Corazón Ardiente

PDV- Punto de vista, la historia ira siendo contada desde las formas de ver de cada personaje n_n

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Simon PDV

EL sol ardía en el horizonte, es difícil trabajar todo el día en el arado, cuidando las hectáreas y hectáreas de cultivos de betabel. Lo único que hace aguantable esta tarea es la compañía de Boota, un extraño animalito que parecía cruza entre puerco y topo que siempre me acompaña en las jornadas de trabajo; y las usuales locuras de Kamina, al cuál llamo Aniki aunque no es realmente mi hermano, pues desde que murieron mis padres en un asalto realizado por un grupo de bandidos, Kamina me llevo a vivir con él, y no solo eso, me adoptó como su hermano protegiéndome siempre que tiene la posibilidad.

-Uff... ¡Bootaaa! ¿Qué te he dicho de comer los betabeles? /tirándose sobre una piedra enmedio de la hortaliza\ por lo menos ya tengo la mayoría y el jefe no se molestará conmigo-

-kuiigg- /Boota se trepa en su hombro y Simon lo voltea a ver cansado\- ya es tarde, vamos por algo de comer- -kuigg-

Sí, el trabajo en la hortaliza es difícil, pero no puedo negar que la comida es excelente. Generalmente comemos en una fondita cerca del pueblo, gracias al cielo la fondita está lejos de las hortalizas y no pienso en trabajar mientras como, eso realmente estresa... (quish quish)

-¿Mmm?, ¿Boota oiste al...?-

-¡Simon! ¡Te he encontrado! Vamos, tenemos que organizarnos y no podemos empezar sin ti-

-¡Aniki! ¡¿De qué se trata esto?!¡Aniki, no!¡¡Espera Aniki!!¡mi comida!- -¡¡kuiiiggg!!-

-/Arrastrando a Simon\ no te preocupes por eso, deja que tu corazón ocupe el lugar de tu estómago, ¡dedicación es lo único que necesitas!- "Mi Aniki ya se puso loco otra vez /suspirando\ bien... era cuestión de tiempo, esta provincia es demasiado pequeña para su espíritu"

Kamina suele tener ánimos muy elevados, a él si le queda la frase "no le baja la espuma a su chocolate", pero qué podemos hacer, si no fuera así, no sería mi Aniki... en fin que extraño es que te lleven arrastrando por el piso, hemos de ir a su escondite en los bosques, es un lugar fresco, es mi segundo sitio favorito en la aldea, tal vez antes que la fondita. En ese lugar puedo pasar las horas con Kamina oyendo sus historias de lugares lejanos y extraños donde todo es gris y la lluvia ácida. Esas historias me hacen imaginar, me hacen volar, me hacen desear estar lejos de esta aburrida y tediosa aldea, lejos de los mandones betabeles que siempre quieren un poco mas de agua, un poco mas de vida.

-ohh... mira quien va por hayá, si es Kamina, es tan guapo /se oyen muchos suspiros y se ponen rojas las dos chicas que van pasando\-

-Si, que lastima que la única persona en su mundo sea ese enano- /ambas ríen y se alejan, Simon que escuchó todo hace una mueca y vuelve a suspirar\

Lo último destacable y que por cierto detesto de este lugar son las aldeanas. Nunca son corteses y solo se interesan porque Kamina tiene buen ver, a ninguna le interesa realmente como piensa o como siente, es odioso tener que oírlas todo el día, y cuando les remarcas algo acerca de la actitud gloriosa y viva de Aniki, ellas te responden con la típica mueca de no me importa, desearía que de alguna parte llegara alguien que pudiera pensar en Aniki de alguna forma como la que yo hago...

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-kuig kuig!!!- -¡Comienza la reunión!- "/suspirando\ Aniki... ¿porqué eres tan impulsivo?"

-¡Tenemos que liberar a los aldeanos de los betabeles!, ¡tenemos que dejarlos conocer el exterior!-"Exterior..."

-¡Vamos! Tomemos las reses y destruyamos la puerta de la valla que nos impide la libertad, ¡el exterior no es un mito, existe!¡Y nadie nos impedirá llegar a el!- "que alguien me repita porqué Aniki me necesita para este plan"

-¡Simon! Tu eres la clave para éste plan, usaremos tu coa como lanza para romper la puerta con la velocidad que lleven las reses, solo tu puedes manejar la coa con tanta habilidad, ¡confiamos en ti, Simon!

Aniki tiene ideas muy locas siempre pero creo que esta vez se paso de la raya... no se si una simple coa pueda con esa puerta... rayos las piernas me tiemblan pero "confiamos en ti, Simon"... pero no puedo decepcionar a Aniki, el confía en mi /respira hondo y aprieta las manos\

-Esta bien, ¿pero adonde iremos después?, el ejercito del comandante Irlian acaba con todo lo que esté en el exterior-

-¡Entonces nosotros acabaremos con él antes que él a nosotros!- /Simon pone cara de decepcion\"eso suena a tontería, Aniki"

En fin después de esta pequeña junta, Kamina y sus amigos sacaron las reses del corral y me recogieron en la última hortaliza. Aniki llevaba sus usuales lentes amarillos que terminaban en pico, yo llevaba mis protectores de ojos, los que no usaba en las hortalizas, pero sí en otros trabajos como recolección de leños en invierno o pesca interna. Como teníamos planeado salir de un golpe ya llevaba mi equipaje que incluía dos panes, un trozo de jamón, queso y ropa de cambio pues solo llevaba mis shorts, una playera delgada y una capa que me taparía del frío de la noche pero que no era tan gruesa como para asfixiarme de calor. Aniki en cambio solo llevaba su pantalón y sus zapatos, ambos azules. En su cintura tenía enrollada una banda blanca, él tiene gustos muy raros para vestir.

Ya atardece y a nuestro paso por la aldea en las reses, Kamina grita su discurso de libertad pensando que la gente lo está escuchando. Por el ruido de las reses y los murmullos de la misma gente no es posible ésto, aún así el sigue gritando. Su cabello azul ondea con el viento y a pesar de que no puedo ver la expresión en sus ojos por los lentes sé que está emocionado, listo para lo que venga, sea bueno o sea malo. Espero que sea bueno lo que venga, así Aniki no tendrá de qué preocuparse, pero de todos modos... yo no puedo evitar preocuparme.

-¡Vamos, Simon!¿tienes lista esa coa? Ya es hora de la libertad...¡Ya es hora!-

-¡Sí!-gritan todos al unísono /Simon se baja los lentes y se recarga en la res en la que va montado, preparándose para el impacto con la coa\ "todos tan emocionados por una tontería de ésta magnitud, que Dios nos ayude Aniki"

Lo siguiente que supe fue que el jefe de la aldea, un regordete cuyo nombre no me aprendí nunca a pesar de que yo era su trabajador mas allegado, se atravesó en el camino de las reses. Todo paso en un instante. El viento mezclado con el sudor, el ruido de los animales, todo se volvió confusión, y luego el hombre que salía volando con el impacto de la primera res; el impacto con la coa, los gritos del pueblo, eran como estar enfrente de una cascada estruendosa que nos mojaba con gotas de gritos y llantos de emoción, ¿o de furia? No lo sé aún, pero en el momento en que sentí el impacto en la coa supe que era libre junto a Aniki y sentí por primera vez el terror de la libertad, el punzante dolor de la incertidumbre cruzando por mis sienes y bajando directo a mi corazón que se oprimía cada vez mas. Supe que gritaba con Aniki y sus amigos, supe que todos sentíamos la misma emoción, el mismo miedo y la misma alegría, en ese momento todos, incluyendo Boota, incluyendo las reses, todos eramos uno.