Prologo

Allen Walker había nacido un desafortunado 25 de diciembre hacia ya 17 años. Meses atrás la noticia de que llegaría al mundo no fue precisamente un evento de alegría para sus padres Mana y Elizabeth Walker, quienes para esos momentos vivían una detestable situación económica, al saber que tendrían a un tercero al cual alimentar entraron en pánico; pero aceptaron su destino, después de todo era su lema el de no rendirse.

Pero el cruel destino tenia otros planes, ya que en la víspera de la navidad , un mes antes de la llegada oficial del pequeño al mundo, Elizabeth, sufrió un accidente en el trabajo que se negaba a dejar para ayudar a su esposo con el tema del dinero, adelantando así el parto, haciendo que su hijo naciera a primeras horas del 25 de diciembre apenas dando la oportunidad a la madre de verlo y dedicarle una sonrisa que dejaba en claro aquel creciente amor maternal que la habría hecho hacer todo por el si no fuera por que segundos después cerro sus ojos por siempre...

Mana desde entonces se encargo de cuidar a Allen optando por el trabajo a veces humillante de payaso ambulante, eso apenas les daba para subsistir y en mas de una ocasión el mayor se sacrificaba por su hijo pero era el único empleo que conocía que le permitía trabajar y cuidar del pequeño a la vez. Mientras Allen era un bebe las mujeres no dudaban en acercarse y tomarlo en brazos mientras disfrutaban del show, luego al aprender a caminar se acercaba a los niños del publico para poder jugar mientras estos tomaban su inusual apariencia de cabellos tan rubios que eran pálidos como la nieve como parte del espectáculo. Ya a los 6 años servia de ayudante a su padre, pero la pobreza pasaba factura y Mana se debilitaba cada vez mas hasta que cayo enfermo un enero y murió 2 meses después no sin antes dejar a su hijo en un orfanato y decirles las palabras que mas tarde el chico no dejaría de repetirse.

Pasaron mas años y cuando celebraba internamente su décimo aniversario conoció a un hombre, en la fiesta de caridad que se celebraba a favor del orfanato cada año...

Ese hombre era un pianista famoso que casualmente se había criado en aquel lugar. Su nombre era Nea y su música era la medicina que el alma de Allen necesitaba, luego de l recital el albino se acerco a aquel extraño pidiéndole tocar su instrumento; el mayor, orgulloso, se lo permitió quedándose sorprendido al ver que aunque las melodías eran torpes el niño tenia sentimiento y talento para la música.

Allen tocaba tratando de dejar salir todos los sentimientos de soledad y tristeza que hasta ahora le habían inundado e incluso dejo salir lagrimas que contenía desde la muerte de su padre.

Después de esa noche Allen no volvió a saber del pianista, pero el recuerdo de tocar aquel instrumento sonaba fuerte dentro de su alma y por primera vez, en su corta y desgraciada vida, sus peticiones fueron escuchadas; cuando un hombre pelirrojo, de aspecto intimidante llego al orfanato, conquistando a su directora, para asi poder obtener la custodia del pequeño albino asegurando que alguien muy poderoso pagaría por sus estudios de música en la mejor academia del país con la condición de que viviera sin chistar bajo su cuidado. Su nombre era Marian Cross

Allen acepto feliz, su padre quería que fuera feliz y hasta ahora no había conocido mas que miseria pero eso cambiaría, ahora veía un camino diferente para lograrlo aunque de inmediato supo que su estadía con quien el llegaría a llamar tutor seria muchas veces un pesadilla debido al alcoholismo, promiscuidad y poco interés de cuidar a un niño que el mayor presentaba.

Sin embargo, Allen había decidió en convertirse en un famoso pianista como aquel que había conocido en el orfanato y si esa era la manera de lograrlo lo soportaría pero pronto descubriría que lograr su sueño requería de mucho esfuerzo y dedicación y tal vez un poco de suerte.

A sus 15 años, logro graduarse de la academia como uno de los mejores pero siento el único sin oferta para llegar a algún lugar importante, teniendo que conformarse con lugares clandestinos o conciertos callejeros que daba con el piano que su maestro le había regalado, pero sintiendo el frió de los viejos recuerdos cuando trabajaba junto a su padre de payaso en la calle, ocultando entre risas su llanto y hambre.

Paso largo tiempo en el que pensó en desistir pero eso no era los que su padre biológico le había enseñado, así que en el festival de música que se celebraba cada navidad en el orfanato, donde su sueño había empezado, conoció a un hombre que quedo fascinado con su talento por lo cual le propuso su tan esperada oportunidad pero esta costaba con que el chico se presentara ante una importante audiencia en el teatro municipal, el teatro mas grande y elegante de toda la ciudad.

Tenia que convencerlos, a el representante y a sus socios, para que lo contrataran en una seria de giras y eventos por todo el país, incluso hasta un disco propio. Solo había un problema... La canción que el fuera a presentar, tenia que se original y Allen no tenia mucha imaginación para componer.