Disclaimer: Me saqué un tres en dibujo el martes. Creo que no soy Bisco Hatori. Por eso debo deducir que jamás creé Ouran. Oh, tristeza que me embarga.

Advertencias: ¿Hitachiincest? ¿Shonen-ai? Bueno, técnicamente no pasa nada, pero si no te gusta pesar que se aman profundamente (¡RAR! (?)) entonces no lo leas o.ó

Notas: Seguuuundo fic dentro del fandom, si no estoy mal es una viñeta, creo que no llega a oneshoot xD Idea surgida del día en que tuve esa sensación y pensé "oh, que interesante y extraña situación. Voy a escribir algo de ello". Fin (?) A diferencia de muchos autores de por aquí, no admito tomatazos porque el tomate no me gusta, pero si quieren pueden darme con cualquier otra clase de frutos, legumbre, oleaginosas, verduras y cereales. Gracias por su atención (?).


Probablemente sí has tenido esa sensación. Hikaru también la había tenido numerosas veces, pero nunca le había prestado atención, nunca la había visto como algo preocupante. Esa inquietud de no saber si era una broma o iba en serio. Y era de lo peor, porque cualquier camino que pudieras tomar te podría llevar a tu destrucción.

Si optabas por considerarlo una broma, podría haber sido en serio e iba a ser un gran error. Porque tomarse en broma algo dicho con seriedad suele herir sentimientos.

Si optabas, en cambio, por tomártelo como algo verdadero, podías quedar gravemente en ridículo. Era de lo más simple quedar como un imbécil.

Claro, la opción lógica: Preguntar. Pero claro que en este caso... no servía de nada. Tanto si fuera algo en serio como si fuera sólo una broma, la respuesta sería "Hablo en serio". Y, además, si fuera lo primero, herirías sentimientos al desconfiar y si fuera lo segundo, quedarías como un idiota de cualquier modo por haber tenido un atisbo de credulidad.

Sí, sin duda era una situación realmente compleja. En general, la respuesta a esto es decir cosas ambiguas. Tomártelo como si fuera en serio pero muy a la ligera. Sí, te quedaría la duda de si lo era o no, pero al menos todo terminaría bien. Sin embargo... en este caso nada funcionaba.

Es que, ¿qué se supone que contestes cuando tu gemelo te dice que está enamorado de ti y sabes que lo correspondes?

Hikaru evaluaba las opciones. Sabía que, además, tenía que ser rápido. Si le respondía con la verdad, corría un riesgo enorme que iba más allá de la humillación: Encontrarse ante un par de ojos abiertos con desmesura y un "era broma, Hikaru..." tartamudeado. Si se lo tomaba como un chiste, corría otro tipo de riesgo y era el de lastimar profundamente a su hermano gemelo. Se lo pensó un poco más y decidió finalmente que decir.

—Siento lo mismo, Kaoru —murmuró, sonriendo. Su voz fue lo suficientemente poco clara en cuanto a sentimientos como para poder desmentir las palabras dichas con anterioridad en caso de que fuera todo un chiste. La respuesta a su problema era de lo más clara: Déjale el problema a otro. Ahora era Kaoru el que lidiaba con las palabras, tratando de saber si era un chiste o lo decía en serio.

Iba a ser difícil. Lo más probable es que no hubiera servido de absolutamente nada. En general no había desconfianza entre ellos, pero toda persona desconfía cuando sus sueños se hacen realidad. Y acabarían diciéndose todo... sin decirse nada en realidad.