Un pequeño fic que escribí mientras viajaba, por favor dejen sus comentarios, el primer Oneshots de mi vida.


Giny no quería ni podía aceptar lo que sus ojos veian, Harry no podía estar muerto, debió haber quedado inconsciente con algún hechuzo y esto era una pesadilla, pero el grito de la profesora McGonagall la convenció de que era real, y fue que entonces cuando su propio grito de dolor escapo de sus labios. Pero no fue suficiente para desacerse de todo lo que sentia en su interior.

Al ver a Harry en los brazos de Hagrid, con los ojos cerrados y la boca semiabierta, sintió cómo su corazón se rompía en mil pedasos, era un dolor tan profundo, sentia que una parte de su alma se había ido junto con Harry, tenía deseos de dejarse caer al suelo, donde la hierba crecía, y no levantarse nunca más, dejarse morir para así poder reunirse con él en donde sea que Harry haya ido, pero el grito de guerra de los defensores de Hogwars la trajo de vuelta a la realidad.

Vió cómo Voldemort le ofrecía a Neville formar parte de su ejercito de mortífagos, cómo este se negaba y cómo poco después Neville le cortaba la cabeza a esa asquerosa serpiente que el mago oscuro llevaba con él, pero todo lo veía de forma distante, como si no estuviera realmente ahí veía y escuchaba a saltos, le pareció que sólo habían pasado segundos desde que vio el cuerpo de Harry hasta que todos regresaban al interior del castillo, uyendo de las flechas que lanzaban los centauros.

No quería alejarse de Harry, quería ir junto a él y abrazarlo, besarlo para comprobar si el calor había abandonado aquellos dulces labios, pero la marea de personas que se empujaba para entrar al castillo la empujó a ella también, y lo último que escuchó antes de meterse de lleno en la nueva refriega que se estaba formando, fue a Hagrid preguntando por el paradero de Harry, cosa que no le pareció lógica, pero no tuvo tiempo de pensar en ello.

Todo el dolor y angustia que sentía por las muertes de Fred y Harry se convirtio en rabia y sed de venganza. Quería matar a cada uno de los mortífagos, quería mutilar y destruir todo aquello que le recordaba la reciente muerte de Harry, y eso se materializaba en las figuras de Voldemort y sus seguidores.

A pesar de no haber usado nunca una maldición asesina sentía que la pena en su interior sería suficiente. Aturdió a cuanto mortífago se atravezó en su camino. De vez en cuando vió aparecer hechizos protectores y aturdidores de la nada, pero no le dió importancia.

Y enconces vió a Bellatrix Lestrange, y parecio que todos los sentimientos negativos que sentía se centraron en aquella mujer, la mujer que había matado a Sirius, Tonks, y que había causado tanto sufrimiento a Harry. Se dispuso a pelear con ella, y pronto se le unieron Luna y Hermione, pero aquella mujer, impulsada por el fanatismo y la locura, era un contrincante realmente imparable, fue entonces que llegó su madre a relevarlas, y pudo ver en los ojos de Molly el dolor por la perdida de Fred, y también de Harry, a quien consideraba un hijo más, todo pareció detenerse mientras contemplaba aquella lucha encarnizada, cada vez más violenta, hasta que Bellatris se burló de Fred y un rayo de luz proveniente de la varita de Molly la alcanzó justo a la altura del corazón.

Escuchó el grito de furia de Voldemort al ver a su último y más fiel general caido, pero cuando este se volvió con la intención de matar, un escudo se interpuso, y entonces Ginny sintió como su corazón se detenía.

Harry había aparecido frente a ellos.

Está vivo, fue todo lo que su mente fue capaz de pensar, pensamiento que se hizo eco en los murmullos que rápidamente recorrieron la sala. Pero estos murmulloSE se apaaron velomente al observar como Harry y Voldemort daban círculos alrededor el uno del otro.

Ginny sentía tal mezcla de ansiedad y admiración que le era dificil pensar. Ansiedad por no saber cómo terminaria aquel duelo y admiración por la valentía que mostraba Harry al enfrentarse al mago oscuro más poderoso del último siglo cara a cara. Vio como el hombre que amaba le hablaba con temple a aquel horrible ser, cómo le explicaba porqué él hiba a vivir y Voldemort morir, y al ir escuchando sus palabras Ginny también sentía como en su interior se iba asentando la confianza en su interior, confianza en que Harry saldría victorioso y viviría.

Cuando el primer rayo de sol interrumpió en sala he hizo brillar de forma extraña a los dos duelistas, escuchó la maldición asesina de Voldemort y es encantamiento de desarme de Harry, vio como en cámara lenta caer el cuerpo sin vida de Voldemort y a Harry agarrar la varita de sauco con su mano libre, transcurrieron un par de segundos, o quizás horas, nunca lo sabría, hasta que reaccionó y corrió a brazar al dueño de su corazón. Ella, Ron y Hermione fueron los primeros en llegar, seguidos por profesores y por todo aquel que participó en aquella batalla defendiendo al castillo. No supo cuánto tiempo estuvo abrazandolo, pero sintió como el resto lo apartaba de ella para agradecerle, así que ella se dirigío donde estaba el resto de su familia rodeando el cuerpo de Fred. Ni siquiera la alegria de haber ganado aquella infernal guerra era consuelo para la perdida de su familia.

Tiempo despues su mirada se cruzó con la de Harry, pero ninguno se acercó al otro. Luego vio a Luna sentarse junto a Harry y segundos después Luna dijo algo de ver una de las criaturas fantásticas que solo ella conocía, mientras todos volteaban a ver en la dirección que indicaba Luna ella continuó viendo al moreno, quien aprovechó la distracción para desaparecer bajo la capa invisible. Supuso que iría a buscar a Ron y Hermione, por lo que no quiso inmiscuirse.

Poco poco el gran comedor se fue despejando, quedaban muy pocos estudiantes, ya que la mayoría se había ido a través del pasadiso de la sala de los menesteres, y los habitantes de Hogmeade volvían a sus casas, algunos transportando a sus seres queridos caidos en batalla. Los cuerpos que seguían ahí eran los de los estudiantes cuyas familias aún no conocían el destino de sus hijos. Ginny sentía un dolor sordo en el pecho y un peso en el estómago cada vez que veía a alguien que conocía y tenía cariño,. Colin y otro montón de estudiantes de griffindor, algunos de revenclaw o hufflepuff. Las lágrimas corrieron por sus mejillas al volver a contemplar los cuerpos de Remus y Tonks, uno al lado del otro, y pensar en el pequeño Teddy, que tendría que crecer sin padres, no creía que saber que sus padres murieron por una buena causa fuera demasiado consuelo para el niño.

Era casi medio día cuando su madre la convenció de dormir un poco. La profesora McGonagall había invitado a todos los que seguían en el castillo a dormir en los dormitorios, no eran demasiadas personas las que quedaban, la mayoría de los supervivientes se habían ido a sus hogares para dar la buena nueva.

Cuando se dirigía a su dormitorio se cruzó con Hermione, que tambíen iba a dormir. Parecía agotada.

-Harry está durmiendo, hace casi dos noches que ninguno de nosotros tres duerme, no creo que se despierte hasta mañana- lagrimas comenzaron a caer por el restro de la castaña-. Se ha acabado Ginny ¿Realmente esta pesadilla a acabado?

-Si, ya todo acabó - le dijo Ginny, y la abrazó con fuerza. Minutos después ambas se dirigieron a los dormitorios, entraron al primero que encontraron, a estas alturas les parecía tonto repetar los cuartos por el grado de estudios.

Se acostaron en camas contiguas. Ninguna tenía demasiado animo para charlar, y pronto se escuchó la respiración acompasada de Hermione que indicaba que ya estaba dormida. Pero la mente de Ginny estaba demasiado alterada para dormir, a pesar del cansancio.

Un millos de dudas se formaron en su mente.

¿Qué pasaba si Harry ya no la quería? ¿O si se había dado cuenta durante aquellos meses de viaje que no era amor lo que sentía por ellla si no simple cariño fraternal?

Ahora Harry podía elegir a la mujer que quisiera, antes ya era popular entre el sexo femenino por ser el niño que vivió, ahora las feminas se multiclarían por mil al ser quien derrotó a aquel monstruo. Quizás Harry creyera que ella era una más o era lo ugficientemente buena... no sabía que podía pasar, nunca en su vida se había sentido tan insegura, pero ya había probado lo que era sentirse amada por el dueño de su corazón y alma, y no creía poder vivir sin eso.

Era bastante avanzada la tarde cuando finalmente el sueño la venció y sucumbió al sueño.

Sentía que algo le acariciaba el cabello con suavidad, sentía el calor cercano de otro cuerpo junto a ella, abrió los ojos lentamente, intentando enfocar a la persona que estaba junto a ella, cuando distingió aquel brillo ezmeralda que tanto amaba tras unos lentes redondos el cuerpo de Ginny reaccionó solo y lo abrazó por el cuello como si su vida dependiera de ello. Harry dudo un momento y luego le devolvió el abrazo con la misma intensidad.

-Buenos días -susurró Harry en su oido, luego miró por la ventana y sonrió de lado -, o debería decir buenas noches.

Se separaron unos centrimetros para mirarse a los ojos, y cuando Ginny creyó que él la besaría Harry se aparto, haciendo que todas las inseguridades del día anterior volvieran a ella. Él había dudado al devolverle el abrazo.

-¿Qué hora es? - Preguntó Ginny evitando mirarlo a los ojos.

-Casi las nueve de la tarde - Ginny frunció el ceño, ellos se había acostado a medio día, no era mucho tiempo. Harry pareció leerle el pensamiento porque volvió a sonreír y dijo- ayer fue el fin de la guerra, hoy es cuatro e mayo.

-¿En serio? - Dijo Ginny sorprendida, eso significaba que había dormido más de veinticuatro horas seguidas, miró la cama de Hermione pero esta se encontraba vacía.

Al voltearse a mirar a Harry lo vio mirándola seriamente. Sintió como su boca se secaba.

-Ginny, tenemos que hablar- ella sentía enormes deseos de salir corriendo, cualquier cosa que evitara que Harry le dijera que no la quería y que lo que sentía por ella había muerto, pero sabía que eso solo retrasaría lo inevitable, así que simplemente se arrodilló en la cama frente a Harry, olvidando completamente que su pillama simplemente consistía en su playera y la tanga, pues no tenía pillama y no quería dormir con su ropa, Harry se sonrojó un poco e hizo un enorme esfuerzo por no desviar la vista de los ojos de la chica.

_Ginny, sabes que el año pasado terminé contigo porque no quería ponerte en peligro ¿verdad? - Ginny simplemente asintió con la cabeza, preparándose mentalmente para el rechazo- entendería si durante este año conociste a alguien más, pero quiero que sepas que lo que siento por tí no ha cambiado, o puede que se haya hecho más fuerte, sólo dime una palabra y no me iré nunca más de tu lado.

Ginny se quedó en blanco, y sintió fuegos artificiales estallando dentro de ella ¡Harry la quería! Ese era el momento más feliz de su vida.

Pero parecía que Harry había malentendido su silencio, porque su mirada se apagó, beso la frente de Ginny y se puso de pie.

-Entiendo, sólo espero que seas feliz.

No alcanzó a dar dos pasos en dirección a la puerta cuando Ginny reaccionó y lo jaló del brazó para que la mirara. Luego hizo algo que lo dejó confundido.

Le dió una bofetada, y luego lo besó con pasión, dejandolo todavía más confundido, pero aún así correspondió al beso.

-¿Eres idiota o te haces? - le reprochó ella, dandole suaves golpes en el pecho - ¿Sabes acaso cómo me sentí durante todos estos meses en los que estuviste lejos? - siguio, perdiendo las fuezas poco a poco, terminado aferrada al pecho de Harry y hablando en apenas un susurro -. No sabía si estabas bien o a salvo, si pasabas frío o hambre, lo único que me mantenía cuerda era saber que si hubieras muerto los mortifagos lo hubieran gritado a los cuatro vientos, no sabes cuantas noches no dormí pensando en ti ni cuantas más soñe contigo, y ahora me viene con la idiotes de que me dejarás ir. ¿Acao crees que es posible que deje de amarte? Esta noche deseé morir al verte en brazos de Hagrid, creo que escuché a mi corazón romperse.- Ginny levantó la vista y se enfoco en los ojos verdes-. Te amo Harry, y nada ni nadie podrá cambiar eso.

Volvieron a unir sus labios en un beso lento, pero no por eso menos apasionado.

-Perdoname por dudar - dijo el separándose un poco, pero manteniendo sus frentes unidas -, yo también pase un infierno sin saber de ti, no sabes la de veces que quise mandar todo al diablo y convencerte para que huyeramos juntos, pero no podía hacerlo tenía una responsabilidad que cumplir. Pasaba horas observando la manchita que eras en el mapa del merodeador, asegurándome que seguías viva, y cuando no aparecías luego de las vacaciones de navidad casi me vuelvo loco, si no es porque Ron llegó poco despues y nos enteramos de que habías sido retirada del colegio por tu familia hubiese hecho alguna locura con tal de asegurarme que estuvieras bien.

-¿Llegó?

-Despues, tendremos mucho tiempo para hablar de eso.

-¿Me prometes que me contarás todo? - Dijo Ginny mientras acariciaba el cabello del chico y acercaba sus labios a los de él.

-Lo prometo - dijo él, sellando la promesa con un beso, beso que se intensificó con cada caricia, en especial porque Harry tenía acceso a grandes trozos de piel descubieta de la muchacha, Harry se dio cuenta de que estaban llendo demasiado lejos cuando una sus manos acariciaba el tracero de Ginny y con la otra levantaba una de las tersas piernas de la pelirroja, haciendo que la enroscara alrededor de su cintura, mientras sus labios besaban sus pechos por sobre la camiseta de la chica.

-Creo que es hora de que bajemos - dijo él con la respiración acelerada, soltando la pierna y llevando ambas manos a la cintura de la chica y volviendo a besar más suavemente sus labios- y quizás tú deberías vestirte - agregó sonriendo.

Recién entonces Ginny se percató de su vestimenta, o falta de ella, se sonrojó violentamete, pero no iba a dsaprovechar la oportunidad de molestar a Hary.

-¿Quieres ayudarme a vestirme? - Dijo coquetamente. Los ojos de Harry parecieron oscurecerse, y la voz le salió un poco ronca cuando le contestó.

-No me tientes Ginebra, no quiero que tus hermanos me maten ahora que acabo de librarme del maniático que quería matarme desde que era un bebé.

Ginny rió, era increible poder reírse de esas cosas. Se puso los pantalones rápidamente, se puso sus zapatillas y tomó de la mano a Harry, y tras darle un beso en los labios lo condujo escaleras abajo.

-Por cierto - dijo ella mientras bajaban las escaleras- ¿Cómo es que burlaste el hechizo anti chicos de las escaleras?

-Hermione - respondió él encogiendose de hombros.

Juntos bajaron las escaleras, juntos estuvieron entregando los cuerpos a las familias que llegaron abuscarlos, sin soltarse de las manos en ningún momento.

Sabiendo que finalmente, después de tanto tiempo de sufrimientos e inertidumbres, al fin tendrían un futuro, el cual compartirían hasta el fin de sus días. Sin ddar jamas del amor que se tenían.

Gracias por leer, por favor dejen sus comentarios y me dicen que les pareció