¡Hola queridos lectores!

Bueno aquí les traigo un "One-shot", ¿Por qué entre comillas?, ya que está dividido en tres partes y son mini historias por lo cual no lo considero un fanfic.

Hace unos meses mi profesora de Lenguaje nos pidió (como curso) leer "Los 4 amores" del escritor Ingles C. S. Lewis (para quienes no lo conozcan es el autor de las crónicas de Narnia) para una prueba, bueno el ensayo trata sobre cuatro diferentes tipos de amor: Cariño, amistad, eros y caridad, de los cuales excluí "caridad" ya que no encontré que tuviera que ver con las historias que a continuación les presentare en breves textos que espero que sea del gusto de los fans del KakaAnko.

Dedicado a: Alice Hatake :3 (gracias por el apoyo y los comentario sobre mis fics y one-shot!)

En si se dividirán en.

1. Afecto.

2. Amistad

3. Eros.

Y quien no haya leído este ensayo se los recomiendo :)

Pd: no pueden ser drabbles ya que estos tienen como máximo 500 palabras.

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Los cuatro amores

Afecto

Kakashi miraba detenidamente a la joven chica de 15 años sentada frente a él, el peculiar cabello se mecía con los movimientos que hacia la kunoichi al mover su cabeza a ambos lados, ambos se encontraban solos esperando en el lugar de reunión en el cual supuestamente debían juntarse con sus amigos, pero ni rastro de ellos.

-Quédate quieta, Anko- dijo el ninja ante la impaciencia de la pequeña.

-Hatake- el susodicho reacciono y la miro a los ojos –Llevamos una hora esperando y ni siquiera dan señales de vida-

-No seas dramática- dijo seriamente, no eran amigos ni nada por el estilo, lo único que los unía eran los amigos en común que tenían por lo cual no tenían mucha cercanía.

Tras un rato llegaron los susodichos amigos, Kurenai muy sonriente acompañada de un sonrojado Asuma, un hiperactivo Gai caminaba atrás de la pareja, junto a el Ebisu y Genma que lo miraban de reojo ante la vergüenza de la escena.

-Al fin llegan- dijo seriamente Kakashi.

-¿A qué te refieres?- pregunto Gai acercándose a su eterno rival. –Llegamos a la hora-

-No es así- negó Kakashi con la cabeza.

-Kurenai dijo que era a las 1 de la tarde la reunión- dijo Anko levantándose y parándose junto al ninja copia. Pero la futura experta en genjutsu se sobresalto y intento ocultarse tras Asuma.

-¿Kurenai?- le pregunto el Hatake ante el silencio de la poseedora de ojos rojizos.

-Neee…- dijo enojada y con un tono infantil –Ustedes nunca llegan a la hora por eso los cite más temprano para que llegaran a la hora- explico seriamente.

-Baka- soltó de forma abrupta la pelimorada.

-Mejor vámonos antes de que busque venganza- dijo Kakashi mirándola seriamente.

Pasaron el día en distintos lugares de Konoha, mientras conversaban y reían, Kurenai había insistido en la idea de que se juntaran más seguido ya que tras el incidente del Kyubi hace un año los rostros tristes eran múltiples en la aldea. Ya unas horas después la kunoichi de ojos de tono choco latoso se detuvo de manera abrupta mientras todos caminaban.

-¿Qué sucede?- le pregunto Kakashi quien iba caminando atrás de ella.

-Me debo ir a casa, es tarde y mañana tengo reunión con el Hokage- explico mirando el cielo.

-Yo también, debo pasar a ver a alguien e ir a descansar para mañana- dijo Kakashi parándose atrás de la pelimorada.

-Vas a los departamentos, ¿no es así?- le pregunto Asuma, Anko asintió levemente. –Bah, Kakashi sé un caballero y acompáñala- dijo sonriendo.

-Tú sabes a donde voy y eso queda antes de los departamentos- dijo de manera vaga.

-No hay problema, yo me sé cuidar sola- dijo ante las excusas del ninja.

-Está bien, además después debo ir a mi departamento y eso queda más lejos- dijo el ninja alzando los hombros de forma despreocupada.

-Bueno, adiós chicos- dijo Kurenai sonriendo ampliamente.

-Sayonara- dijeron en unisonó y se fueron por la otra calle mientras sus amigos se despedían haciendo gestos con la mano.

-Te acompañare, pero tú debes acompañarme a un lugar primero- dijo Kakashi mirando despreocupadamente la calle.

-Está bien- dijo de igual manera y ambos caminaron juntos hasta llegar al hospital de Konoha, entraron y Kakashi se dirigió a la recepción, después de que la recepcionista le dijera unas cosas y asintiera él le indico a Anko que lo acompañara. Caminaron lentamente hasta llegar a la sala de niños, Anko miro curiosa pero el ninja no tenia expresión alguna, al menos hasta entrar a un cuarto privado, este amueblado de diversos muebles y juguetes era completamente blanco, resaltaba una cuna de fundas naranjas y rojas, el ninja le indico que cerrara la puerta y rápidamente se acerco a la cuna, en esta descansaba un pequeño bebe de tez morena, cabello rubio y que tenía tres característicos bigotes en cada mejilla.

-¿Quién es él?- le susurro Anko para no despertar al pequeño.

-Él es el hijo de mi sensei, Naruto- respondió de igual manera

-¿Del yondaime?- le pregunto sorprendida

-Así es, pero no le debes decir a nadie- dijo mirándola de manera despreocupada –Es una orden del hokage-

-Hai- asintió y se acerco al pequeño que dormitaba.

-¿Jamás llegas temprano a nada?- le pregunto mientras ordenaba algunas cosas.

-¿A qué te refieres?- le pregunto sin quitarle la mirada de encima al pequeño.

-Por lo que dijo Kurenai- respondió acercándose a ambos.

-Nee… ella solo exagera- respondió en tono infantil –Esta loca-

-Es tu amiga- interrumpió.

-Lo sé, pero aun así no me gusta que me obligue a salir- se defendió cruzando sus brazos sobre sus senos y haciendo un puchero infantil que le hizo gracia al ninja copia.

-Anko- la susodicha lo miro y mientras sonreía bajos su máscara continuo –Eres rara-

-Hatake- el ninja lo miro –Baka-

-Sera mejor que vayamos, se hace tarde- dijo riéndose bajito.

-Hai, sayonara Naruto- dijo sonriéndole al pequeño y ambos salieron tras que Kakashi se despidiera, caminaron callados hasta el bloque de departamentos en el cual vivía la peli morada –Etto, arigatou por acompañarme a casa-

-De nada, adiós- dijo tras ver que la ninja abría la puerta del edificio.

-Sayonara- dijo entrando.

A la mañana siguiente Kakashi salió en dirección al hospital, caminaba tranquilamente hasta que los cabellos morados de cierta kunoichi llamaron su atención.

-Konnichiwa, Anko- saludo a la Mitarashi que dio un pequeño respingo al ser asustada –sin querer- por el ninja peli plateado

-Konnichiwa, Hatake- dijo al ver al ninja que saludaba con un gesto que realizaba con su mano derecha.

-¿A dónde vas?- le pregunto a ver que la ninja llevaba varias carpetas que con suerte lograba cargar.

-A la oficina del Hokage- dijo intentando que estas no cayeran.

-Déjame ayudarte, debo ir al hospital pero puedo ir a dejarte- dijo el ninja tomando las variadas carpetas sin previo aviso.

-Arigatou, pero no dejes a Naruto solo- dijo arqueando una ceja ante la solidaridad del Hatake.

-Estará ahí cuando regrese- dijo sonriendo bajo su máscara.

-Nee… te acompañare, vamos quiero ir a verlo- dijo sonriendo, no quería que el ninja de ojos desiguales no fuera a visitar al pequeño además ella no era nadie importante para quitarle el tiempo.

-Está bien- respondió alzando los hombros como gesto de despreocupación.

Ambos caminaron hasta el hospital hicieron lo mismo de ayer pero a diferencia del día anterior esta vez el pequeño estaba jugando con algunos juguetes en un pequeño corral, Kakashi dejo las cosas sobre un mueble y se acerco para tomar al pequeño que rápidamente estiro sus brazos al ver al ninja.

-Konnichiwa, Naruto- dijo acercándose Anko al ver al pequeño entre los brazos de Hatake. Pero sin que alcanzara a reaccionar el pequeño agarro con su manito uno de los mechones de la ninja y lo jalo –Kuso- dijo en tono enojado, pero el Uzumaki solamente rio en los brazos de un nervioso Kakashi.

-Hey, no seas malo- le reprocho al pequeño su acción –Ella solo te saludo-

-Algún día me vengare mocoso- dijo mirándolo seriamente.

-Anko, no seas tan infantil- dijo riendo nerviosamente, tras conversar durante un rato ambos salieron en direcciona la oficina del hokage en donde Kakashi dejo a Anko, tras despedirse ambos hicieron sus respectivas obligaciones hasta el anochecer en donde nuevamente se encontraron y

Así pasaron los días en los cuales Kakashi salía de su departamento en dirección a los de Anko, ambos salían y mientras charlaban caminaban hasta el hospital lugar en el cual visitaban al pequeño, después Kakashi la acompañaba hasta la oficina del hokage y el continuaba su camino hasta donde tuviera que ir ese día. Y a pesar de la incomodidad de los primeros días, ambos se fueron relajando, la compañía del otro los relajaba, ambos Vivian y se sentían solos desde hace mucho y quizás ese sentimiento era compartido de manera incondicional.

Tras visitar a Naruto junto a la pelimorada y dejar a esta en la oficina del hokage se dirigió al monumento memorial de los caídos, en donde estuvo durante unos minutos completamente a solas, en un silencio casi agobiador pero del cual él estaba tan acostumbrado que no le molestaba, lentamente se puso de cuclillas y sonrió melancólicamente bajo la máscara.

-En una semana más se cumple un año desde lo del Kyubi- susurro bajando la mirada –Desearía que usted y Kushina-sensei pudieran celebrar el cumpleaños de Naruto-

Se levanto lentamente y hizo una pequeña reverencia y volteo, camino de regreso al hospital, después de todo se suponía que Anko saldría en una misión por lo cual el irse con la amiga de Kurenai no sería necesario, pero tan pronto paso frente al edificio escucho la discusión de cierta kunoichi y nada más ni nada menos que Genma. Se acerco silenciosamente y pudo oír como este le reclamaba.

-¡Hey solo eres una mocosa!- dijo enojado acercdandose peligrosamente hacia Anko cosa que no fue del agrado de Kakashi quien rápidamente apareció tras una explosión que dio paso a una nube de humo que se disipo dejando apreciar a un Kakashi entre Anko y Genma impidiéndole el paso a este último, además de un semblante de pocos amigos.

Vete- agrego de manera amenazante.

-¿Desde cuándo el gran Hatake Kakashi protege a la mocosa de Anko Mitarashi?- la mirada del Hatake mostraba aun mas hostilidad cosa que no paso desapercibida para el ninja.

-Vete, y no lo repetiré una vez más- dijo seriamente, el joven miro a el peliplata y luego a Anko para terminar dándose vuelta y entrando de nuevo al edificio perdiéndose de la vista de los dos ninjas.

-Arigatou, Kakashi- dijo aliviada al ver que el otro se había ido.

-No te preocupes te acompañare a casa- dijo con expresión tranquila, la ninja solo asintió sonriendo y ambos salieron del edificio en dirección a los bloques de departamentos.

Comenzaba a apreciarla, si así es, ya sentía que era un cariño y una protección incondicional debido a tenerla todos los días cerca…

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Afecto: un amor incondicional a algo que siempre ves o tienes junto a ti, no es amor es más bien un cariño tanto por una persona como por un objeto, este tipo de amor será relatado a través de como ambos (Kakashi y Anko) comienzan a pasar más rato juntos produciéndose este "sentimiento".