Disclaimer: Todos los personajes ya sean de Hetalia, Nyotalia, Nekotalia y anexas pertenecen a Himaruya Hidekaz
La reina de las nieves pertenece a Hans Crhistian Andersen
Frozen pertenece a los Estudios Disney; La versión en español Ibérico corre a cargo de Lorenzo Beteta y Alejandro Nogueras de Soundub mientras que la versión en español Latino corre a cargo de Jose Antonio Macías y Raúl Andana de Taller Acústico.
"En la gruta del Rey de la Montaña " de la música para la obra de Teatro "Peer Gynt" de Ibsen pertenecen a Edvard Grieg.
Advertencia:Transcripción de diálogos y canciónes, libre adaptación de la historia
Capítulo dedicado a Lady Loba (prometí dedicarte un capítulo en uno de mis fics de Hetalia pero no he podido resolver ese lío... espero y te guste este capítulo)
CAPÍTULO UNO: 1929
—Mamá...
—Sí, corazón...
—¿Por qué Gerda pasó muchos años recorriendo el mundo para buscar a Kai? —preguntó Anna.
—Porque de eso se trata el amor, pequeña.
—Pero Kai fue muy malo con ella —dijo Elsa.
—El amor está por encima de cualquier daño... Ahora duerman que mañana será un gran día.
—Sí, mamá —las niñas dijeron al unísono.
Era 1929 y en el poblado de Arendelle se vivía en paz, en las afueras un grupo de recolectores de hielo trabajaban con ahinco; desde los más fuertes hasta un niño cuyo pequeño reno le acompañaba. La luna bañaba los tejados de las casas y establos con su luz, las calles estaban pintadas de azul por aquél satélite natural, en una de esas calles se encontraba la mansión de las pequeñas Anna y Elsa que habían escuchado su cuento favorito para irse a dormir, cada noche escuchaban un cuento de Hans Christian Andersen como parte de su rutina diaria, a no ser por esa noche en cuestión, justo después de que su madre les narrara "La reina de las nieves"... ya nada sería igual:
—Psst... Elsa... —la niña se trepó a la cama de su hermana— ¡Elsa!...se empeñaba en despertarla— Despierta, despierta, despierta, ¡Ya no duermas! —la sacudía Anna
—Duérmete, ¿sí? —le decía su adormilada hermana con una leve sonrisa.
—Yo (ya) no quiero; el cielo despertó y yo también... ahora debemos jugar —lo decía con dramatismo casi poético sin dejar de lado su simpatía.
—¿Sí?, pues ve a jugar sola —le dijo mientras la empujaba de su cama, Anna cayó al suelo de un sentón haciendo un puchero que no duró mucho... no se iba a dar por vencida, así que realizó su plan para despertarla ya y de nuevo se trepó a la cama de su hermana.
—...¿Y sí hacemos un muñeco?— La sonrisa de Elsa valió más que un simple "sí".
—¡Rápido, rápido, rapido, rápido! —se escuchaba la voz de Anna al bajar por las escaleras mientras su hermana la silenciaba, una vez que ambas estaban en el gran salón cerraron las puertas para poder al fin jugar.
El gran salón estaba libre de muebles que obstruyeran su diversión, las ventanas reflejaban la luz de la luna; las hijas del regidor de Arendelle tenían ese salón de banquetes y bailes sólo para ellas.
—¡Haz la magia, haz la magia! —la pelirroja le pedía a su hermana de cabello platinado. Con un movimiento de sus manos formó una masa blanca que resplandecía para después lanzarla hacia arriba y reventara a lo lejos en copos de nieve mientras su hermana menor miraba con mucha emoción.
—¡Esto es asombroso! —se entusiasmó Anna saltando divertida.
—Ve —le dijo a su hermana y con un ligero pero desicivo pisotón, el suelo se volvió hielo: la diversión apenas comenzaba.
Primero patinaron por todo el lugar hasta cansarse y decidir hacer bultos o bien un muñeco de nieve:
—Hola, me llamo Olaf y me encantan los abrazos —Elsa hablaba por el muñeco de nieve recién construido.
—¡Te adoro Olaf! —la niña se lanzó a abrazarlo para despues jugar un ratito más con el. La primogénita no dudaba en usar sus poderes y al parecer era la que más se divertía.
Las dos niñas jugaron a deslizarse sobre la nieve como si estuvieran en un trineo, ambas cayeron pero la nieve suavizó la caída... lo que le pareció divertido a la más pequeña sin saber en todo lo que se desencadenaría después.
—¡Atrapame! —gritaba Anna mientras saltaba de un montículo de nieve.
—¡Te tengo! —decía su hermana mientras formaba más montículos para que no se cayera y siguiera saltando.
Las dos niñas seguían en su juego hasta que lo resbaloso del piso hizo que Elsa perdiera el equilibrio y no pudiera hacer un monticulo más para su hermana quien había saltado bastante alto, lo único que ocurrió fue que el rayo de hielo diera en el ojo dejándola inconsciente y rodando en la nieve hasta el piso.
—¡Anna! —la pequeña Elsa corrió hacia ella y al notar que no despertaba sintió miedo y llorando llamó a sus papás en un grito de su quebrantada voz. Entre sollozos la niña abrazó a su hermana mientras el Gran Salón se empezó a congelar destruyendo a su paso todo ese pequeño e improvisado paraíso de juegos.
Mientras que el regidor y su esposa descubrían con temor el talento de la primogénita, en una casa ubicada en el centro de la ciudad de Oslo, un muchacho y su hermano escuchaban en su tocadiscos "En la gruta del rey de la montaña" mientras que tres golpes a la puerta interrumpieron su rutinaria noche:
—Bu'nas noch's
—Pasa, Sverige.
—Gr'cias...
—¿Y el resto?
—No t'rdan en ll'gar.
—Muy bien —eso fue todo lo que lograron conversar, otros tres golpes anunciaron la llegada de los otros dos.
—¡Hola a todos, El Rey del Norte ha llegado! ¿Qué hacen?
—Esperándolos —dijo el noruego.
—En realidad estamos escuchando la suite de Peer Gynt —explicó el islandés.
—¿La primera o la segunda suite?
—La primera, Danmark, la primera... ¿Quieren escuchar la última pieza?
—¿Nos encantaría? dijo Finlandia.
—En ese caso lo haré, pero sólo con la condición de que ustedes me digan de que trata*
—Pero si ya sabemos, después de todo es la música de fondo de la obra teatral de la que tanto presumes: de Peer Gynt, quien le propone matrimonio a la hija del rey troll de la montaña, se da cuenta de que en realidad desean comerlo y al final logra escapar... todo el mundo lo sabe
—¿Alguna vez haz reinterpretado la melodía, Danmark?
—No...
—Es como si sólo te presentaran la música sin decirte de qué se trata.
—¿Y cómo lo interpretas tú?
—Esta vez lo veo así: dos niñas que juegan a escondidas de sus padres...
—Tiene sentido por los stacattos y pizzicattos... —Dijo el danés.
—A medida en que se divierten, una de ellas es imprudente e ignora el peligro que está corriendo...
—El crescendo y accelerando, supongo —comentó el finlandés.
—La otra no logra salvarla y sus padres finalmente se enteran...
—Ya v'o —analizó el sueco.
—¿Qué les pareció?
—No es mala idea, es mucho mejor que todos esos absurdos barbarismos que suelen llamar arte de vanguardia —dijo Islandia...
—¿Y bien, Norja?
—¿Qué ocurre, Finland?
—¿No tienes miedo?
—¿Miedo de qué?
—De que la ira de Alemania no se contenga... por el tratado de Versalles
—Nosotros no debemos meternos, fuimos neutrales durante la Gran Guerra, no hay que meternos...
—Pero si Eglanti te obligó a fabricar embarcaciones para él...
—Mi postura está decidida, estaremos cometiendo un error pero así debe ser, esperemos que no estalle otra guerra.
Arte de vanguardia o Vanguardismo: Cubismo, Surrealismo, Constructivismo, Dadaimso, Estridentismo, Futurismo son aquellos estilos artísticos del siglo XX
+ El punto exacto donde dar play a este link watch?v=L5HnIu0j4z8
Es el primer crossover que hago, espero y sea de su agrado.
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