa café que podía contener noticias de ellos.

El cartero dejó una carta y miró con pena al inglés que esperaba fielmente en la entrada.

—Lo siento aún no hay noticias de él—

Francis salió por completo de la casa hasta ponerse a lado de su amigo.

—Ve por tu carta y entremos a la casa—

El repartidor de cartas terminó por hoy su recorrido en esa colonia, los familiares del escuadrón APH.

Francis cerró la puerta lentamente, mirando a su gran amigo sentado en el sofá que daba directo a la chimenea, justo a lado de la mesa que contenía una carta.

"La carta Azul"

Arthur tomó nuevamente la carta en sus manos leyéndola una y otra vez buscando un error, o una vaga esperanza.

"Lamento informarles que el señor Alfred F. Jones del escuadrón APH ha desaparecido en acción, su búsqueda se dará por tres semanas antes de darlo por muerto en acción"

—Arthur, ¿Quieres leer conmigo lo que Matthew me escribió?—

Vanamente intentó animar a su amigo, le dolía verlo así; y de solo pensar que su pequeño podría un día también desaparecer de esa manera lo mataba, sabía como se sentía su amigo, la impotencia de saber que ellos tenían que esperarlos en casa, con las ansias a flor de piel, rezando a aquel ser, el que fuera, que el cartero no se detuviera en sus casas, que no recibieran más que cartas normales, paquetes y con la siempre esperanza de una carta blanca.

Pero el día de hoy se conformaría con saber que su dulce niño estaba vivo.

—"Querido Francis"— comenzó a leer en voz alta— "Lamento no poder escribirte más líneas, pero"— había una pequeña mancha, que pudo jurar era la de una lágrima— "Aún no hay noticias de Alfred"— tragó saliva— "Mathias se sentía impotente ante esto, ya sabes que él comanda el escuadrón, ¿Pueden guardarme un secreto? Berwald esta muy herido, estuvo al borde de la muerte, no se lo digan a Tino"— otra mancha estaba en la carta— "Los mismos que hirieron a Lud…"— más manchas— "Fueron los que lastimaron a Berwald, y también fueron detrás de los que fue Al…"— una gran mancha adornaba la última línea— "Mathias se sentía mal ante esto, desde que Al desapareció lo nombraron Líder, al ver a su casi primo en tal estado salió solo en la misión y…"— Más manchas…

La voz de Francis se cortaba, Arthur lo miraba con gran melancolía, su pequeño Matthew estaba ahí, en esa sangrienta guerra, él con un alma tan pacifista que de solo pensar en lo que veía y vivía les retorcía el estomago.

—"Sabes Francis, sé que no es el momento Oportuno, pero no se si habrá una próxima carta"— las lágrimas comenzaron a agolparse en los ojos del francés— "Cada día los ánimos recaen más, recién recobró la conciencia Berwald y no ha parado de llorar, Roderich no puede mover un brazo, Gilbert sigue dolido por la muerte de Ludwing, Antonio solo sonríe cuando es hora de enviar o recibir correo, Heracles y Sadic no discuten desde que casi muere Gupta y lo enviaron de regreso, Iván cada día se vuelve más sanguinario, pero en las noches llora abrazando el retrato de Yao"— Francis intentaba seguir hablando— "La única noticia buena es que Vash ira de regreso, Lamentablemente esto se debe a que puede perder un ojo debido a una explosión, Toris poco a poco esta perdiendo la cordura"— Francis dejó de hablar para llorar.

Arthur se levantó de su asiento tomando la carta a la vez que abrazaba a su amigo.

—"Francis te amo, ¿Lo sabes?, me hubiera gustado tanto decírtelo en persona, pero no se si habrá una próxima carta, me han asignado a líder de escuadrón, iré en la ultima misión de búsqueda, buscaré a Alfred, los cuerpos de Ludwing y de Mathias así muera en el intento, Por favor pídele disculpas de mi parte a Arthur, no se si podré cumplir mi promesa de volver, Me tengo que ir, Iván me espera junto con Antonio y Gilbert, los demás se quedaran en el campamento, Los amo, no lo olviden, Con amor Matthew"— terminó de leer el inglés con gruesas lágrimas corriendo por sus ojos.

Lo mismo pasaba en diferentes casas, Yao lloraba rogándole a cualquier ser celestial porque resguardara a su prometido Iván, Lovino apretaba con fuerza la carta mientras Feliciano lo miraba en silencio.

Elizabeth lloraba silenciosamente sabiendo que lo que Gilbert escribió era cierto, Roderich estaba tan mal que amablemente Gilbert escribió su carta…

Lukas se encerró en su cuarto a llorar amargamente mientras abrazaba una camisa de Mathias, Tino leía su carta junto con Emil intentando animarlo.

Nada estaba bien, deseaban que esa tonta guerra acabara de una vez.

—Vamos a visitar a Lukas— Habló Arthur con dolor en su voz— Tengo que pedirle perdón, él fue en búsqueda de Al—

Pequeñas gotas saladas cayeron de sus ojos.

Lukas no quiso recibir a nadie, solo lloró por horas en la habitación que un día compartió con ese tonto, con su celular en la mano escuchando una y otra vez el mensaje que antes de partir grabó para él.

"Te amo Noru ~, te extrañaré tanto, pero seguiré luchando por ti mi amado Lukas y cuando regrese te obligaré a que nos casemos"…

Una y otra vez lo repitió hasta que sus ojos se secaron y la pila del celular acabó.

Una semana pasó, el cartero regresó con su bolsa un poco más vacía y una mirada aún más triste, rápidamente dejó un paquete en las manos de Tino junto con un pequeño avioncito.

Dejó cartas en casi todas las casas exceptuando cuatro, camino lentamente a la casa de la familia Vargas, detuvo su bicicleta.

Lovino temblaba en el marcó de la puerta, con los ojos cerrados, el hombre saco una carta azul, y las lágrimas del castaño desfilaron por su rostro, Feliciano lo abrazó consolándolo dándole esperanzas, esperanzas que él no tuvo.

El cartero movió su bicicleta hasta la casa de los asiáticos, dejó una carta en el buzón y entro al pequeño patio, tomó la mano de Yao y colocó una carta azul en sus manos, Natasha abrazó al chino ocultando sus lágrimas en las ropas del asiático, Kiku miró en silencio tocando el hombro de la ucraniana.

La bicicleta siguió su rumbo a la casa de Elizabeth, le entregó una carta en donde se apreciaba la excelente caligrafía del aristócrata, pero nuevamente una carta azul…

Y por último la casa de los europeos.

Con gran pesar camino rumbo a la puerta, miró a Francis con pena, luego a Arthur.

—Lo siento no lo encontraron…— habló con pesadez entregándole a Arthur una carta amarilla con un borde rojo—"Perdido en Acción"—

Con pena tomo la mano de ambos y lentamente, lo que muchos temían.

"Carta Amarilla"

Carta amarilla con el nombre de Matthew adentro, con el recuerdo de su pequeño corriendo a su alrededor, con sus ojitos color azul amatista mirando el mundo de otra manera.

—No— gritó Francis al momento de caer al piso— No, Matthew no— Gritó golpeando al piso, mientras que Arthur…

—Lo siento— un hombre con uniforme militar les habló— No podemos seguir con la búsqueda del señor Alfred F. Jones, y de los demás miembros desaparecidos; y de la misma manera dejaremos de buscar los cuerpos de los fallecidos…— dio media vuelta subiendo a un camioneta para partir sin ver la cara de todos los afectados.


¿Siguen ahí? ¿No se fueron a cortar las venas como yo?

Bueno espero y les haya gustado y me ayuden a terminarlo :D aún no me decido entre un final feliz o uno triste, ¿Qué opinan?

Ya con esto solo me falta terminar el capitulo de Proyecto cultural, y otro One-shot que tengo guardado T.T

Porque yo apoyo a:

"Un mundo con un Alfred más salvaje grr~"

Y:

"A un mundo por un Matthew más grr ~.