Y el sombrero dijo Slytherin

Título Alternativo: Cómo decepcionar a tu familia en múltiples y sencillos pasos

Disclaimer: Puede ser algo muy obvio, y justamente ese es el motivo por el cual siempre olvido de poner esto pero… No soy J.K. Rowling. Todo este mundo le pertenece a ella, salvo algunas licencias que me he tomado para formar las personalidades de los personajes. Hay algunos OC, esos si me pertenecen xD

Capítulo I:

Lazos de Familia o cómo no quedar enredado entre tanta unión familiar

Tengo un hermano, un mar de primos, incontables tíos y tías, y amigos de la familia que son tan cercanos como los dos anteriores grupos. Soy una Weasley, así que supongo que el hecho de ver a un batallón de personas en tu casa durante los eventos familiares es tan trivial como el Profeta de la mañana. Pelirroja, pecosa y con un talento innato para el Quidditch; lo que se podría denominar con facilidad como una Weasley común y corriente, a pesar de que soy inusual para el grupo y más extraña para el exterior.

Las dos primeras características… Vale, las acepto. Dicen que soy el vivo retrato de mi tía Ginny cuando tenía su edad aunque mi padre suele contradecir, diciendo que tengo demasiados rasgos de mi madre, Hermione Granger. ¿Talento innato para el Quidditch? En realidad, soy sólo buena. Me agrada volar, sentir el aire contra el cabello y toda esa parafernalia cursi, pero detesto el trabajo de campo. Nunca he logrado anotar un punto, tomar una Snitch o batear una bludger de manera satisfactoria, así que a menos que inventen otra posición un poco más pasiva, mis posibilidades de entrar al campo son nulas. Además, detesto poner en práctica las estrategias que los capitanes suelen idear, cuando imaginan que todos los miembros del equipo son las próximas estrellas del deporte mágico. En cambio, me inclino a la posibilidad de ser yo quien sugiere las jugadas, quien imagina reacciones del oponente y traza planes acorde a ello. Hasta ahora, no he fallado en muchas de mis estrategias y el que no ganemos aún la Copa se debe a que el equipo todavía no está preparado.

Resulta obvio que, en la oración anterior, las palabras clave son "aún" y "todavía"; considero que este año es nuestro año.

Mi hermano, primos y padre están jugando Quidditch en el patio trasero de la Madriguera. No estoy con ellos, y el motivo es el mismo por el cual me considero diferente al resto de la familia: Soy Rose Weasley y una Slytherin.

Y a pesar de que mi padre casi cumple su promesa de desheredarme y mis primos suelen desaprobar la gran mayoría de mis amistades, soy una orgullosa Serpiente.

Muy orgullosa.

Estoy segura que dentro de unos años, cuando este en San Mungo estudiando Medimagia, poco importará que haya sido un Tejón o un León; a menos que estalle una próxima guerra oscura, mi casa no significa un potencial criadero de adeptos a un nuevo Lord. Así que me tiene sin cuidado la casa a la que pertenezca mientras sea yo misma. ¿A que son geniales palabras? Me las apropié de Harry Potter, uno de mis tíos. Un hombre muy sabio, debo decir, a pesar de que uno de sus hijos sea lo más parecido a una ameba parlanchina. Pero, mientras tanto, soy testigo cómo el que use un uniforme diferente al del resto de mi familia en el colegio, me ha convertido en una suerte de paria para ciertas actividades familiares.

-¿Terminaste con esas cebollas?

Miré a mi madre, miré el bol lleno de cebollas recién cortadas y miré la tabla de madera que tenía frente a mí, totalmente limpia. Para ser la bruja más inteligente que haya visto Hogwarts, como mencionaba la directora del colegio, aquella era una pregunta estúpida. No obstante, entendí que tan sólo se trataba de un intento más de sacarme de mi mutismo desde que comenzaron las vacaciones de Navidad.

-Tengo que hacer unos pendientes, ¿puedo ir a mi habitación? –Levantó la mano de inmediato, al ver que su madre pretendía hablar- Y no, no te preocupes. No me asomaré a la ventana para ver las jugadas secretas del equipo de Gryffindor, "con las que planean derrotarnos en el próximo partido". Capté la idea.

Me veía apartada del resto. James, Albus y mi propio padre sugirieron que era mejor que no practicaran juntos por las llamadas "jugadas secretas". Con dolor, recordaba que años anteriores, yo cumplía el papel de asistente del llamado "entrenamiento navideños de los Gryffindor". A veces, incluso llegaban otros compañeros del equipo para jugar con el resto.

Hermione sólo sonrió. No eran sus palabras, claro está. Su interés por el Quidditch se comparaba por el que demostraba por la Adivinación a través de las cicatrices de fuego en Dragones Copa de Nieve. Es decir, por si no captaron el sarcasmo, inexistentes. Pero de todas formas se apreciaba el intento de no crear una nueva trifulca familiar en medio de la comida.

Además, el Pollo a la Naranja estaría demasiado bueno como para que terminara volando por el salón.

Más que todo, es una serie de cortos acerca de esta pareja, con una hilo un tanto desproporcionado. Pero me agrada xD La tengo escribiendo hace bastante tiempo, sin terminar de editar, con algunas escenas sueltas ya escritas y con varias otras que aún no logro unir con tranquilidad. Pero, al final, una idea muy bien trazada. Ojo, quien espere romance rápido y todo debería estar muy lejos de este fict xD