La humanidad creía que el futuro era directamente progreso, pero en ocasiones un simple error puede cambiarlo todo.

El sol rozaba las hojas de los árboles, reflejado en el rio el brillo producido era equiparable a una lluvia de estrellas chispeantes.

A través de la frondosa arboleda un chico andaba silbando alegremente vestido con un pantalón corto de color azul y una camisa roja abrochada con tres botones, llevaba de calzado unas sandalias y una gran bolsa ubicada en la espalda repleta de su equipaje, sin embargo lo que más destacaba de él eran sus ojos negros y su pelo castaño.

Al salir de la arboleda se detuvo en el borde de un precipicio desde donde era visible la hermosa vista de una gran ciudad.

Llegué-dijo alegremente con una sonrisa de oreja a oreja-.

La pequeña taberna era iluminada por un conjunto de velas que formaban un círculo unidas entre si por un hierro conectado al techo, había unas pocas mesas y una gran barra que ocupaba casi toda la zona.

Una mesa era ocupada por una bella chica de unos 17 años con el cabello rubio y largo hasta pasar los hombros , poseía unos bellos ojos verdes y vestía unos tejanos largos y una camisa blanca ajustada que resaltaba sus generosos atributos.

Al verla un hombre alto y con aspecto que denotaba rudeza se aproximó hacia ella.

Ey preciosa, quisieras venirte a dar una vuelta-sonrió el sujeto de manera cínica-.

Lo siento pero tengo otros planes-respondió la chica tratando de controlar sus impulsos de estamparle la jarra de cerveza en la cara-.

Creo que te has equivocado-dijo notablemente divertido-no es una propuesta, no tienes opción-finalizó ejerciendo presión sobre el brazo de la joven-.

Creo que no quiere ir contigo-comentó una voz-.

Quien cojones se atreve a hablarme sin permiso-giró para encarar a un joven que poseía los ojos negros, una camisa roja y un pantalón corto color azul-Quién mierdas eres tú mocoso

No vale la pena decírtelo-sonrió cómicamente-.

Pero que tenemos aquí un graciosillo, tranquilo te mostraré como debes comportarte-le lanzó un puñetazo pero fue fácilmente detenido por un solo dedo-pero qué-gritó asombrado-.

La muchacha observaba curiosa al joven que mantenía una actitud despreocupada y emanaba una extraña energía, más no solo era ella quien se mantenía alerta sino que todos los presentes observaban con cautela, mientras que el que parecía ser el dueño del establecimiento cogía una pequeña espada que se encontraba debajo de la barra por si las cosas iban a mayores.

Bien, parece que solo eres un alborotador, ese golpe no serviría ni para causar un rasguño a una mosca-dijo algo decepcionado el chico-esto será suficiente-golpeó su torso con un solo dedo y mando a volar al corpulento hombre rompiendo a su paso la pared del local.

Tal vez me haya pasado-sonrió de manera divertida-. Bueno ahora ya da igual, Eh señor cuanto le debo por la pared-gritó dirigiéndose al dueño-.

Ah no eh-titubeó nervioso el hombre que aún seguía estupefacto-Tranquilo no hace falta nada pero por favor márchate.

"Vaya que tipo más generoso" bueno en ese caso me voy-rió mientras se disponía a marcharse pero fue detenido por un sonido proveniente de la chica que anteriormente se encontraba siendo acosada.

No hacía falta que me ayudaras-dijo la rubia frunciendo el ceño-pero aún así gracias-añadió tímidamente-.

De nada-fue su simple respuesta-ese tipo era muy molesto, solo espero no habérmelo cargado-susurró lo último para finalmente marcharse-.

Eh espera-gritó para llamar su atención-.

Uhh

¿Cuál es tu nombre?-preguntó curiosa-.

Mi nombre-sonrió para sí mismo-eso es algo que no necesitas saber-finalizó marchándose corriendo-

Tras la salida del chico el bar se quedó en completo silencio, siendo solamente interrumpido por un fuerte suspiro colectivo reprimido.

Mientras tanto la chica rubia se encontraba algo confusa tras lo ocurrido, y en su mente solo había un pensamiento:

"Que tipo más curioso"

Las grandes calles de la ciudad estaban notablemente concurridas mientras el viento soplaba una ligera brisa que recordaba a los días otoñales.

El causante de la anterior escena iba silbando alegremente mientras su pelo castaño era movido ligeramente por el viento, ajeno a todo el bullicio el chico solo parecía estar observando detalladamente el entorno, hasta que su vista se posó en una gran torre localizada en lo que parecía ser la torre central.

" Me pregunto si estarás ahí..."-pensó mientras su expresión se transformaba en una melancólica.

En la otra punta de la ciudad la chica de ojos verdes aún recordaba vagamente su anterior encuentro, más ahora su vista se encontraba fijada en la gran torre mencionada anteriormente, pero su expresión era de completa tristeza y frustración.