DISCLAIMER: Ningún personaje de Saint Seiya es ni será usado con fines lucrativos, pues no son míos...por desgracia
Bienvenidos a Crónicas de los Custodios. Nos situamos en 2005, a no ser que se indique lo contrario. Este es un Universo un tanto peculiar, que ha estado en proceso de formación durante 4 años, más o menos, de modo que si hay alguna locura, es porque yo estoy loca XD. Cualquier duda, aclaración y/o pregunta digan. Que disfruten.
CRÓNICAS DE LOS CUSTODIOS
Prólogo
Lochinver, Scotland
A pesar de ser únicamente las diez y media de la mañana, The Right Corner ya había recibido a una decena de clientes. Eran las ventajas de ser una de las escasas tabernas de la localidad: el alcohol atraía a todo el que viviera cerca en un radio de dos kilómetros a la redonda. O por lo menos era lo que Thomas McNally pensaba mientras barría la entrada del local cada mañana. A sus treinta y pocos años, el frustrado abogado metido a camarero solía pensar en ello y dar gracias de conservar su empleo. El local recibía buenas ganancias, de modo que ningún empleado de los siete, sin contar al jefe, que dependían económicamente del bar tenían nada que temer. Aun así, McNally se iría en unos meses. Estaba ya harto de borrachuzos a las tres de la mañana y del pestazo a whisky que lo acompañaba cada noche al llegar a casa. Y del clima. En Lochinver no había quien viera la luz del sol, el cielo estaba perennemente encapotado, y eso lo irritaba. A él le gustaba el sol, la luz y la claridad, ir a la playa y esas cosas que sólo la gente del sur podía hacer. Menos mal que había conseguido un trabajo como guía turístico en Lisboa.
Sí. Solecito y playa. No tendría que aguantar más esas nubes negras que tanto le fastidiaban. Ni ese viento que hacía que todo su empeño por mantener libre de suciedad la porción de acera que le correspondía al local no sirviera de nada. Ni esos gritos escandalosos tan temprano en un sitio en el que nunca ocurría nada.
Thomas alzó la mirada del suelo para ver a un montón de gente correr y gritar. ¿Habría una manifestación ilegal otra vez? ¿O alguna actividad de un colectivo loco? Fuera lo que fuese, él no quería tener problemas, así que sólo echaría un vistazo y se metería en la taberna.
Dicho y hecho. Se acercó un poco a la carretera y estiró el cuello para ver mejor… y palideció en el acto. Soltó la escoba y salió disparado, corriendo como alma que lleva el diablo. Había estado en el equipo de atletismo del instituto, así que era bastante rápido. Ni siquiera advirtió a la gente del bar. Sólo quería salvar su vida, poder vivir para seguir sus sueños... pero tenía que ganar antes la carrera a muerte que acometía.
Su velocidad no bastó para evitar que el gigantesco tornado que se veía un poco más lejos se lo llevara volando junto a quinientas personas más.
-X-X-X-X-X-X-X-X-
Tres horas después, el huracán había destrozado toda la ciudad, en un visto y no visto. Tan sólo sobrevivió al desastre un arbolito, que los dioses saben cómo salió indemne.
De él se bajó una figura negra, envuelta en una capa, que se acercó a los restos de Lochinver. Observó el desolado paisaje que ante él se extendía unos instantes, y volvió la cabeza hacia donde el tornado se había perdido en el horizonte. El interior de la capucha brilló con tonos escarlata, y el encapuchado se desvaneció.
