Otra cosita de San Valentine, pero esta vez, Mimato. También participa en el foro 1-8 pero obviamente, en la pareja anteriormente mencionada. Fui retada por Mid y su palabra fue: Risa.


Datos del fic:

Título: Música en sus labios.

Pareja: Mimato.

Género: Romance.

Ranking: T

Advertencias: Ooc, Ic...

Disclaimer: Digimon no me pertenece ni sus personajes.


ºMúsica en sus labiosº

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Muchas cosas eran las que caracterizaban a Mimi.

Sus ojos. Su cabello tan cambiante. Su piel. Su forma de vestir. SU carácter especialmente. La forma de expresarse. Ese toque divertido en sus palabras. La inocencia.

Eso, ajenamente a lo que ellos dos eran.

Yamato podía catalogarlo como amantes. Ocultos a los ojos de los demás. O quizás poco inexpresivos. Aunque ella era de las de engancharse en el cuello fácilmente. A veces se le olvidaba donde estaban y pasaba su brazo por su espalda o buscaba su mano con la suya distraídamente.

A él realmente no le importaba. Pero le molestaba que los demás se metieran en demasía en su vida privada. Aún así, como nadie había preguntado, tampoco había tenido que decir; sí, salimos juntos.

Entonces, es cuando veía a la Mimi más secreta. A la que él conocía mejor que nadie. La que se recogía el cabello en moño mientras limpiaba la casa, con música a tope y cantando las letras, incluso inventadas muchas veces. La que se recostaba contra él para hablar de cualquier cosa mientras se pintaba las uñas de los pies y luego quería pintarle a él. Siempre terminaba ganando de algún modo y terminaba pintándole el pulgar.

Para que te acuerdes de mí.

Él se acordaría de cualquier forma. Estaba completamente seguro.

También estaba la Mimi que continuaba enfadándose por caprichos. La que prefería que no hubieran tomates en la ensalada o la que se acurrucaba bajo las mantas cuando tenía miedo al ver una película de terror.

Y luego estaba la que se revolvía entre sus sábanas y reía de aquella forma que le calaba hasta el alma. Porque Yamato amaba su voz, sí, pero disfrutaba de su risa como nunca nadie lo hiciera. Solo con él podía echar la cabeza atrás y reírse sin miedo a que nadie dijera que se reía muy alto.

Y solía reírse de muchas cosas. Tantas que a veces él se sorprendía.

Porque Mimi era capaz de arrastrarle consigo, de hacerle reír a carcajadas de algún modo. De que se sonrojara al quedarse sin aire por aguantarse la risa. De que las cosquillas dejaran de ser simples molestias para ser diversión en la cama.

De que adorara ese hoyuelo en su boca. De que quisiera comérsela a besos cada vez que su boca se abría para reírse.

Eso era hacer feliz a la mujer que amaba. Sí. Su risa era ese significado.

La pura felicidad.


Notas de autora:

¡Gracias por darme la oportunidad de participar! :D

Chia S.R

14 de Febrero del 2014.

Feliz San Valentine, mimatistas.