Hola, soy Luna de nuevo. Me ha costado un poquito subir este songfic. Sin embargo, eso no significa que no vaya a actualizarlo. La canción es igual de un anime muy bello llamado Honey and Clover.
Espero sus reviews :3

Disclarimer: Naruto es una obra de Masashi Kishimoto, al igual que la canción Waltz de Suneohair.


Froto mis ojos cerrados y puedo ver,
el patrón pastel del futuro,
siguiendo el código que está tallado.
Tiro de la red y atrapo tus expresiones.
Hey, ¿qué era aquello que estábamos buscando?
Eso fue un sí, ¿cuándo fue?
Cuando nos conocimos, sin poder resistir la gravedad.

Después de un cansado día en la preparatoria, una chica se alistaba para subir al tren el cual todos los días abordaba. Era tan abrumadoramente dulce su rutina que estaba tan acostumbrada a soñar despierta con el chico que siempre se subía después de ella. Algún día le hablaría, eso era seguro. De hecho, él estaba más cerca de lo que creía. No sólo iban en el mismo colegio, también estaban en el mismo salón, y para variar, al parecer, también iban en la misma dirección a casa.

Sus ojos, lo más expresivo de ella, son de un extraño color perla, y este hecho no significa que dejaran de ser hermosos, su piel es tersa como las nubes, el cabello largo, azulado y sedoso. De modo que es una chica muy bella. No es alta ni enana, tal vez su estatura es lo más normal en ella. Eso y su extraña personalidad esconde Hinata Hyuga.

La chica entró con rapidez al vagón, realmente le daba un poco de escalofríos el quedar atrapada en las puertas o por accidente caer en las vías. Temerosa y tímida. Finalmente rectificó cómo desde hace tiempo el que cierto chico entrara al vagón. Sus ojos se posaron en él, lo veía con mucha ternura, con mucha calma, con mucho amor. Entonces ella empezó fantasear al ritmo de la caída del día, escribió:

Y es que un trozo de cielo azulado robaron sus padres para dárselos como ojos, su mirada siempre es alegre. Él no sabe hacer otra cosa más que sonreír. Su cabello es tan rebelde como su propia actitud. El sol contribuyó a su formación pues no sólo le había regalado un rayo de éste en su cabeza, sino también delicadamente tostó su piel. Naruto Uzumaki tan torpe, tan infantil, tan obstinando, tan él.

El tren paró bruscamente, la libreta, en la cual ella estaba escribiendo, salió volando y justamente cayó en los pies de ese chico. Naruto rápidamente volteó a ver en dirección hacia Hinata, ignorando lo que yacía en él. Sin embargo, ella tenía la mirada baja, mientras su cara pintaba miles de colores, se había sonrojado. La chica estaba tan avergonzada que no se dio cuenta que sangraba por un costado de su cabeza, había sido fuerte el golpe. Él chico se sorprendió y no esperó en atenderla.

Al parecer, no había nadie más en ese vagón, ellos siempre llegaban a la última estación y cada quien bajaba por su lado. Los primeros días, Naruto, había notado la presencia de Hinata, sin embargo, como la veía tan callada y retraída decidió no hablarle para no asustarla. A lo máximo que llegaba la dulce chica era a saludarlo con una tímida reverencia. Y antes de que Naruto correspondiera el saludo ésta ya había desaparecido.

Era la primera vez que pasaba algo tan extraño. En cierta forma Hinata Hyuga intrigaba al gran Naruto Uzumaki. Le daba curiosidad cada gesto que ella hacía, la manera en cómo se expresaba, el sonido de su suave voz, lo cálida que era su mirada cuando observaba los colores pasteles del atardecer. El rubio estaba preocupado, y aunque no lo admitiera directamente, él ya la amaba.